Mi guardián... Vegeta.

En una hermosa casa, en medio del bosque de Satan City. Una mujer de unos 27 años estaba sentada en una de las sillas del comedor. Una mujer con una particularidad de tener el pelo de un tono exótico.

Miraba las cuentas que estaban sobre la mesa del comedor.

Las agarro con una mano y las iba pasando a la otra mientras la leía.

-Sin pagar, Vencida, Vencida -Leía la mujer – Ultima advertencia...

Innumerables cuentas pendientes...

-Muchas cuentas y poco dinero -Dijo divertida Bulma -Ojala tuviera con quien hablar, mi novio me dejo por una estupidez... -Una lágrima rodó por su mejilla – ¡Desperdicie 11 años de mi vida con ese imbécil! -Grito.

Bulma tiro las cuentas al piso. Agarro su cabeza entre sus finas manos y empezó a llorar.

Con una palabra en la mente: "Dicen que las lágrimas limpian el alma"

-Es mentira -Hablaba sola Bulma- Mientras más lloro peor me siento... más sucia, más deprimida... ¡Mas Forever Alone!...

Estaba pasando el peor momento de su vida, estaba sola. Sus padres estaban recién fallecidos y sus amigos la ignoraban. Sus únicas amigas eran N°18 y Milk, pero ellas estaban en otro continente. Incluso el hecho de ir a visitarlas era completo sueño, que se iba despertando más y más pronto. Y hacia un día un amigo se había suicidado... creía que era sobre dosis.

-Necesito una ducha... -

Bulma camino hasta el baño, subió las escaleras para llegar a él.

Se desvistió y mientras el agua tibia recorría su cuerpo empezó a pensar...

"Ojala tuviera un amigo... algo, incluso si fuera imaginario y me abrazara.

No sabía cuánto necesitaba un abrazo, alguien que me diga que todo va a mejorar.

Aunque, No sé si quiero que me mientan o me digan la verdad."

Bulma una vez que termino de bañarse, se puso su pijama y se decidió acostarse.

-Hasta mañana, fracasada -Se dijo a si misma -Hasta mañana -Se saludó.

En otra parte, en el cielo para ser exactos:

En la recepción de los Ángeles, tres Ángeles resaltaban del resto por unas llamativas alas Negras.

-¡Oye, Turles! -Grito Raditz -¿Qué haces por aquí?

-Nada, acabo de terminar mi trabajo como guardián... -Contesto animado el Ángel. Turles tenía unas hermosas y grandes alas Negras, iguales a las de Raditz.

-¿Tan rápido? -Pregunto Vegeta, mientras daba otro sorbo a la gaseosa.

Vegeta tenia las alas más resaltantes, están eran Negras... pero parecían más a las de las gárgolas que a las de los Ángeles.

-Pues sí, aunque... -Turles tomo asiento al lado de los caballeros.

-¿Creí que ser guardián era más tiempo? -Pregunto Vegeta mirando a Raditz.

-Depende... acuérdate que el viaje tarda un día terrícola. -Contesto Raditz.

-Por eso... -Contesto apenado Turles.

-¿Llegaste tarde? -Adivino Raditz -¿Qué clase de suicidio?

-Sobre dosis -Contesto.

-¿Te pagaron? -Pregunto Vegeta- Porque si pagan me gusta la idea.

-Como no lo pude ayudar me dieron solo 1.200$ -Dijo un poco desanimado.

-No te alcanza para pagar más vendas -Dijo Vegeta, mientras hacia las cuentas.

-No las necesito, Señorito: "Siempre me lastimo" - Dijo Turles en son de burla.

En ese momento entra a la recepción un hombre calvo con alas Negras.

-¡Miren chicos! -Grito Nappa -Conseguí mis alas.

-¿No que tú estabas en el infierno? -Pregunto Raditz - ¿Dónde conseguiste esas alas?

-Bueno, digamos que Hades me debía un favor -Rio por lo bajo.

-Como sea, Creo que haré trabajo de guardián -Dijo Vegeta.

-¿Con esas alas te dejaran? -Pregunto Nappa.

-¿Con esas vendas llenas de sangre? -Pregunto Raditz.

-¿Sin remera? -Pregunto Turles.

-Pues, si, en lo técnico -Contesto Vegeta.

Era cierto, estaba sin remera. Las vendas desgarradas y llenas de Sangre que decoraban su torso y brazos, daban la impresión de ser un Demonio psicópata...

-Vale, me cambiare y le preguntare a Enma-Sama si puedo ir.- Dijo Vegeta completamente confiado.

-Suerte... yo tarde 3 días terrícolas en que me dejara. -

-Como sea -Contesto Vegeta ignorando sus comentarios.

Una vez que Vegeta se fue.

-¿Me repites otra vez como consiguió sus alas de Demonio? -Le pregunto Raditz a Turles.

-Simple en lo técnico... Se acostó con la hija de Hades -

-Bah... -Suspiraron Nappa y Raditz.

Continuara...