Crashed the Wedding
By MistyIvette & Sumi Chan
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Part 1 of 2
By Sumi Chan
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- Yo me opongo-
Quizás fuera la acústica del lugar, o el silencio absoluto que reinaba en ese momento, pero sus palabras resonaron varios segundos, quedándose suspendidas en el aire como una saeta. Todas las miradas se volvieron a él, algunos con sorpresa, otros con diversión, y otros simplemente lo observaban como si aquel fuera un espectáculo que no se veía todos los días.
Sin duda, no todos los días aparece un individuo para interrumpir una boda que era enteramente esperada por todo el mundo…
- Yo me opongo-
Esas eran las palabras más monumentales que hubiera pronunciado en su vida, y mientras miraba alrededor, a los rostros que lo observaban dentro de aquella atestada iglesia en pleno Cerulean City, él supo que si aquello no trabajaba estaría haciendo el ridículo más grande de los últimos tiempos. Ni hablar de que la prensa se regodearía sin culpa con el absurdo de la situación, la cual les era entregada en bandeja…
Porque el silencio aún era dominante allí adentro y estaba taladrándole los oídos al igual que la última frase dicha por el sacerdote…
"Y si existe alguna persona aquí presente que tenga una razón para que este matrimonio no se lleve a cabo, que hable ahora o calle para siempre"
Caminó por el pasillo, recolectando el eco de sus pisadas, intentando mirar hacia el frente con dignidad, pero la valentía que lo había llevado a prorrumpir de aquel modo estaba lentamente disolviéndose conforme sus pies lo acercaban al altar, y a la pareja allí reunida.
El sacerdote lo estudió por encima de sus lentes con una expresión de fastidio y curiosidad, tal vez preguntándose porque el rostro de aquel joven de revoltoso cabello negro, e inmensos ojos marrones le resultaba tan familiar.
- ¿Y… y tú tienes una razón para eso?-
Él conservó la tranquilidad en sus pasos, para disfrazar el terrible temblequeo de sus piernas. Logró esbozar una sonrisa tímida y dirigió su oscura mirada hacia la más hermosa novia que hubiera visto en su vida.
- Claro que tengo una razón- los ojos claros de la joven centellearon cuando pronunció lo siguiente -Ella es mi chica-
Los gritos ahogados y los murmullos de incredulidad que acompañaron a sus palabras resonaron en sus oídos otra vez, pues ahora todos habían reconocido al afamado Maestro Pokémon, y estaban preguntándose que demonios estaría haciendo allí, cuando había cientos de lugares por visitar. Aún Brock, Tracey, May, Max y hasta Gary, quienes estaban sentados en primera fila, lo veían con una mezcla de pena y tristeza. Y las hermanas de la novia, vestidas iguales de aquel rosa cereza que chocaba ridículamente con los colores de su cabello, intercambiaban murmullos viéndose entre ellas, estrujando las flores que llevaban en shock.
Finalmente se animó a levantar la mirada y a expandirla más allá de la silueta del maravillado vicario, centrando su atención en Misty y en como sus ojos grandes y claros brillaban naturalmente -con furia y enojo- bajo las luces artificiales de la iglesia, dándole un halo místico allí de pie en ese vaporoso vestido blanco que abrazaba sensualmente cada curva de su cuerpo y que le había robado el aliento apenas la vio. Y aún con esa expresión asesina en su semblante se veía más hermosa de lo que la había visto en su vida.
- Huh…- él dijo finalmente, forzando a que su voz no denotara el nerviosismo que como escalofrío le corría por la espalda -¿Podría hablar contigo por un segundo, por favor?-
Ella no necesitó parpadear -No- fue su simple respuesta.
Él esperaba eso, así que suspiró apretando los puños y mirando en otra dirección que no fueran sus hipnóticos ojos verdes, pues sabía que si seguía viéndolaperdería la noción de lo que había ido a hacer allí.
- Yo solo… por favor, tengo algo realmente importante que necesito decirte. Esto no tomará más de cinco minutos…-
- Dije que 'No', Ash, y es lo que significa- esta vez su futuro marido había tomado su mano con firmeza y lo veía de un modo siniestro. Él reconoció en sus rasgos a Rudy, aquel indeseable Líder de gimnasio de las Orange Islands, y los celos lo incendiaron con extrema facilidad.
- ¿Exactamente que es lo que quieres decirle a mi prometida…-Rudy dijo, la palabra prometida lo golpeó como un golpe a puño cerrado -…que no puedes decirlo enfrente de toda esta gente aquí reunida?-
Había un millón de cosas en especial que él quería decirle a Rudy -y ninguna agradable, desde luego- pero por respeto a ella y a sus amigos forzó un tono cortes y amable.
- Solo algunas cosas que un mejor amigo podría decirle a su mejor amiga antes de que ella se case, es todo. Esto tomará cinco o diez minutos, no más que eso- la expresión de Misty se endureció, lista para soltar otra negativa, el joven junto a ella en cambio había pasado del previo enojo al desconcierto -Rudy, yo…- él pausó, preguntándose que tanto podría hacer una pequeña mentira blanca -Yo no estoy intentando parar tu boda. Solo ustedes pueden hacerlo- Rudy perdió el gesto de 'Te quiero muerto y lejos de mi prometida' de su rostro y se volvió a Misty, con una mirada interrogante. Ash hizo lo mismo, rogándole silenciosamente que le concediera esa pequeña porción de tiempo. Ella disparó sus ojos verdes hacia él, y supo que iba a lamentar terriblemente lo que estaba haciendo.
…-…-…-…
Él recordaba como habían quebrado. Era un sábado a media tarde y estaban acurrucados en el sillón del living viendo televisión, Ash surfeaba por los diferentes canales buscando algo digno de ver, y se detuvo algunos segundos en un programa de turismo y viajes que parecía interesante, pero cuando el conductor anunció que pasaría a la sección de 'Lugares ideales para luna de miel y viajes de bodas' él se sintió tremendamente incómodo y manoteó el control remoto dispuesto a cambiar de canal. Ella se apresuró a agarrarle de la muñeca y a pedirle que no cambiara, que deseaba ver aquello. Él le respondió -intentando ser ingenioso- con un '¿Por qué?. Nosotros no vamos a casarnos', y quizás ella había tomado eso de la peor manera o la incomodidad que sentía había traicionado su tono, él no estaba seguro, pero en algunos minutos estaban gritándose el uno al otro; ella a él por tenerle miedo al compromiso, él a ella por sofocarlo todo el tiempo. Entonces algunos segundos después de eso, él dijo algo que no podía recordar, excepto que sabía que la había lastimado terriblemente, ella solo se detuvo, giró sobre sus talones y se dirigió hacia la habitación que compartían, para regresar tiempo después con su vieja mochila cargada de prendas, y caminó por el living pasando junto a él quien se mantenía estático como piedra, para luego dejar su juego de llaves en la mesa y salir por la puerta. Ash siguió allí, inmóvil, paralizado cuando oyó el click de la puerta -ella no la había cerrado de un golpe ni nada de eso- y no reaccionó cuando el silencio tan poco usual desplegó su halo dentro del departamento, acompañando la sensación de vacío e infelicidad que comenzaba a tomar forma en su estomago. Hasta su garganta se apretaba, haciendo trabajoso el que pudiera respirar.
Había transcurrido una semana cuando tuvo el suficiente valor de de llamarla -una horrible semana cargada de soledad, donde él dormía en el sillón, no queriendo estar solo con todo ese espacio alrededor de pronto tan palpable, viendo televisión hasta bien entrada en la noche para distraerse, no pensar y hasta que el sueño se compadeciera de su persona y se durmiera. Brock se había mostrado preocupado por él, por ellos; pero Ash había salvado el tema diciendo que era un altercado menor, algo normal entre ellos considerando el carácter explosivo de la muchacha, y que se solucionaría rápido; sin embargo algo dentro de él le decía que aquello era mucho peor que una simple discusión. Y cuando finalmente tuvo el necesario valor para llamar al Gimnasio, y Violet contestó el teléfono con Daisy viendo desde atrás, y Violet, forzosamente amable y cortés, le pidió que por favor enviara de regreso las cosas de Misty, que ella no estaba en casa, que se había ido lejos, y que por favor no volviera a llamar, que se remitiera solo a llamadas de rasgo oficial, o que tuvieran que ver con la Liga, y cortó, él sintió la horrible necesidad de llorar como niño.
Y ahora dos años después, ella estaba con alguien más, a punto de casarse y nadie se lo había dicho; nadie le había dicho nada acerca de ella hasta una semana atrás cuando, preguntándole a Brock que era lo que estaba haciendo en una importante tienda de ropa de etiqueta, el criador miró incómodo sus zapatos, y murmuró el hecho de que nada, que solo estaba comprando ropa para ir a la boda de Misty. Y Ash no sabía que lastimaba más; el hecho de que ella estaba con alguien más, el hecho de que ella iba a casarse con alguien más, o el hecho de que ni aún sus mejores amigos se lo hubieran dicho. Y entonces la última noche, después de beber en un bar con Tracey, quien estaba en su mejor plan de mediador, lavando las culpas de todos, y teniendo demasiado alcohol en su sistema, tuvo la repentina inspiración de fraguar aquel plan perfecto. Después de todo, aquello era parte de su estúpida naturaleza, y él no dejaría pasar esta oportunidad de solucionar las cosas.
…-…-…-…
- ¿A qué demonios piensas que estas jugando?. ¿Prorrumpiendo en la iglesia como esto?- Misty cerró la puerta de un adusto golpe que retumbó en toda la capilla. Ash sintió los ojos de todos hurgando en su persona mientras caminaba detrás de ella, y aún sintió la mirada de Rudy observando minuciosamente todos sus movimientos, y repentinamente, tuvo miedo de que ella no tuviera el bouquet y que sus manos estuvieran libres de golpearlo.
- Yo… Hum… ¿hablar?- preguntó intentando sonreír, súbitamente realizando lo mucho que su proximidad estaba afectándole, intentando calmar el tonto rubor de pena que estaba quemando sus mejillas, mirando su dedo anular desnudo y deseando ser el único permitido a decorarlo, no Rudy, ni otro chico, solo él. Llamaradas de celos surgieron por un momento -Yo… ¿Por qué no me dijiste que ibas a casarte?. Nosotros éramos mejores amigos…-
Ella revoleó sus ojos -Y también fuimos novios y tú arrojaste todo a la basura por ser necio. Y considerando una de las últimas cosas que me dijiste ¿Por qué habría de quererte en mi boda?-
- Yo solo…- él comenzó débilmente, no encontrando pretextos para darle, sintiéndose frustrado consigo mismo ante la estúpida idea, y con ella por no comportarse como lo había hecho en su tonta fantasía -Tú te fuiste… No me diste una oportunidad de disculparme-
- Porque no lo necesitaba- Misty replicó en un tono cortante -¿Por qué habría de querer una disculpa de tu parte?. ¿Para que siguieras en tu plan de egoísmo, actuando como todo un necio?-
Su sistema de defensa se activó ante su última frase, y le retrucó agriamente -¿Yo actuar como un necio?. ¡Tú fuiste quien me llamó así porque no quería casarme!. ¿Y ahora dos años después tú estas aquí con otro chico dispuesta a hacer lo que conmigo no hiciste?. ¡Y ni siquiera me lo haces saber!-
- ¿Por qué habría de hacerlo?. ¡Yo sabía que serías lo demasiado estúpido como para hacer algo como esto… ese es el porque!-
Él bufó con sorna -¿Estúpido?. Si, porque tú has hecho muchas cosas inteligentes en tu vida, ¿cierto?- estaba listo a agregar algo más, cuando ella lo cortó.
- ¡Al menos nunca intenté quebrar la boda de alguien!-
- Yo no estoy quebrando tu boda- Ash replicó -Tú eres la única persona en esta habitación que puede hacer eso-
Misty giró en sus talones, asintiendo - Tienes toda la razón. Así que si me disculpas…- ella se encaminó hacia la puerta.
Misty era imposible.
Y ese era un rasgo que lo volvía adicto a ella.
Ash extendió su mano cuando pasaba junto a él y la tomó del brazo deteniéndola. Por primera vez en esos dos años sintió que estaba perdiendo una batalla en la que no le habían dado oportunidad de pelear.
- ¿Por qué vas a casarte con él?- le preguntó, sintiendo la necesidad de saber su respuesta sin importar lo dolorosa que fuera.
Ella revoleó sus ojos otra vez, pero no hizo el menor intento de soltarse -Bien, Sherlock ¿no te has detenido a pensar que hago esto porque lo amo?-
- No- él dijo sintiendo algo de placer masoquista en el dolor que le corría por las venas -Yo no creo que tú lo ames… pienso que estas casándote con él porque él si quiere casarse-
Su barbilla casi golpeó el suelo, ella murmuró algo para si, su mirada se endureció, sus ojos se volvieron fríos como hielo. Ash vaciló por unos segundos, antes de intentar verla de frente, y entonces encontró aquella mirada de odio y rencor dirigida expresamente a él. Pensó que Misty lo abofetearía, pero no lo hizo. Pensó que saldría por la puerta, pero ella se mantuvo allí. Una pequeña parte dentro suyo tenía la remota esperanza que Misty estuviera de acuerdo con él, y tras echarse en sus brazos, podrían correr de esa iglesia rumbo a cualquier parte del mundo, donde podrían observar juntos el atardecer y reírse del ridículo que le habían hecho pasar a Rudy y a todos los allí presentes. Y entonces, en menos de un segundo ella estaba diciendo algo, veía sus rosados labios moverse pero no estaba poniendo atención hasta…
- …Obsesivo bastardo- estaba diciendo con aquel tono peligroso que nunca usaba -¿Piensas que estoy casándome con él porque no puedo hacerlo contigo?. ¿Que soy tan superficial y que mi único propósito en la vida eres tú?- ella pausó por aire, él seguía mudo y perdido -Sal de aquí, Ash. Yo no soy tu novia, Ash. Nosotros terminamos. ¿Que estabas pensando, que correría por el pasillo y me arrojaría en tus brazos?- movió la cabeza, e hizo ademán de encaminarse a la puerta -Estoy casándome con Rudy porque lo amo, no por otra razón-
Volvió a tomarla del brazo en el último recurso desesperado, sabiendo que luego de eso el resto de su vida quedaría decidido, y antes de que Misty pudiera evitarlo había unido su boca con la de ella. Y la sensación seguía allí, aquella sensación de electricidad que parecía recorrer su cuerpo con el solo placer de besarla. Sus labios eran suaves y húmedos y titubearon unos segundos antes rendirse bajo los suyos. Pero acabó tan rápido como había empezado.
- Yo te amo- Ash le dijo urgentemente, viendo como la respiración de ella se intensificaba, y su pecho subía y bajaba bajo el escote del vestido. Lucía confundida y culpable.
Pero Misty no dijo más, se apartó de él y siguió su camino hacia la puerta.
- Yo te amo- repitió sintiendo que todo dentro de si se congelaba mientras ella sujetaba el picaporte para salir de aquella habitación y de su vida.
Misty movió la cabeza con pena -Si me amaras, Ash, no estarías aquí. Nosotros no… no deberíamos…-
Y salió.
Y así también lo hizo su corazón.
…-…-…-…
Continuará
…-…-…-…
Nota:
Este es un fic que yo (Sumi chan) leí hace mucho tiempo, y cuya autora nunca acabó, me pareció muy cruel dejar tan linda historia inconclusa así que decidí reescribirla y darle un final, con la ayuda de mi amiga querida MistyIvette, a cuyo cargo queda el 2do y último capitulo.
Gracias por leer hasta aquí, si consideras que merecemos un review -esperamos que si- solo dale un click al botón de abajo.
© MistyIvette & Sumi Chan
