Hola aquí les traigo un one shot de una de mis parejas favoritas, espero les gusté, me divertí mucho escribiéndolo.

A si… casi lo olvidaba, los personajes no me pertenecen son una señora japonesa, muy famosa y talentosa, Rumiko Takashi.

"Ninja Ranma"

- ¡Este idiota! Ya déjame en paz –

Decía una muy molesta, temblorosa y un poco azul Akane, como es posible que haya caído otra vez en sus estúpidas bromitas. – pensaba Akane- Esta vez había sido una araña de plástico en su escritorio.

- ¡Cuando te atrape te voy a dar una paliza, pedazo de imbécil! –

El susodicho reía a carcajadas trepado en el árbol que quedaba frente a la ventana de su prometida, y es que sencillamente todo se le había salido de control, la cosa había empezado con un estúpido reto, como siempre, pero se hacía cada vez más divertido y un poco adictivo para él.

Todo comenzó una semana antes.

Ranma y Akane veían una película de terror el sábado por la noche, y como es de esperar quien insistió para verla, aunque en verdad le dieran pesadillas había sido Akane y es que le gustaba sentir la adrenalina y en secreto poder acurrucarse a su idiota prometido cuando el miedo se apoderaba de ella, aunque el muy tarado se burlara de ella después, claro que antes de hacerlo él, consciente o inconscientemente la había abrazado también.

- Eres una miedosa Akane, para que te gusta ver estas películas si al final terminas gritando y temblando de miedo y sin contar con el hecho de que en las noches siempre tienes pesadillas. –

- Yo no soy ninguna miedosa, es solo que… bueno… solo… me sorprendo un poquito de vez en cuando, con algunas escenas. –

- Si claro… sorpresa, yo a eso le llamo miedo, pero si insistes. –

Callo, porque una delicada caricia en el estomago con el codo de su tierna prometida le había sacado el aire.

Ella estaba de nuevo absorta viendo la televisión, y al astuto (ja, ja, ja, perdón no pude evitar reír al escribir astuto, XD, bueno prosigamos) Ranma se le ocurrió una brillante idea, asustar a su prometida para confirmar el hecho de que ciertamente ella era una cobarde y miedosa.

Como si de un ninja se tratara se escabullo de su sitio sin que su marimacho se percatara, dejándola sola en la sala, mientras el nuevo "ninja Ranma" se posicionaba detrás de la pared del pasillo y comenzaba a rasgar con sus uñas la pared produciendo así un espeluznante sonidillo tenebroso, claro esta que también antes de hacer todo aquello el muy listillo se había robado el control remoto, y unos segundos antes de comenzar la rasguñadera en la pared apago la televisión, a la muchacha se le pusieron los pelos de punta mientras un escalofrió le recorría la espina dorsal, estiro su mano para tocar a su prometido y acurrucarse en él, pero o sorpresa él no estaba ahí, su corazón empezó a bombear rápidamente, mientras susurraba temblorosamente.

- R R Ran ma, Raan maa, d don de ess tas. –

Él autoproclamado "ninja Ranma" se tapaba la boca con una mano para que su risa no fuera escuchada mientras su otra mano proseguía en el bello arte de rasguñar la pared para seguir así asustando a la miedosa muchacha. Akane estaba aterrada, la televisión se apago de pronto, y todo se quedó en penumbras, había intentado refugiarse en los brazos de su prometido y el había desaparecido, y luego un escabroso sonido de rasguños comenzó a escucharse detrás de ella por el pasillo , el terror se apodero de ella y estaba apunto de gritar cuando pudo escuchar unas ahogadas carcajadas justamente de dónde provenían aquellos rasguños, y entonces lo supo, había sido ese idiota, se levanto encendió la luz y tranquilamente camino hacía en pasillo, y ahí estaba él tirado en el piso rodando sobre su espalda y con la manos en el estómago y el muy tarado no podía parar de reír, todo temor que hubiera en ella se transformó en un segundo en ira… camino tranquilamente a su habitación mientras un magullado Ranma lloriqueaba semienterrado en el piso del pasillo y con un tremendo chichón en la cabeza.

En la mañana mientras iban a la preparatoria.

- Te lo dije, eres una miedosa y una ilusa, te asustas con las cosas más simples-

- No es verdad, es solo que ayer estaba nerviosa por la película, y luego tú haciéndote el graciosito, ¿por cierto como esta tu cabeza aún te duele? –

Pregunto Akane con algo de satisfacción por haberle dado su merecido al tarado.

- ¿Qué estas dispuesta a apostar si demuestro que eres una ilusa y miedosa? –

- ¡Lo que quieras! –

No iba a permitir que su prometido la viera acobardarse y mucho menos que él ganara aquella apuesta, lastimosamente Akane era una miedosa, aunque ella no lo aceptara, así que fue de esa manera comenzó la semana del terror para Akane y la de la diversión para el "ninja Ranma". Sustos detrás de las puertas, mascaras bobas, ratones de juguete, y alguna que otra un poco más sofisticada como llamarle por teléfono cambiando la voz y preguntarle cuál era su película de terror favorita, y muchas, muchas más tonterías por el estilo.

Y ahora llegamos a el punto donde comenzó esta historia.

- ¡Este idiota! Ya déjame en paz –

Decía una muy molesta, temblorosa y un poco azul Akane, como es posible que haya caído otra vez en sus estúpidas bromitas – pensaba Akane- Esta vez había sido una araña de plástico en su escritorio.

- ¡Cuando te atrape te voy a dar una paliza, pedazo de imbécil! –

El susodicho reía a carcajadas trepado en el árbol que quedaba frente a la ventana de su prometida, y es que sencillamente todo se le había salido de control, la cosa había empezado con un estúpido reto, como siempre, pero se hacía cada vez más divertido y un poco adictivo para él.

No quedaba de otra Akane tenía que vengarse y darle una cucharada de su propio chocolate si quería que la dejara en paz. Además, el muy tarado había ganado la apuesta desde el primer día y o no se había dado cuenta por ser un verdadero idiota o simplemente ya no le importaba y ahora lo único que pretendía era seguir asustándola, pero de verdad que su frágil corazoncito ya no soportaría un susto más, esto tenía que parar hoy mismo.

Algunas horas después, Ranma entrenaba tranquilamente en el dojo, cuando un grito lo saco de su concentración, era su prometida, y esto lo puso en estado de alerta ya que si mal no recordaba el no la había vuelto a molestar desde que lo mando a volar hace unas horas atras cortesía de su mazo XXL, así que antes de que se diera cuenta ya estaba corriendo rumbo a la habitación de su poco femenina prometida, empujo la puerta y ahí estaba ella cubierta de sangre, tirada en el piso, la pobre apenas si podía respirar y débilmente extendía sus manos hacía su prometido buscando ayuda, a Ranma casi se le sale el corazón, estaba aterrado, su mente no terminaba de procesar lo que sus ojos estaban viendo, no podía dejar de pensar quien le había hecho a su Akane, cuando lo supiera él muy maldito desearía jamás haber nacido, unas lágrimas se escaparon de sus ojos sin que él siquiera lo notara, su rostro estaba pálido y a tropezones se arrodillo junto a su prometida,.

- Akane ¿quién… quien te hizo esto? ¿qué paso? –

Decía casi sin aliento y con los ojos desorbitados y llenos de lágrimas el muchacho. –

- A a cer ca te –

Dijo débilmente su frágil y herida prometida, el sin pensarlo acerco su oído a los labios temblorosos de su prometida, y lo que escucho lo dejo atónito.

- ¡Caíste baboso! JA, JA, JA. –

Su semblante cambio de la desesperación y el dolor a la rabia, pero como era posible que su prometida hiciera algo tan, tan estúpido, con eso no se juega marimacho – pensó – como era posible que la tarada hiciera una broma de ese estilo, después de lo de Jusenkyo, aunque no lo pareciera el muchacho había quedado bastante afectado, sobreprotegía a su prometida y siempre estaba en alerta máxima, claro que la marimacho ni cuenta se había dado. Así que enojadísimo se levanto y dando un portazo salió de la habitación de Akane.

- Vaya, pero que mal perdedor de eres Ranma, yo… –

Dijo la muchacha y antes de que pudiera seguir con su burla hacía su prometido, él regreso en un santiamén abrió la puerta de una patada y la levanto del suelo con solo brazo.

Mientras la estrujaba y lagrimas corrían por su rostro le dijo:

- Como es posible que seas tan idiota, ¿no sabes acaso que mi vida eres tú? Si algo te pasara yo me muero, ¡NO LO ENTIENDES! Se que me pase de la raya con las bromas, pero esto que tú has hecho se paso tres pueblos y lo sabes, no vuelvas jamás a hacer una cosa similar, por favor. –

Y sin más la beso apasionadamente, mientras la abrazaba fuertemente a su cuerpo. El shock de verla cubierta de sangre tirada en el suelo había hecho que todo temor y timidez fueran desechados de su sistema, ahora solo quedaba el Ranma apasionado y arrebatado, nunca más podría alejarse de su prometida, porque, aunque obviamente se dio cuenta de que todo había sido una broma y una de muy mal gusto por cierto, trajo a su mente todo lo sucedido aquel fatídico día en Jusenkyo, y tomo la decisión de ya no perder más el tiempo, a fin de cuentas él amaba a la marimacho y eso no cambiaría jamás, y si ella no lo amaba entonces él se encargaría de que ella se enamorara de él, para Ranma Saotome nada era imposible, por eso sin siquiera detenerse a pensarlo su carácter impulsivo lo hizo aferrarse a ella como una sanguijuela, y besarla ferozmente, ella no tardo en responder de la misma manera aún sin poderse creer totalmente lo que estaba pasando, a lo mejor todavía no he despertado y sigo soñando – pensaba Akane – ¿cómo en un segundo todo había cambiado? un tonto reto se convirtió en el método para abrir sus corazones y demostrar lo que sentían.

"Ninja Ranma" acechaba desde las sombras cuando vio acercarse tranquilamente a su objetivo, la tomo por detrás arrastrándola mientras tapaba su boca con una mano y la introdujo con él en su habitación, comenzando a besarla de la misma manera en que lo habían hecho por primera vez unas semanas atrás, a ella le fascinaba esa nueva faceta de su prometido, tan apasionado y nunca satisfecho, siempre quería más y más y no seria ella quien se quejara.

Dos semanas antes.

Después de besarla minutos después cuando por fin se separaron, ella lo miro sin aliento, sonrojada y no solo por la sangre falsa de su "bromita" ella le miro con los ojos brillantes él no se quedaba atrás su corazón estaba totalmente desbocado y se había quedado sin habla.

- ¿Entonces supongo que esto es una confesión? ¿no es así bobo? -

- Supones bien, pechoplano. –

Y volvieron a abalanzarse en un beso aún más fiero y apasionado, porque así eran ellos, un poco demasiado salvajes.

Cuando por fin pudieron mirarse a los ojos sin volver a besarse desesperadamente, pusieron las cartas sobre la mesa, él la amaba, ella lo amaba, nadie debía enterarse o habría boda inminente, y ellos querían disfrutar de su relación sin presiones al menos por un tiempo, se iban a casar definitivamente sí, pero no por el momento, primero querían terminar la preparatoria. Desde entonces Ranma no dejaba de sorprenderla, y ahora suponía que debía añadir algo más a la lista de reglas en su relación… comprar preservativos…

Espero les haya gustado, nos leemos para la próxima.

Osea en el siguiente capitulo porque esto se volvio Two-Shot JA, JA, JA.