Los personajes pertenecen a J.K. Rowling.

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En primera fila

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Siempre creí que ella estaría dispuesta para mí. Es decir, que podrían pasar los días, meses y años y cuando yo decidiera dar mi declaración ella felizmente saltaría a mis brazos sin importar si otro estaba con ella en esos momentos. No importaba quien fuera, ese era el plan...mi plan.

Así que esperé y esperé. La trate mal y la ignoré, me burlé de ella siempre.

—Se ve preciosa

No pude estar más de acuerdo con mi padre. Hermione bajaba de un carruaje de plata, usaba un vestido largo y pomposo, su cabello caía en cascada por su espalda, sus Risos adornados por flores blancas y pequeñas. Se veía feliz.

—Lo sé

Su padre la tomó del brazo y comenzaron a caminar. Los violines cantaban felices.

—¿No te duele?

Si alguien decía las cosas con calma, por muy dolorosa que estas fueran, era Luna.

—Sí te duele, tus ojos lo gritan — afirmó.

Permanecí inmóvil lo más que pude. Esperando no ser escudriñado por esos enormes ojos.

—Bueno, ha sido culpa tuya

Y se alejó entre saltos pequeños tarareando la extraña melodía que los violines tocaban.

Marcha nupcial. Le dicen.

Hermione vio a todos con una sonrisa de oreja a oreja. Ni pasar con extraordinarios la prueba mas difícil de todas se comparaba con la alegría del momento. Y, siendo Hermione Granger, eso era demasiado.

Los violines callaron y todos tuvimos que tomar asiento. La ceremonia tenía lugar en una isla privada, virgen. La noche llegó adornada por un cinturón de nubes de fuego, azúcar y miel. El atardecer fue precioso y la forma en que cayó sobre Hermione la hizo lucir más hermosa de lo que ya era.

Merlín… he sido un imbécil.

Sabía que le gustaba, lo sabía y la perdí tan fácil y aún así, luchar no fue una opción.

Creí que terminarían.

Esperaba que fuera sencillo.

Yo, esperaba que todo fuera a pedir de boca.

—Acepto

Y pasó, fue un momento lleno de amor puro, limpio, mutuo.

Harry y Hermione saludaron a todos sus seres queridos, yo siendo uno de los principales.

—Deseamos felicidad y dicha a la familia Potter- Granger —pétalos de flores cayeron sobre todos.

Se habían casado por todas las formas posibles: mágica, muggle, y ancestral. No sé como rayos funcionaba pero ellos estaban unidos aquí, allá y más allá.

—Felicidades — dolía — espero sean felices

—Gracias, Ronald

Me abrazó pero como amigos. Los abrazos de enamorada ya no existían, no para mí.

—Cuídala

—Siempre

Quise echarle la culpa. Sin embargo Harry nunca lo supo, para él yo sólo disfrutaba hacerla enojar y sin querer la hacía llorar.

Lo cierto era que sí disfrutaba hacerla enojar.

Pero verla llorar solo era una prueba para asegurarme que aún me quería.

Fui un canalla.

Mientras me sonríen llenos de felicidad, ajenos a mi dolor.

Mientras disfrutan de su amor y lo gritan por todos los vientos.

Mientras se besan...se miran...sonríen.

Mientras se aman.

Mientras todo pasa frente a mis ojos yo solo puedo tragar grueso.

Porque sin importar si una vez ella me quiso, estaba escrito ya sobre piedra que Harry Potter y Hermione Granger estaban destinados el uno para el otro.

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Espero lo hayan disfrutado. Estoy algo oxidada con el Harmonie, me disculpo por eso T.T