• INCONSOLABLE •
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Nada me pertenece, solo la idea de esta historia con los personajes de SM.
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• CAPITULO•
• I•
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• INCOMPATIBILIDAD •
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Estimada princesa Serenity de la Vía Láctea:
Por medio de la presente se le invita cordialmente a la ceremonia de compromiso de la heredera al trono del reino Cercis, vuestra majestad imperial princesa Kakyuu. La ceremonia se llevara a cabo en el planeta Kinmoku, al centro de la galaxia Messier 82, al ser visible la estrella hostia Alioth que brillara al noroeste de la tercera luna llena terrestre.
Esperamos poder contar con la presencia de la futura sucesora al trono lunar, la protectora de la galaxia y la salvadora de Kinmoku, así como también el de sus guardianas solares en el que será un conmemorativo evento para reinos unidos.
Sinceramente,
SN – Centaurus
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Era el tercer intercambio de miradas pero ninguna de las cuatro se atrevía a ser la primera en discutir la razón por la cual estaban ahí. Era tensión. Era temor. Era aprensión a lo que la otra dijera. Las cuatro continuaban esperando a que alguien salvase el momento. Era esperanza.
"Fui homenajeada." Musito Amy bajando el rostro para no tener que ver las miradas sobre ella. Quería compartir su alegría imaginando que eso podría calmar un poco la tensión. Pero lo que vio en los rostros de sus amigas, sin haber sido directamente dirigidos a ella, fue tristeza. Supo que no fue lo mejor para romper el silencio. Pero deseaba decirlo. "Lo siento."
"No, al contrario, te felicitamos." Rei sonrió de momento al quizás haber entendido lo que eso significaba para Amy. Su sonrisa fue una de alegría solo para su amiga. Era verdad, se alegraba de corazón. "Mi abuelo reservo mi entrada para mañana. Tendré que viajar al amanecer." Quiso compartir su propia felicidad.
Lita y Mina se miraron. Ambas sonrieron dentro de todo lo propio que les agobia. Mina deliberadamente bajo el rostro. "No quiero hacer esto." Susurro no dándose cuenta del quebrantamiento de su débil voz. También evadió miradas. No fue necesario ya que todas bajaron el rostro.
Lita no quería confesar no querer dejar la academia de artes culinarias a la que con esfuerzo sobrehumano ha llegado. "¿Cómo es que podemos pensar diferente?" Esa era la razón por la que estaban ahí y perder el tiempo hablando de sus propias realizaciones no serviría para solucionar su mayor consternación.
Una vez más otro intercambio de miradas fue inevitable. Pero esta vez sus miradas mostraron consternación. Consternación por saber las propias dudas de su amiga.
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Era una pantalla grande, lo suficiente para poder ver el programa de televisión pero a pesar de la magnitud, Haruka no prestaba atención al presentador. Era ella quien tenía que haber estado en ese auto amarillo y no el novicio que se creía el rey del mundo por estar llegando en tercer lugar. ¿Tercer lugar? Apretó fuertemente sus puños al sus oídos haber llegado esas palabras. ¿Tercer lugar? Ella jamás hubiese permitido esa deshonra. Era humillación. Era…era… "¡Estúpido!" Golpeo con gran fuerza el brazo del sillón. Era frustración.
Dos manos comenzaron a deslizarse por sus hombros abrazándola por el cuello. "Es mi culpa." Susurro Michiru recargando suavemente su barbilla en la cabeza de la mujer cuyos puños podrían volver a golpear el mismo lugar. "Lo siento." A esa disculpa, Haruka deshizo sus puños.
"No." Levanto la mano para tomar una de las de Michiru. "No importa." Pero si importaba. Internamente Haruka continuaba insultando al hombre que sonreía a través de la gran pantalla mientras tomaba su lugar en el tercer peldaño. ¿Era esa una sonrisa victoriosa? No existía nada para celebrar mientras un enorme tres estuviera a sus pies. Para ella no lo había. Ella no lo noto, pero Michiru comenzó a soltar su mano de la de ella al Haruka haberla apretado de mas. "Lo siento." La soltó. "Disculpa, no era mi intención."
Michiru estuvo por decir cuanto le dolía verla de esa manera, pero en ese instante el timbre sonó. Ambas miraron hacia la puerta. Haruka se puso de pie e intento caminar hacia la entrada, pero Michiru la detuvo de momento. "¿Estas segura de esto?" No quería verla dudar. Le dolía.
Para su sorpresa, Haruka sonrió. "Vamos." Tomo su mano para ambas dirigirse a la puerta, en donde intentarían abrir para recibir con una sonrisa a quien les esperaba del otro lado.
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"¿Darien?" El hombre cuya atención estaba pegada a una computadora, volteo al haber escuchado el repentino llamado. Era inesperado. Sorpresivo. Sonrió a pesar de no haber esperado la visita. "¿Ocupado?" Pregunto quien había entrado a su departamento inesperadamente.
"Un poco." Respondió cerrando su portátil e intentando ponerse de pie mientras aclaraba su visión. Talló un poco sus ojos al querer acostumbrarse a la luz del sol al su ventana haber sido abierta. Era cansancio. "¿Necesitas algo?" Pregunto intentando ser amable. No era él, era esa misma sensación cada vez que ella pisaba su departamento. Era consternación.
"Me preguntaba si puedo hablar contigo antes de irme." Él asintió casi de inmediato sentándose sobre su cama. Al mismo tiempo sonrió para que ella no tuviera que preguntar si se encontraba bien. "Se trata de Serena." Ese nombre de inmediato le hizo borrar su sonrisa para mostrar consternación.
"¿Le sucedió algo?" Se puso de pie, impaciente por saber cualquier respuesta. Miro con desconcierto a quien se mantenía a sus pies. "¿Se encuentra bien?" Al su segunda pregunta no ser respondida en el momento, corrió hacia el teléfono pero al levantar la bocina ella le interrumpió.
"No." Darien volteo. "Ella no se encuentra bien." La impresión le hizo tirar el auricular.
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"Hola." Tensión. Era sentir que con el simple acto de entrar ahí todo se volvió mudo, la tenso aun más. Era saber que con su simple entrada pudo borrar las sonrisas de quienes le esperaban. Sabia que ellos sonreían ante lo que conversaban, pero en cuanto ella entro lo único que pudieron hacer fue borrar sonrisas y levemente esquivar su mirada. Pero eso no le impidió a ella sonreír al ver a todos ya ahí. No lo hubiese querido de otra manera. "Veo que llegue a tiempo." Comento mirando el reloj de la pared. Faltaban tres minutos para las seis de la tarde, hora exacta a la que los había reunido. Mentalmente se felicito por su arduo esfuerzo.
Pudo verlo. Estaban todas, menos él, el más importante, pero aun así mantuvo la sonrisa que se había propuesto. "Sabemos." Rei interrumpió los pensamientos de todas al querer ahorrar palabras. Serena sonrió aun mas y volteo a ver a Haruka, quien estaba recargada junto a la ventana, de pie.
"Imposible." Haruka respondió a la quizás aprobatoria que Serena buscaba a través de su mirada. Junto con su respuesta movió la cabeza. "Nunca antes lo hemos hecho." Serena de inmediato volteo a ver a las demás, quizás esperando a que una diera una respuesta diferente. Quizás esperando a que una pensara como ella.
Todas se atrevieron a esquivar de nuevo su mirada. No era exactamente lo que ella esperaba y a pesar de intentar lo contrario, Serena termino borrando su sonrisa. "¿No preguntaran lo que yo quiero?"
"Por favor, Serena, solo queremos tu bienestar." Amy intento reconfortarle junto con una débil sonrisa.
Serena dio media vuelta, dispuesta a salir por donde había entrado con una muy linda sonrisa. Se detuvo antes de hacerlo, quería pedir una disculpa por haber intentado ser egoísta pero después lo dudo. Recordó vagamente lo que se le había dicho antes de salir de casa. "Lo siento." Musito bajando el rostro aun dándoles la espalda. "Pero creo que por primera vez…" Volteo para ver los rostros que esperaban a que terminara. "…no estoy segura de querer aceptar."
"¿No te importa que queramos cuidar de tu bienestar?" Haruka pregunto sin exaltación alguna. Su preocupación iba más allá de querer gritar y exigir.
"No existe amenaza alguna." Serena de inmediato se defendió mirando a las demás, aun esperando a que quizás alguna de ellas pensara como ella. Espero en vano. Tal parecía que ellas ya habían tomado la última palabra. Bajo el rostro no viendo razón para ser ella quien rompiera esa invariabilidad que siempre existió entre ellas. "Esta bien." Sonrió tímidamente bajando el rostro. Pero no, no estaba bien.
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"Ayúdame." Era la petición susurradora de su hija. La luna continúo brillando inertemente sobre el rostro apático de una princesa que la observaba plenamente. Ella por sobre todo deseaba que se le dieran respuestas e imagino que con tan solo observar el resplandor plateado le traería la tranquilidad que siempre ha encontrado en su luz.
Termino por cerrar los ojos ante el cansancio de esperar. "¿Serena?" El llamado la hizo voltear. "Discúlpame."
"¿Por qué tendría que disculparte, Luna?"
Su felina amiga corrió hasta sentarse justo a su lado. "Por haber interferido." Serena comenzó a acariciarla, a lo que la felina cerró los ojos agradeciendo el mimo.
Serena de nuevo regreso su atención a través de la ventana. No entendió a que se refería su amiga, pero claramente tampoco le importo. Ella no era el tipo de joven de poner atención. "Todo estará bien, Luna." Tan solo le reconforto imaginando que eso calmaría cualquier culpa con la que la gata quería acusarse. Continuo acariciándola mientras observaba a su satélite madre. En ese segundo deseo todo menos dormir.
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A pesar de ser media noche, la claridad del satélite terrestre era suficiente para iluminar el camino. La noche era clara. Era una claridad solo para ella. El cielo era despejado. La luz parpadeante de las estrellas llamaba atención absoluta. Pero solo una brilló con intensidad única. Aquel portal comenzaba a abrirse y ella no podía hacer nada más que observar. "Serena." La joven princesa volteo. Su rostro de tristeza inmediatamente se transformo en uno de felicidad. Tanta fue su alegría que sus ojos se llenaron de inmediatas lágrimas.
"Darien." Esperar a correr hacia él era lo último que deseaba. Lo abrazo, como siempre, aferrándose a no querer dejarlo ir. Había deseado tanto que él le abrazara como hasta ahora lo hacia de nuevo. Cuanto deseaba decir todo lo que esas dos semanas sin él se han significado, pero las palabras salían sobrando. "Darien." Rompió en llanto, aferrándose a la camisa del hombre que correspondió el sentimiento de soledad.
"Yo iré contigo." Serena se separo. Sus ojos se abrieron preguntando a través de ellos si lo que acababa de escuchar no era producto de su imaginación. O quizás pidiendo que se le repitiera eso. Darien asintió sonriendo. "Si es lo que tu deseas." Serena movió la cabeza. Lo era, era todo lo que ella deseaba.
Un carraspeo les hizo separarse. Ambos giraron. "Estamos listas." Serena de inmediato amplio su sonrisa al ver a Sailor Mercury, Mars, Venus y Jupiter frente a ella. Agradeció corriendo hacia ellas y abrazándolas. De nuevo sentía volver a ser la misma, rodeada de sus personas importantes. Rodeada del compañerismo, amistad y confianza que ellas le ofrecían.
"Gracias."
"Pero será bajo nuestras reglas." Serena giro. Era sorpresa al no poder creer lo que veía. A unos cuantos pasos, no muy lejos de Darien, Sailor Neptune, Saturn y Uranus esperaban también. Serena corrió también hacia ellas, pero la diferencia fue que solo se detuvo frente a ellas.
"¿En verdad lo harán?" Uranus respondió por las tres con un simple movimiento de cabeza. Serena sintió su corazón llenarse del cariño que tontamente imagino estaba perdiendo. No era así. "Gracias." Sonrió plenamente. De un segundo a otro su sonrisa desvaneció y fue por notar la ausencia de una de ellas, pero tampoco quiso preguntar.
Neptune y Uranus se miraron entendiendo lo que muy posiblemente pasaba por la mente de por quien dejaron lo que para ellas era importante, solo por ella. "Estamos listas." Saturn sonrió llamando atención. Las otras asintieron al igual que lo hizo Darien.
"Dime que llegaremos a salvo." Serena tomo la mano de Darien pidiéndole seguridad. Él se la ofreció apretando su mano. Cerrando los ojos, Serena tomo el que siempre ha sido su inseparable broche. "¡Moon Eternal, Make Up!" Sonrió viéndose de nuevo. "Estoy lista." Todas asintieron tomándose las manos. Seria un viaje tan largo así como desconocido. Seria la primera vez que saldrían de territorio solar.
El viento comenzaba a ser pesado al sus poderes incrementar ante la luz de la luna. El camino se abrió para guiarles. "¡Sailor Telepo –!" Pero el mismo viento les impidió guiarse, haciendo que todas soltaran sus manos al sentirse lanzadas por el torrencial. De la estrella que sabían les guiaría se desprendió un solo rayo de luz que solo ilumino a Sailor Moon haciéndola flotar. "¡Sailor Moon!" Los demás corrieron para impedir la separación, pero así como la luz ilumino tan rápido, así mismo disipo llevándose con ella a una Sailor entre gritos.
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¡Hola!
Lo se, quizás se preguntaran… ¿Otra?
A veces me pregunto si dejare de escribir continuaciones de Sailor Moon Stars y enseguida me respondo que me seria imposible. Los universos alternos son muy lindos, pero yo continúo imaginando continuaciones.
Sin más les presento la que seria mi séptima continuación de Sailor Moon Stars. Me gusta subir una historia nueva para celebrar un año más en FF. ¡No puedo creer que ya sean cuatro años! He crecido, madurado pero no puedo dejar mi lado maniático. Y así no puedo más que pedirles que continúen imaginando conmigo como tanto lo han hecho ya por cuatro años. n.n No dejen extinguir esa llamita por los fics. No dejen de creer en todas esas cosas que fantaseamos cuando leemos/escribimos. No se necesita ser infantil, solo se necesita querer salir de la realidad, escapar de todo lo que nos oprime.
¿Que hacer si no puedo parar de compartir con ustedes mis locuras? ¡Mejor seamos locas juntas! :P
Pero lo más importante… ¡No perdamos nuestro inmenso amor por Sailor Moon!
¡Con mucho cariño para mi, para ti…para ustedes! n.n
• Serenity • Kou •
Marzo 21, 2008
