Volví por más evangelización Shizunezca. Este fic es corto, sin sentido, y consiste en diversos POV de varios personajes contando una historia. Subiré varios caps a la vez porque como son personajes que nadie recuerda y/o importa, no me importa mantener la expectación. Iwashi, Raido, Genma y Shizune formaron un equipo.
Dedicado a mi hermana fickera y de la realidad, pequeña Ragdoll Physics.
Un poco tarde pero aquí está, en tu escritorio ragdonezco.
La vi, vine y perdí
#1: Iwashi
Mi nombre es Iwashi y odio el pescado. Soy un chunin promedio y probablemente me recordarás—¿cierto?—, como el tipo del video de vigilancia. Estuve años ahí atascado porque a la señorita Anko no se le ocurría qué otro puesto asignarme, ya era malo estar rodeado de puros asesinos ANBU. En fin, logré zafarme de ese lugar cuando fui asignado al equipo de Genma y Raidō, son buenos sujetos. Habían perdido a su tercer miembro a manos de Baki de la Arena hace unos años y varias veces habían intentado suplir su ausencia, pero Genma «tenía más pelotas que cerebro», según las palabras del guardaespaldas, y siempre se iba el tercer miembro femenino.
El día que me presenté como su nuevo integrante no recibí una gran bienvenida como esperaba, no son tipos muy habladores que digamos. Estábamos afuera de la oficina de la señora Tsunade—recién llegada, por cierto—, Genma solo asintió en mutismo y Raidō se rio, como nunca lo había visto. Ambos se veían muy cansados luego de un turno nocturno como vigías en la gran Muralla.
—No es una mujer —habló el quemado con una palmada en el hombro de su amigo y luego se retiró. No entendí a qué era lo que se refería.
Más tarde me invitaron a beber en la taberna que frecuentaban, estaba emocionado con esta especie de bienvenida por lo que usé mi mejor traje. Con la señorita Anko y sus ANBU no había panoramas, no podían beber si no podían sacarse la máscara y descubrir su identidad. Tampoco hablaban mucho. Mis nuevos compañeros no tenían resguardo con sus rostros, pero compartían el mutismo con mis antiguos compañeros.
—¿Hace mucho tiempo que son compañeros? —pregunté abriendo la cerveza que tenía enfrente. Raidō no parecía interesado en contestar.
—Desde siempre —dijo Genma—, ya estoy cansado de verle la cara. Ya no puedo zafarme de él porque sabemos una técnica de teletransportación. —No quise preguntar mucho más sobre esa técnica, más tarde supe que les faltaba el tercer miembro para llevarla a cabo apropiadamente. Soy solo un chunin pero realmente quería llenar esa vacante y ganarme el derecho a usar esa técnica.
No pasó mucho tiempo para que este nuevo equipo fuese llamado para completar una misión. Me presenté en la Torre con una sonrisa estampada en el rostro, Raidō no parecía feliz de verme, y definitivamente lucía como si mi sonrisa le molestara. Genma llegó tarde, mi superior quemado me había dicho que era impuntual pero no creía que fuese cierto. Los tres esperamos las instrucciones en una sala de reuniones bastante oscura sin cruzar palabras hasta que la puerta se abrió. Shizune apareció vestida de uniforme y con una sonrisa tímida.
—Seré su apoyo médico en esta misión. —Así fue como todo acabó. Sí, no crean que esta es mi historia… Es la historia de cómo Shizune le rompió el corazón a Genma.
¿Cómo empezar? Genma tenía todo lo que podría querer una mujer—le faltaba una barba a mi parecer—, así que solo debía fijar su miraba en una y ocurriría la magia: la chica se arrojaría a sus brazos. Nunca alardeaba, nunca hablaba de compartía sus secretos. Sin embargo, toda magia viene con una maldición y esa era que siempre la chica en cuestión terminaba odiándolo desde lo más profundo de su corazón. Si me preguntan a mí, es porque Genma le teme al compromiso. Todo era siempre igual, ellas lo amaban, él las amaba de vuelta y todo terminaba sin previo aviso. Con Shizune fue distinto: como ella se fue tan joven de la aldea, nunca estuvo familiarizada con esa faceta con hormonas de él, me decía mi superior Raidō.
Su interacción no fue evidente en un principio. Al salir de la aldea, yo era el que la acompañaba en todo momento. Era tierna y linda conmigo, gentilmente me respondía todas mis dudas médicas. Su risa me tenía estúpido, todas las chicas que me dirigían la palabra me parecían fascinantes, y más si eran tan suaves como ella. Al momento de completar la misión ya me había decidido a invitarla a salir, no parecía ser de las chicas que le dicen no a un chico solo por tener más rango o los menores que ella—cinco años no son tantos, ¿verdad?—… Pero ocurrió lo impensado: Raidō y Genma fueron derrotados en una emboscada. Fue el final de mi plan de pasar por la tienda Yamanaka por una flor para Shizune.
Al llegar a la aldea, Shizune tuvo que seguir cuidándolos en el hospital. Fui a verla varias veces con la excusa de ver a mis compañeros de equipo. Dejé de verla cuando llegaron el equipo de chicos Genin de Shikamaru, ya no tenía tiempo con tanta gente ingresada. Me pasé los días en los videos de vigilancia como antes, para matar el tiempo y ganar un poco de dinero extra.
Aparentemente fue mientras Genma recibía los cándidos cuidados de Shizune fue cuando decidió conquistarla.
Gracias por leer, pequeños querubines.
