(Aparece un Dalek haciendo rechinar sus rueditas en el set... si no han visto Doctor Who, vayan y busquen que es un Dalek)
Un saludo a todos los lectores y lectoras de esta pagina. Mi nombre es Dalek!Bellette y seré su guía en este fic escrito y hecho a partir de un letargo descomunal tras una tremenda carga de trabajo. Los capítulos se van a subir dependiendo del tiempo libre del autor, así que no desesperen.
Este fic es también es un crossover con Homestuck y es independiente a "Metal y Madera" (el fic de duelo xiaolin de la misma autora). Lo que quiere decir que no importa cual de los dos leas, aunque tengas casi los mismos personajes en ambos y una historia con una temática parecida, la trama, los personajes y el final de los mismos serán manejados de forma distinta por razones obvias. Hay que aclarar que el autor de este texto estaba un poco renuente a subirlo por que se maneja con un poco de humor negro y quizás pueda parecer un poco absurdo en algunas ocasiones... pero así es la obra de Vasquez...
Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen. O al menos los principales. Una parte le pertenece a un sujeto raro de nombre Jhonen Vasquez que siente angustia al ver lo que han creado sus fanáticos, y la otra parte le pertenece al troll internetero mas famoso del mundo, Andrew Hussie.
Advertencias: Este fic es ZADR, y esta clasificado M por una razón que resumiré en simples palabras: Contiene sexo, drogas y rock and roll, de manera literal, pero mas que sexo, va a haber drogas. Habrá menciones ligeras de uso de calmantes, barbitúricos y cigarrillos, las palabrotas van a estar al por mayor y en capítulos mas adelantos va a comenzar un ligero toque de Gore y violencia extrema. Bajo guerra advertida no mueren soldados, así que si no quieres que tus "rage comments" sean ignorados de manera olímpica, mas vale que des media vuelta ahora que puedes (o si quieres quédate, nadie te esta corriendo xD).
Prologo
-Oh, la humedad. Gloriosa, gloriosa humedad-
El agua de la tina le llegaba hasta el cogote, pero estaba bien, era su momento de relajación nocturna. Desde que un accidente en la escuela secundaria le hizo descubrir que el agua destilada no le hacía daño, la bañera pasó a ser su lugar favorito para divagar. Lo único que se necesitaba hacer era filtrar y calentar antes de sumergirse en el líquido.
-Bueno, veamos que tenemos para mañana- se dijo para si mientras se secaba las manos y buscaba su celular entre la ropa sucia.
Zim palpo con sus garras el "touchscreen" y verificó su agenda. Al ver la fecha, al extraterrestre se le hizo una cara de disgusto casi en automático y abandono la maquina en los bolsillos de sus pantalones, todo acompañado de un muy molesto suspiro. Resultaba que con el día de mañana se cumplían 11 años desde su llegada al planeta tierra con la misión de conquistarla... y 10 desde que se dio cuenta de que dicha misión era una total farsa.
Todo comenzó en una tarde de Octubre, a un año de haber arribado a la tierra, en la que su computadora tuvo algunas fallas de conexión. Entre lo que estaba tratando de repararla, y su vez comunicarse con los mas Altos, a Zim se le filtró una grabación de la cámara de seguridad de sus líderes. En la misma, escucho comentarios, datos y risas que le hicieron darse cuenta de las verdaderas intenciones que tenían para el, y que el hecho de que la bola de agua hubiera estado ahí para recibirle, había sido mera suerte.
Sintiéndose una falla, y viendo que sus esfuerzos por conquistar el sucio planeta no lo iban a rendir fruto por mas que se esforzara, lo primero que pensó hacer fue volarse a si mismo en pedacitos junto con GIR, la nave, mini alce y la casa, como lo haría cualquier invasor que no sirviera para el imperio. Sin embargo, mas o menos 4 días después, ocurrió algo que lo saco del letargo depresivo en el que estaba sumido, y que lo llevó a tratar de continuar con su vida.
Mientras pensaba en como explotar sin causar un enorme y rocambolesco tumulto, recibió una noticia por parte de las bases Irken que estaba corriendo como reguero de pólvora. El invasor Skoodge, el mal llamado mejor amigo de Zim, había reaparecido en Corvesia después de esfumarse de manera misteriosa tras conquistar su segundo planeta en ruina inevitable II. El pobre sujeto había estado perdido por 5 meses terrestres mas o menos, y un buen día y de la nada, simplemente se le vio de nuevo, pero no precisamente para hacer un acto heroico de presencía.
Resultó que durante la ceremonia de premiación en la que le estaban por dar sus honores a otro por su "conveniente desaparición", Skoodge se acerco a los mas Altos, y justo después de saludarlos cordialmente, igualmente cordial les hizo una seña bastante obscena que luego repitió sobre todo el publico. Luego, con una sonrisa siniestra, terminó diciendo que "todos eran una bola de zombis sin cerebro, comandados por un par de zánganos imbéciles que seguían al pie de la letra las ordenes de una maquina gigante para hacer palomitas de maíz" y encima "que se iba a reír a carcajadas el día en el que un IMPERIO DE VERDAD se los fuera a comer a todos vivos". No hubo que ser espectador para saber que a Zim se le fue la quijada hasta al suelo y a todos los de su raza con el. ¿Como es que el sumiso, patético y tremenda mente tímido Skoodge de repente comenzó a mostrar tanta individualidad y agresividad, para encima cometer tremendo acto de blasfemia? El irken al
principio se negó a creerlo, pensando que se trataba de un juego para distraer a medio mundo de algo importante, pero por
el escándalo que estaban armando todos, mas temprano que tarde se entero de que no era broma.
Al final todo termino muy mal por razones obvias. Skoodge tuvo que escapar junto a su unidad SIR de una lluvia de balas, lassers y maldiciones, por lo que ahora estaba fugitivo con una purga de muerte sobre su cabeza.
Cuando el show acabó, Zim se quedo en silencio durante horas. Todo el asunto lo había hecho olvidar que estaba tratando de suicidarse, y en su mente buscaba razones del por que el pobre diablo comenzó a actuar así de manera repentina. No había otra forma de darle explicación mas que un mal funcionamiento de su PAK, quizás causado por un trauma de proporciones horribles, ¿pero que había sido? El chico verde no encontró mas tiempo para dar con una respuesta en cuanto un mensaje apareció en la pantalla de su computadora, el cual era de Skoodge. Solo contenía 4 palabras: "disfruta de tu libertad" y un archivo adjunto que estaba marcado justo arriba, llamado simplemente "ábreme". Zim no tardó mucho en seguir la orden, pensando que su búsqueda de respuestas podía terminar en eso. Sin embargo, lo único que obtuvo fue un ataque repentino de su computador hacia su PAK, cosa que lo dejo inconsciente por lo menos unos 25 minutos.
Resultaba que "ábreme" era una especie de programa viral que sacaba el PAK del computador principal. Este tipo de cosas solo pasaban cuando un irken moría, pues el computador comenzaba apagando los sistemas de rastreo del PAK, dejando a la maquina a su suerte, terminando todas sus funciones a los minutos de que el irken falleciese. Como Zim no estaba muerto, el PAK seguía funcionando normalmente, salvo que se encontraba des habilitado, perdiendo todo contacto posible con Irk y los mas altos, y viceversa. En pocas palabras, Zim estaba muerto según el computador principal, y ya no había manera de que dieran con el; a menos claro que lo buscaran por la tierra de manera manual.
En cuanto Zim se percató eso, miles de emociones se encontraron a la vez. Primero fue ira, odio en contra de Skoodge, desesperación, y justo en el pico de la rabieta, le llegó la duda; duda del por que estaba tan molesto si planeaba matarse de cualquier forma. Estando en medio de su laboratorio después de quedar inconsciente, el irken miró a si mismo, notando que se encontraba mas ligero de mente, mas tranquilo y mas atraído hacia las ideas de su compañero. Solo, sin apoyo real por parte de su planeta, en una misión llena de planes que cada día se hacían mas tarados que de todos modos no iban a llegar a ningún lado, y sin un rumbo fijo de vida, en realidad no tenía nada que perder al embarcarse a vivir en la tierra, y bien adentro de el sabía que GIR y mini alce se lo estaban agradeciendo en silencio, no iban a tener
que abandonar el plano existencial por algo como haber sido exiliado.
No paso mucho tiempo antes de Zim notara lo deliciosa que era la libertad.
Ahora que había "estirado la pata", el irken se encontró con un montón de tiempo libre en sus manos, pudiendo hacer lo que quisiera, cuando quisiera y de la manera en la que se pegara su regalada gana. Ya no tenía planeta, por tanto, no había líder a quien besarle las botas, ni reglas estúpidas que seguir, y tampoco quien le mirara feo si llegaba a romper ciertos tabúes. Bajo ese punto de vista, exiliado ya no sonaba tan mal. Si, iba a tener que cancelar los planes de destrucción inminente hasta nuevo aviso y por falta de apoyo, pero igualmente podía seguir estudiando el planeta y a sus bolsas de carne, y quizás, quizás, llegar a encontrarles un provecho futuro para el mismo (Si no es que no encontraba primero una manera de esterilizar el planeta con poco dinero).
Así, Zim puso su esfuerzo mayor en encajar mas dentro de su nuevo "hogar" para ampliar sus investigaciones, por lo que se lanzó a indagar con la tecnología que le quedaba a su base, y terminó generando un nuevo cuerpo humano mucho mas convincente y eficiente que el anterior, hecho con casi los mismos materiales con lo que hizo su disfraz de Santa Clos. El nuevo bio-holograma lo hacia ver como un muchacho caucásico muy flaco, de dedos largos, orejas grandes, nariz fina, y con la nuca rapada. El supuesto cabello negro que crecía sobre sus antenas estaba como una ligera mata enmarañada arriba de su cabeza, como un mal intento de peinado moicano. El nuevo disfraz era perfecto salvo por un defecto pequeño. Este no cubría los ojos del irken, por lo que necesitaba seguirse poniendo las lentillas postizas para que no notaran los reales que eran de insecto rosados.
Medio mundo se terminó acostumbrado al holograma, pues fue adentrandolo de a poco en sus últimos meses de primaria e inicios de la secundaria. Y para que no le hicieran preguntas a Zim de esa nueva apariencia, mentía diciendo que se había recuperado parcialmente de su enfermedad comiendo al día una rebanada de "super tostada". No le pareció nada extraño que le creyera, ya se las había gastado peores y de todos modos nadie le prestaba atención.
Al hacer mejor uso de sus días entendiendo el comportamiento humano y asimilándolo para si, Zim terminó llegando a un punto en que se acostumbró tanto a la vida terrestre que comenzó a olvidarse de Irk. No de que era un Irken, solo a olvidar su planeta de nacimiento, y por consecuente terminó abandonando su misión.
Bajo esto, su archinemesis se vio igualmente con poco o nada que hacer al respecto, y si bien Zim ya no era un tremendo peligro para la humanidad, de nada servía exponerlo. La interacción con el bestia que se llamaba a si mismo Dib comenzó a mejorar considerablemente con el paso de los días. Obviamente, la rivalidad y los intentos de asesinato destinados el uno contra el otro no habían quedado del todo atrás y aun quedaban resentimientos, pero al menos la relación de ambos se mantuvo estable entre una típica molestia amiguera y algo de bulling con poco sentido durante un tiempo considerablemente largo.
Todo siguió un curso mas o menos normal durante ese 6to grado, y decía mas o menos por que Keef desapareció tras un accidente en el que Zim no tuvo nada que ver (para variar). El examen de ingreso a la secundaria del condado fue extremadamente fácil, y el alíen no tardó en aprobarlo. Pero fue justo en el momento en el que parecía que ya nada podía salir mal, que llegó el verano en el que mandaron a Dib al manicomio.
Decir que el irken lo vio venir era una mentira muy, pero muy grande. Gaz se lo dijo el primer día de clases, y ya para entonces los hombres de blanco se lo estaban llevando a su elegante hotel. Pero ¿por que? era la pregunta del millón. Las razones fueron muy simples. Dib le ponía los pelos de punta a las autoridades escolares al ver la popularidad que tenía con sus compañeros, por lo que antes de su ingreso a la siguiente etapa, el director de la sekundaria le sugirió a Membrana que debía considerar "tomar medidas drásticas" con el chico.
-Se que debe ser doloroso para ti Zim, después de todo, mi pobre y loco hijo es tu mejor amigo- le llegó a decir Membrana poniéndole la mano en el hombro con pezades en lo que miraba como Dib forcejeaba con los enfermeros -Pero es lo mejor para el. Se va poner bien, te lo prometo. Y te aseguro que después de esto dejara de llamarte extraterrestre-
Si bien escuchó toda esa mierda sin abrir la boca o tan siquiera parpadear, eso no evitó que se llevara la mano a la frente, y se pusiera a cuestionarse del por que el mono seguía tratando de salvar a un planeta condenado por su propia estupidez.
Durante los dos años y medio que estuvo internado, Zim lo visitaba al salir de la escuela para mantenerlo al tanto, asegurándolo en una especie de "educación en casa". Y a lo largo y ancho de ese montón de tiempo, el extraterrestre se convirtió en testigo ocular de su desenvolvimiento en el hospital. Lo vio desmoronarse y volverse a armar, entrar y salir de euforias, entrar y salir de depresiones, gritar, convulsionarse, subirse a las paredes y finalmente entrar en calma total gracias a la promesa de que si aprendía bien a cerrar la boca, su familia lo iba a sacar mas rápido de ahí. Lo que quedó de eso fue un Dib que no gritaba a todo pulmón haber encontrado una entidad sobrenatural y encima, adicto a los calmantes de prescripción. Había que decirlo, era suficiente como para que el irken llegara a odiar los sanatorios.
Por otro lado, esto tuvo repercusiones en su relación. Aunque al principio iba por mero mandato Gaz y por hacerle el favor a Membrana, pues el científico le pagaba por cada día que estuviera adentro, no paso mas de un mes antes de que se percatara de que Dib buscaba estar con el a como fuera lugar. La obligación se convirtió en ayuda y era comprensible hasta un punto, el era el único ahí que estaba presente para mantenerlo con los pies atados a la realidad.
Por eso, al salir de la casa de la risa, el "apestoso" comenzó a tratarle muy bien, quizás demasiado. De vez en cuando le pedía que fuera a comer a su casa, lo llevaba a ver una película al cine o bien le invitaba un helado y/o el almuerzo. Zim no se encontraba del todo seguro del asunto, esta nueva gama de atenciones por parte de Dib eran, irónicamente, bastante alienigenas para el, pero aceptaba de buena gana. El creía que habían entrado en la etapa de amistad aun si no dejaban los insultos del lado, seguía llamándolo "cabezón" y le respondía llamándolo "pulga espacial", pero para su mala fortuna, descubrió ya muy tarde que el humano lo que buscaba era amedrentarlo con su intricado ritual de cortejo.
-Zim, ya regresé, ¿estas en casa?-
La voz repentina de Dib lo sacó de su larguísima divagación. Decidió entonces recargarse en la bañera para poder contestarle al tipo que vivía con el.
-No mono apestoso, el alíen en tu baño es obra del espíritu santo-
-No tienes por que ponerte de malas por algo tan banal Zim- le respondía desde afuera del cuarto su compañero de piso - Dime, ¿estas duchándote?-
-Vienes drogado otra vez ¿verdad? ¿Crees que el montón de agua es solo una alucinación auditiva?-
-Jódete de una buena vez langosta de mala muerte-
Dib se quitó la chamarra de cuero negra que llevaba encima y se metió al baño, tomando por sorpresa al pobre alíen. Zim no tenía cerrada la cortina del baño, pero hizo posible por cerrarla en ese instante.
-Bueno tarado, ¡¿qué no te enseñaron a tocar?!- le gritó escondiendo su cuerpo con la cortina.
-Es tu culpa por dejar abierta la puerta del baño...- le respondió con mucha tranquilad con esa nueva voz grave que adquirió con el paso de los años.
En ese momento, Dib metió sus brazos dentro de la bañera y tomo a Zim de las axilas. El extraterrestre era ligero de cuerpo, por lo que no le fue difícil al hombre sacarlo de la bañera y cargarlo como si fuera un niño pequeño, apoyando el trasero del verde en su antebrazo. Zim protestaba golpeando su pecho y moviendo de lado a lado sus antenas. Odiaba que Dib se aprovechara de ese tamaño extra que tenía sobre el para hacerle lo que quisiera. Y aunque el invasor estaba bien marcado, el humano tenía una complexión mucho mas robusta.
-No me toques idiota- protestó el Irken -Apestas a sudor y me acabo de duchar-
-A veces me pregunto como le hacen los de tu raza para oler con esa exactitud si carecen de nariz-
-Eso te debería de importar una mierda cerdo mugriento. Devuélveme a la bañera, ¿que no vez que estoy desnudo?-
-No es como si no te hubiera visto así antes, pulga del espacio-
Dib tomo del mentón al Irken y forzó su rostro hacia el para plantarle un beso en los labios. Y mientras mordía un poco su boca, lo empujo contra la pared del baño, usando la mano que le quedo libre para llevar las piernas de Zim a su cintura y acariciar un poco sus muslos. El chico verde tardo un poco en responder, pero lo hizo poniendo uno de sus brazos alrededor del cuello del humano, y luego uso la otra mano libre para jalar un poco el cabello de su nuca.
Cuando por fin rompió el beso para poder tomar algo de aire, Zim se quedó un buen rato mirando muy enojado al hombre de 21 que tenía enfrente. Si se hubiera topado con su yo de 10 años terráqueos atrás, seguramente ni en su mas remota idea llegaría a pensar que iban a terminar ambos así.
-Ah... ah... No sabes cuanto te odio...- susurró Zim, buscando respirar por la boca.
-Je, je, je. Yo también te quiero mucho "Honey bunny"*-
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Notas finales:
*Honey bunny es una frase usada en la peli de pulp fiction. Abra muchas menciones de esta y de reservoir dogs, a quien las encuentre en medio de los capítulos le hare un request...
