Un chico de 15 años llamado Izuku Midoriya, aunque este prefiere ser llamado como Constantine, caminaba por las calles de Musutafu. Con un cigarrillo en la boca, él observaba a la ciega sociedad que le rodeaba. Veia a miles de personas que aparentaban ser buenas, pero por dentro estaban podridos, en especial los héroes. No, él no era ningun villano, él no odiaba a los héroes, solo desconfiaba de ellos; a pesar de recien poder ver la luz del sol en años, todavia podia notar que la sociedad no habia cambiado en nada. Seguian creyendo que la vida podria tener un final feloz y que ellos eran los capitanes de sus vidas... Solo eran unas marionetas. La gente no podia ver detras de ese velo de sombras, los pocos que lo veian eran considerados unos locos, él era considerado un loco, él vio lo que había detras del velo...
Demonios y angeles luchando entre sí, manipulando las mentes de las personas para poder ser ellos los ganadores. La batalla entre el cielo y el infierno dictaminaba las cosas que ocurririan en la Tierra...
Un mundo mejor? Eso lo hacia reir con sorna, ya nada importaba, uno no podia contra las huestes espirituales, todo estaba perdido...
Un dios de amor? Ya ni creia en eso, ese dios solo estaba ajeno a las batallas, le daba igual interactuar com el hombre, solo le interesaba tener borregos en su redil...
-Que es lo que ves en esta imagen Izu... Constantine- preguntaba el psiquiatra a Izuku mientras le hacia el Test de Rorscharch.
Izuku, quien en ese momento era más pequeño, miraba la imagen y lo único que vio fue...
- Veo caos y destrucción. Apenas hay rastro de vida, todo está en llamas y hordas de criaturas horrendas arrasando con todo... Gritos y lamentos de personas, sufren... Sus carnes se derriten por cula de esas llamas eternas, ellos...--Detente- le interrumpia el psiquiatra- veo Constantine que seguimos igual, los mismos sueños de gente agonizando en el ''infierno'' y esa ''batalla entre ángeles y demonios''... Llevas aquí desde los 6 años y no has cambiado nada,y-yo no se que hacer, Izuku debes meterte en la cabeza que eso solo está en tu mente y...--Doctor, ojalá eso solo estuviera en mi mente-Al menos pudo salir de ese lugar, aunque de seguro que lo andaban buscando pero eso no era la mayor de sus preocupaciones. El debía escapar de los demonios que lo perseguían... Ojala esto pudiera acabar, ojala el pudiera ser como los demás, alguien normal, alguien sumergido en los mares de la ignorancia... A veces deseaba que su madre le hubiera abortado pero, él debia continuar con el legado familiar que le precedía, el de los magos hilarantes. El debia continjar con ese legado, por lo que su gran objetivo en estas lamentables condiciones seria sobrevivir...
El universo o multiverso nunca es buenl con las personas, al igual que el demonio Nerón, el universo debia atormentar la vida de millones de personas, de entre los millones de Izuku repartidos en el multiverso, este fue castigado con una vida de sufrimiento y lamentos... Pero este Izuku lucharia por seguir adelante, él engañaria incluso hasta el Primero de los Caidos.
Izukj toma otra calada del cigarrillo y se sumerge en las calles oscuras de Musutafu.