Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, solo la idea de la historia es mía.

Nota aclaratoria: Para entender este fic se necesita leer el fic titulado " Deseo Fugaz", ya que esta historia es un complemento.

Deseo Fugaz: Un vistazo al futuro...

Capitulo I ¿Dónde están nuestros hijos?

- Introducción

Las Familias del Futuro

El sol bañaba con sus rayos las casas de Kyoto, una mañana fresca, llena de calma... extraño para un lugar donde había niños viviendo... Sólo había dos respuestas para ello... tal vez seguían descansando en el mundo de los sueños o andaban por allí dejándose de su conducta traviesa... ingeniando algo nuevo para que sus padres les dieran un buen sermón de los valores y la moral... cosa que a su edad no era de mucha importancia... Eran reglas que debían cumplir... pero ya en otro momento lo harían... ahora tenían que disfrutar de su infancia... una etapa corta de la vida... pensamiento aguardado en las cabecitas de los angelitos.

- Buenos días Jiya ¿Has visto a Saomi Chan ? – preguntó una bella mujer de mediana estatura asomada desde la puerta de la entrada de la cocina.

- Buenos días mi ángel... No... Aún no ha venido mi angelito a darme los buenos días – respondió el anciano bebiendo de su taza un líquido oscuro.

- Esto no me da buen presentimiento... siempre que esa pequeña no aparece es por que anda por allí haciendo una travesura – decía una mujer de cabellos largos y castaños que partía en rebanadas delgadas el pan.

- Por favor Okon... Mi hija es una niña juguetona... no hace las cosas con maldad – defendió la recién llegada a su sangre.

- Misao todos sabemos que esa pequeña no tiene maldad... basta verle sus lindos ojos y su carita de ángel para no dejar de amarla y creerle ciegamente... pero debes estar de acuerdo conmigo... que lo que no se le ocurre a ella, no se le ocurre a nadie – dijo Okon mirándole.

- Bueno... en eso tienes razón, Saomi Chan es traviesilla, pero un amor del cielo – dijo Misao caminando pesadamente hacia el jardín.

OoooOoooOoooOoooOoooO

- ¡Sanosuke Sagara! – se escuchó el grito femenino.

- No es necesario gritar Koishi... aquí estoy – decía un hombre de cabellos castaños adormilado.

- Me quieres decir ¿Dónde están tus hijos? – preguntaba una mujer de cabellos negros recogidos en un moño.

- Pues donde más Megumi, deben estar durmiendo o jugando con el perro – decía Sanosuke acercando su rostro a la mejilla de la mujer, depositó un tierno beso en está y sintiendo su aroma, la abrazo por la cintura.

- Sanosuke... no estoy jugando - dijo la mujer molesta – necesitamos saber donde se han metido esos niños – dijo queriéndose soltar de la prisión del cuerpo de su marido.

- Yo tampoco estoy jugando – dijo Sanosuke depositando dulces besos en todo el rostro de la joven – deben... andar por ... allí... en la casa de los Himura – dijo Sanosuke atrapando sus labios en los suyos, le dió un beso apasionado... que le robaba el aliento.

- Por fa...vor ... Sano ... quiero ... saber...donde están los niños – dijo Megumi con dificultad... le costaba apartarse de su esposo.

- Aprovechemos que estamos solitos – le miró con picardía y sus palabras eran sensuales y casi irresistibles a negarle sus deseos.

Megumi tomó valor y se separó del castaño – No Koishi ... ahora mismo vas a buscar a nuestros querubines... no es hora de que vayan a dar lata a casa de los Himura

- Pero... – dijo perezosamente el hombre-

-Pero nada... ve... si no regresas con esos niños... no habrá almuerzo – dijo con firmeza la mujer.

- POR QUE SOY YO... – hizo un puchero - QUIEN DEBE PEGAR LOS PLATOS ROTOS DE MEGAN Y DE ZOUZO – dijo Sanosuke molesto dirigiéndose a la salida de su casa.

La pelinegra le tomó del brazo para llamar su atención, Sanosuke volvió su rostro en dirección a ella.

- Te prometo que si los traes de vuelta podemos pensar en ser 5 en vez de 4- dijo Megumi robando un beso casto de los labios del atractivo hombre.

Sanosuke sonrió para verle que ella le guiñaba un ojo, se dispuso a la tarea de encontrar a sus diablillos.

OoooOoooOoooOoooOoooO

- Aoshi San... su té – dijo Omasu dejando la taza frente al hombre que meditaba en su habitación.

- ¿Dónde esta Misao? – preguntó con su voz firme el Okashira al notar que no era ella quien le traía su té.

- Misao... anda buscando a Saomi Chan – dijo Omasu mirándole insegura.

-Entiendo... – dijo Aoshi abriendo lentamente sus ojos para ver el rostro de la ninja.

- ¿Algo más Aoshi San? – preguntó la mujer haciendo una reverencia.

- Si ¿ Dónde esta Iosha kun? – preguntó tomando en sus manos la taza de té para beber un poco.

- Él se encuentra con Lita San, en su entrenamiento – dijo Omasu más tranquila.

- Ya veo... – dijo Aoshi dejando la taza en la bandeja de plata que se encontraba justo frente a él.

- ¿Desea que le diga que usted quiere verlo? – preguntó Omasu curiosa.

- No... sólo dile que una vez que termine el entrenamiento busque a Saomi Chan – dijo Aoshi cerrando nuevamente sus ojos.

- Lo haré – respondió Omasu- ¿Aoshi San necesita alguna cosa más? – preguntó con respeto a su líder.

- Sí, cuando Lita San termine el entrenamiento con Iosha Kun... dile que quiero hablar con ella – dijo Aoshi.

- Claro – dijo Omasu, esperando alguna otra orden.

- Puedes retirarte – dijo Aoshi con serenidad y con un pensamiento que le turbaba en su mente - ¿ Dónde estará esa pequeña traviesa? -

OoooOoooOoooOoooOoooO

- Yahiko Chan – dijo una mujer de cabellos azabache recogidos en una coleta - ¿Has visto a Kenji ? – preguntó curiosa.

- No ... talvez este con Kenshin limpiando el Dojo – respondió el adolescente.

- Hoy le toca a Rioko ayudar a su papá... Kenji tiene que ir conmigo al mercado, para comprar las cosas para hacer la comida – dijo la mujer.

- Lo siento Jo chan... no los he visto – dijo Yahiko mirándole sentarse frente a él.

- Pero donde se ha metido ese niño, sólo falta que los niños de Sanosuke hayan venido por el para llevárselo a jugar al Río.- dijo Kaoru preocupada

- Puede ser, ya conoces a Megan, esa pequeña es tremenda... lo que no hace ella lo hace Zouzo – dijo Yahiko sin quitar la vista de la mujer.

- Temo por la vida de mis niños cada vez que están con esos dos – respiró profundamente - no son malos niños.. al contrario no saben el significado de la palabra peligro o miedo... tienen valor de sobra y por eso siempre están dispuestos hacer de todo... se parecen a su papá – terminó de decir una Kaoru preocupada.

- Tranquila Jo chan... Kenji se sabe cuidar bien... tiene buenos maestros – dijo Yahiko dando seguridad a su compañera de conversación.

- Pues... tal vez tengas razón- dijo Kaoru con una sonrisa.

- Kaoru ¿ Has visto a Rioko? Tengo 30 min esperándola para que hagamos la limpieza y no ha llegado – dijo Kenshin entrando al lugar, miró extrañado a su esposa y a Yahiko que le miraron interrogantes.

- O tal vez no- dijo en voz baja el muchacho al escuchar que sus palabras de calma no harían efecto.

- Ahora si estoy preocupada... Kenshin tampoco encuentro a Kenji – las lagrimas amenazaban con salir libres de los ojos de la joven.

- ¿Cómo es posible eso? – preguntó el pelirrojo con un semblante muy serio.

- Yo no los vi salir... deben andar por allí jugando con los hijos de Megumi y Sanosuke – dijo Yahiko.

- No lo creo –se escuchó otra voz masculina desde la entrada del lugar llamando la atención de todos.

- Sanosuke ... ¿ Qué haces aquí ? – preguntó Kaoru.

- Buscando a mis hijos – respondió Sanosuke sentándose en el piso.

- Entonces el misterio se ha resuelto... Kenji, Megan, Rioko y Zouzo andan por allí jugando – dijo Yahiko más tranquilo.

- He dicho que no – dijo Sanosuke.

- ¿Por qué estas tan seguro? – preguntó kenshin mirándole fijamente.

- Ya los he buscado en todos los lugares donde van a jugar... y nada... parece que se los tragó la tierra... mi última opción era encontrarlos aquí... – dijo Sanosuke con preocupación en sus palabras... muy poco característico en él... Estaba seguro que si regresaba sin los niños a casa Megumi lo mataría y no le daría la oportunidad de aumentar la familia... una petición que venía ya de hacerle de meses... no era justo ahora que accedía sus niños se perdían.

Kaoru no pudo ser más fuerte y abrazándose a su esposo comenzó a llorar sin consuelo.

OoooOoooOoooOoooOoooO

- Saomi Chan, ven con mamí – decía Misao en medio del bosque, conocía muy bien a su niña, le gustaba ir a ese lugar para jugar un rato sola, pero hasta el momento habían transcurrido ya más de 60 minutos y ningún rastro de ella, pasaban de la 10 de la mañana y empezaba a sentirse ansiosa y preocupada... Saomi nunca salía de casa sin pedir permiso... esta vez su travesura había ido más allá a cualquiera de las que se le habían ocurrido, sin poder caminar más... se sentó en el piso duro... repleto de tierra sólida.

- ¿Estas bien mi ángel? – preguntó Okina viéndola sentarse derrotada en el piso.

- Hai- dijo con tristeza en su rostro la joven.

- Mi pequeña... ya verás que Saomi aparece pronto – dijo Okina abrazandola, escuchándola sollozar.

-¿ Ahora... que le... voy... a decir... a su... papá? – preguntó Misao hecha un mar de lagrimas.

- Ya verás que él entendera... te brindará una sonrisa y te dirá que no te preocupes que la encontrarán- dijo Okina dándole consuelo.

OoooOoooOoooOoooOoooO

- ¿Koishi? – Sanosuke entraba serio a su casa, buscando a su esposa... una y otra vez en su mente repetía el discurso que le daría sobre la ausencia de sus hijos... - ¿Dónde se habían metido... - Esto no les venía nada bien... estaba seguro que Megumi se enfadaría tanto que los castigaría de por vida y de seguro hasta a él le tocaría.

- Sí cariño... ¿ Dónde están mis querubines...? les he preparado un almuerzo riquísimo – decía Megumi con una sonrisa en sus labios, pero al verle allí solo, con una mirada sin brillo empezó a tensarse... ¿algo no andaba bien?

- Kitsune...toma asiento – dijo Sano mirándola directo a los ojos.

Lo sabía algo no andaba bien... cuando su marido se dirigía a ella con el apodo de soltera era por que malas noticias venían después.

- No me voy a sentar... dime que ocurre cabeza de pollo – dijo Megumi algo molesta.

- Rayos – musitó Sanosuke al darse cuenta que le había llamado cabeza de pollo, eso significaba que ella sabía que lo que tenía que decirle no eran precisamente las buenas nuevas que ella esperaba... odiaba llamarle Kitsune cada vez que algo malo tenía que comunicarle... – como quieras – continuo... acercándose a ella para abrazarla.

- No te me acerques... sólo dime lo que me tienes que decir... ¿ Dónde has dejado a nuestros hijos? – preguntó una preocupada mujer.

- Pues... no están en ninguna parte... ni en la casa de los Himura ... los niños de los Him... – Sanosuke abrió sus ojos de par en par y en reflejo tomó en sus brazos a su mujer, que al escuchar sus palabras se había desmayado – ura también han desaparecido, lo vez Koishi... te dije que te sentarás – Besó sus labios.

OoooOoooOoooOoooOoooO

- Aoshi San ¿Quiere comer algo? – preguntó Okon al verle bajar por las escaleras.

- No¿ Ya ha aparecido Saomi Chan ? – preguntó con semblante tranquilo el Okashira.

- No lo sé... Misao Chan salió a buscarla –respondió Okon sonriendo al ver que detrás de su líder aparecía el hombre que amaba.

- Hola preciosa... ¿Cómo está el amor de mi vida? – saludó el hombre acercándose a la mujer para besarle la mejilla... pasando por alto la presencia del Okashira.

- Bien mi amor – respondió contenta Okon.

- Shinomori – dijo el hombre, como saludo pronunció el nombre del ninja.

Aoshi asintió regresando el saludo – Hiko San-

- Y dime Okon ¿ Dónde esta mi otro amorcito?- dijo el hombre que abrazaba de la cintura a la mujer.

- No bromees conmigo Seijuro, Seoko Chan esta contigo ¿verdad? – dijo Okon perdiendo la sonrisa de sus labios y frunciendo el entrecejo.

- Por supuesto que no... Seoko Chan no salió nunca para acompañarme – dijo Hiko mirando a su esposa.

- ¿Cómo?... no puede ser... también Seoko ha desaparecido...- dijo Okon preocupada.

- ¿Quién más desapareció? – preguntó interesado Hiko.

- Saomi Chan... no esta por ninguna parte... Misao tuvo que salir a buscarla Jiya la acompañó. – dijo Okon muy preocupada.

- Tal vez anden por allí jugando... ya sabes lo jovial que es la pequeña Saomi... no te preocupes amor... mira si el Okashira no se ha preocupado... nosotros tampoco. – dijo Hiko abrazando con fuerza a su esposa.

- Aoshi, me dijo Omasu que querías verme – dijo una mujer de mirada miel.

- Si – dijo el ninja asintiendo.

- Antes de que me digas algo ¿ Quiero saber por qué Iosha kun, no asistió a su entrenamiento? – dijo la mujer castaña mirando el semblante del hombre que por primera vez cambiaba a preocupación.

- ¿ Qué has dicho? – se escuchó la voz débil de una mujer.

Todos voltearon para encontrarse con ella, y la vieron allí en brazos de un hombre de cabellos castaños... y una sonrisa en sus labios, a un lado de él estaba el anciano que le había acompañado a buscar a su hija.

Aoshi la miró interrogante... ¿qué estaba ocurriendo en ese lugar?. Misao al encontrarse con la mirada del Okashira pidió al hombre de mirada castaña que la dejará en el suelo para estar de pie y empezar a discutir la desaparición de Saomi Chan y Iosha kun...

- Misao... en tu estado no creo que sea bueno que sigas de pie- dijo el castaño.

- No hace falta que te preocupes por mi, estoy bien, - le obsequió una sonrisa, mirando su linda barriga de 6 meses de embarazo.

- ¿Te encuentras bien?- preguntó Aoshi sin quitarle la vista de encima

- Si – Misao asintió.

- Entonces¿dónde se han metido esos niños? Ni Saomi Chan, ni Seoko Chan están aquí y ahora resulta que Iosha no se apareció en su entrenamiento – dijo Okon con mucha preocupación.

- No te preocupes cariño, las niñas están en buenas manos, Iosha esta con ellas ¿o me equivocó Lita San? – diji Hiko mirando a la ninja, líder del clan vecino.

- Por supuesto que si, Iosha es el mejor – dijo ofendida para mirar a Aoshi y tomar su mano – lo vamos a encontrar ¿cierto? – dijo con voz preocupada.

Aoshi asintió caminando hacia donde se encontraba Misao parada, Soujiro hablaba con ella dándole ánimos, diciéndole que encontrarían a los niños, que no le hacía bien al bebé que se preocupará.

- Te prometo que los vamos a encontrar – dijo Aoshi en un susurro sin quitar la vista de los ojos cristalinos de Misao, quien al escucharle hablar con su voz serena, se le acercó para que él le abrazará...

- Aoshi Sama... perdóname -

OoooOoooOoooOoooOoooO

Notas de la Autora: Tomé la decisión de separar esta parte del fic " Deseo Fugaz" , por que después de pensarlo mucho, me dí cuenta que esta parte como que cortaba el hilo de la otra historia, así que mejor la pongo aparte como un universo paralelo. El fin es que ustedes no se enreden con la trama y que la lectura sea fluida y comprensible. Muchas gracias por el apoyo.

Hola chicas... espero que les haya gustado el viaje en la maquina del tiempo... no se si me quedó bien... pero bueno... espero sus comentarios...

Agradezco a las siguientes señoritas que me leen y son constantes: sakura waters, CiNtHiA(gracias por seguir leyendo...) gabyhyatt,Tao Jun Shinomori, Alexandra Shinomori, yoshi, Misao-21(hola amigui, extrañe tu reviews, espero te guste este capi), bueno chicas este capi va dedicado a todas ustedes que me han dejado reviews lo antes posible.

Atte: Alis Chan.