¿Derechos de autor? No, los personajes no son míos... Aquí llego con otra desternillante y extraña historia de las mías, donde un solo pensamiento genera estupideces tan grandes como esta.

...Lo cual no significa que vaya a dejar ninguna de las historia que he comenzado a medias. Es sólo que no quiero olvidar esta. En cuanto pueda, actualizaré las otras.

-Diálogo-

"Pensamiento"


ASÍ QUE MARIMACHO, ¿UH?

Prólogo cortito, de esos que te lees en cinco minutos y dices "Anda, parece interesante. Veremos cuándo comienza lo bueno"

Y aquí comienza esta historia, que ni siquiera tiene una introducción decente, porque me dió mucha pereza y porque todos sabemos lo que pasa cuando Ranma y Akane se pelean por cualquier giliflautez: los dos están muy cabreados, se insultan y acusan sin decir nada y además luego, tras una corta, breve e interrumpida disculpa todo vuelve a su cauce habitual en el que cualquier estupidez vuelve a provocar otra bronca. Todos lo sabemos, ¿verdad?

Ranma y Akane volvieron de la escuela. No se dirigían la palabra, pero además traían caras largas. Pero es que esta vez traían un cabreo descomunal. Y Akane una depresión de caballo.

-¡Tadaima!- dijeron a la vez al llegar, tras lo cual se miraron con furia un segundo y giraron el rostro.

-Ah, hola Akane, Ranma. ¿Cómo os ha ido hoy en el co...?- al asomarse de la cocina, vió que el ambiente era un poco denso. -¿Os habéis peleado otra vez?- preguntó Kasumi.

Ranma se encogió de hombros y fué a la sala de estar. Akane respondió con un breve -Si, algo así...- y se fué escaleras arriba.

Nabiki dejó de mirar la tele para responder -Geezz, estos dos no aprenderan nunca... Menos mal que la mayoría de las veces se llevan bien.

Ranma escuchó esto y dijo -Sí, sobretodo cuando no golpea a todo ser viviente por delante.- luego giró hacia el hueco de la escalera y gritó -¡¿Me estás escuchando, marimacho?!

Los puños de la chica se cerraron en frustración, a la par que murmuró inaudible -Idiota...- y cerró la puerta de su cuarto.

Cayó pesadamente en la cama. "¿Porqué me llama marimacho?" pensó, dándose la vuelta para estar boca arriba. "No lo soy... ¡No soy un marimacho! Ukyo sí puede ser un marimacho. Después de todo, viste como un chico y trabaja por su cuenta... Yo llevo vestidos, me maquillo, ¡Me gusta ir de compras...! No puedo ser un marimacho..."

Cruzó los brazos alrededor de su estómago.

-Ya estoy cansada de todo esto... Creo que hasta me he acostumbrado...

Mirando al techo, aburrido, escuchaba el tic tac secundero del reloj.

Se llevó las manos a la cabeza, despeinándose en frustración -¡¡AAArhg, ya estoy harta!!

El grito fué audible en el piso de abajo. Kasumi miró al chico preocupada, mientras que Nabiki se tapó los oidos.

-Creo que deberías disculparte, Ranma.- aconsejó Kasumi.

Nabiki ordenó -Sí, y antes de que acabe la película y no haya podido escuchar nada. Te conviene.

Ranma solo continuó allí, mirando un rato a la mesa. Como si el mueble fuese el culpable y no él.

Entonces fué que se levantó y llamó a la puerta de Akane. -Akane, abre por favor.- De dentro escuchó un fuerte -¡¡Largo, estoy ocupada!! ¡¡Vuelve dentro de un rato!!

Ranma estuvo un rato quieto en el sitio, antes de hacer caso y marchar a su cuarto. "Ella no está llorando, ¿verdad? No, maldición... Está llorando..." pensó. No estaba en lo cierto. Akane no estaba llorando. Muy al contrario, llevaba una sonrisa en su cara. Una sonrisa con algo de picardía y rebeldía.

Ella estaba sacando todo lo que tenía en su armario fuera de su sitio, desperdigando la ropa por el suelo. Todas sus faldas fuera, quedando solo los pantalones en las perchas, y aquellas prendas que no eran rosa ni bonitas.

Luego se dirigió a las cubiertas de su cama y suspiró. Los ositos eran bonitos, pero...

No los necesitaba. ¡Mantas fuera!

Y el cuadro ese del poni.

Ni ese peluche panda. Ni el otro cerdil. Y tampoco necesitaba eso otro.

Todo fué a la basura, incluido su uniforme escolar, el set de maquillaje y los posters.

Y así, una desnuda Akane alzó el brazo al cielo y dijo -¿No querías una marimacho, fea y tonta? ¡Pues ahora la vas a ver!

Continuará...