ADVERTENCIA: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen. Hago esto sin fines de lucro y por pura diversión.
I
Dos amigas y un extraño
Se incorporó. Su rostro tenía algunas manchas de sangre y su expresión era de indiferencia. Miró el cuchillo que sostenía en su mano derecha y la pistola que sostenía en la mano izquierda. Miró el cadáver y sonrió. Cuatro disparos en el pecho y un corte limpio en la garganta. No es que lo disfrutara pero ella nunca tuvo sentimientos ni sensación de culpabilidad. Su rabia hacia el mundo lo soltaba ahí.
Un sonido la sobresaltó. Era la alarma de su celular, que le avisaba que tenía que volver a su casa pronto. Sonrió. Tenía que revisar muchas cosas.
Una chica de cabello rosados que le llegaba a la cintura entraba al apartamento que compartía con su mejor amiga. Su nombre era Haruno Sakura, tenía veintitrés años, medía un metro con setenta y era delgada, pero bien proporcionada. Cuando cerró la puerta detrás suyo con llave, suspiró y se quitó sus zapatillas que traía luego de correr. Vestia un buzo color negro y un top color rojo que se notaba mojado luego de haber sudado. Eran las diez de la noche y había estado corriendo por una hora.
-¿Saku? – escuchó.
Levantó la mirada y ahí estaba una chica de cabello rubio largo y amarrado por una coleta. Su nombre era Yamanaka Ino, tenía veintitrés años, medía un metro con setenta y cinco, y era mas voluptuosa que Sakura. Estaba vestida con unos shorts azules y una camiseta sin mangas color blanca.
-Hola Ino – dijo Sakura.
-Te estaba esperando, compré sushi – dijo Ino, mostrando una caja grande.
Los ojos de Sakura se volvieron estrellitas. Amaba el sushi. Ino, al ver eso, empezó a reír nerviosa.
-Sé que te gusta el sushi, pero no te dejaré comerlo todo.
-Con que me dejes la mitad de esa caja, seré feliz – dijo Sakura -. Dí que sí – había pegado su mejilla a la de Ino.
-Si dejas de hacer eso y no comienzas a ponerme como tú ya sabes, te dejaré la mitad de la caja. Quiero comer primero.
-De acuerdo – dijo Sakura, sonrojándose -. Sexo para después.
Y claro, ellas dos eran bisexuales. Sus familias no lo sabían, sino, aun siendo ellas económicamente independientes, hubieran hecho todo lo posible porque no vivan juntas. Tampoco podían anunciarlo a viva voz, ya que ambas trabajaban en el departamento de policía de Tokyo.
Se sentaron a comer el sushi mientras encendían la televisión. Se reían de las caras de los actores de una serie estadounidense y al final, terminaron por comerse toda la caja de sushi.
-¡Estoy repleta! ¡Iré a ducharme! – dijo Sakura, poniéndose de pie. De hecho, su vientre plano mostraba una hinchazón producto de haber comido mucho.
-De acuerdo – respondió Ino.
-Sakura fue hasta el baño y empezó a llenar la bañera con agua caliente. Era verano pero nunca soportó bañarse con agua fría. Se quitó el top y el buzo, quedando en ropa interior. Fue juntando el shampoo, el acondicionador y el jabón líquido corporal antes de meterse a la bañera que ya estaba casi llena. Cuando se acercó a la bañera, sintió unas manos que la sujetaban de su pecho.
-Ino – dijo Sakura, nerviosa.
-Había estado tranquila, Sakura, pero tuviste que ir y sobarte en mi – dijo Ino -. Y además te ves demasiado deseable con esa lencería.
-I…¡Ino! – exclamó Sakura cuando Ino la empujó al agua de la bañera, salpicando todo. Sakura pudo ver mejor a Ino: estaba totalmente desnuda. Sakura, estando totalmente sumergida menos por su cabeza, sintió que se humedecía, pero le dio pena su ropa interior -. Mira lo que hiciste Ino…
-Secará para mañana – dijo Ino, besándola. Sakura se dejó hacer.
No era la primera vez que lo hacían, y no sabían si era la última. Eran bisexuales, pero no estaban enamoradas una de la otra, para ambas, era solo sexo. Eran casi hermanas, pero esos momentos de intimidad era solo para ellas.
-Ah… - gimió Sakura cuando Ino introdujo dos dedos de golpe a su intimidad.
Sakura, con su actitud fuerte, era más femenina de Ino, que tomaba completamente el control de la situación. Si fueran solo lesbianas, Sakura sería la pasiva e Ino sería la activa. Porque Sakura era tímida.
-Más… - llegó a pedír Sakura, puesto que Ino había aumentado considerablemente el ritmo de sus dedos.
Ambas consideraban estos encuentros puro sexo entre ellas, puesto que en sus "intermedios" habían estado con una pareja del sexo masculino. No tenían ningún problema en eso.
-¡AH! – exclamó Sakura al llegar al orgasmo.
El único problema era cuando Ino quería que ambas experimenten algo similar a tener relaciones con un hombre.
-Espera, traeré algo – dijo Ino, sonriendo de forma pervertida.
-Aish, ¿qué juguete has comprado ahora? Bendita golosa – dijo Sakura, incorporándose, luego le gritó - ¡NECESITAS UN HOMBRE! Yo no tengo tu ritmo.
-¡LO SÉ! ¡POR ESO COMPRÉ ESTO! ¡AHORA LO LLEVO!
Un peliplata se acercó al escritorio al escritorio de Sakura. Estaban en el departamento de policías y eran las 9 de la mañana, en pleno horario de trabajo. Este hombre tenía una chaqueta de la policía de Tokyo, musculatura firme y formada y era muy atractivo. Era alto, mucho más que Sakura.
-Sakura – dijo a modo de saludo.
-¡Kakashi! – dijo Sakura, sonriendo -¿Qué sucede?
Hatake Kakashi, capitán de la jefatura.
-Ino y tú tienen trabajo que hacer. Como detectives las necesito en la escena del crímen.
-¿Otra más? – dijo Sakura.
-Sí. Necesito que ambas vayan. Ino ya está saliendo hacia el auto.
-De acuerdo.
Sakura se puso de pie, se acomodó bien los zapatos, que a veces los llevaba algo sueltos dentro de la oficina, se colocó un chaleco delgado y salió a la calle. Ino estaba dentro del auto y manejaron hacia la dirección que le había dado Kakashi.
-No puedo creerlo – dijo Ino -. Es la décima en lo que va del año.
-Espero que capturemos a ese desgraciado antes de que sean más víctimas – dijo Sakura.
-Sí… pero, ¿ninguna pista? Ni un cabello, o rastro de ADN, ni siquiera un video… Se sabe esconder…
-Ino, detente, aquí es…
Ambas bajaron y enseñaron sus placas antes de pasar a la escena del crimen. Llegaron hasta donde estaba el cadáver cubierto en su totalidad.
-Detectives – dijo un forense de cabello rojo y ojos verdes.
-Sabaku no – dijo Ino.
-Hola Gaara – dijo Sakura -. ¿Qué tienes?
-Una mujer de veinticuatro años. Cuatro disparos en el pecho y un corte limpio en la garganta… Mismo modus operandi.
-¿Tenía identificación? – preguntó Ino.
-Sí – dijo Gaara, sacando un portadocumentos -. Su nombre es Agoyashi Ten Ten.
-¡¿QUÉ?! – exclamaron ambas.
-Sí – dijo Gaara, mostrando tristeza en sus ojos -. La prometida de Neji-san.
Hyuuga Neji era un sargento dentro del departamento de policías y estaba comprometido desde hacía un mes con Ten Ten. Se iban a casar dos meses más tarde.
-No puede ser… - dijo Sakura, mirando el cuerpo de la muchacha, cubierto.
Eran las nueve y media de la noche y Sakura estaba corriendo. Todavía faltaba media hora para que llegara a su casa. Estaba triste. Neji al enterarse, había dejado caer su tablet y había llorado por un buen rato. No era para menos. Habían tenido un noviazgo de cinco años y tenían un hijo de seis meses. Viudo. Y su hijo, huérfano de madre. Sakura tuvo que sostener a Neji cuando le dijeron que la víctima había sido Ten Ten, puesto que el hombre había perdido la fuerza en sus piernas.
Seguía corriendo y se perdió en sus pensamientos, y, por andar en las nubes, se chocó con una persona que salía de un camino del parque. Cayó al sueño y soltó un quejido.
-¡DISCULPE! Estaba distraída – dijo Sakura, acomodándose para incorporarse cuando vio una mano extendida hacia ella. Levantó la vista y se quedó sin respiración.
Un hombre, de su edad o un poco mayor, de cabello negro y algo despeinado, ojos negros, con una camiseta blanca que dejaba ver que había estado corriendo debido a que estaba sudada, pero que por eso mismo se pegaba a su fuerte y muy musculado cuerpo. Era más alto que ella, al menos unos quince centímetros. Luego de sus cortos dos segundos de estar botando baba por su boca le tendió la mano.
-Discúlpeme usted – dijo el hombre, ayudándola a incorporarse -. Yo tampoco me percaté del camino.
-No hay problema – dijo Sakura, empezando a alejarse caminando.
-Señorita – dijo el hombre -. Tenga cuidado. Hay un asesino suelto que sus víctimas son todas mujeres.
-Lo sé – dijo ella, volviendo a ponerse triste -. Pero no se preocupe.
Volvió a correr, despidiéndose del hombre con la mano.
Ino empezó a moverse en un vaivén lento. Había conseguido un consolador doble, con el cual podía penetrarse ella y a la vez a Sakura.
-Deja de pensar, Saku – dijo Ino, dejando de gemir por un rato.
-Ahora lo haré – suspiró ella.
Porque cuando estaban en esas situaciones de tristeza lo hacían también. Pero cuando Sakura abrió los ojos, lo único que vio fueron esos ojos negros y penetrantes que había visto horas antes.
NUEVO FIC! Nuevo proyecto. OMG, esto ha sido un tanto traumante para mi (ustedes saben, soy heterosexual), pero quise retarme a mi misma para poder hacer este fic, no solo por lo de Ino y Sakura, sino que es de suspenso. Espero que les haya gustado, y no se preocupen, actualizaré Survival Game, Uno o dos kilos y Corazón Gitano, solo que la universidad me ha tenido loca y estoy en finales (lo peor de todo es cuando me viene la inspiración en plena época de exámenes).
¿Un review? Nos leemos!
