Naruto no me pertenece, sino al gran Masashi Kishimoto. Esta historia la hice como un fin de expresarme.

(O como sea que se diga XD)


-¿Sakura…?

-¿Qué pasa Hinata? –respondió una peli-rosa.

-¿N-no crees que…deberíamos encender velas?

-¿Por qué? –preguntó una rubia metiéndose en la conversación.

-E-es que… -Hinata bajó su cabeza y guardó silencio.

-¿No han notado que Konoha está en plena tormenta eléctrica? –El sonido de un rayo se escuchó a lo lejos, haciendo saltar a las cuatro mujeres- En cualquier momento se irá la energía –contestó Tenten.

-Enserio que eres tonta Sakura, ¿cómo se te ocurre invitarnos a dormir con este clima? –replicó la rubia.

-¡Cállate Ino-cerda! ¡Por lo menos yo…!

Hinata veía temerosa a Sakura y a Ino insultarse. Era increíble que a sus dieciséis años siguieran peleándose así.

La voz de Tenten la volvió a la realidad.

-Hinata, vamos a buscar velas en la cocina –sugirió la castaña mientras salía de la habitación.

-H-hai.

Las dos caminaron en silencio hasta la cocina, donde buscaron velas por todas partes; Tenten las encontró y le pidió a Hinata que llevara un encendedor o unos cerillos, Hinata asintió, y mientras veía alejarse a Tenten con varias velas, ella comenzó a buscar el encendedor. No tardó mucho en encontrar una caja de cerillos, así que salió de la cocina y se dirigió a las escaleras.

El potente sonido de un rayo hizo saltar a Hinata, y la caja de cerillos escapó de sus manos y entró a una abertura entre los escalones. Varios momentos fueron necesarios para que Hinata recuperara su tranquilidad, pero el hecho de que las luces se apagaran la puso todavía más nerviosa.

Las voces de sus compañeras llamándola resonaron desde lo alto de la escalera. Hinata se agachó y metió su mano dentro de la abertura, tanteando varios objetos dentro, hasta que encontró la caja de cerillos y suspiró aliviada mientras la contemplaba.

-¿Hinata? –la susodicha soltó un grito al sentir una mano en su cabeza- ¡Tranquila! ¡Soy yo, Tenten! –Hinata levantó su rostro y vio a su compañera.

-L-lo siento, me asustaste… -Hinata escuchó el sonido de cosas al caer.

-Pues mientras tú y los cerillos se asustan, ellas se están tropezando con todo –Hinata sonrió y le tendió la caja de cerillos-. Bien, ahora prenderemos las velas –Tenten subió algunos escalones antes de volverse-. ¿No vienes?

-E-en un momento.

-Como digas –con esto, Tenten se alejó de ella.

Hinata volvió a meter lentamente su mano en la abertura; ella había sentido un paquete de tamaño considerable allá bajo, y aunque no era precisamente una mujer curiosa, parecía que éste la llamaba, que le pedía ser sacado de ahí. Hinata sintió de nuevo el paquete y lo sacó, aún sin saber lo que contenía. Lo contempló dudosa mientras subía las escaleras y entraba a la habitación iluminada con velas.

-¡Hasta que apareces! –exclamó Ino.

-Ya nos habías preocupado, te tardaste y… -Sakura miró el paquete en manos de Hinata- ¿Qué es?

-No lo sé… -murmuró la peliazul antes de pasarle el paquete a Sakura, que lo abrió y pareció identificarlo de inmediato.

-¡¿Cómo es que no se me ocurrió antes?! –Sakura dejó la caja en una mesa, se acercó a su armario y extrajo de ahí un empaque de color morado-. Chicas, siéntense en círculo para jugar esto –exclamó Sakura con malicia.

-¿Jugar…? –murmuró confundida Tenten, viendo a Sakura completando el círculo al sentarse con las dos cajas en sus manos.

-Verán chicas –comenzó Sakura-, hace algunos años, uno de mis pergaminos rodó hasta la habitación de mi madre, así que entré y mi pergamino estaba sobre ésta caja –Sakura señaló la caja de madera que estaba en sus manos-. Me la llevé a la sala y la abrí, pero en ese momento mi madre llegó, y como si hubiera visto un fantasma, me la quitó y me castigó –se escuchó un rayo-. Investigué sobre ella con las personas más viejas de la villa y al decirles que quería saber qué había dentro, me enseñaron lo que debía hacer y con qué. Así obtuve esta otra caja –Sakura levantó la caja morada-. Pasé meses buscando la caja que mi madre me había quitado, y hoy, gracias a esta hermosa mujer –Sakura le sonrió ampliamente a Hinata, que no pudo evitar sonrojarse- ¡podremos comprobar si todo lo que me dijeron esas personas es cierto!

Sakura se tranquilizó y respiró profundamente varias veces antes de abrir lentamente la caja morada y dejar suavemente la tapa a un lado, como en un ritual. Así dejó a la vista el contenido de aquella caja: dos vasitos de vidrio, dos cuadrados pequeños de metal, una bolsita con un polvo oscuro dentro, un pañuelo de seda y una vela pequeña, ancha y blanca.

-Eh…Sakura… -exclamó Ino con gesto escéptico.

-¡Silencio! –Gritó Sakura, provocando la atención de las tres- Esto es algo serio. Y ahora, según nuestras personalidades les tengo que entregar estos objetos –Sakura tomó un vaso y se lo entregó a Ino-. Te hago entrega de este vaso, para que lo llenes de ti, y tú eres tan inestable como el agua -Ino se levantó refunfuñando y salió de la habitación, provocando una pequeña risa por parte de Tenten y Hinata-. A ti Tenten –la susodicha prestó atención y recibió otro vaso por parte de Sakura-, te hago entrega de este vaso para que lo llenes de ti, y tú siempre tienes los pies en la tierra –Tenten vio confundida a Hinata, que le señaló el pasillo, donde había varias plantas-. Yo, por tener una furia de fuego cuando me lo propongo –la peli-rosa colocó la vela sobre una de las bases de metal, tomó un cerillo y la encendió-, daré vida a esta vela para que represente al fuego.

Ino y Tenten volvieron a sentarse con su elemento en manos antes de que un trueno se escuchara, tal como si hubiera caído al lado de la casa, poniendo a todas nerviosas, a excepción de Sakura, que se hallaba profundamente concentrada con su base en manos.

-Y por último –Sakura tomó la bolsita con polvo oscuro y se la dio a Hinata junto con la otra base y un cerillo-, te entrego a ti Hinata, que eres pura como el aire, la tarea de lograr conseguir tu elemento, el único que falta para iniciar.

Todas vieron intensamente a Hinata, que veía dudosa aquél polvo sin saber qué era. Pero al sentir las miradas de sus compañeras, no dudó más y vertió sobre la base la cantidad adecuada del polvo, para después arrojarle un cerillo encendido. Automáticamente empezó a brotar un humo de olor dulce.

-¿Qué es eso? –murmuró Ino a Tenten.

-Creo…que es un sahumerio –contestó la castaña.

-Ahora, pongan su elemento frente a ustedes –todas obedecieron, y sus elementos formaron un rectángulo.

Bajo la atenta mirada de sus amigas, Sakura tendió el pañuelo en el centro, llenando el espacio entre los elementos. Después abrió la caja de madera y sacó un espejo y un pedazo de tela, con el cual limpió su superficie llena de polvo. Una vez limpio el espejo, lo colocó sobre el pañuelo.

-E-estos símbolos … -murmuró Hinata tocando la inscripción del espejo.

-¿Cuáles? –Le preguntó Tenten, Hinata le señaló la inscripción- 過去の生命… –leyó en voz alta.

-Significa… "Vidas pasadas" ¿n-no?

Hinata miró temerosa a Tenten, que le devolvió la mirada. Juntas vieron a Sakura sonriente.

-Sakura, ¿exactamente de qué se trata este juego?... –preguntó Ino.

-Pues...como ya dijeron Tenten y Hinata, este juego se llama "Vidas pasadas" o 過去の生命, es lo mismo –Sakura se encogió de hombros-. Este juego es casi tan antiguo como la magia negra.

-¿M-magia negra? –repitió Hinata.

-Ajá –contestó Sakura sin darle más importancia al asunto.

Hinata se puso de pie.

-L-lo siento pero... ¡y-yo no quiero utilizar magia negra! –Sakura la vio comprensiva.

-Hinata, en el momento en que contribuiste con tu elemento, pusiste una parte de ti. Si no sigues adelante...bueno, habrá consecuencias –un trueno aportó algo de maldad a las palabras de Sakura, que Hinata entendió y a las que se resignó.

-Como decía –siguió Sakura al ver a Hinata sentada-, este juego es muy antiguo, y se ha usado en el país del fuego para una sola cosa: Saber qué fuiste en tu vida pasada.

La lluvia aumentó considerablemente los truenos y golpeaba insistentemente la ventana, anunciando así su llegada a las cuatro mujeres.

-Pero no teman, esto no nos tomará más de unos cuantos minutos, considerando que no queremos saber detalles –añadió la peli-rosa.

-¡¿Qué?! –Replicó Ino- ¡Si vamos a jugar con magia negra, hay que conseguir todo lo que podamos!

-Tiene razón –exclamó Tenten-. La magia negra no es cualquier cosa; así que deberíamos aprovechar al máximo la oportunidad.

-¡No! ¡¿Están locas?! ¡Podríamos perder nuestras almas! –gritó Sakura.

-¿A-almas...? –murmuró Hinata.

-¡Si pedimos detalles y no somos cuidadosas nuestras almas podrían quedar encerradas dentro del espejo!

-¿Estás diciendo que el alma de otra persona puede estar ahí dentro? –preguntó Tenten.

Sakura reflexionó unos instantes antes de contestar:

-Cuando no se tiene la protección de los cuatro elementos, se juega para hacerle burla al espejo o por querer demostrar que no pasa nada... Entonces tu alma queda atrapada, o también puede ser porque tienes una parte de una alma –relató Sakura.

-¿Qué? No te entendí lo último –exclamó la rubia.

Sakura suspiró.

-Al momento en que nacemos tenemos un alma, una parte de ella se encarga de hacernos saber quienes somos, otra nos permite tener sentimientos, y otra pequeña parte nos da movilidad en nuestro cuerpo. Las tres se complementan –la peli-rosa junto sus manos para ejemplificarlo-. Sin embargo, en juegos como éste, las partes que nos hacen sentir y saber quienes somos, quedan cautivas aquí y son enviadas al inframundo. ¿Hasta ahí entienden?

Todas asintieron.

-Bien –Sakura suspiró-. Imaginen que hace cien años, una chica con mi rostro y actitud juega "Vidas pasadas", se burla del espejo y éste atrapa su alma.

-Pero, ¿cómo sabes cuando alguien pierde esas partes del alma? –interrumpió Tenten.

-Fácil. Como solo queda la parte del alma que nos da movilidad, esa persona no vuelve a tener algún sentimiento hasta su muerte.

Todas guardaron silencio.

-Continuando –Sakura retomó el relato pasado-. Y hoy, después de cien años, yo lo juego y pido detalles muy, pero muy precisos. El espejo tiene que abrir el portal entre el mundo espiritual y el nuestro, entonces el alma de esa chica me detectaría y absorbería el resto del alma que yo tengo de ella.

-Entonces… ¿cualquier alma puede entrar a este mundo por medio del espejo?...

-Sí –contestó Sakura.

-¿Aunque no haya sido encerrada por el espejo?

-Ajá. Basta con que sea un alma en el mundo espiritual.

-Pero… ¿cómo entran?

-Eso no lo sé muy bien, pero creo que si el espíritu es muy fuerte, y nosotras nos sentimos inseguras o con miedo, éste puede hacerse paso por el espejo –la peli-rosa se pasó las manos por el cabello- ¿Ya entienden por qué no debemos pedir tanto?

-Entiendo –exclamó Tenten.

-De acuerdo… –contestó Ino.

-¿Y tú Hinata? –Sakura buscó la mirada perlada de su compañera- ¡¿Se desmayó?!

-No creo… –soltó Ino, haciéndose paso para acercarse a la ojiblanca, que tenía la mirada perdida.

-¡Ino! –gritaron Sakura y Tenten al unísono.

-¡¿Qué?! –gritó Ino asustada.

-¡Destruiste los elementos!

Ino se giró y vio que había tierra que manchaba la alfombra, que había agua que mojaba el espejo y cómo la vela de Sakura estaba apagada.

-Ups… -soltó Ino sonriendo, obteniendo un bufido por parte de sus compañeras.

-¿Qué hacemos?

-Pues…activar de nuevo los elementos y…despertar a Hinata.

-Yo sé qué hacer –Ino chasqueó sus dedos frente a los ojos de Hinata; que no tardaron en verla asustada.

-¿Qué pasa…?

-Te fuiste del mundo por unos instantes.

Hinata tocó su cuerpo y rostro con manos temblorosas.

-No estuviste muerta –dijo Tenten divertida-, tan solo estabas en las nubes.

Tras el suspiro de alivio por parte de Hinata, sus tres compañeras se levantaron. Ella las miró temerosa.

-¿A-a dónde van?

-Ino arruinó nuestros elementos, debemos activarlos para jugar "Vidas pasadas". ¿Dónde están los cerillos? –Sakura atrapó en el aire la pequeña caja que le arrojó Tenten y la abrió-. Se acabaron, hay que buscar más.

-Préndelo con una de esas –Ino señaló la flama de una de las tantas velas que iluminaban la estancia.

-No. Debe ser encendida por una flama nueva.

-De acuerdo… -murmuró Ino molesta.

-¿Ya saben dónde conseguir su elemento?

-En la llave del baño –respondió Ino.

-En la planta del pasillo –respondió Tenten.

-Bien, yo bajaré a la cocina.

-¡E-esperen! ¿Me dejarán sola? –Hinata miró suplicante a las chicas.

-No deberíamos dejarla sola con el espejo-chupa-almas, y menos si solo la protege un elemento –opinó Ino.

-Tranquila Hinata, volveremos pronto. No te pasará nada –la tranquilizó Sakura. Cada una de las tres tomó una vela y salió de la habitación.

Dejando a Hinata sola con el espejo.