Disclaimer: Nada me pertenece, excepto ideas. El resto, le pertenece a JK Rowling.


Se sentaba a mirar a los niños pequeños. ¿Por qué demonios? Miraba y miraba, pero nada más que lágrimas lograba. ¿Por qué? ¿Por qué no podía tener un padre normal? Un padre amoroso, que no fuera rencoroso. Un padre comprensivo, caritativo.

Pero no, ese era su destino, su camino. Su padre era un asesino, no tenía sesos ni intestinos. No lloraba, no se enamoraba. Solamente estaba allí, procurando su fin. Y él, él solo quería morir. Sufría, no tenía alegrías.

Así era su familia, disfuncional, anormal. No veía, sin vida. ¿Qué haría? Miraba y miraba, pero no lo lograba. No hacía más que pensar, que no tenía bienestar. Como anhelaba, pero ¡cuánto costaba! Era solamente eso, un desecho. No tendría más vida, qué agonía.

Deseaba abrazos, no golpetazos. Deseaba sonrisas, no mentiras. Deseaba amor, no dolor. Quería caricias, no griterías.

Pero ese era su destino, su camino. No tendría más, nada más. ¿Que había hecho? Sentía el dolor en su pecho. Y allí estaba, mirando a la ventana. Sonriendo con los juegos, de sus anhelos.

Sonreía al mirar a los niños, en el camino. Tenían tanta suerte, en su presente. Se arrojaban la pelota, de forma graciosa. Se reían, ni siquiera sufrían.

¿Por qué no tenía esa suerte? ¿Por qué ese presente? ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué no tenía libertad? Solamente tenía dos palabras en su boca, las gritaba desde ahora.

¡Te odio papá! Solo eso, no hay más en su pecho. ¡Te odio papá! ¡Dame mi libertad!

Te odio papá...