Se me ocurrió esta historia cuando no tenía nada mejor que hacer y comencé a teclear lo que fuera. Y salió esto.

No sé cuantos capítulos serán, me hubiera gustado que el primero hubiera sido un poco más largo pero lo compensaré en los siguientes.

Advertencia: Este fic es Slash (ChicoxChico)

Pareja: Dia y Pearl (Por ahora nada más ellos dos)

Aclaraciones: Lo que está en Cursiva es flash back.

En este fic volveré a usar los nombres de Mary (la madre de Pearl) y Susy (la madre de Dia). Además, Hunt será el primo de Pearl. Tendrá relevancia en el fic un poco más adelante

Pokémon no es mío es de Satoshi Tajiri.


Whistle

Por L.E.D.A.Y.Y.

I

Era un día lluvioso, oscuro y sobre todo aburrido. Así podía describir Pearl aquella mañana. Después de todo, lo más interesante que ocurría en Twinleaf eran los cambios bruscos de clima. Un día antes habían tenido un sol de los mil demonios.

—Pearl — escuchó el rubio a su derecha — ¿Podemos ir al lago?

— ¿Quieres ir al lago con este clima? — inquirió Pearl mirando a su amigo pelinegro

—Es por un buen motivo — respondió Diamond acercándose a la ventana desde donde su amigo observaba la amplia planicie — además, no está lloviendo tanto

—Deberíamos estar preparando nuestro nuevo acto — susurró el de ojos naranjas — solo quieres ir a recoger bayas al bosque

Diamond esbozó una tímida sonrisa. Por eso y otras cosas.

—Mi padre vendrá hoy de visita. Le hizo muy mal día

— ¿Palmer vendrá? — Preguntó el chico de las emociones — ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Porque quieres conocerlo — Dia no comprendió — siempre que mi padre regresa a casa, hay una terrible pelea. Y no quiero involucrarte

Diamond soltó un bufido, sentándose en el sillón de su sala. Su madre había ido a comprar algunas cosas al mercado y lo único que Pearl hacía era ver por la ventana. Habiendo tantas cosas interesantes que hacer los dos solos ¿Por qué no quería presentarlo a su familia? A su madre la conocía desde su infancia pero no sabía absolutamente nada de los otros integrantes. Deseaba conocer, no sé, algún primo, tío o algo parecido.

—A veces pienso que te avergüenzas de mi — comentó el pelinegro buscando una mejor reacción por parte de su amigo

— ¿Avergonzarme? — Pearl lo miró con el ceño fruncido — ¿Piensas acaso qué es cosa fácil? Ir con mi padre, mis tíos y compañía a presentarte como… ¡Me matarían! O peor, te matarían a ti

El rubio soltó un suspiro, sentándose al lado de su amigo. No lo culpaba por sentirse así. Las acciones de Pearl indicaban eso, aunque estaba seguro de que en el fondo su amigo le daba la razón. Tomó su mano, intentando borrar la herida.

— ¿Te hubiera gustado que yo te escondiera? — Masculló el pelinegro — a mi padre le pareció perfecto

—Pues claro, tu padre te vio crecer, me conoce desde hace años y sabe que soy la mejor opción. Sin embargo, el mío tiene una imagen muy realzada de mí. Después de salvar Sinnoh, dominar a Palkia. Cree que soy un héroe

—Eres un héroe — lo interrumpió Dia

—El punto es — dijo Pearl mirando la mesa de centro, en su casa tenía una fotografía en ese preciso lugar — ¿Quién fue el primero en criticar a mi primo?

—Tu padre — admitió el pelinegro

— ¿Qué fue lo que dijo de él?

—Que era un monstruo y no merecía estar en la familia — contestó el chico — y que eso lo sacó del lado de tu madre

El rubio asintió. Recordando todavía las frías palabras de su progenitor.

Siempre supe que ese chico era un anormal — decía Palmer en una de sus visitas, dos años atrás

¿Podrías dejar en paz al pobre de Hunt? — Preguntó su esposa — Pearl, no le hagas mucho caso a tu padre, no tiene nada mejor de qué hablar

Pearl debe escucharme — argumentó el hombre — debe aprender que hay ciertas personas extrañas y desequilibradas en el mundo como su primo favorito ¿No te da miedo que vaya a reclutarlo?

¿Reclutar? — Inquirió la mujer — ¿Crees que es el ejército? Hijo, termina de cenar y sube a tu cuarto

¿Podemos dejar de fingir que tengo seis años y no me doy cuenta de que hablan?

El matrimonio dejó de comer y miró al joven. Tenía quince años y tal vez si deberían dejarlo opinar.

Hunt me lo dijo antes que a cualquiera de ustedes — soltó Pearl — y yo no hice tanto escándalo

Palmer se puso de pie de un salto.

¿Te lo dijo? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no nos contaste?

Era algo muy personal — respondió Pearl con calma, presintiendo la reacción de su padre — él debía contarlo cuando estuviera listo

¿Contarlo? No estamos hablando de decir un secreto obvio, hijo ¡Salió del clóset! — bramó Palmer cada vez más enojado

Un clóset en el cual nunca debió entrar — farfulló el rubio

Lo siguiente que pasó también era predecible. Su padre se puso como loco, peleó con su madre y salió de la casa jurando nunca más volver. Para regresar a la mañana siguiente por sus cosas y planear una nueva visita dentro de algunos años. El rubio vio a su padre partir de nuevo. Sin estar seguro de poder llamar padre a un completo desconocido que lo iba a ver cada dos malditos años.

— ¿Sigues pensando que es buena idea presentártelo?

Diamond desvió la mirada, con las mejillas completamente rojas. Tenía miedo por una posible, más bien obvia, mala reacción. Pero no le agradaba estar con Pearl a escondidas de su familia. Debían contarles de su relación.

— ¿Me ayudarás a hacer la cena? — cambió el tema Diamond

Pearl vio como su novio entraba a la cocina, con un aura sumamente triste. Maldita sea, odiaba verlo así. Lo siguió a los pocos segundos. El chico ya empezaba a sacar algunos ingredientes del refrigerador cuando Pearl lo abrazó por la espalda, entrelazando sus manos frente a su ombligo.

—Hagamos un trato — inició Pearl — me dejas decidir que veremos hoy en la noche en la televisión y te presentaré a mi padre

El rostro de Diamond se iluminó ¿Qué más daba no ver a Taurina Omega una noche?

.-.-.

—Te noto muy emocionado, Palmer — decía Argenta a su compañero As del frente batalla de Sinnoh — ¿Hace cuanto que no ves a tu hijo?

—Dos años — contestaba emocionado el hombre, teniendo su ya muy acostumbrado lapsus de amnesia en lo referente a las peleas que causaba cada vez que regresa a casa

—Tú hijo debe ser muy guapo — dijo Dahlia, As de la ruleta de batalla, mirando una fotografía antigua de Pearl

—Lo es — se enorgulleció Palmer — será todo un rompecorazones

.-.-.

—Detente — jadeó Diamond logrando recuperar el aliento. Apartándose antes de que el rubio volviera a unir sus labios con él — tenemos que hacer la cena

Pearl sonrió de lado, soltando al pelinegro. Se veía tan lindo cuando se negaba.

—Ya regresé — gritaba la madre de Diamond entrando a la casa. Siempre avisaba de su llegada desde que una desafortunada tarde vio como su hijo era devorado a besos por su mejor amigo, novio y vecino — Pearl, tu madre te recuerda que debes regresar a casa a las ocho para recibir a tu padre

—Quiero presentarle a Diamond — dijo el chico ayudándole a la mujer con las bolsas del mercado

La mujer se detuvo de golpe, dejando caer incluso una de las bolsas. Luego esbozó una sonrisa y abrazó al chico, viendo a su hijo en la cocina. Finalmente lo había convencido.

.-.-.

Era muy fácil identificar cuándo Diamond estaba nervioso. Se ponía a silbar sin razón alguna. El reloj casi daba las ocho y el pelinegro casi terminaba de silbar una sinfonía de Beethoven. Los pokémon de Pearl miraban ansiosos la puerta, seguros de la pelea que surgiría en unas horas. No se la perderían por nada.

—Cálmate, le agradarás — dijo Pearl

Su madre soltó un suspiro. No tan segura como su hijo.

El timbre sonó. Y ahí, detrás de la puerta, estaba Palmer.


Bueno, eso fue todo por este capítulo. Espero pronto subir el segundo. Cualquier duda que les surgiera después de leer esto pueden preguntarme. Prometo responder.

Si les gustó esta historia y quieren que la continue dejen un review. Se los agradeceré de todo corazón.