Nunca dejare el pequeño Error
"Desde el comienzo"
Al escuchar las palabras de Blaine de nuestra ruptura no tenía ganas de hacer nada, solo quererme encerrar en mi cuarto y escuchar música triste todo el día, pero creo que eso no le va a Kurt Hummel, dejare de de presionarme y me iré a un bar de Wervestille y ver perder conciencia y desmayarme de tanto alcohol que está en mi cuerpo.
Me Salí de mi cuarto sin pensarlo y agarre mis llaves y me encamine al bar, me adentre al bar y me senté en la barra y al sentarme sentí miradas por todos lados hacia mí, pero no me importo me acerque al que servía los tragos y le pedí un Martini y sentí que me tocaron el hombro voltee y era la persona que menos quería ver me sonrió con esa sonrisa característica de él y se sentó a mi lado sin preguntar.
Hola princesa- me dio un apretón en el hombro
Sebastián- mi voz sonaba algo seca
¿Qué? Ahora que hice- levanto ambas cejas
Nada, solo que no me caes- di un sorbo a mi bebida
Ah ósea que no te caigo- se acerco a mi- y como hare para que te caiga bien- lo último fue un susurro
Nada- lo voltee a ver con una cara provocativa- solo no lo sé ya sabes- estaba a centímetros de su cara
Si lo sé- se acerco mas a mi- a la tuya o a la mia- me respondió esto ultimo
A la tuya, creo que mis padres no quieren escuchar- me levante y le di mi mano
Okey- me respondió y me dio la mano
El camino fue silencio, total diría yo, Sebastián se veía que ya quería llegar por que manejaba como loco.
Dios, Sebastián maneja más despacio- me agarre bueno aferre en el asiento
No, quien no se resiste a ese cuerpo- Me dijo dando un guiño
Bueno- me sonroje
No, me digas que Blaine, si yo te tuviera de novio todos los días serian divertidos- me guiño el ojo
Enserio-levante la ceja
Sip- desde ahí el camino fue total silencio
Llegamos a la casa de Sebastián al entrar un Sebastián con hambre me comió mis labios, y así fue hasta llegar a su cuarto, nos desvestimos como dos feroces bestias, nos comíamos del uno al otro él me empezó a masturbar, y yo empecé a dar pequeñas mordidas en el cuello, después de ahí bajo a mi entrada al sentir el toque no pude evitar soltar un sonoro gemido, el introdujo un dedo y empezó a bajar y a subir, yo le agarre el miembro y lo empecé a acariciar, y soltaba incoherencias cuando lo hacia, al introducir el segundo dedo me tocaba a mí a decir incoherencias.
Kurt, ya estás listo- saco sus dedos y introdujo su miembro y solté un gemido primero de dolor y luego de placer, daba unas fuertes embestidas- O Kurt eres tan apretado- después de eso unas cuantas embestidas me dijo- O Kurt me voy a OHHH- lo último fue un grito de placer y ambos nos corrimos al mismo tiempo, Sebastián cayó en mi cuerpo y se durmió.
Okey quédate ahí- esto último me sonrió y a los pocos minutos me dormí….
