El Soltero más Codiciado.

Capítulo 1.

"… Quince bellas señoritas competirán por el amor de nuestro soltero más codiciado. Engaños, desamores, secretos y confesiones, cuando Genzo Wakabayashi comience su búsqueda por la mujer de su vida, a su futura esposa. No se pierda la próxima temporada de 'El Soltero más Codiciado', con una de las actuales estrellas del fútbol mundial, sólo por Analoguma Channel…".

- ¿Escuchaste eso?.- preguntó Elieth Shanks, mirando la televisión, completamente perpleja.

Las imágenes en pantalla mostraban escenas de Genzo en el entrenamiento de la Selección Japonesa, y era evidente que no habían sido grabadas para el comercial, sino tomadas de algún reportaje diferente. Lo único que sí se había grabado especialmente para el promocional eran las imágenes de las quince "bellas señoritas" que habrían de competir por el amor de uno de los mejores porteros del planeta.

- ¿Es esto una broma?.- Karl Heinz Schneider, capitán del Bayern Munich y de la Selección de fútbol de Alemania, tenía las cejas tan arqueadas como las de su "amiga con derechos".

- No parece ser de la clase de bromas que haría Genzo.- contestó Elieth.

- Ni tampoco la clase de programas que él haría.- recalcó Karl.

- Tienes toda la razón… .- suspiró la joven.- ¿De qué va todo esto?

Ella aún tenía el control remoto en la mano, con el dedo levemente apretado contra el botón del volumen. El narrador dijo que el programa era patrocinado por una conocida marca de rasuradoras para hombres, de la cual Genzo era uno de los rostros anunciantes. Aunque la relación entre este detalle y el por qué Wakabayashi sería el protagonista de semejante reality show saltaba a la vista, tanto Karl como Elieth no atinaban a comprender lo que estaban viendo.

- Creo que no oí bien.- confesó Schneider, algo turbado.- ¿Genzo se va a casar?

- Deja tú que se vaya a casar.- replicó Elieth.- ¿Va a participar en esa aberración de "El Soltero Más Codiciado"? ¿Se volvió loco, o es que tanto balonazo le afectó el cerebro?

- ¡Oye!.- protestó Karl.- Yo también soy futbolista, ¿te acuerdas?

- Por eso mismo lo dije.- sonrió ella, burlona.- Pero el asunto urgente ahora es Genzo. ¿Cómo es que aceptó estar en un reality show de ésos?

- No tengo ni la más mínima idea.- él estaba tan confundido como ella.

- Debió habernos avisado.- dijo Elieth, dolida, al tiempo que cambiaba de canal a algún otro que pudiera darles algo más de información.- Esto no es algo que pueda avisarse a través de la televisión.

- Eso es cierto.- coincidió Schneider.- Está bien que Wakabayashi es reservado, pero creo que en esta ocasión rebasó los límites…

Ninguno de los dos dijo nada más, mientras veían los canales pasar por obra del control remoto, esperando encontrar nuevamente el comercial; al saltar a un canal de deportes, que pertenecía a la misma compañía de Analoguma Channel, Schneider pidió a Elieth que dejara la señal ahí, y ella soltó el control remoto, sin decirle que dudaba mucho que en un canal de deportes pudiesen encontrar algo sobre la vida social y personal de algún jugador, aun así se tratara de un futbolista reconocido.

- ¿No es "El Soltero Más Codiciado" ese programa en donde un grupo de mujeres va tras de un hombre con el fin de que él escoja a una?.- preguntó Karl, tras unos instantes de silencio.

- Así es, un ridículo reality show tipo harén, muy ofensivo para cualquier mujer y hombre, si me preguntas.- asintió Elieth.- A esas mujeres no les importa el amor, lo único que buscan es la fama y casarse con alguien con dinero. Genzo no va a encontrar a ninguna mujer que lo ame de verdad en un programa de ésos.

En ese momento comenzó a transmitirse una variante del comercial original y la pareja se enfocó en prestarle atención, tras intercambiar una mirada de duda.

"En la próxima temporada de 'El Soltero más Codiciado', uno de los más famosos guardametas buscará al amor de su vida entre quince jóvenes y bellas candidatas, que harán lo que sea para ganar su amor… Solo en Analoguma Channel…".

- Ah, claro, tenía que ser Analoguma Channel, el canal de los realitys idiotas.- bufó Schneider.- ¿Cómo es que Genzo se metió en eso? Ha caído muy, pero muy bajo.

- Eso es lo que quisiera saber.- replicó la chica rubia de ojos grises.- Tendremos que preguntarle.

- Espero que al menos nos invite a su boda.- comentó Karl, burlón.

- Bah, no creo que ni siquiera se case, te apuesto lo que quieras a que hay gato encerrado aquí.- insistió Elieth.- Deberías buscarlo y decirle que no se ande con rodeos, que queremos saber toda la verdad. Después de todo, eres su capitán, puedes obligarlo a que te conteste.

- Soy el capitán del Bayern, equipo en donde jugamos los dos, no el líder de una secta satánica.- replicó Schneider, con una sonrisa torcida.- No puedo obligarlo a decirme nada.

Elieth iba a replicar cuando en ese momento ocurrió algo que a los dos los dejó con la boca abierta. Estaban pasando acercamientos de las "quince bellas señoritas que habrían de pelear por el amor de Genzo", y entre ellas, la pareja vio a alguien a quien jamás esperarían ver ahí. Aparte de Wakabayashi, claro está. Schneider soltó una risa burlona y Elieth soltó un bufido de indignación cuando las cámaras enfocaron bien a la chica.

- ¿Ésa era Lily?.- preguntaron Karl y Elieth, al mismo tiempo.- ¿Qué está haciendo ella ahí?

Lily Del Valle, la mejor amiga de Elieth, Karl, y del mismo Genzo, era una de las candidatas a conquistar el corazón del Soltero Más Codiciado, pero los dos primeros ni idea tenían del suceso. Furiosa, Elieth apagó la televisión y arrojó el control al sillón que tenía más próximo.

- ¡Ese par me las va a pagar muy caras por no haberme contado nada!.- gritó.

Karl asintió con la cabeza, apoyando a su pareja. Oh, sí, Genzo y Lily tenían mucho qué explicar, de eso no cabía duda.

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Seis meses antes…

Genzo Wakabayashi miraba, con el ceño fruncido, el contrato que tenía sobre la mesa, el cual acababa de condenarlo de una manera en la que no creyó que sería posible. Se maldijo a sí mismo, una vez más, por haber sido tan estúpido y descuidado y no haber leído claramente todo el contrato antes de firmarlo, pero ya no había marcha atrás, ya había estampado su firma al final de éste, y no había manera de corregir el daño hecho.

Frente a él se encontraban los voceros de la famosa compañía de rasuradoras con la cual el joven portero había hecho tratos para que lo patrocinara, a cambio de que él fuese uno de los rostros de su más reciente campaña. Genzo nunca pensó que el asunto pudiese representar muchos problemas, la cosa se antojaba más bien simple: patrocinio a cambio de algunos comerciales, fotografías y una que otra campaña publicitaria, algo que cualquiera podría llevar a cabo, incluso alguien como él, ¿no era así? Además, si Kojiro Hyuga, uno de sus más rebeldes compañeros de equipo en la Selección Japonesa había aceptado ser uno de los "rostros anunciantes" de dicha compañía, significaba que el asunto no podía estar tan mal.

Craso error. ¿Cómo fue que Genzo había sido tan descuidado y estúpido? La cláusula de "el patrocinado se verá obligado a cumplir con cualquier campaña que la compañía considere necesaria" no le había parecido tan mala cuando la leyó antes de firmar el contrato. ¿Qué podría conllevar un enunciado como ése? ¿Qué la compañía lo pusiera a hacer anuncios masivos y que su cara apareciera retratada en cada esquina? Wakabayashi no se sentía incómodo por esto, ya que la fama era algo que pasaba sobre él sin afectarlo, pero lo que la compañía quería hacer con él era algo realmente nefasto.

Querían obligarlo a elegir una novia.

A principios de año, la compañía de rasuradoras para hombres, cuyo nombre era Gallette, había comprado Analoguma Channel, un canal ampliamente reconocido por transmitir, las 24 horas del día, múltiples y variados reality shows. Uno de los más populares era "El Soltero más Codiciado", cuya trama refería a que un hombre joven, famoso y atractivo, evidentemente soltero, pasaba seis semanas tratando, conociendo y teniendo citas con un nutrido grupo de señoritas casaderas, con la finalidad de que él eligiera a una pareja entre ellas. Las primeras dos temporadas rompieron ratings de popularidad, convirtiendo al programa en uno de los más vistos de los últimos tiempos. Sin embargo, a partir de la tercera temporada comenzaron a bajar los niveles de audiencia, y mucha gente lo atribuyó al hecho de que el soltero elegido no era tan codiciado, porque era un jugador de fútbol americano, deporte que no es tan conocido en Europa, por lo que el hombre no era realmente tan famoso entre la audiencia del programa, y a medio show a muy poca gente le importaba el futuro del protagonista.

Tras el fracaso de la tercera temporada, los directivos quisieron elevar los ratings usando a un famoso actor, pero desgraciadamente él tampoco funcionó ya que era un hombre que se había divorciado tres veces, y la audiencia no tenía fe en que él pudiese encontrar al "amor de su vida" en un reality show (sí, nada más por eso). Las temporadas quinta y sexta fueron otro fracaso sonado, debido a las dos decepcionantes temporadas previas, y tras esto, mucho se comenzó a hablar del inminente quiebre del canal hasta que éste fue comprado por uno de los socios principales de la Gallette, el que tuvo la brillante idea de usar a uno de sus patrocinados para meterlo al show y tratar de elevar el rating, ya que era conocido que la mayoría de los representantes de la Gallette eran jugadores de fútbol sóccer, estrellas altamente reconocidas a nivel mundial.

La cuestión era: ¿Por qué Genzo Wakabayashi había sido elegido, habiendo al menos otros tres solteros elegibles como él? El portero pensaba que eso podía deberse al hecho de que, de los cuatro solteros, él era uno de los más difíciles de "casar", ya que era ampliamente conocida la poca interacción con mujeres que Genzo tenía, llegando incluso al extremo de decirse que era homosexual; por supuesto, este rumor es falso, pues no era que Wakabayashi no sintiese atracción por las mujeres, sino que simplemente su carrera futbolística se anteponía a todo. Sin embargo, eso lo había convertido en un blanco fácil, ya que la gente ansiaría ver cómo uno de los solteros más difíciles encontraba a su chica ideal. Aun así, Genzo sabía que Kojiro Hyuga también caía en la misma clasificación de "soltero difícil" en la que estaba él. ¿Cómo se había zafado Hyuga de esa pesadilla?

"Tendré que preguntar después si a él no le hicieron una oferta similar", pensó Genzo. "Pero primero tengo que ver cómo me voy a salir de esto".

Un par de días atrás, Wakabayashi había hablado con el señor Isayama, uno de los abogados japoneses de su padre; Genzo conocía lo suficiente a Akira Wakabayashi, el gran financiero que había triunfado en una empresa internacional, como para saber que él no iba a mover un dedo para sacar a ninguno de sus tres hijos de cualquier lío en el que éstos llegaran a involucrarse, pues los había criado a los tres para que fuesen hombres autosuficientes e independientes (Eriko era una clara excepción, la menor de los Wakabayashi siempre recibiría el apoyo de su padre, aunque ella no era del tipo de chica que necesitara ser apoyada por nadie), de manera que él esperaba que ellos fuesen capaces de salir por sí solos de sus problemas. Genzo, por supuesto, no esperaba tampoco que su padre viniera a sacarlo del lío en el que se había metido, puesto que su propio orgullo no se lo permitiría; sin embargo, ambos Wakabayashi, padre e hijo, estuvieron de acuerdo en que el señor Isayama, uno de los mejores abogados del séquito de licenciados que manejaban los asuntos legales de las empresas Wakabayashi, ayudara a Genzo con las cuestiones del contrato que la Gallette quería obligarlo a cumplir.

El señor Isayama, un hombre que rondaba los cincuenta años, delgado, bajo de estatura, con cabello negro que comenzaba a escasear en las sienes, y un par de lentes de moldura negra cabalgando sobre la nariz, había leído el contrato que había firmado Wakabayashi, y los términos y condiciones del reality show que querían obligarlo a hacer, y había sido muy claro: básicamente, la Gallette tenía a Genzo en sus manos; era probable que se pudiesen pleitear algunas cuestiones y liberar al portero de un compromiso mayor, pero eso llevaría tiempo y dinero.

- Te voy a ser sincero: no va a ser sencillo.- aclaró el señor Isayama, serio y sereno.- Puedo meter una demanda diciendo que la Gallette está abusando de sus derechos sobre ti, pero eso me va a tomar bastante tiempo, sobre todo porque la compañía va a lanzar a sus mejores abogados sobre nosotros. El pleito puede durar meses, y si te niegas a cumplir con lo que ellos te están pidiendo ahora, el que va a sufrir vas a ser tú, Genzo; tu reputación y, muy probablemente, tu nivel deportivo se verán afectados si la Gallette decidiera boicotearte.

- ¿Por qué habría de verse afectado mi nivel deportivo?.- exclamó el joven, indignado.

- Porque a ningún equipo profesional de fútbol le gusta tener entre sus filas a jugadores conflictivos, mucho menos a uno como el Bayern Munich.- replicó el abogado.- No con la dupla de padre-hijo que tienen como entrenador y capitán. Te recuerdo que ni siquiera Schneider salió bien librado de sus pequeños escándalos amorosos, y eso que él es la estrella del equipo y el hijo del entrenador. Si a Karl Heinz Schneider le tocó embarrarse las alas y estuvo ausente durante algunos partidos, imagina qué te podría pasar a ti, que tienes más que demostrar por ser extranjero.

- Desgraciadamente, tiene usted toda la maldita razón.- musitó Wakabayashi, exasperado.- ¿Qué se supone que debo hacer entonces?

- Aceptar.- suspiró el señor Isayama, quitándose sus lentes y guardándolos en un estuche de cuero.- Pero con ciertas condiciones.

- ¿Qué condiciones?.- Genzo frunció el ceño al escuchar lo que no quería escuchar.

- Por el momento, puedo conseguir que la Gallette no te obligue a casarte con la chica ganadora del concurso ni que te presionen a elegir a alguien que tú no quieras.- aclaró el abogado.- Ellos desean que elijas a alguien y que armes un buen espectáculo, si puedes hacer eso, te dejarán en paz con lo demás.

- No se me da muy bien el fingir que me siento atraído por alguien cuando no es así.- Genzo frunció aún más el ceño.

- Pues si no quieres problemas tendrás que aprender a ser un buen actor.- replicó el señor Isayama, cerrando su portafolio.- Es lo mejor que podrás hacer mientras encuentro la manera de sacarte de esto.

Wakabayashi sabía que el hombre estaba haciendo su trabajo lo mejor que podía, y se lo agradecía sinceramente, pero eso no le quitaba el mal sabor de boca que le dejaba el saber que tendría que participar en ese horrendo programa, al menos durante un tiempo. Sin embargo, cuando Genzo se reunió con el productor de "El Soltero más Codiciado" y con los directivos de la Gallette, él se dio cuenta de que aún le quedaban más sorpresas desagradables por descubrir.

- Nos alegra que hayas decidido colaborar con nosotros.- había dicho el productor, un hombre de apellido Schmidt.- Nos ahorrarás a todos mucho tiempo y dinero. Créeme, vamos a tratarte bien, hemos hecho un casting de lo más especial por tratarse de ti, un hombre de gustos exigentes; sólo tenemos a chicas con clase, verdaderas joyas difíciles de encontrar en estos tiempos.

Genzo se preguntó si el hombre estaría hablando de mujeres o de pedrería, pero se aguantó las ganas de hacer un comentario sarcástico.

- Tenemos ya a las catorce chicas que participarán en el programa.- continuó el asistente, un tal Funke.- Esta vez hicimos dos cambios importantes en la temática, y el primero de ellos es que aceptamos a participantes de otros países. Hay belgas, inglesas, alemanas, francesas, e incluso un par de japonesas, por consideración a ti, así que esta temporada será muy internacional.

- ¿Catorce chicas?.- a Genzo le molestó la manera en cómo Funke mencionó la palabra "internacional".- ¿No se supone que son quince candidatas?

- Ése es, precisamente, el segundo cambio que hicimos para esta temporada.- explicó el productor Schmidt.- Tú vas a conseguir a la candidata número quince.

- ¿Cómo es eso?.- durante unos segundos, al portero lo invadió el pánico.- ¿De dónde se supone que voy a sacar a una chica? ¿No creen que, si conociera a alguien con quien quisiera salir, no estaría metido en este embrollo porque ya no sería soltero?

- Es que no es alguien con quien "quieras salir".- el señor Schmidt sonrió como un adulto le sonreiría a un niño que ha dicho una estupidez.- La finalidad es que consigas a una amiga tuya, alguien que sea cercano a ti, para que sea una espía. Las otras participantes no sabrán que ella te conoce, ellas creerán que es otra concursante más, pero el público y los demás estaremos enterados de que esa chica es una amiga íntima tuya, y que está aquí para ayudarte a elegir a la mejor candidata. Tu amiga te dirá cosas que las chicas sólo le revelan a otras chicas, cosas que tú nunca sabrías, y eso te ayudará a saber si los prospectos que eliges son adecuados para ti o no.

De todas las cosas idiotas que había en el programa, ésa era sin duda la mayor de todas. Genzo miró fijamente al productor para tratar de saber si mentía, pero la expresión en el rostro del hombre (y en el de Funke) le hizo saber que todo era verdadero.

- ¿Y de dónde voy a sacar a una "amiga" que quiera participar en esto?.- Genzo iba a decir "esta porquería", pero se contuvo a tiempo.- Las pocas amigas que tengo no son idiotas y se respetan lo suficiente como para meterse a algo de esta categoría.

- Oh, vamos.- la sonrisa de Schmidt se hizo más falsa todavía.- Seguro que habrá alguien que quiera hacerte el favor.

"Hacerme el favor", Genzo torció la boca al repetir la frase en su mente. Rápidamente, el portero hizo un conteo de las chicas a las que podía considerar como "amigas íntimas", y se dio cuenta de que ese título sólo lo tenían cuatro personas. La primera de ellas, Sanae Nakazawa, era la esposa de uno de sus mejores amigos, Tsubasa Ozhora, quien además militaba en el Barcelona y era el indiscutible capitán de la Selección de Japón; la segunda, Elieth Shanks, acababa de hacerse novia de Karl Heinz Schneider, el capitán del Bayern Munich y de la Selección de Alemania; la tercera era Rika O'Hara, quien llevaba las últimas ocho semanas ocupando las primeras páginas de las revistas de moda y del corazón con su tórrido romance con Sasha Ivanóvich Medvid, conocido Top Model masculino de talla internacional. Estaba de más decir que las tres chicas quedaban descartadas porque ya la prensa sabía que las tres tenían pareja, de manera que sería imposible hacerlas pasar por candidatas del concurso, nadie se tragaría el cuento de que alguna de ellas buscaba "enamorar" a Genzo. Sin embargo, quedaba aún una cuarta chica disponible, y Wakabayashi maldijo en voz baja porque, de todas, ella era la última persona a la que quería involucrar en una porquería como ésta.

- Sí, hay alguien.- se escuchó decir Genzo, casi en contra de su voluntad.- Hay alguien que podría ayudarme, pero primero tengo qué hablar con ella.

- Pues entonces no hay que perder tiempo.- dijo Schmidt, batiendo las palmas.- Seguro que esa encantadora jovencita de la que nos habla estará ansiosa por participar, pero no podemos esperar mucho por su respuesta. ¿Podrías hablar hoy mismo con ella?

"Va a matarme si lo hago", pensó Genzo, frunciendo el ceño. "Sin duda alguna lo hará".

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- Estás tomándome el pelo, ¿verdad?.- exclamó Lily Del Valle, fulminando a su interlocutor con la mirada.

Pero desde antes de formular la pregunta, ella ya sabía que no se trataba de una broma. Genzo Wakayashi nunca hacía bromas, y mucho menos una de ese calibre; sin embargo, lo que Lily no creía era que él tuviese la desfachatez de ir a pedirle lo que acababa de pedirle. ¿En qué demonios estaba él pensando? ¿En qué diría que sí? ¡Pues qué idiota!

A la chica le dio risa la idea de participar en "El Soltero más Codiciado", pues sin duda se iba a encontrar muy fuera de lugar: en esos momentos, ella usaba el uniforme blanco de los residentes médicos del Hospital General de Múnich (algo sucio de tintura de yodo y polvo), cuyo logo iba bordado en la manga derecha de la bata, y llevaba su largo cabello castaño oscuro recogido en una cola de caballo, en un look que no impresionaría a nadie, pues además no llevaba ni gota de maquillaje. Lily jugueteó con un mechón que le caía sobre la frente, como hacía cada vez que se ponía tensa o nerviosa, y sus ojos cafés miraban fijamente los ojos oscuros de Genzo, quien no había tenido tiempo de cambiarse de ropa y aun llevaba puesto el uniforme deportivo negro y rojo del Bayern Munich, así como la gorra roja que nunca se quitaba. Sin duda, el que desentonaba ahí, en medio de expedientes médicos, libros de medicina, botellas de agua llenas a la mitad y sándwiches a medio comer, era él, un futbolista profesional famoso y reconocido, pero sí que encajaría en un reality show como en el que iba a participar.

- Dime que es una broma.- pidió ella, nuevamente, aunque su expresión era de fastidio.

- No puedo, porque no lo es.- contestó él, muy serio.- De verdad, necesito tu ayuda.

Ambos se encontraban parados a mitad del cuarto de médicos residentes del Hospital General de Múnich, junto a una silla de plástico (en donde había estado sentado Genzo), la única libre, pues el resto de las sillas se hallaban ocupadas por, mayoritariamente, libros gruesos y pesados de Medicina y, en menor medida, por batas usadas, hojas, gasas y material de curación. Genzo siempre se preguntó cómo era posible que los médicos pudiesen sobrevivir en medio de tanto desorden, pero luego se dio cuenta de que ellos lo hacían por necesidad y no por gusto, pues rara vez les quedaba tiempo para poner las cosas en su lugar. Sea como fuere, eso no era lo que a él importaba en esos momentos, sino el tratar de adivinar en qué estaría pensando ella.

- Bueno, está de más decir que la respuesta es "NO".- dijo Lily, mesándose el cabello.- No sé ni siquiera cómo se te ocurrió venir a pedirme semejante idiotez. En serio, ¿de verdad estás metido en una cosa así?

- No por gusto.- Wakabayashi suspiró, desalentado.- Ya te dije que es algo largo de contar, pero no puedo, por el momento, rechazar lo que me están exigiendo que haga, debo aceptar, y de verdad, en serio, necesito de ti, sólo tú puedes ayudarme…

- ¿Y Elieth?.- preguntó Lily.- ¿Qué ella no te puede ayudar?

- Sabes que es novia de Schneider, y que todo el mundo lo sabe ya, o por lo menos, lo sospecha.- replicó Genzo.- Lo mismo pasa con Anego, e incluso tu prima está empalagando a los medios con su romance con Medvid. Tú eres la única amiga que conozco que está soltera y que podría ayudarme.

- Soltera no estoy.- replicó Lily, de inmediato.- ¿Te olvidas de que salgo con Jean?

Ah, claro. Genzo lo había olvidado, o quizás, había querido olvidarlo, que Lily tenía una especie de extraña y poco estable relación con Jean Lacoste, uno de sus compañeros residentes. Ella casi no hablaba de Jean, y era rarísima la ocasión en la que éste coincidía con Genzo, de manera que el portero había acabado por olvidar su existencia. El joven hizo una mueca mientras contemplaba los cartelones de anuncios de congresos y promocionales de medicamentos que adornaban las paredes, buscando una frase que no sonara tan dolida.

- Ah, sí, el "doctor" Lacoste.- dijo Wakabayashi, con sorna.- Bien, corrijo: eres la única amiga que tengo que no tiene un novio importante. Para los medios, al menos.

- ¿Y así quieres mi ayuda, burlándote de mi… pareja?.- Lily titubeó.- No vas por buen camino.

- Por favor, Yuri, no esperarás que me tome en serio esa tontería de que "tienes que pedirle permiso" al doctor Lacoste.- replicó Genzo, mirándola a los ojos.- Tú no eres de ese tipo de chica, del que le pide permiso al novio hasta para ir al baño, y no puedes esperar que crea que lo quieres mucho si nunca me hablas de él.

- Aun así, no sería correcto hacer nada sin comunicárselo primero a Jean, al menos, por cortesía.- Lily se ruborizó, más de vergüenza que de indignación.- Ni siquiera te he dicho que sí, así que no me pongas esa cara.

Ambos volvieron a mirarse a los ojos, y entonces Genzo vio en los de Lily ese sentimiento que ya había visto en su mirada en ocasiones anteriores, esa mezcla de preocupación, admiración y… Bueno, que quedaba algo pendiente que él no alcanzaba a percibir del todo.

- Por favor.- él se puso muy serio.- Te necesito. Juro por mi honor que te lo recompensaré de una u otra forma.

Lily desvió la mirada, tras sostener la de Genzo durante varios segundos, y suspiró derrotada, y entonces él supo que ella había cedido.

Por estos motivos, seis meses más tarde, Elieth Shanks y Karl Heinz Schneider miraban en la televisión el primer promocional de "El Soltero más Codiciado", en donde Genzo Wakabayashi habría de escoger a una novia de entre quince señoritas, teniendo entre las candidatas a la única chica a la que él habría podido llegar a querer en verdad, pero sin la posibilidad de elegirla debido a que ella estaba ahí para ayudarlo a escoger a una de sus rivales.

Notas:

- Todos los personajes de Captain Tsubasa le pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha.

- Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.

- Elieth Shanks es un personaje creado por Elieth Schneider.

- Este fanfic iba a escribirlo en el 2009, pero lo dejé de lado porque preferí hacer "Mentes Criminales". Ahora que ya he concluido los fanfics que tenía pendientes, me dije que quizás valdría la pena retomar esta historia, la cual está inspirada en el estúpido reality show llamado "The Bachelor" y en el increíble fic de la gran Vicky Yun Kamiya, "Una fan enamorada". Sólo como aclaración, este fanfic NO forma parte de la historia oficial de Genzo y Lily, es una historia alterna.