Sigo escribiendo mis otras historias, pero esta de repente llegó como de golpe y me dieron ganas de escribirla. No prometeré que será corta, porque cada vez que lo hago me explayo demasiado jejejeje! Así que será de la longitud que deba ser Muchas gracias por leer y por las amenazas de que continúe con todas las demás, en verdad si estoy chambeando en las demás, sólo que no subo los capítulos porque son demasiado cortos… Espero que esta historia les guste.

Cap1. La gran noche

Era una linda noche, perfecta para una salida romántica, algo fresca pero no fría, las estrellas brillaban haciendo un gran espectáculo en conjunto con la luna casi llena. Dentro de la casa cerca de la playa, una mujer morena y una niña de cabello negro, lacio, se encontraban en la cocina sentadas en la barra, tomando un poco de té y platicando. De repente apareció una figura familiar, que aparentaba ser un joven rubio y alto con un ramo de flores. Ambas voltearon a verlo y sonrieron.

-¿Qué tal me veo?- preguntó el muchacho con una sonrisa, abriendo los brazos para permitirles ver mejor su combinación de pantalones grises Oxford, un sweater vino sobre una camisa blanca y una corbata negra.

-Te vez increíble papa-Haruka- dijo la niña saltando de su asiento y dirigiéndose al joven, quien dejó las flores sobre la barra, la recibió con un abrazo y la levantó para cargarla.

-Gracias princesa- respondió pegando su frente delicadamente con el de la pequeña, ambos sonreían tiernamente.

-Creo que alguien tiene una cita- dijo la mujer sosteniendo la taza blanca con ambas manos, cerca de su rostro.

-Hoy llega Michiru de su gira y le tengo preparada una gran velada, Setsuna- dijo Haruka emocionado.

-Le van a encantar las flores- dijo la niña volteando a ver el racimo.

-Y no sólo las flores- dijo el rubio guiñándole un ojo –Hice reservaciones en el mejor restaurante de Tokio, Hamaday- terminó con un toque de

-¡Wow!- respondió Setsuna relmente sorprendida –Tienes que reservar con meses de anticipación para ir a ese lugar.

-Efectivamente- respondió el joven asintiendo con la cabeza –Tuve que mover todas mis influencias para poder reservar.

-¡Va a ser genial!- dijo la pequeña emocionada entre los brazos de su padre -¿Podemos ir? Anda, ¡di que si!- la niña insistía.

-Lo siento Hotaru, nosotras no podemos ir, es una cita romántica- dijo Setsuna acercándose a la pareja y tomando a la niña entre sus brazos, quien hizo un gesto de puchero.

-No te enfades princesa, después te llevaré, solos tu y yo- dijo Haruka dándole un pequeño toque en la nariz a Hotaru. Al escucharlo sonrió feliz por la promesa de su padre.

-¿Y sólo van a hacer eso?- preguntó Setsuna un poco desilusionada.

-Claro que no- respondió el rubio un poco ofendido -¿Con quién crees que estás hablando?- su amiga lo vio con cara de incredulidad –Ok, está bien, sólo se me ocurrió lo del restaurante- confesó el muchacho avergonzado, metiendo las manos en los bolsillos del pantalón. Setsuna rió ligeramente y negó con la cabeza.

-A ver casanova- sentó a la pequeña en la periquera de la cual había saltado –es una linda noche, casi es luna llena… - se acercó a su amigo y le acomodó el nudo de la corbata que estaba un poco chueco –tienes una cita con la princesa de los mares, ¿qué crees que podrían hacer?- Haruka la vio entrecerrando un poco los ojos, tratando de procesar la información, de pronto su rostro se iluminó y se dibujó una gran sonrisa.

-La llevaré a dar un romántico paseo por la playa- dijo triunfal.

-Y puedes entregarle esa hermosa gargantilla que te acompañé a comprarle- completó la hermosa mujer con una sonrisa, cruzándose de brazos.

-¡Cierto!- como una ráfaga de viento salió corriendo de la habitación hacia las escaleras, Hotaru y Setsuna voltearon a verse encogiendo los hombros, tomando cada una la taza que habían abandonado. En un par de minutos reapareció el joven con una caja negra -¡Aquí está!- la abrió y dentro había una gargantilla de oro blanco con una hermosa piedra turquesa en medio.

-Está precioso- dijo Hotaru sorprendida –Te va a amar más- dijo la niña realmente sin pensarlo.

-Ojalá- dijo Haruka cerrando la caja y guardándola en la bolsa de su pantalón. Setsuna notó el ligero cambio de expresión de su amigo, de gran emoción a un semblante un poco más serio.

-No es su culpa no estar aquí- dijo la morena con una ligera sonrisa tratando de animarlo –Su vida está llena de compromisos, como la gran artista que es- Haruka asintió ligeramente con la cabeza comprendiendo y sonrió ligeramente.

-Lo sé, pero aún así me gustaría poder verla más seguido, no cada semana o cada mes- rió ligeramente –no debo quejarme- dijo con una sonrisa de conformismo –prometí apoyarla para que cumpliera su sueño, y como el excelente novio que soy lo seguiré haciendo- levantó un puño al aire, que provocó la risa de sus acompañantes.

-Sólo preocúpate por hoy- Setsuna se puso de pie y se acercó a Hotaru para cargarla. En ese instante sonó el celular de Haruka, quien lo sacó rápidamente.

-¡Es ella!- dijo emocionado. La mujer, cargando a la pequeña caminó junto hacia el joven y acarició su mejilla.

-Sólo disfruta la velada con tu novia- le dio una cálida sonrisa antes de salir por la puerta. Haruka asintió afirmativmente y respondió el teléfono.

-¿Si?- contestó –Ok, si, está bien, una hora… perfecto, aquí nos vemos.- colgó el celular al terminar la conversación, tomó sus cosas y se sentó en el sillón a esperar la llegada de su amada.

9junio2013