Notas de la Autora: Estos seran una serie de One-shot basados en canciones o videos músicales, espero que sean de su agrado, este es el primer One-shot basado en el video de Tohoshinki(DBSK,TVXQ) Doushite kimi wo suki ni natte shimattandarou? que al español quiere decir algo como: ¿Por qué tuve que enamorarme de tí? Si tienen alguna pareja y canción de su agrado comentenmelo, asi como tampoco olviden dejarme comentario de que les pareció.

Sugerencia: Ver el video o escuchar la canción.

Disclaimer: Ninguno de los personajes aquí mencionados me pertencen, si así fuera muy pocos Shinobis usarían ropa.


Doushite kimi wo suki ni natte shimattandarou?

-Shikamaru- escuchó aquella voz que lo hizo abrir los ojos lentamente, su presencia era cercana y pudo descifrar que ella se había sentado a una corta distancia de él.

Siguió observando las nubes como si fueran lo mas importante dentro de aquella situación-Hmph-dio lugar a que siguiera hablando, aunque no la mirara podía sentir su corazón palpitar alocado, fuera de sí y también aquel hormigueo que se hacía presente cada que Ino le hablaba volvía a apoderarse de él.

Sintió la mirada de ella clavarse en su persona, pero controló aquel sonrojo que inundaba sus mejillas.

Ino estaba nerviosa, molesta, indignada, tantos sentimientos en aquel cuerpo que temblaba con ligereza, hace más de 2 años que ella conocía lo que aquel hombre de coleta sentía hacía ella, hace más de 2 años que esperaba una confesión de su parte pero hasta esa fecha nada había cambiado respecto a ellos, por más señales que la rubia le mandaba al moreno aquel seguía sin decirle nada y seguía fingiendo que el no sentía nada y algunas veces hasta se habían alejado notoriamente.

Esa situación la tenía cansada, ya no podía esperarlo más, ya estaba harta de que él fuera tan cobarde y no le dijera nada, harta de no poder confirmar si aquello que hace años le había dicho Chouji era cierto.

-Saldré con Kiba-anunció la chica en voz baja, sin embargo aquellas palabras resonaron amplificadas ante los oídos del Nara, su corazón había detenido aquellos latidos incesantes y su cabeza se había girado hacía ella por inercia.

La observó fijamente ahora era ella la que estaba entretenida mirando las nubes, quería gritar un ¡No por favor no lo hagas! Pero aquellas palabras no salieron de su boca, no, al contrario se había quedado sin palabras-Suerte-murmuró fingiendo que nada le pasaba y volviendo a su posición anterior, aunque por dentro su mundo comenzara a despedazarse de a poco.

La rubia volvió mirarle sorprendida, la decepción no tardo en llegar a su rostro, esperaba que él le diera motivos de no hacerlo, de no salir con el Inuzuka, pero parecía que no le importaba en lo más mínimo, y tal vez así era aquello.

-Gracias-dijo con resentimiento en la voz, mientras se ponía de pie.

Habían pasado más de seis meses de aquello, más de seis mese de no hablar con ella, más de 3 meses de decidirse a confesarle sus sentimientos, de buscarle sin éxito alguno, debido a aquella larga misión que tenía que cumplir la Yamanaka. Pero algo le decía que aquella mañana algo pasaría, ella volvería y podría decirle todo lo que hace años quería decirle sin lograrlo jamás por su estúpida cobardía.

Después de vestirse y salir de su apartamento, caminó por las calles de Konoha, hasta llegar a aquella casa en la que anteriormente vivía, tenía que visitar a sus padres, si no su madre se molestaría y no quería problemas con ella.

Abrió la puerta y se descalzó, caminó por su anterior hogar hasta escuchar unas voces en el comedor, se fue directo hacía allá por lo que al estar bastante cerca pudo distinguirlas. La más dura era la de su madre y la otra le hizo dar un vuelco al corazón, ella había regresado.

-Buenos días Shikamaru-saludaron ambas mujeres al verlo entrar, y le ofrecieron asiento-ino te buscaba y le dije que ya no vivías aquí pero que no tardarías en venir, me retiro, con permiso-habló Yoshino poniéndose de pie-deben tener muchas cosas de que hablar-ambos se miraron al notar el tono de advertencia que la Nara había utilizado en su voz.

-Gracias Yoshino-san-dijo Ino al verla alejarse, y volvió su mirada al joven de coleta frente a ella.

-Volviste-comenzó él mientras una sonrisa de lado se asomaba en su rostro relajado, la chica no respondió a ella, lo que causó extrañeza en Shikamaru-Tengo algo que decirte-continuó con un ligero nerviosismo, por fin después de tanto tiempo le confesaría sus sentimientos a aquella hermosa kunoichi que se encontraba mirándolo expectante, parecían dos desconocidos, dos personas que se habían encontrado de repente y no sabían de que charlar.

-Yo también-le dijo ella

-Entonces primero tú-y ahí iba de nuevo retrasando sus palabras otra vez, huyendo de la situación.

La chica lo miró a los ojos por un instante, que para él fue eterno, mientras se embriagaba de nuevo de aquel cielo que representaban sus ojos , su corazón palpitó frenéticamente, sin embargo la chica parecía querer tomar fuerzas.

-Me voy a casar-dijo de golpe, mientras que un kunai parecía clavarse en el pecho de Shikamaru, todo se había ido por la borda en ese instante, su corazón volvió a querer detenerse y el aire no entraba por sus pulmones-con Kiba-volvió a resonar aquella amplificación, lo odió, lo maldijo, en ese momento quiso matarle, quiso hacerlo sufrir como él lo estaba haciendo sufrir, encajarle un kunai en el pecho y mostrarle como se sentía. Pero reaccionó Kiba no tenía la culpa de su sufrimiento, él era el culpable, él y su cobardía.

En ningún momento dejaron de mirarse, ya no a los ojos, ninguno podía mantener su mirada encontrada.

-Que bien-habló secamente el Nara-espero que seas feliz-terminó y se puso de pie mientras la chica volvía a pensar que no le importaba en lo más mínimo al Nara.

Y ahora ahí estaba, observándola sonreír, se veía tan hermosa, con su pálida piel cubierta por aquel kimono blanco, y sus platinado cabello vagando libremente por su espalda.

Pasó saliva, iba tomada del brazo de su ahora esposo, y su pecho volvió a encogerse dolorosamente, ella sonreía y saludaba a todos emocionada, la gente los felicitaba y alegres le aplaudían, pero el mundo del Nara se caía por completo, ella recorría con su mirada a los presentes y sus orbes se detuvieron en los ojos chocolates que la miraban fijamente, su sonrisa se borró y sus músculos se tensaron.

-¿Te encuentras bien cachorrita?-preguntó el Inuzuka al notar la tensión de su mujer.

Lo miró y sonrió quitándole importancia al asunto-No podría estar mejor.

Shikamaru se dio media vuelta y se alejó del barullo, metió sus manos a los bolsillos recordando aquellas palabras que una vez le dijo su padre "Eres un cobarde", y siempre se detestaría por ello.