Kyaaa!

Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto; así como el manga en que este fic se inspira y lleva su nombre, Akuma na Eros (también conocido como Virgin Crisis o The Evil Eros), pertenece a Shinjo Mayu. La verdad, sino del todo, este fic diferirá mucho del manga original, no sólo por los personajes. Me saltearé muchas cosas (para evitar la fatiga n_n), y cambiaré otras desvergonzadamente (para compensar mi pereza anterior n_n). Porque eu estou maluca XD!

Momento Aye: Dedicado a Angy Hatake, porque la súper quiero y siempre me animo a probar cosas nuevas con ella; prueba enorme de esto no sólo son las canciones de HIM recomendadas por Angy-chan, que me han inspirado últimamente, sino también este fic en sí, porque es la primera vez que me meto en el ámbito 'sobrenatural' y no me baso sólo en humor o ternura. También es mi primer fic AU, yay!

Espero que sigas escribiendo, chica, tu trabajo es siempre muy entretenido! tQm!

Referencia Musical: 'The Face of God', obviamente, de HIM.

-Ryuu!

Akuma na Eros

Capítulo 1: El Pacto

No había vuelta atrás, lo supo desde el momento en que su habitación fue tragada en una inmensa oscuridad y ella se encontró flotando en el vacío. A pesar de que los nervios la dejaron sin comer desde la mañana, Sakura sintió que iba a vomitar; cómo algo agrio se hacía de camino arriba, por su garganta, presionando por salir.

Cayó de rodillas sobre la nada que la sostenía, entre arcadas y asco, mientras vomitaba su propia saliva- lo único que había tragado en todo el día, ésta estirándose lentamente desde su boca hasta caer, teñida con algo que podría considerar eran sus ácidos jugos estomacales.

Su cabeza daba vueltas, colores centelleando dentro de sus párpados cada vez que cerraba los ojos. Estaba confundida, mareada y tenía unas enormes ganas de abrazarse a algo.

Luego, lo sintió, una presencia. Una presencia maligna; no era necesario tener un sexto sentido para que su primitivo instinto huela el inminente peligro que la acechaba. El aire comenzó a hacerse denso, al puntó que dolía respirar.

Por Kam..!

-No te atrevas ni a pensar en el nombre de Él, criatura- escuchó, una voz melodiosa, sensual, masculina. Cada palabra era entonada con un extraño encanto, sólo escucharlo provocó que algo comience a latir justo entre sus piernas, una necesidad que no reconocía.- Ahora estás bajo mi jurisdicción-

Sakura levantó la cabeza, asustada, limpiando los residuos en su boca con el dorso de la mano. La oscuridad comenzó a arremolinarse enfrente suyo, tomando forma; la joven pelirosa miró con ojos enormes como 'aquello' que se ofrecía a ella, tomaba aspecto humano. Un pequeño perrito lo acompañaba, posado perezosamente en su hombro, mirándola.

Largas, rebeldes cascadas de plata ondeando desde su cabeza gracias a un viento inexistente, cubriendo galantemente el ojo izquierdo del hombre cuyas hermosas facciones atentaban con quemar la vista de la pobre muchacha; su fina nariz, sus húmedos labios, su fuerte quijada; la ojijade estuvo a punto de romper a llorar ahí mismo, indigna de presenciar tanta belleza.

Pero no podía moverse, porque, al mismo tiempo, gracias a esa belleza el terror fingió ser su sangre y envenenó sus entrañas. Porque en la oscuridad, en ésta oscuridad, la maldad se hacía de brillar en aquel perfecto ser ante ella. Era imposible ser tan hermoso… tanto que parecía impuro, sucio; y ahí lo supo: Él era nadie más que el propio Lucifer, Akuma.

Aquel a quien ella había llamado.

-Me has contactado, criatura- siguió él, su voz provocando que el vientre de la joven se tensara ligeramente de placer, así como el húmedo, latente calor entre sus piernas aumentase. – Qué es lo que deseas, tanto que has decidido venderme tu alma?- el hombre peliplateado caminó hacia ella con tranquilidad.- Dinero? La cura de una enfermedad? Fama?- se agachó hasta ella, tomando la barbilla de la joven, levantando su rostro, temblando ella de inmenso, enfermo placer con tan poco contacto. Akuma sonrió.- O es placer, lo que buscas?- acercó sus labios a los de ella, rozándolos, su fétido aliento a azufre golpeando el olfato de la pelirosa.- Me darás tu alma por un par de orgasmos?...-

No supo cómo, o de donde sacó tanta fuerza pero, finalmente, Sakura logró menear la cabeza con lentitud y encontrar su voz.-N...No…-

-No?- el demonio la miraba con interés, no había parpadeado desde que apareció.- Entonces, princesa, qué deseas?-

Sakura dudó un poco y luego respondió.- Quiero amor-

Asuma quedó en silencio unos segundos, una cruel sonrisa deformando sus hermosas facciones, antes de continuar.- Amor, dijiste?-

La chica asintió.-Quiero… quiero que Uchiha Sasuke me ame.- su voz se hizo ligeramente más firme.-Quiero que lo hagas amarme-

El diablo posó un dedo sobre su propia barbilla, como fingiendo considerar.- Mmm, sólo eso? Niña, niña…- meneó la cabeza, aún sonriendo.- obligar a alguien a amarte es un deseo muy egoísta. Incluso si no cumplo con tus deseos, tu oscuridad me llevará tu alma al infierno tarde o temprano- se alzó de hombros y le dio la espalda, listo para irse.

-Espera!- llamó la chica, casi desesperanzada. Había llegado tan lejos por amor a Sasuke, no permitiría que nada la detenga ahora.

Ni siquiera el diablo mismo.

-Eso haré- dijo él, impasible.-Esperaré pacientemente por tu alma a venir…- volvió a voltear hacia ella, conocedor.- A menos…-

-A menos qué?- chilló ella, ilusionada.

-A menos que tengas algo más que ofrecerme…- Ese fue su plan desde el principio: Llevarse algo más que su pobre, débil alma. Y sabía exactamente qué.

Sakura comenzó a perder esperanzas. Siempre pensó que algún día Sasuke se fijaría en ella, se enamorarían y se casarían. Pero nada estaba sucediendo. Se conocían desde tan pequeños y aún así él jamás le prestó demasiada atención, ni siquiera como una amiga. Había rezado, pidiendo a los cielos que sus sueños se cumplan, pero sus plegarias nunca fueron escuchadas. Aquello que le predicaron de niña le había fallado decepcionantemente, y sólo le quedaba una última opción.

Y, a estas alturas, ella estaba empezando a considerarse perdida… y, por eso, decidió recurrir a este pacto, a entregar su alma por amor a él.

Y algo más.

-Tengo algo más- dijo, dolida. Solía soñar en poder entregárselo a Sasuke en su noche de bodas… pero si ni siquiera tenía a Sasuke, poco le servía.- Mi virginidad-

Las largas, puntiagudas orejas del ángel caído se alzaron con atención, al mismo tiempo que el perrito marrón levantó la cabeza.- Tu alma y tu inocencia…- Akuma se lamió los labios.- Quizás no me siento tan paciente hoy…-

El alivio que recorrió a la chica fue meramente fugaz antes de que sus ropas se hagan trizas, dejándola completamente desnuda, expuesta al escrutinio de un diabólico ojo gris humo y dos marrones de can.-No se te ocurra cubrirte- amenazó el peliplata, al parecer bastante conciente de que las intenciones de la chica. No era necesario leer su mente, todos sus sentimientos estaban empastados en la cara de la joven.- Qué edad tienes, princesa?-

- Di… Dieciséis- respondió ella, avergonzada. Sabía que su tan poco desarrollado cuerpo jamás delataría su edad.

-Luces mucho más joven, como una niña…- esa sonrisa cruel estaba ahí de nuevo, más viva, más ardiente y pervertida. Algo levantó a Sakura y la hizo flotar con violencia hacia él. Sakura trató de cubrirse de nuevo con asco, pero sus manos quedaron tiesas a sus costados, atajadas por una fuerza invisible.

Akuma parecía deleitarse con la vista, no pasando por alto ni una pizca de esa blanca piel, sus ojos deteniéndose en el casi plano pecho de ella; no eran más que una excusa de senos, pero se recompensaban con los dulces, tiernos pezones adornando la cima de cada montículo, cuyo color hacía juego con el rosa de su cabello; una de su manos, largas uñas negras adornando el final de cada dedo, viajó hasta atrapar uno de sus pechos y apretarlo sin misericordia, hincando sus uñas en la carne. Sakura soltó un aullido de dolor.- No eres muy linda… - admitió él- pero el horror marcado en tu cara… es bastante tentador. Tu cuerpo es tan frágil y pequeño, me encanta…- exprimió de nuevo el abusado seno, ganándose, esta vez, un llantito para su placer.- Tu alma es mía - rió- finalizó, soltándola y dejándola caer, mientras ella cubría su cara con ambas manos, el llanto haciéndose más entrecortado y fuerte.- y te haré mi señora una vez que Sasuke confiese su amor por ti- miró a la chica, insensible a su dolor.- te has arrepentido, eh? Es una lástima que ya no haya vuelta atrás, Sakura- él sabía su nombre.

La verdad la golpeó en ese momento. Él lo sabía, siempre lo supo. Él sabía que ella tomaría ese libro prohibido de la biblioteca. Sabía que lo invocaría, sabía de su virginidad y sabía que ella se lo entregaría si jugaba bien sus cartas. Lo cual era obvio, siendo él tan astuto como el diablo. Siendo él el mismo diablo.

Y ella cayó en su trampa y no pudo darse cuenta hasta que fue muy, muy tarde.

-Amo…- llamó el perrito, tranquilo. Sakura ni se molestó en preguntarse cómo can se las dio por hablar.- Dejemos a la niña tranquila por ahora, hay cosas que preparar.-

-Tienes razón, Pakkun, tienes razón- asintió el peliplateado- pero antes, hay que sellar nuestro pacto…-

Akuma se agachó hasta la chica, separó las manos de ella de su rostro y secó sus lágrimas con sus manos propias, todo con demasiada gentileza como para ser confiable. Sakura lo miró con horror, y se dio cuenta que él había llevado su cabello hacia atrás, descubriendo su otro ojo, de un extraño carmesí. Sus orbes dispares volvieron a contemplarla en su desnudez, aparentemente bastante complacido con la vista. Una de sus manos permaneció en su mejilla… mientras la otra pasó de su cuello a su nuca, y de su nuca a su espalda, atrayéndola hacia sí.

La respiración se fue de sus pulmones cuando sintió su cuerpo contra los ropajes del demonio, de nuevo, una necesidad haciéndose nacer entre sus piernas. Él viajó su mirar, hasta que ésta se posó longamente en la boca de ella, con hambre.

-Trato hecho- sentenció, antes de presionar sus labios con los de ella dominante, apasionadamente.

OXO

-Sakura!- Haruno Nana llamó desde la cocina- arriba ya o llegarás tarde a la escuela!-

Los ojos de la pelirosa de abrieron al instante, un escalofrío recorriendo su espina, mas, al reconocer su habitación, sonrió en alivio.

Fue sólo una pesadilla. Una horrible pesadilla.

Sus verdes ojos se posaron en el libro de brujería que prestó el día anterior, probablemente el causante de su pesadilla. Bien, lo devolvería hoy mismo!

-Sakura!- volvió a llamar su madre, más irritada.

-hai! Hai!- respondió la chica.

Debía ir al colegio para ver a Sasuke-kun!

OXXO

-Miren, es Sasuke-san!-

-Es tan guapo!-

-Sasuke-san! Sasuke-san!-

La pelirosa rodó los ojos y miró a las revoltosas de su curso con desdén. Ninguna era digna de su Sasuke-kun. Se acercó a él, quien charlaba con su mejor amigo Naruto, o más bien era Naruto hablándole de ramen y Sasuke gritándole que se callara.

-Oi- saludó ella.

-Oi, Sakura-chan!- saludó el rubio de vuelta.

-Llegas tarde- escupió el moreno.

Las entrañas de la ojijade se retorcieron ante semejante trato.

-Déjala en paz, Teme!- regaño Naruto.- fíjate que ni el profesor guía ha llegado aún!-

-Ese hombre está tarde también-

Sakura parpadeó. Ojahima-sensei, tarde? Él nunca llegaba tarde! Era el hombre más puntual, obsesionado con la limpieza, retrógrado y perfeccionista que ella tuvo el infortunio de conocer. Qué habrá sucedido..?

De repente, la puerta se desliza y un hombre entra a la sala de clases, mandó a todos a sentarse y comenzó a escribir en la pizarra. Muchas chicas se sonrojan al verlo y olvidan por completo al popular Uchiha. Los chicos lo miran con asombro.

El corazón de Sakura se saltó uno, dos, tres latidos antes de acelerarse.

-Lo lamento mucho, pero Ojahima-sempai ha fallecido- el hombre, cuyo corto cabello plateado ondeaba mientras él se movía, aclaró la voz con tranquilidad- su funeral está previsto para este fin de semana, a todos los que deseen ir, por favor hablen con la directora-

El hombre voltea al terminar de escribir su nombre en la pizarra, parte de su desarreglado cabello cubriendo el ojo izquierdo, su hermoso rostro deformándose con una perversa sonrisa, mientras miraba fijamente a la joven pelirosa con una mezcla de fascinación y deseo.

Allí, Sakura supo que lo de anoche no fue una pesadilla.

Y que la verdadera pesadilla sólo acababa de comenzar.

-Mi nombre es Hatake Kakashi…-dijo él, voz impasible-… y soy su nuevo profesor guía-

OXXO

Yay! Reviews?