Marinette sonrió incrédulamente.

"¡Esto no estaba pasando!"

Mientras sentía como todo su cuerpo emitía un leve temblor, al tener su mano sujetada por la de Chat Noir mientras veía como los labios del minino se acercaba a su mano.

"Pero ¿Qué carajo?"

— ¿Qué te pasa? —Preguntó la joven con temor— ¿Estas bien?

"¿Tan mal le hacia el licor?""¡Porque eso debía ser!" "¡Estaba actuando extraño de un segundo para otro!"

Para ser precisos, luego de consumir tres bombones con licor, y eso, al parecer le surtió efecto para actuar como una persona completamente diferente. En este instante, la miraba con los ojos brillosos y dilatados y una boba sonrisa en su hermosa cara -omitan el hermoso- Marinette no había consumido.

— Perrrfectamente —Ronroneó mientras besaba la mano de la susodicha brindándole un calor a todo su cuerpo, coloreando el mismo.

Ella lo intento apartar, pero el gatito no lo permitió. Sin previo aviso, él, la había acercado a su cuerpo como si estuvieran a punto de bailar. Chat Noir que tambaleaba, simulaba que ya lo estaba haciendo.

— ¿Chat Noir? —Marinette lo miraba fijamente. Chat Noir tenía una mirada dilatada y una sonrisa traviesa.

Ella no intento acobardarse.

— ¿Estas borracho? —Preguntando lo último con vacilación. Después de todo, lo único que comió fue chocolates antes de ponerse de ese modo.

"No" Negando con la cabeza ella misma, respondiéndose. "Imposible" Refutó de la misma manera. "Pero..."

— ¿B-boboracho?... No —Mientras negaba con su cabeza y todo su cuerpo— Pero debes admitir que ese chocolate, tenía whiskas...

Marinette rió. Salió de la nada, al escuchar la última palabra y mucho más que tenía un tono campirano.

"¿Whiskas?"

Repitió su mente mientras las carcajadas de ella se escuchaban en la habitación. Chat Noir la miraba embelesado.

— Me gusta que te rías —Confesó a centímetros de su rostro. Marinette pudo sentir su aliento que no olía alcohol. Solo chocolate, delicioso y embriagante chocolate— Me gustas.

Añadió. La cara de Marinette se volvió carmesí y empezó a arderle cuando el felino comenzó a acercar sus labios a ella.

— ¿Q-que...? "¿Que estás haciendo?"

Quisó preguntar, pero no pudo cuando sus labios se estamparon a los de ella. Sus ojos se abrieron lo más grande que pudieron y se quedó estática mientras el gato profundizaba el beso.

Ella sentía el sabor del chocolate, aun cuando se separaron lo sintió en sus labios.

Y unas preguntas retumbaron en su mente.

¿La había acabado de besar? Pero... ¿Que tenía esos chocolates? ¿Una sustancia rara y desconocida? ¿O realmente era malo con el licor?

— Chat...

Las palabras murieron en sus labios, cuando el dedo índice se estampo en los labios de Marinette.

— Shhh —Articuló— Este gato tiene que salvar a los ciudadanos.

Y con eso dicho se fue de ahí.

Dejando a Marinette con los ojos abiertos y la quijada por igual viendo como Chat Noir partía.

"¿Que había pasado?"

Su mente cuestiono mientras sus rodillas flaqueaban y se rendía al suelo mientras con las yemas de sus dedos tocaba sus labios previamente ultrajados.

.

.

.

La respiración de Chat Noir era acelerada, mientras a cuatro patas iba a avanzando por los techos de la casa. Se detuvo en un tejado a mitad del camino que lo llevaría a su hogar. Se sentó en cuclillas y se revolvió el pelo.

— Uff… con esto no me matara —Se dijo con una mano en su pelo, un sonrojo penetrando sus mejillas, su pecho subiendo y bajando rápidamente. Y sobre todo sabiendo muy bien lo que estaba haciendo y lo que había hecho.

Porque Chat Noir no estaba borracho, más bien fingió estar borracho por la razón más vil. Besarla.

"¿Que tan bajo ha caído?"

Su inconciencia, no limpia, preguntó. Mucho, se contestó a sí mismo. Al final de cuentas, lo volvería a hacer porque por el momento no se animaba a besarla y decirle que le gustaba, completamente "sobrio"