Hola! Ésta es mi nueva historia. Sé que la pareja de Hotch/Blake no tiene mucha aceptación (no sé porqué, a mí me gusta), pero ésta idea me llevaba molestando un tiempo y aquí está la historia. No tendrá más de 3 o cuatro capítulos. Espero que os guste. Los comentarios son bienvenidos, ya sean buenos o malos. Por cierto, mi pareja ideal siempre serán Hotch/Prentiss, jejeje
¡A disfrutar!

Capítulo 1

Cuando el comandante anunció que estaban a punto de aterrizar en el aeropuerto de Boston, Hotch soltó el aire lentamente. No se había dado cuenta hasta ese momento que lo había estado reteniendo. Respiró profundamente un par de veces más y miró por la ventanilla. Le gustaba la ciudad, a pesar de no traerle muy buenos recuerdos. Cada vez que volvía a Boston, recordaba lo ocurrido con la Parca, y las malas experiencias y recuerdos de los últimos años venían a su memoria.

El sol de mediados de Septiembre le dio directamente en los ojos en cuanto salió del aeropuerto, y se puso las gafas de sol mientras llamaba un taxi. Le dio la dirección del hotel dónde pensaba alojarse al taxista, y se recostó en el asiento. Veía pasar las casas y los coches y una vez más, se alegró de estar ahí. Con su trabajo, viajaba a miles de ciudades de todo el país, pero no podía visitarlas en condiciones, y eso a veces era un gran inconveniente. Boston era una de sus ciudades favoritas, junto con Nueva York, y esta vez, iba a visitarla en serio.

Había pasado con Jack dos semanas en California en la playa, en el mes de Agosto, y se había reservado una semana en Septimbre para él. Necesitaba desconectar de todo y de todos. Hacía unos días que su hijo había empezado la escuela, y Jessica había aceptado hacerse cargo de él. Agradecía a su cuñada toda la ayuda que le brindaba, y se apuntó mentalmente llevarle un recuerdo de la ciudad.

Después de registrarse en el hotel, decidió ir andando a su próximo destino. Estaba anocheciendo, pero el sol en el cielo todavía le calentaba la cara y la temperatura era agradable. Después de su ruptura con Beth hacía unos meses, y del intento de Dave de celestino con Audrey, necesitaba estar solo unos días. Aunque le había costado reconocerlo, le había afectado más de lo que pensaba dejar su relación con Beth. En ocasiones todavía la echaba de menos, y tenía que luchar con las ganas de coger el teléfono para escuchar su voz. Ya no estaba enamorado, no como al principio al menos, pero Beth le ofrecía estabilidad emocional, que era lo que más necesitaba. Pensaba que era egoísta por su parte. Por eso decidió dejarla ir, porque ese trabajo era su gran oportunidad y ella se lo merecía.

Cuando llegó al campus universitario, pensó que tal vez hubiera sido mejor haberla llamado, aunque al principio le pareció una buena idea darle una sorpresa, aunque no es algo por lo que se caracterizara mucho Aaron Hotchner. Una de las principales razones por las que estaba en Boston era porque le apetecía ver a su ex subordinada, Alex Blake. Desde que había dejado el equipo, no había vuelto a hablar con ella, y sabía alguna cosa de ella por lo que le oía contar a Reid o incluso a Dave. Nunca había tenido demasiada relación con ella, pero la respetaba, le parecía una buena agente y sobre todo, se complementaba muy bien con todo el equipo. Todos la echaban de menos, incluso él, aunque nunca se daba cuenta de eso hasta mucho después. Siempre le había gustado la pareja que Alex había formado con Reid, ella era el "genio" femenino del equipo. El chico lo había pasado mal cuando Blake había dejado el equipo, pero Hotch lo había entendido. Alex veía en Reid al hijo que nunca había visto crecer, vio que estuvo a punto de perderlo, de perderlo todo, y antes de que eso pasara, decidió abandonar. Pensó en que si algún día a él le pasara lo mismo, también abandonaría antes de llegar a quemarse del todo. Ese trabajo podía llegar a robarte la vida sin darte cuenta.

Sin apenas enterarse y pensando en su compañera, llegó al departamento de Lingüistica, y preguntó por el despacho de la Doctora Blake. Llamando suavemente a la puerta esperó respuesta, y ésta no tardó en llegar. Abrió lentamente la puerta y la vio al fondo, sentada en una mesa llena de expedientes y libros. Detrás de ella, un gran ventanal daba a uno de los jardines del campus, y las dos paredes estaban llenas de librerías con libros por todas partes. A un lado, un pequeño sofá con una mesita de café. Alex tardó diez segundos en darse cuenta de quién era su visita.

-¡Hotch! ¿Qué haces aquí? -se levantó enseguida y le dio un abrazo. Al principio, Hotch se quedó cortado, después le devolvió torpemente el abrazo.

-Pues de visita.

-¿Habéis venido todos? ¿Tenéis un caso?

-No, tenía unos días libres y he venido a visitar la ciudad.

Debió de sonar raro, porque Alex lo miró divertida, aunque no dijo nada, simplemente sonrió, haciéndolo sonreír a él, sin saber muy bien porqué. Hotch se fijó en ella bien por primera vez. Se había cortado la melena, ahora la llevaba por encima de los hombros, y estaba ligeramente más bronceada y un poco más delgada. Se veía bien.

-¿Estás bien? -preguntó Alex.

-Sí, perdona, ¿decías algo? -estaba seguro que le había dicho algo, aunque era incapaz de saber qué.

-Te he preguntado si te apetece tomar un café.

-Sí, por favor, gracias.

Alex lo guió al sofá, y desde allí, pudo ver que en la mesa, la lingüista tenía una foto de James y ella juntos. No era reciente, es más, podría decir que era del primer año de Alex en el equipo. Un momento después, ella llegó con su café. Cuando cogió la taza, sonrió. Trabajar con perfiladores tenía sus ventajas y sus desventajas. Sabían hasta cómo te gustaba tomar el café.

Estuvieron hablando del equipo, de Jack, de la Universidad, de James, de Beth, y sin darse cuenta, se hizo de noche. Hotch se dio cuenta de lo relajado que estaba, riéndose, disfrutando de la conversación y la compañía. Pero sabía que iba a llegar un momento en el que tenían que separarse. Al fin y al cabo, era Lunes, y Alex tendría que trabajar al día siguiente. Ella se ofreció a llevarlo al hotel, y él aceptó, momento que Hotch aprovechó para observarla de nuevo detenidamente. Aunque habían pasado las últimas dos horas riendose, tenía un deje de tristeza en la mirada, y la llamada de James cuando iban en el coche incrementó esa sensación en el criminólogo. Se preguntó si Alex sería feliz ahora que vivía como una familia normal, con un trabajo normal. No sabía si al final de la semana tendría la suficiente confianza para preguntárselo.

Perdido en sus pensamientos, habían llegado ya al hotel. Ella paró el coche justo enfrente de la puerta.

-No olvides visitar el Boston Common, el Fenway Park y el Museo de Bellas Artes -le recomendó. Él sonrió.

-Lo sé, Alex, gracias por todo.

-Mañana no puedo, ¿pero te apetece venir a cenar el Miércoles por la noche a casa? A James le gustará verte también. -Hotch notó el tono de tristeza en la voz de la mujer.

-Claro, me encantará. ¿Te parece bien a las siete?

-Perfecto. Te enviaré un mensaje con la dirección. Hasta el Miércoles, Hotch.

Se despidieron y el agente vio cómo el coche desapareció en la noche de Boston. Una vez más, se alegró de haber ido a Boston, primero porque necesitaba tiempo para él, y segundo, porque disfrutaba de la compañía de su ex compañera. Pensado en si eso significaba algo más, entró en el hotel para descansar y prepararse para el día siguiente.

Continuará...