Si, su vida es un asco. Lo sabe. No necesita que se lo recuerden, gracias.

Pagan su comida y hospedaje de tarjetas de crédito robadas y dinero ganado en juegos de cartas y pool. A diario arriesgan su vida por las demás familias que no están tan rotas como la suya. Y todo lo que obtienen es una bala enterrada en alguna parte de su cuerpo, ya lleno de cicatrices, y un "gracias" de la familia salvada en turno.

¿Eso es suficiente? ¿Acaso vale la pena?

No lo sabe, no lo quiere saber, por que probablemente no le guste la respuesta.

Así que el simplemente se concentra en las cosas buenas de su trabajo, la felicidad producida al matar a un maldito bastando que lleva matando personas, al conducir el Impala escuchando AC/DC, al pararse en un diner perdido y ordenar una hamburguesa de queso con tocino, al molestar a Sammy… por que eso es parte de lo mejor que tiene su jodida vida.

Tiene a Sam, su hermano, su familia, su amigo, su compañero de caza, su "siempre-estaré-allí", su mano derecha, su sonrisa al final de un mal día, su Wikipedia andante, su chiste con patas, su gruñón, su sentimental, su conejillo de indias, su bofetada en la cara, su pequeño mas alto, su infancia, su peso en los hombros, su razón para ir al infierno, su "por ti…".

Tiene a Sam, su copiloto en una carretera que solo lleva a un futuro incierto.