"Una carta escrita para un ser noble, una criatura que jamás debió abandonar este mundo, ni a su pueblo...ni a mi. Thorin Escudo de Roble, hijo de un enano testarudo y a su vez nieto de otro enano aún más cabezón que él. Lo siento, mil disculpas por mi falta de educación pero aún siento el dolor clavado en mi pecho, aún siento tu mirada, Thorin, tu azulada mirada ahogada en tu inevitable muerte, dolida y desesperada mirándome como jamás me has mirado antes.
Tus palabras me partieron el corazón porque aún a punto de morir me hiciste responsable de tu último deseo egoísta...tú, maldito enano testarudo quieres que siga con mi vida, me recuerdas nuestra conversación cuando casi descubres mi supuesta traición con tu preciada Piedra del Arca, me demuestras con tus débiles palabras que te acuerdas de mis humildes palabras, aquellas que te mostraban mi deseo de ver crecer el árbol que la pequeña bellota ahora me ha dejado en mi jardín. Palabras que no debieron significar nada para un Rey como tú, unas palabras de un mísero hobbit que al principio despreciabas...pero te importaron aún estando bajo los efectos de aquella enfermedad del oro en la que te estabas consumiendo.
¿Sabes Thorin? Aún lloro por las noches, aún sueño con aquel abrazo que me diste tras salvarte la vida, tus palabras y tu sonrisa pero como todo sueño, todo acaba con tu rostro sin vida, mis súplicas porque aguantaras un poco más y es entonces cuando me levanto, ahogado en un doloroso llanto y temblando en la oscuridad de la noche. En esos momentos aún siento el tacto de tu abrigo, tus largos cabellos siendo peinados levemente por mis insignificantes dedos.
Oh Thorin, mi rey, yo no merezco haber presenciado tu muerte, nunca debí ser el testigo de tus últimas palabras porque no me lo merezco, no pude ayudarte y de tu muerte me culpo cada día antes de dormir y antes de despertar. Aún duele tanto la soledad, aquella que anhelé durante el viaje y ahora me pesa tanto...supongo que me he acostumbrado a dormir en el suelo, a pasar frío y miedo en el viaje pero a la vez añoro tanto aquel calor en mi pecho cuando empecé a veros a todos como a mi familia. Os echo de menos, a ti sobre todo, porque aunque tuvimos nuestros problemas se de sobra que acabaste cogiéndome cariño. Porque ahora sumido en el silencio de mi casa recuerdo todas las veces en las que me cuidabas, me mirabas asegurándote de mi bienestar. Solo mientras eras consumido por la enfermedad fue el momento en el que me demostraste lo que no pudiste estando cuerdo, porque aunque me dolía verte así tú lo arreglabas mirándome de esa forma tan...cariñosa, afectiva y llena de un amor extraño que aún hoy día después de un año de tu muerte sigo intentando descifrar el verdadero significado de aquellas miradas y aquellas sonrisas que me regalaste.
Por supuesto no te culpo ni te odio por haber estado a punto de matarme, haber estado a punto de arrojarme al abismo tras saber el destino que tuvo tu preciada Piedra. No te culpo porque aún estabas enfermo, me pediste perdón pero yo no pude contestarte, no pude decirte que nunca hubo nada que perdonar porque te fuiste antes de que yo mismo también me sincerara. Maldito seas Thorin, ni siquiera pudiste esperar un poco...solo un poco, a lo mejor Ganfalf hubiera podido curarte, quizás ahora podrías ser por fin ese Rey que tanto añorabas ser, te merecías vivir y sin embargo te fuiste, nos dejaste con un vacío imposible de llenar y con un dolor con el que no se puede luchar.
Thorin, cada noche, cuando el dolor es más fuerte que mi fuerza de voluntad, cuando me hundo en un llanto doloroso y anhelante es cuando deseo con todas mis fuerzas haber sido yo quien hubiera perdido la vida, ser yo quien hubiera yacido en el suelo rodeado de mi propia sangre y morir tras confesarte cuanto te aprecio, cuanto te he amado en secreto. Me pregunto entonces ¿Me hubieras llorado Thorin? ¿hubieras experimentado el dolor que yo siento ahora? ¿Me hubieras honrado o quizás me hubieras dejado allí tirado sin más? Tranquilo Thorin porque no te hubiera culpado, porque es normal que yo, humilde hobbit llore la pérdida del ser que amaba, pero tú gran rey bajo la montaña hubiera sido una gran humillación para ti llorar la muerte de un miserable hobbit. Porque no te culparia de ser así...porque ni yo mismo me lloraría.
No soy nada a tu lado, no fui de ayuda; desaté la ira del dragón, me asusté ante tu cambio y me arriesgué a morir por intentar recuperarte, cuando más me necesitabas yo estaba inconsciente por un mal golpe. Es verdad, oh Thorin, mi querido rey, que nunca debí acompañaros, siempre fui una carga y si no hubiera sido yo quien te salvó aquella vez hubiera sido otro. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado? ¿Estaríais todos vivos? Las preguntas me atormentan porque nunca encuentro ninguna respuesta.
Por eso ahora, siendo hoy la fecha y hora justa de tu muerte te escribo esto, no se con que fin exactamente pero te aseguro que necesitaba plasmar con palabras todo el dolor que me consume día tras día. Te escribo esta carta con lágrimas en los ojos sabiendo de sobra que nunca podrás leerla pero deseo con todo mi corazón que allá adonde hayas ido sepas lo mucho que sufro por ti, que sigo recordándote y soñando con un mundo nuevo...donde tú vivas y demuestres ser el rey que eres.
¿Sabes? No fue una casualidad que eligiera una bellota como único recuerdo, lo hice pensando en ti, porque ahora cada vez que me levanto de la cama con la cara empapada en lágrimas por la mañana solo debo abrir la ventana de mi cuarto para poder sonreír...porque solo por esa ventana puedo ver como un roble crece en mi jardín, fuerte y noble como tú. Su majestuosa corteza me recuerda a ti, sus verdes hojas a la luz del amanecer me recuerdan a tus ojos. Sonrío al verlo pero a la vez no puedo dejar de llorar, porque tu recuerdo me duele aunque me hace feliz porque sigo obligándome a mí mismo no olvidarte nunca, porque mereces que te recuerde.
Seguro que ya lo sabes pero estoy plasmando en un sencillo y humilde libro nuestra aventura, quiero escribir ahora todo lo que recuerdo para no olvidarme de nada porque aquel año fue algo que jamás quiero olvidar. Cuento sobre ti, sobre Kíli y Fíli...oh cuanto los añoro también, escribo sobre los demás, las canciones, las noches y los días en los que poco a poco acabasteis viendome como uno más de vosotros. Escribo por supuesto las horas muertas en las que todos descansaban, cuando yo me alejaba para fumar de mi pipa y disfrutar de un momento en soledad y tú, siempre me sorprendías sentandote a mi lado sin decir nada, mirando el mismo punto en el horizonte que yo, ambos disfrutando de la compañía del otro. Recuerdo algunas de aquellas conversaciones cortas que teníamos de vez en cuando, siempre mirando al horizonte con añoranza, yo respondiendo tus dudas sobre mi raza y tú dándome el placer de contestar las mías sobre la tuya. Era tan feliz que más de una vez me sorprendí a mí mismo deseando no llegar nunca a Erebor ¡Qué locura! ¿verdad?
Te echo de menos, no es ninguna novedad teniendo en cuenta todo lo que estoy escribiendo pero debo decírtelo, debo confesarte lo que no me dió tiempo a decir antes de que te fueras. Te amo, debes haberlo supuesto porque ningún ser llora cada día por alguien a quien no le tiene cariño alguno pero es real Thorin porque lloro por ti, solo una vez lloré por tus sobrinos cuando los ví por primera vez sin esas sonrisillas que siempre adornaban sus rostros, sin esa vida que tanto admiraba en ellos pero por ti, mi rey, lloro cada día sintiéndome un miserable porque no me creo nadie como para molestarte por mis llantos.
Porque no soy nadie, no soy más que un simple hobbit que añora demasiado a un Rey enano. Me pregunto qué hubiera pasado si aún siguieras con vida ¿Me habrías pedido que me quedara en tu montaña? Solo de pensarlo me provoca una sonrisa, ¿Yo, un simple hobbit, en una montaña de enanos? Oh creeme que me hubiera quedado sin pensarlo pero eso es solo una de mis tantas fantasías que, aunque siguieras en este mundo, nunca se cumpliría...pero yo sueño ¿No es un delito, verdad? yo soy libre de desear y soñar lo que quiera aunque eso solo intensifique mi dolor. Siento Thorin si esta carta no hace más que molestarte en tu descanso eterno pero bien sabes que necesitaba desahogarme de alguna manera ¿Y qué mejor manera hay que escribiéndote una carta que enterraré a los pies del roble al lado de mi ventana? Aquel árbol que cada mañana le deseo unos buenos días acompañado de tu nombre y por las noches le deseo un feliz sueño. Porque es verdad, Thorin, puedes reírte de mí si así lo deseas pero lo he llamado como tú, porque a veces pienso que eres tú y le hablo, cuando me duele la mano de tanto escribir nuestra historia, cuando me siento solo me voy a mi cuarto, abro la ventana y hablo con él haciéndome la absurda ilusión de que eres tú a quién hablo.
Gracias por esta aventura, mi rey, gracias por enseñarme que es el amor y gracias por haberme regalado esos últimos momentos de vida solo a mi, momentos que recordaré toda mi vida y me acompañará hasta la muerte. Gracias Thorin.
Bilbo Bolsón, tu humilde saqueador, mediano y admirador"
Las lágrimas se deslizan por las redondeadas mejillas del pequeño hobbit, una vez que al fin suelta la pluma a un lado del escritorio es cuando se da el lujo de abrir y cerrar la mano y al mismo tiempo mover la muñeca en círculos para aliviar el dolor punzante en sus tendones, estar casi dos horas escribiendo sin descanso pasan factura a su ya cansada mano. Se toma un descanso, unos minutos para recuperarse y poder poner a raya el dolor que crece en su pecho al pensar en aquel enano porque una vez recuperado debe limpiar su rostro y guardar la carta en los pliegues de su ropa, al lado del corazón para salir a su jardín y enterrarla a los pies de su preciado árbol.
Con un leve pero pesado suspiro y con las manos presionando el sobre contra su pecho a través de sus ropas camina con cierta indecisión por su ya arreglada casa, aún se sorprende a sí mismo ser víctima aún de la soledad y el dolor después de un año, quiere superarlo pero a la vez siente miedo de olvidar a su querido enano. Vuelve a alzar una de sus manos hasta su ojo izquierdo e impide que una traicionera lágrima vuelva a manchar su mejilla, piensa en que jamás se ha sentido más solo, porque aunque al fin está en su hogar nadie lo trata como antes, un hobbit rechazado por su propia raza, siendo observado como un loco por quienes antes eran sus amigos y vecinos...pero le da igual, ¿Para qué quiere falsas amistades cuando en su día pudo conocer lo que es tener un amigo de verdad? Vuelve a suspirar mientras que su mano agarra el pomo de la puerta principal pero algo ocurre en ese preciso momento, un escalofrío recorre su espalda y se extraña, de repente la idea de salir al jardín le aterra y aunque por un breve momento duda en seguir adelante pero debe hacerlo antes de que sea más tarde y la plaza se llene de gente, tampoco quiere ser el centro de murmullos otra vez. Traga saliva y coge aire antes de abrir la puerta al fin, su mirada que se mantiene baja se extraña al ver en la entrada unas botas maltrechas pero justo cuando alza la mirada su respiración se detiene por completo, su cuerpo se paraliza y sus brazos caen inertes en sus costados.
-Bilbo…-Su nombre nombrado por aquella voz que tanto ha añorado, una voz profunda y grave que casi suena como si nunca la hubiera escuchado después de tanto tiempo.
-Thorin…-Su propia voz sale aguda, ahogada y casi silenciosa ante lo que sus ojos ven pero su corazón se niega a creer. Ladea la cabeza y justo cuando su ceja se alza es cuando pierde el sentido cayendo cual palo al suelo mientras que lo último que escucha es su nombre de nuevo pronunciado por aquella voz pero esta vez parecía tener un tono más alarmado.
Thorin, rey bajo la montaña, aún más confuso que antes ve sin comprender cómo el mediano se ha desmayado solo de verle pero sin querer pensarlo mucho entra en la casa, cierra la puerta y posteriormente carga con el pequeño hobbit hasta la habitación de este donde lo pone sobre la cama y coloca su mano sobre la frente ajena temiendo que estuviera enfermo. Una vez convencido de que sólo se ha tratado de un mísero desmayo bufa realmente molesto por el susto. "Hobbit debilucho" Gruñe por lo bajo y termina sentándose en el borde de aquella cama demasiado pequeña para su gusto, observa con curiosidad como el rostro de Bilbo está ligeramente hinchado sobre todo por los ojos, los cuales tiene aún enrojecidos y entonces se da cuenta que todo eso solo puede ser causado por una cosa. Ahora está mucho más confundido que antes al saber que el mediano a estado llorando no hace mucho ¿Que le puede pasar para haber caído tan de repente?
Respira profundamente pensando que sus dudas deberán esperar porque algo le dice que aquel mediano necesita dormir más que ser interrogado por lo que, sin ser su mejor decisión, espera algo impaciente a que este abra los ojos por propia voluntad mientras que mirad a su alrededor para poder distraerse. Finalmente su mirada, como no, acaba de nuevo en el mediano pero esta vez logra fijarse en una pequeña esquina de papel que sale de sus ropas. Se remueve y alza una de sus cejas sintiendo que ese papel podría responder a algunas de sus dudas por lo que cuando realmente se da cuenta está agarrando con toda la delicadeza que un enano posee la chaqueta de este para apartarla un poco y poder así sacar aquel sobre. Justo cuando logra tenerlo en su poder debe quedarse quieto pues dicho mediano se remueve un poco pero por suerte no se ha llegado a despertar, algo que lo alivia de cierta manera. Thorin no roba nada, ni toma cosas que no le pertenecen pero se siente perdido y confuso, odia sentirse tan débil por lo que sí Bilbo no puede responder a sus dudas debe buscar algo que lo haga. Observa el sobre entre sus manos, curioso y con un leve brillo en sus ojos azulados, le da la vuelta al ver que esta sellado para ver algo que definitivamente colma su paciencia…¡Su nombre está escrito en el sobre! Gruñe porque debe hacerlo y ya no aguanta más con esta incertidumbre por lo que más decidido que nunca se dispone a abrir dicho sobre cuando un grito lo coge de sorpresa, Thorin cae de la cama del susto y aprieta el sobre por reflejo para luego mirar a Bilbo con una expresión dura y cabreada que pronto se suaviza cuando ve como aquel mediano dibuja en su pequeño rostro una mueca de auténtico terror como si hubiera visto un…
-¡Fantasma! -El enano reacciona cuando lo ve sentarse en la cama y pegar la espalda al cabecero de madera por lo que pronto se pone de pie aún más confuso que antes sin entender el porqué de los gritos de su amigo- No...no, no, no...Esto es un sueño ¡Claro! ¡Derpierta! -Se da una bofetada presa del pánico para luego poner un leve puchero y llevarse la mano a la mejilla dolorida dándose cuenta de que dolía de verdad, gesto que tanto trastorna como enternece al pobre Thorin.
-Bilbo ¿Pero que demonios haces? -El pequeño cuerpo del hobbit es azotado por un intenso escalofrío que no pasa por alto ante sus ojos al mismo tiempo que logra ver en sus ojos el miedo a la vez que ve como su labio inferior empieza a temblar.
-Tú...Tú…¿Thorin? deberías de estar muerto…-El susurro que sale de sus labios cabrea a su inesperado invitado que aprieta aún más el sobre en su mano, lo ve abrir la boca para empezar a gritarle pero un impulso repentino mueve su cuerpo, un impulso que lo obliga a ponerse de pie en la cama y lanzarse contra el cuerpo inmóvil de Thorin quien siente como aquel ser se aferra a su cuello y esconde la cara entre las pieles de su hombro- Eres real...eres...Thorin estás vivo -Su voz finalmente se rompe al caer en un nuevo llanto completamente diferente del que aparece todas las noches, numerosas lágrimas caen por sus mejillas a la vez que una leve sonrisa se dibuja en sus labios.
Pronto escucha los reclamos del enano, molesto y sorprendido por el gesto tan repentino de su amigo, al final lo empuja lo suficiente como para que deje de abrazarlo pero lo que realmente acaba con su paciencia es el leve pellizco en su mejilla seguido de un leve tirón de su pelo. Su autocontrol termina y tan pronto como grita el nombre del saqueador con aquella voz tan profunda logra que por fin este se siente de nuevo en la cama intimidado mientras que se limpia el rostro con un pañuelo sacado de no se sabe donde.
-¿Qué demonios te pasa? Ah no ahora te callas y me dejas hablar mediano, ¿Por qué estamos en la Comarca? ¿Qué ha pasado con la guerra? ¿Y Erebor? ¿Dónde demonios están los demás? y por favor dime porqué demonios sigues llorando y diciendo que estoy vivo…-Suelta de todo tan a la carrera que cuando acaba debe tomar aire a la vez que recompone su postura erguida, de verdad que este pequeño ser logra sacar lo peor de él.
-Thorin…¿No recuerdas nada? Además las preguntas debería hacertelas yo a ti…-Reclama tras limpiarse la cara pero la expresión nuevamente confusa del enano hace que se relaje al instante- Thorin la guerra acabó hace un año...tú...tú perdiste la vida a manos de Azog igual que él perdió la suya, como Fili y Kili...Yo te encontré tirado en el suelo, te vi morir...todos te lloramos y…-Al bajar la mirada ve con asombro que su carta estaba en manos de este, entonces mil cosas pasan por su cabeza, entonces reacciona y piensa que si todo esto es real y Thorin esta vivo gracias a...a lo que sea que lo haya devuelto, entonces él es el último ser de la Tierra Media que debe abrir ese sobre por lo que con extrema rapidez se lo quita de las manos y lo guarda entre sus ropas de nuevo...por suerte este parece demasiado impactado por la información recibida.
-Es imposible…¿Qué me hiciste mediano?
-¿Qué…? ¿Yo? Nada, ¡Nada por Dios! Yo solo iba a salir al jardín para...para regar mi...árbol…-Alza ambas cejas para luego encoger el rostro al darse cuenta que como mentiroso es nefasto si está frente al enano. Traga saliva y se lleva las manos al pecho- Thorin te juro que te digo la verdad...después de tu muerte volví a la Comarca Gandalf me acompañó, incluso...incluso la bellota que te enseñé aquel día ahora está creciendo como un fuerte...roble -Nota que está hablando demasiado cuando ve que su amigo acaba cayendo sobre un sillón que casi le queda pequeño pero no parece importarle en este momento- Thorin…
-Si yo...morí allí…¿Por qué estoy aquí? -Levanta al fin la mirada para ver como el hobbit se sienta en el borde de la cama y se encoge de hombros, duda de él por un segundo pero pronto recuerda que Bilbo es de fiar...aunque lo de la Piedra del Arca...pero eso lo hizo por su bien y ahora parece asustado y encogido por su reacción- No entiendo nada…
-B-Bueno...lo más importante es que estás vivo -Se remueve un poco, quiere llorar, reír, saltar, correr hacia él y abrazarlo con todas las fuerzas que tiene, quiere gritar y quiere...quiere besarlo, quiere esconderse bajo sus cálidos brazos pero sin embargo solo se queda como un bulto de nervios que se muerde el labio para controlar todas esas emociones que azotan su cuerpo a la vez- ¿Quieres comer?
Lo último que Thorin se espera es esa última pregunta y lo que no entiende es como tras unos segundos acaba asintiendo aún demasiado impactado como para querer hablar pero ni tiempo le da a reaccionar cuando siente que tiran de su mano y Bilbo lo obliga a acompañarlo a la cocina, porque lo que más teme el saqueador en este momento es perder de vista al enano para que este desaparezca. Aún ninguno de los dos acaba de salir de la impresión y el aturdimiento.
