¡Holaaa!

Un momento, esperen, ¿hay alguien aquí? Bueno, no importa... mucho.

Sólo diré que creo que sho inauguro los fics en español para Red Garden. Digo, la última vez que miré todos estaban en inglés. :)

Emmm, si alguien lee esto, quiero decir que no estoy "muy conforme" con la "historia". Hervé me encantó y quise escribir algo de él. Pero no tenía una idea muy clara, así que sólo... improvisé. A ver qué tal quedaba.

Aclaraciones: Red Garden ni ninguno de sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de Estudios GONZO. Yo sólo los tomo por mero amor y sin ningún fin lucrativo. Gracias.

¡Al menos un review, porfis!


Hubiera

Hervé algunas veces se echaba en el sofá de la habitación de Anna para fantasear un poco, para pensar en cómo hubiera sido su vida de no cargar con la maldición impuesta a los Dorial.

Él pensaba que aún viviría con su madre en la vieja casona de verano, ésa que tenía una piscina enorme en el jardín. Después de todo ella sería una mujer joven todavía. Él le hablaría como si fuera un niño pequeño, queriendo llamar su atención para que lo viera nadar de un lado a otro.

Anna estaría a un lado de la mujer, y ambas reirían por su comportamiento infantil.

Después Mireille llegaría para jugar un rato con ellos y luego irían al parque de diversiones que tanto les gustaba a las chicas. Allí comerían hot dogs picantes-súper condimentados.

Y en medio de todas las personas del parque lograría ver a Lise, con su largo cabello ondeando y con una bonita sonrisa en el rostro. Sin duda Lise le gustaría de inmediato. Entonces se acercaría a ella para hablarle e invitarla a una cita cualquier otro día. Y así quizá empezaría una relación seria.

Luego de unos días se enteraría del compromiso de su amigo Emilio. Lo felicitaría sinceramente, e insistiría conocer a la futura esposa. Emilio aceptaría algo avergonzado. Entonces Emma y Kate llegarían al restaurant donde cenarían para conocerse. Kate lo miraría apenada, y Hervé pensaría que es recatada para el siglo y la ciudad en la que viven. Nueva York, por Dios.

Pero algo en ella le llamaría la atención.

Y como si fuera un muchacho adolescente terminaría debatiéndose entre dos chicas.

—Pero las cosas no son así… —susurró medio riéndose.

La puerta de la habitación se abrió de repente, dejando entrar al Doctor Bender que se acercó a la pobre niña que tenía la respiración entrecortada. Hervé lo miró enojado, pero antes de que pudiera decir algo el moreno se le adelantó.

—Pronto estará la nueva medicina —le dijo mientras inyectaba un sedante a la rubia.

—Pronto, pronto, pronto —repitió molesto.

Y ahí estaba otra vez su tormentosa realidad. No tenía una vida normal como la de cualquier otro. Su familia estaba muriendo. No podía debatirse entre dos amores, Lise era un cadáver revivido y Kate era el enemigo. Y él…, en algún momento iba a morir como una bestia.

Si sólo no hubiera existido ésa maldición.