Hola

Etto... Será mejor que no me pregunten que hago escribiendo una historia de Sasuke y Hinata, porque responderé que no tengo la menor idea... nunca lo pensé, no fue planeado, sólo surgió y eso es lo que me motiva a publicarla, porque siendo algo que salió de la nada un sábado por la tarde, me parece algo interesante y además estoy intentando hacer una escritura un poco más seria, ya saben historias profundas, con un romance lento y mucho drama. Ustedes decidan, yo de mientras les dejo el primer capitulo.

Espero que lo disfruten, y por cierto está escrito en primera persona, algunos son desde los pensamientos de Hinata y otros desde los de Sasuke, se avisará de quien son poniendo su nombre junto al capitulo.

Nota: Casi todo son pensamientos, los que están en cursivas, son sólo pensamientos como preguntas o expresiones momentaneas que me pareció correcto recalcar.

Y los que van seguidos de un guión largo... – son los diálogos.


Resumen completo.

Yo nunca creí poder llegar a odiar a nadie. ¿Cómo imaginar que ese sentimiento tan atroz podía surgir en mí? La débil, tímida, retraída y demasiado sentimental heredera del clan Hyuga. Sí yo soy Hinata Hyuga. ¿Y que a quién odio? Pues… Etto… A la misma persona qu-que llegué a… amar. Sasuke Uchiha.


La luna es tan hermosa – Hinata.


La luna es tan hermosa.

Cada noche antes de recostarme en mi cama la veo por mi ventana, porque existe algo en ella que me atrae de manera hipnótica, porque quisiera saber que es y mientras no logre descubrirlo, continuaré viéndola al anochecer hasta que lo averigüe.

Pero hoy algo es distinto, mis pensamientos sobre la luna y su misticismo se nublan con otro idea, una que no había logrado percibir hasta ahora. ¿Él también se encontrará mirando la Luna?

En mi cabeza se esta creando una enredada idea sobre como me gustaría que así fuese, porque de alguna manera eso significaría un lazo que nos pudiese unir a los dos. ¿Por qué parece ser que no tengo nada en común con él?

­–Porque siento a cada instante que yo… yo me vuelvo una más de sus fans –Suspiro.

Quizás sea porque así lo parece, pero no estoy segura, no quiero serlo, no quiero que él lo piense así, sólo por lo que hizo por mí. Si es que el piensa en mi existencia.

Pero todo esta tan mal, siempre creí que yo sentía algo por Naruto-kun… Que ese sentimiento era tan fuerte que se le podía llamar amor, pero al verlo regresar con él de un lado y con ella de la mano, todas mis esperanzas fueron destruidas. ¿Por qué no pude ser más fuerte y decírselo antes?

Ahora las lágrimas comienzan a empañar mis ojos y suspiró una vez más luego de susurrar el nombre de mi querido rubio.

–Naruto-kun…

Así es esto, mi vida sólo esta plagada de suspiros, lágrimas y derrotas. De ser retraída y tímida nada bueno se obtiene. ¿Quizás sea hora de cambiar?

Desvío mi mirada de la Luna, ya no tengo ni el derecho de mirarla fijamente, si no puedo verme a mí misma sin sentir desprecio, desprecio por lo que siempre he sido y lo poco que he cambiado.

Pero es todo por hoy, mañana tengo entrenamiento con Neji-nii-san al amanecer y será mejor descansar, descansar y olvidar, principalmente soñar, porque en mis sueños es el único lugar donde parecer ser que merezco la felicidad. Porque hay días en que me voy a dormir como hoy, con la esperanza de soñar y nunca tener que despertar…


Flash Back

Era sin lugar a dudas uno de los días más felices para la aldea de Konoha, después de tanta destrucción y dolor, todo por fin había terminado, ya no más sufrir, era hora de celebrar, de levantar la aldea de las cenizas, igual que un fénix renaciendo por la fuerza de los habitantes que tanto amaban su hogar, las personas que quedaron y por amor al recuerdo de aquellos que otorgaron sus vidas para que nosotros preserváramos las nuestras.

Todos luchamos y combatimos unidos, pero el desafío final, el decisivo, fue peleado por una sola persona que cargaba con el peso de toda la aldea y sus pobladores sobre sus hombros, quizás también con el bienestar de muchas aldeas más. Y esa persona ni siquiera era la Hokage Tsunade.

Era el Ninja-Hiperactivo-Cabeza hueca-Número 1 quien libraba esa difícil batalla. Tenía las fuerzas suficientes para continuar y su voluntad y perseverancia le incitaron a no rendirse, aún después de haber sobrepasado sus propios límites, pero ya solo quedaba un cuerpo, Pein estaba acabado, él último golpe era el decisivo y el pondría todas sus fuerzas en él, pasara lo que pasara, hasta ahí podía llegar.

Desde nuestra posición en la aldea, mi equipo y yo acabábamos de ver llegar a Tsunade-sama inconsciente, Shikamaru, Choji e Ino fueron los encargados de que llegara hasta la aldea sin percances y nos pusieron al tanto de la situación, Naruto era el único que se había quedado luchando, Sakura había desaparecido en una pelea con el equipo Taka y Sasuke daba apariencia de haber muerto luego de que Pein lo atacara, nada era conciso, había desaparecido, pero todo apuntaba a que aquello terminaría en algo fatal.

Justo entonces divisamos una gran explosión, cuyos residuos llegaron hasta la entrada de la aldea, donde las grandes puertas que alguna vez representaron la gloria de nuestra aldea ahora se encontraban destrozadas.

Sólo pude notar como el corazón se oprimía dentro de mi pecho y daba la sensación de querer desaparecer, haciéndose más pequeño. Comencé a llorar y gritar por ti, ya nada me podía importar más, estaba segura que tu habías sido el causante de aquella explosión y que seguramente te había alcanzado, veía pasar tu rostro por mi mente una y mil veces y en algunas ocasiones esas imágenes jugaban conmigo dando la apariencia de tu cara sin vida.

Avanzaba desesperadamente hacia el lugar donde Shikamaru nos había indicado tu posición, sabía que Shino y Kiba me seguían, Akamaru se había quedado, estaba terriblemente lastimado.

Y entonces ocurrió, una segunda onda explosiva que provocó mi caída, podía ver el cielo azul cubierto por nubes mientras bajaba de espaldas, sin soporte alguno camino al suelo, las lágrimas quedaban flotando a centímetros de mis ojos por la velocidad de la caída, el sol brillaba resplandeciente en el cielo, un día muy hermoso como para que se tuviese que librar una guerra, fue lo último que pensé antes de sólo ver la oscuridad.

Desperté dos días después en el hospital, uno de los 3 que se habían implementado debido a las fuertes bajas que habíamos sufrido durante la batalla, yo ya me encontraba terriblemente herida antes de caer y el golpe fue tan duro que me dejó inconsciente por dos días.

–¿Hinata? –Kiba me veía asustado, aterrado, quizás había pensado que yo jamás iba a volver de despertar, luego sonrió al ver mis ojos abiertos y gritó emocionado–. ¡Estás bien! ¡Hinata estas bien!

Volteé a ver a Shino, ambos se encontraban al lado de mi cama en dos sillas para las visitas, aunque mi amigo amante de los insectos no explotara en gritos de alegría, me dirigía una amable sonrisa por mi recuperación.

–¡Que susto nos diste! ¡Te juro que pensé que morirías! –Kiba seguía sin creer que yo había abierto los ojos.

Un instante después la puerta de la habitación se abrió y pude ver a un chico que no conocía mucho, pero que recordaba como compañero de mi Naruto-kun, entró sin hablar con una sonrisa que se me hizo extremadamente fingida, ahí estaba ese gesto, pero no reflejaba nada, sentí cierta lástima por él.

Tras él llegaron los 3 chicos más importantes en todo el mundo ninja, por lo menos en esos momentos, parecían los sucesores de los casi extinguidos Sannins, Naruto-kun tan radiante como siempre que me dirigía una de sus típicas sonrisas, lo que en ese instante provocó uno de mis comunes sonrojos y que enseguida desviara la mirada para no desmayarme. ¿Sabría él que yo… yo había corrido desesperada a su encuentro? La vergüenza en mí aumentó y baje la cabeza. ¿A veces soy algo patética, no?

El rubio ojiazul que tantas veces atrás había observado hasta el cansancio llevaba algunas vendas por el cuerpo, a su derecha esta Sasuke, hacía mucho que no lo veía, su mirada seguía fría como siempre y cuando dirigí mis ojos hacia él pareció que el gesto no le hubiese agradado y enseguida giró su cabeza hacia la ventana, seguramente sólo estaba ahí por acompañar a los demás, no parecía tener vendas ni nada. ¿Qué no dijeron que Pein lo había matado? Un error sin lugar a dudas, lo miré por un tiempo más que provocó que un escalofrió recorriera mi espalda. ¿Me asustaba Sasuke Uchiha? Quizás…

Para terminar mi reconocimiento visual de los visitantes comencé a ver a la persona que estaba la izquierda de Naruto-kun, Sakura-chan, se veía radiante, probablemente era por el regreso de Sasuke, ella siempre lo quiso y ahora… Ahora había bajado los ojos y lo que ellos vieron hicieron que una punzada en mi corazón lo comenzara a desgarrar lenta… y dolorosamente, su mano, sus suaves dedos, estaban entrelazados con la mano de… de Naruto.

Abrí los ojos de manera exorbitante, hasta mis pensamientos habían comenzado a tartamudear, eso… ¿En realidad estaba pasando? Vi que todos entraban y tras ellos venían Neji preguntando por mi estado, acompañado por Ten-Ten y Lee, pero yo no podía comprender nada de lo que sucedía, no entendía lo que me decían. Pensé en prestarles atención pero no podía. ¿Qué era esto? Me dolía el pecho, no había sangre, no había marca, no había herida, pero me dolía como nunca.

Y comencé a llorar, yo nunca… nunca puedo estar sin llorar. Las lágrimas recorrían mis ojos, en parte adoro llorar, es lo único que se hacer bien, lo único que hago por que quiero, porque puedo. Todos a mí alrededor se extrañaron, Kiba y Neji saltaron a mi lado para preguntarme si me encontraba bien.

¿Bien? ¿Qui… Quién puede estar bien cuando le han roto el corazón de… de tal manera?

Comencé a soltar pequeños grititos de dolor. Me quemaba por dentro. ¿Cómo no morí? Pensé entre tanta desesperación, tanta agonía. Agaché aún más la cabeza, mi cabello recorría mi espalda y mis hombros, mientras mi fleco ocultaba mi frente, elevé mis manos hasta mis ojos y los cubrí por la vergüenza.

Entonces el dolor cambió por algo más, comencé a dirigirlo como desagrado, hacia aquellas personas que me rodeaban y me veían sufrir, como si fuera una escena que disfrutar, que no había que perderse.

Mi primo Neji ya estaba abrazándome, preguntándome que tenía, Kiba estaba igual de alebrestado, Sakura sugirió que se alejaran para que ella me revisara.

¡Ella! Levanté la cabeza en el acto y la volteé a ver, aún tomaba la mano de Naruto-kun, con fuerza se aferraba a mi rubio. ¿Mió? ¿Cuándo lo fue?

–¡Nunca! –Grité sin pesarlo, yo ya no pensaba, volví a llorar y respirar forzadamente–. Por… por favor, per-perdónen-me.

–Hinata-chan. ¿Qué tienes? ¡Estas preocupando a todos! –Intentó acercarse a mi cama y llevaba a Sakura consigo, sonaba preocupado–. ¿No te enfermaste? –Iba a colocar su mano en mi frente, cuanto hubiese anhelado ese gesto suyo en otras condiciones.

Él nunca lo notó, nunca le importe lo suficiente como para que se diera cuenta, y yo siempre tan cobarde como para confesárselo.

Otro gritito de dolor escapó de mis labios y Naruto evitó tocarme, ya no lo quería ver. Ya no más por favor. ¡Vete! Le gritaba mentalmente. ¡Ve… vete y se feliz, como… como yo no puedo serlo!

–¡Váyanse! –Ordenó la imponente voz de mi primo y cuidador.

Gracias primo Neji. Tenía tanto que agradecerle.

–Pero… –Sakura hablaba, quizás aún quería revisarme, pero los ninjas médicos no podían curar lo que a mi me dio aquella tarde en el hospital, los corazones rotos no se curan con chakra.

–Sólo necesita descansar –Sentenció fríamente Neji, seguramente puso una mirada que no daba lugar a dudas porque todos comenzaron a desfilar hacia la salida, y luego de un: "Adiós, te veremos más tarde Hinata-chan", se iban.

Kiba y Shino miraban a mi primo, el primero lo hacía de manera desafiante y para evitar algún rose me armé de valor y les susurré un "Por favor, ha-háganlo". Creo que sus rostros se llegaron de más preocupación y algo de tristeza, pero obedecieron. Tras ellos salió el chico de la sonrisa falsa, que aún sonreía y me decía, que debía sonreír más. Pensé que tal vez en un futuro así me vería, llena de falsas sonrisas.

Luego sólo quedábamos mi primo Neji y yo. Él no dijo nada y yo solo miraba mis manos apretar duramente las blancas sábanas de hospital que cubrían mis piernas, mientras mis cálidas lágrimas inundaban mi rostro.

–Uchiha –Habló duramente y de repente, sacándome de mis cavilaciones y sollozos, ese apellido imponía, por lo menos para mí, levanté el rostro y busqué al chico con la mirada, verdaderamente pensé que me había quedado sola con mi protector.

–Hmp –Emitió uno de sus típicos gruñidos, había olvidado como sonaban. ¿Pero qué hacía él ahí? Me miró y sus grandes ojos negros reflejaban algo indescriptible, a primera vista parecían duros y sin sentimientos, lo observé un poco más, aún cuando su penetrante mirada me avergonzaba, ahora podía ver algo más detrás de esa indiferencia. ¿Qué sería?

–Gracias –¿Por qué Neji-niisan le daba las gracias? Pensé que ellos no… no se agradaban.

Luego de escuchar aquello sin sentido para mí volví a bajar la vista, seguía llorando pero suponía que me había sonrojado cuando sentí que Sasuke me había sorprendido viéndolo. Pude oír otro de sus gruñidos y como la ventana del cuarto se habría, luego no hubo más, levanté la cabeza y ya no estaba. Tsunade-sama llegó acompañada de Shizune, me saludó y para mi sorpresa me abrazó.

–Es un baka –Susurró a mi odio, seguramente Neji y su acompañante no escucharon nada–. No llores por eso, yo le daré su merecido –¿Co-cómo podía ella sa-saber la razón por la cual lloraba? Todo un cuarto lleno de ninjas no parecían haberlo entendido, pero e-ella sabía.

Sus palabras de cierta manera me reconfortaron, si tuviera una madre en esos instantes, posiblemente me habría dicho lo mismo. Y cuando me disponía a agradecerle y preguntarle como lo había sabido, volví a ver la oscuridad.

Fin Flash Back


–Hinata-sama –Neji tocaba a mi puerta. ¿Tan rápido había amanecido? Entristecí, pues ni siquiera me había dado tiempo de soñar y olvidar–. Su padre requiere hablar con usted.

Mi papá, aquél ser que me desprecia pero que yo quiero tanto. ¿Para que me querría ver esa mañana? Yo ya no quería ver a la gente, por lo menos no a algunas personas, soportaba ver a mi primo, mi hermana, Kiba, Shino, Kurenai-sensei y… y recientemente, a él.

–En… enseguida vo-voy –Le grité antes de comenzar a arreglarme, debía apresurarme, hacer esperar a mi padre no era bueno. Nunca lo era.


Gracias por leer, supongo que es un capitulo corto, pero así son los inicios...

El siguiente lo subiré el próximo jueves, es más largo, con más explicaciones y desde la perspectiva de Sasuke, si me da tiempo trataré de subirlo antes, pero estoy intentando actualizar mis fics cada semana.

Espero por sus comentarios para saber su opinión sobre este nuevo proyecto mió, sugerencias, dudas, si les gusto, si no, si les parece que hay algo de OCC, es que no quiero salirme de los personajes normales.

En general gracias por tomarse el tiempo de leer esta nueva histora, cuidense, que les vaya excelente.

Bye-bee…¡¡¡