Hola... yo denuevo... jejeje
para la fecha es algo tarde pero no puedo resistirme a publicarlo y mejor tarde que nunca...
espero que sea de su total agrado y... los dejo con la historia...
los personajes son de masashi-sama y yo los secuestré... jejejeje
Yo te extrañaré
-¿Hablarás con ella hoy? –Preguntó una joven hermosa de 21 años. En su rostro se podía ver tristeza; pero al verlo a él sonrió.
-Sí. –Afirmó y miró el rostro de la mujer que estaba frente a él. –Debo decirle una vez más que la amo. –Suspiró y bajó la mirada. –Yo le debo tanto… debo decírselo. –Dijo. El joven era un hombre de 22 años, ajos azules, pelo rubio como el sol y una hermosa piel bronceada decorada con unos fuertes músculos; el ejercicio le hacía bien.
-Salúdala de mi parte Naruto. –La chica estaba triste pero no se lo demostró. Él siempre estaba triste en esa fecha y ella no podía hacer nada para alegrarlo. –Te esperaré. –Afirmó. Con esas palabras él le dio una hermosa sonrisa.
-Ok… pero no te preocupes por mí. Regresaré temprano. –Se acercó a ella y la abrazó. –Regresaré temprano… después de decirle lo que siento. –Se separó de ella y le sonrió. –Adiós. –Dijo y paulatinamente se fue alejando, perdiéndose entre el bosque. La chica lo miraba alejarce y suspiró. Sabía que él necesitaba tiempo para él solo; después de todo… la persona que él iba a ver es la persona que lo amó a pesar de todo. Con una sonrisa entró a la mansión Hokage y cerró al puerta.
Mientras caminaba por las calles de Konoha, su mente recordaba a una hermosa mujer que lo había ayudado y salvado cuando le dijo lo mucho que lo amaba. Sonrió entre el recuerdo y su corazón se aceleró al ver que estaba cerca del lugar. La brisa jugaba con su cabellera rubia y traía consigo pétalos de cerezo.
-Ese día fue un momento inolvidable. He atesorado el momento en mi memoria. –Siguió caminando y cercándose al lugar. Cuando llegó visualizó su objetivo y se sentó a su lado.
-Hola… te prometí que hoy vendría a verte y lo hice. –Dijo y se acomodó en el árbol que estaba tras él. El árbol era un hermoso cerezo que en estas épocas florecían adornando el lugar. –Pero no sólo vine a verte. –Miró al cielo y suspiró. –Quería darte las gracias por cuidarme, me salvaste la vida ese día. Sé que quizás harta de escucharlo cada vez que vengo a verte pero… -Cerró los ojos. –tengo muchas ganas de decirte que te amo. Tú me amaste a me protegiste; me mostraste una sensación diferente que nunca había experimentado. –Se separó del árbol y se recostó en el césped boca arriba con las manos en la nuca. -¿Sabes?... me siento muy feliz por saber que me amaste siempre. Cuando hablamos sentí tu amor por mí y casi lloro de la emoción. –Entristeció levemente y se levantó sentándose nuevamente a su lado. –Pensaba que mi vida era solitaria y vacía pero tú siempre estuviste conmigo… en silencio. Te preocupabas por mí. –Sonrió y miró el cielo nuevamente. –Estuve tan feliz al saber lo mucho que me has amado y ahora imaginé una vida juntos.
Naruto rió fuerte y divertido pensando en cómo sería su vida si ella estuviese a su lado. Disfrutó la brisa fresca y suspiró.
-Esta mañana soñé contigo. –dijo al terminar de reír. –Soñé que estábamos juntos, unidos como una familia. Fue un hermoso sueño y siempre que estabas conmigo yo te abrazaba fuerte y cuando desperté… ella estaba a mi lado. Pero ¿sabes?... te extraño y mucho. Llegaste a mí y te reconocí de inmediato. Te había estado esperando por tantos años pero después te fuiste y lloré pero no de tristeza sino de alegría. Estaba feliz de tener una imagen tuya para atesorar.
Los pájaros cantaban y una brisa trajo consigo pétalos de cerezo. Una flor calló sobre una lápida. El lugar era hermoso y se podía disfrutar de los cambios climáticos. Naruto acarició la lápida y pudo un ramo de flores que traía consigo. Él dejó que una lágrimas bajaran por sus mejillas.
-¿Sabes?... también te quería pedir perdón porque no pude cumplirte del todo. –sonrió con melancolía. –yo no soy amante a los vegetales dattebayo y me enamoré de una rarita. Te aseguro que es tan fuerte como tú en pelea. –más lágrimas bajaron por su mejilla. –yo la amo y ella a mí. Ella me ha hecho muy feliz. –Volvió a acariciar la lápida. –Si tan sólo estuvieras aquí… mamá. Te extraño mucho.
Cerró los ojos y secó sus lágrimas con su manga. Frente a él un remolino con pétalos se formaba y al desvanecerse dejó ver a una figura traslúcida con alas. Naruto sintió la presencia y al tiempo que abría los ojos fue acariciado por la mejilla borrando la última huella de sus lágrimas.
-No llores por mí amor. –dijo la figura con larga cabellera roja y una hermosa sonrisa adornando su rostro. –Yo estoy en un lugar hermoso y lleno de paz. Aquí no hay maldad y puedo descansar. Estoy con tu padre y él está orgulloso de ti. –Naruto no daba crédito a lo que sus ojos veían, ¿se estaba volviendo loco?, no. No era eso; podía sentirla, verla y… oírla. ¡Su madre estaba frente a él! –Me alegra que seas feliz con una rarita. –Continuó la madre. –Al igual que lo fui yo con el raro de tu padre. –Ella empezó a desaparecer. –Se feliz, Naruto. –Desapareció dejando a Naruto muy sorprendido.
-M-Mamá. –volvió a llorar pero de alegría. –Gracias mamá. –Susurró. Estaba más que feliz por volver a ver a su madre. La vió hermosa y radiante. Pero lo mejor es que estaba con su padre.
Minutos después regresó a su mansión y abrazó a su esposa embarazada que lo esperaba en la sala.
-Qué bueno que volviste temprano Naruto. Te extrañamos. –lo abrazó y lo besó. Tierno y sutil fue aquel beso.
-También los extrañé y te traje un regalo por el día de las madres. –la pasa el obsequio con una hermoso rosa.
-Pero Naruto… aún no soy madre, faltan unas semanas. –le dijo aclarando las cosas. Ella sabía lo despistado que era su marido pero ese tipo de detalles ella lo amaba.
-Tonterías. –le acarició el vientre. –tú ya eres madre; desde que supimos que estabas emparazada lo has cuidado muy bien… a nuestro hijo y a mí. –Aclaró al momento de volverla a besar. Hinata era una gran esposa, mejor de lo que había imaginado.
-N-Naruto. –susurró ella a pocos centímetros de sus labios. –si es una niña yo quiero elegirle el nombre, ¿te parece?
-¿Y qué nombre le pondrás a nuestra bebé? –pregunto con algo de curiosidad.
-Se llamará Kushina, como tu madre Naruto. –Sonrió y Naruto la abrazó un poco fuerte mientras las lágrimas se hacían presente.
-Gracias Hinata. Sin duda eres la mejor del mundo.
¿Qué les pareció mi linda historia?... ¿los hize llorar...?
espero que sí dattebayo... bueno... espero sus críticas buenas o malas, yo las aceptaré... y recuerden que
Reviw = escritora feliz = más historias... jejejeje
Bueno... FIN no es la palabra, sino un HASTA EL PRÓXIMO ONS-SHOT...
BYE
