Hola a tods.
Soy nueva por aquí y voy a intentar sorprenderos con esta historia (aunque no se si lo conseguiré, claro)
Os voy a poner más o menos como va a ir:
_Va a ser como una serie.
_Cada parte es un episodio.
_Y cada episodio tiene cuatro capítulos.
_El primer y segundo episodo no son muy Booth y Brennan. Son para ambientar la historia.
Disclaimer: Los personajes de Bones no son míos. Les pertenecen a la cadena Fox y a Hart Hanson.
Episodio 1: Secuestro en el Supermercado
Capítulo 1
El viento azotaba su cara como si de latigazos se trataran. Sus rápidas pisadas hacían eco en aquel callejón oscuro, sin salida. Había caído en su trampa, había estado dando vueltas en forma de círculos por aquel laberinto de calles estrechas y siniestras.
_Eh, chicos, ya hemos jugado al ratón y al gato todo lo que habéis querido_ dijo retrocediendo con las manos en alto, intentando calmar los ánimos_. ¿Por qué no jugamos al escondite? Yo cuento hasta diez y vosotros os escondéis, ¿os parece?
Como única respuesta recibió el crujido de nudillos de los dos hombres.
_Vale, vale, no hace falta que os pongáis así, ¿eh grandullones?_al retroceder de nuevo se topó con la pared del callejón sin salida_. Parece que tendremos que hacer esto a la vieja usanza, con lo que odio las persecuciones.
Se impulsó gracias a la pared y pasó entre medias de ambos rápidamente, casi sin darles tiempo a que reaccionaran.
A medida que corría, cada vez más rápido, las escasas farolas iluminaban las calles.
Dentro de poco estaría a salvo, en una avenida repleta de gente, que borraría sus huellas.
_Te lo vuelvo a repetir, Booth. No te voy a enseñar mi libro. Si quieres leerlo, tendrás que esperar a que salga a la venta, como todo el mundo_ dijo la doctora Temperance Brennan saliendo del Royal Diner, seguida de todo el equipo de mirones, Sweets y su compañero.
_Pero no es justo, Huesos. El agente Andy está basado en mí_ protestó de nuevo_. ¿Sabes que puedo cobrar por derechos de privacidad?_dijo tocando con el dedo índice la punta de su nariz con sorna.
_ ¿Y tú sabes que eso no existe?_ repitió el mismo gesto que su compañero.
_O sea, que admites que salgo en tu libro_ contraatacó de nuevo el agente con una sonrisa de triunfo.
_Yo no he dicho eso_ se ofuscó_. Por cierto, Ángela, ¿Por qué llevas una raqueta de tennis en el bolso?_ cambió de tema la antropóloga forense para no ser molestada por más tiempo.
_Ohm, ¿esto?_preguntó señalando la raqueta_. Es por el celibato. Ahora hago mucho deporte para no pensar en el sexo.
_ ¿Y te funciona?_ volvió a cuestionar viendo por el rabillo del ojo como Booth se disponía a volver al ataque.
_Pues no, pero por intentarlo…
Siguieron hablando de trivialidades hasta que, de la nada, apareció una chica, agitada por la carrera, que se paró a descansar brevemente junto al grupo de amigos.
Al ver la raqueta de tennis de la artista, se incorporó.
_Disculpa, ¿podrías…?_ unos ruidos a su espalda la hicieron girarse. Aquellos dos matones la habían encontrado_. Lo siento, pero necesito tu raqueta.
_Claro_ se la dio un tanto sorprendida.
La muchacha se puso en frente de los dos hombres que a su parecer, tenían el mismo tamaño que un armario.
_Eh, grandullones, después de pensarlo mucho, he decidido que podemos jugar al tennis, ¿os parece?
Los demás miraban sin saber que hacer. Tenían que ayudarla para que aquellos gorilas no la aplastaran ni la mataran como a una cucaracha.
_ ¿Te ayudamos?_ se pusieron Hodgins, Booth y Sweets a su lado.
_No os preocupéis. Vosotros mirad y aprended_ les sonrió con suficiencia.
Dio varios pasos hacia delante, y como si de un detonador se tratara, los dos matones corrieron hacia ella con los puños en alto.
El primero decidió intentar descargar su fuerza contra la cabeza de la chica, pero esta, al ser mucho más menuda, se zafó de su mortífero golpe y le proporcionó un raquetazo en el rostro.
_ ¿Eso es todo lo que sabéis hacer?_ les provocó haciendo girar su "arma" entre las manos_. Hasta la vieja de la esquina pelea mejor que vosotros, y eso que creo que va en silla de ruedas.
El segundo, harto de sus ofensas, probó con intentar darle una patada en el estómago que, aunque lo consiguió, al estar de lado no la dolió tanto.
Unos segundos de confusión por su parte, hizo que el que recibió el raquetazo la tumbase de un barrido, pero la chica, con la gracia y agilidad de un felino, se levantó, notando en su cara varios cortes, afortunadamente superficiales.
Con su posición de defensa, les llamó con la mano, incitándoles a volver a la lucha. Claramente no la rechazaron. Necesitaban vencerla para que no se pusiese en duda su virilidad. Para eso los habían contratado
_Oíd, grandullones, por que no dejamos de pelear. La violencia no es el camino.
Unas risotadas se escaparon de sus sucias bocas, desprovistas casi de dientes, sustituidas por fundas de color metálico.
Esta vez fue la chica quien tomó la iniciativa. Decidió proporcionar una patada en la virilidad del segundo mientras se agachaba y golpeaba con gran fuerza las costillas inferiores del primero.
Les había estado observando para saber sus puntos débiles, y gracias a eso, los dejó a ambos tumbados.
Cuando el segundo se iba a levantar, le proporcionó un certero golpe con la raqueta en la cabeza. Esta se rompió, y el hombre calló redondo, al igual que su compañero.
_Ala, ya está_ se limpió la sangre de las heridas con las mangas de su chaqueta y se dirigió hacia Ángela, pasando entre medias de los hombres de aquel grupo, que la miraban sorprendidos, sin creerse que aquella chica, tan menuda, pudiese haber derrotado a aquellos armarios_ Siento mucho el estado en que a quedado tu raqueta, te la pagaré_ dijo sacando unos cuantos dólares del bolsillo.
_No te preocupes_ dijo sonriendo de forma tranquilizadora_. Además, ya me has dado una excusa para no poder volver a jugar al tennis. Lo odio
_Vaya, pues me alegro de haberte librado de tu horrible penitencia_ hizo una leve reverencia_. Un placer señores y señoritas. Ya podéis cerrar la boca. Las moscas no son buenas huéspedes.
Su mochila estaba tirada al lado de los hombres que ella misma había derrotado. Se agachó, y al ver que estaban despertando decidió decirles unas últimas palabras de despedida.
_Decidle a vuestro jefe que no me busque más. No vale la pena_ se disponía a irse, pero antes se giró una vez más_. Ah y que se busque a nuevos matones a sueldo, cada vez son más incompetentes.
Giró sobre sí misma y se dirigió hacia la entrada del Royal Diner. Se moría de hambre.
_¡Qué fuerza tiene esa chica!_ dijo Hodgins saliendo del shock momentáneo y dirigiéndose hacia Brennan, Cam y Ángela_. ¡Ni que la hubiera picado una araña radioactiva!
_Hodgins, eso es científicamente imposible_ habló por primera vez Zack Addy.
_Lo sé. Sólo digo… Da igual. Déjalo Zack.
El sonido de un teléfono móvil los sacó de sus cavilaciones.
Era el de Booth
_ Booth… ¿Qué?... ¿Dónde?..Vamos para allá.
_ ¿Quién era?_ preguntó la antropóloga.
_Era Charlie. Han encontrado un cadáver en descomposición en el McPherson Square.
Así que… vosotros al Jeffersonian y nosotros en marcha, Huesos
¿Os ha gustado?
Bueno, pues ahora tocan lo reviews, ¿No?
Por favor, tened piedad de esta escritora primeriza, jejeje.
Adióos.
