N/A: Bienvenidos a mi nueva historia Blam. No creo que tenga muchos capítulos (la última vez que dije eso tuvo unos 50, no os fiéis). Sigo explorando cosas que hasta ahora no he escrito con respecto a esta maravillosa pareja... Creo que a estas alturas sabéis como escribo y me conocéis lo suficiente, por lo que no pongo advertencias. Yo creo que el capítulo explica muy bien de qué va el fic... Espero que os guste!


¿CÓMO SER POPULAR?

CAPÍTULO 1: PRIMER DÍA

– ¡Levanta! – Mary gritó mientras corría las cortinas de la habitación para dejar que la luz del sol entrara por la ventana. Todavía no había comenzado el frío, por lo que todavía había un clima cálido.

– Un rato más. – El adolescente murmuró mientras ponía su almohada sobre su cabeza.

– Llevas todo el verano protestando porque vas a ser el nuevo y todos se fijarán en ti... ¿Crees que llegar tarde el primer día te ayudará a pasar desapercibido? – La madre comentó antes de retirar la almohada. Finalmente, Sam se levantó y se fue a la ducha, dispuesto a comenzar el día de la mejor manera posible.

Los Evans se habían mudado a Lima, Ohio, hacía poco más de un mes. Dwight había conseguido un puesto de trabajo y no quiso ni pudo dejar pasar esa oportunidad. Stacey y Stevie eran pequeños y no habían supuest ningún problema pero el mayor había sido otra cosa. Después de su primer año en el instituto, ellos entendían que quisiera seguir junto a sus amigos.

Después de ducharse, vestirse y desayunar, Sam estaba listo para ir al instituto. Lo primero que hizo fue revisar "su lista". En ella no había escritos libros o material escolar que necesitaría para ese día. Durante todo el verano había escrito todo lo que necesitaría para ser popular en el McKinley para no sufrir bulling. Internet le había servido para saber que ese instituto era conocido por la cantidad de acoso que había.

Decidió repasar la lista antes de ir, consciente de que era muy importante que consiguiera todo para no tener que aguantar humillaciones de nadie.

¿Cómo ser popular?

1- Entrar en el equipo de fútbol (mejor si soy Quarterback).

2- Hacerme amigo de los demás jugadores.

3- Ligar con una animadora (mejor si es la capitana).

4- Conocer todas las películas actuales (menos las de chicas).

5- Ser el mejor en los últimos videojuegos (y en algunos clásicos).

6- Tener un cuerpo perfecto.

Sam había trabajado muy duro durante todo el verano para conseguir un cuerpo atlético y para mejorar sus habilidades como Quarterback. Sin embargo, hasta que no hiciera las pruebas no sabía si conseguiría su objetivo. Al menos, ese entrenamiento le había ayudado para que su cuerpo pasara a ser más musculoso. Él no estaba del todo contento porque sentía que le sobraban algunos gramos de grasa, pero ya no tenía más tiempo para perderlos.

Había pasado mucho tiempo en el cine, navegando por Internet y jugando a videojuegos para conseguir esas habilidades. No quería que pensaran que era un friki o que no estaba a la moda. Quería encajar y hacer amigos para poder pasar los 3 años de instituto que le quedaban sin preocuparse y sin recibir insultos o agresiones.

Sus padres le habían comprado un coche para que pudiera ir al instituto y él estaba encantado. Cuando lo aparcó, se bajó del vehículo y comenzó a caminar hacia el gran edificio que había frente a él. Se dio cuenta de que delante de él caminaban dos chicas rubias vestidas con su uniforme de animadoras y moviendo sus caderas al caminar de manera que sus minifaldas se movían con gracia. Se preguntaba si alguna de ellas sería la capitana porque le encantaría acercarse a ellas en ese momento.

Sin embargo, no tuvo tiempo porque la más alta gritó "Blaine" y salió corriendo hacia otro chico que llevaba la versión masculina de ese mismo uniforme. La joven dio un salto, poniendo sus piernas alrededor de la cintura del Cheerio y él tuvo muchos reflejos para sujetarla entre sus brazos, evitando que cayera. Antes de que nadie pudiera reaccionar, los labios de ambos se encontraron en un beso realmente pasional.

– ¿Queréis parar ya? Es desagradable. – La otra rubia se cruzó de brazos y miró a su alrededor.

– Vamos, Kitty. ¿No puedo besar a mi mejor unicornio? – La otra adolescente hizo un puchero.

– No te pongas celosa, también tengo beso para ti. – El moreno explicó y le dio un rápido beso en la mejilla a la joven.

– Te odio, Anderson. – Wilde intentaba contener su sonrisa, no le gustaba que se viera su lado tierno en público.

– Yo también te amo.

Sam no había perdido detalle de ese encuentro. Le sorprendía lo naturales y cariñosos que se mostraban los tres, incluso esa chica que parecía algo más fría. Y lo que más le sorprendía era que nadie había parpadeado al ver a los tres comportarse de esa manera. No había entendido a qué se refería la chica con eso de "mejor unicornio" pero supuso que sería una broma entre ellos. Aun así, estaría atento por si alguien más decía algo así.

Cuando llegó al aula de Matemáticas, se dio cuenta de que la rubia estaba allí. Estaba sentada en el regazo de un chico que no era el Cheerio que había visto antes. No tardó en darse cuenta de que sólo había un sitio libre, justo detrás de la pareja y junto a un chico que leía el libro de texto.

– Hola, soy Ryder. – El castaño lo saludó con una sonrisa.

– Yo soy Sam. – El rubio también sonrió.

– No te lleves mala impresión de Ryder. Es disléxico y por eso intenta leer el libro antes de clase para poder seguir mejor la explicación del profesor. No es un nerd ni nada por el estilo. Por cierto, yo soy Brittany y él es mi novio, Jeff. – La joven mostró su adorable sonrisa.

– Yo también soy disléxico. – Evans confesó.

– Eso explica que estés aquí. Todos los que asisten a esta clase tenemos problemas para seguir la clase habitualmente. El profesor es muy bueno y nos ayuda mucho.

No tuvo más tiempo para hablar porque el profesor llegó y la clase comenzó. Sam se sorprendió porque el profesor, antes de empezar, les dio unas copias con todos los apuntes ya hechos. El objetivo era que, en vez de copiar, escucharan su explicación.

Cuando terminó, salió con sus nuevos amigos para dirigirse a las taquillas.

– ¿Es siempre así? – El rubio preguntó.

– No... El señor McLean es el único que nos ayuda y es la única clase en la que nos separan por nivel. En las demás tendrás que esforzarte. – Ryder le explicó.

– ¿Has pensado en qué actividades te apuntarás? A las Cheerios nos vendría bien un chico más. – Brittany preguntó emocionada.

– También necesitamos un Quarterback, Finn no es muy bueno y necesitamos alguien mejor si queremos ganar los nacionales. – El castaño añadió y Jeff asintió.

– Prefiero el equipo de fútbol. – Evans aclaró rápidamente. Si las animadoras no tenían suficientes chicos sería porque no era muy popular.

En ese momento, como si el universo quisiera contradecirlo, el chico moreno de esa mañana caminaba hacia ellos con paso decidido. No se percibía que le tuvieran miedo pero parecía que todos le abrían paso para que nada interrumpiera su camino. El joven saludó a un pequeño grupo de chicas que rieron como tontas hasta que éste pasó y saltaron y gritaron emocionadas porque el chico más popular del McKinley les había saludado.

– Ryder. – El recién llegado miró a su amigo. – Tienes laboratorio conmigo, ¿verdad?

– Si, claro. ¿Vas a ser mi compañero este año también? – El castaño preguntó entusiasmado.

– Por supuesto, el año pasado hicimos un gran equipo, ¿no? – El moreno sonrió hasta que sus ojos se fijaron en el chico nuevo. – Lo siento, creo que no nos conocemos.

– Soy Sam. Soy nuevo.

– Yo soy Blaine. Bienvenido al McKinley.

Anderson hizo un gesto a Lynn y los dos se marcharon dejando a los tres rubios allí.

– ¿Por qué ha sido tan frío mi unicornio favorito? – Brittany hizo un puchero.

– A Blaine no le gustan los desconocidos, ya lo sabes. – Jeff la consoló antes de mirar a Evans. – No es algo personal.

– ¿Qué es eso de los unicornios? – Sam quiso saber.

– Britt llama unicornios a los gays y Blaine es su mejor amigo, por lo que lo elevó a la categoría de mejor unicornio. – El chico explicó y su novia asintió alegre.

Por primera vez desde que sus padres le dijeron que se mudaban, Evans supo que estaría bien en ese instituto. Tenía amigos y parecía que eran populares porque nadie les molestaba. ¿Qué más podía pedir? Sin embargo, iba a seguir con su plan. Intentaría ser Quarterback y ligaría con la capitana de las animadoras.