Todos sabían de la relación que mantenían Luka y Chloé, increíblemente mala, como agua y aceite eran, naciendo ese odio por parte del guitarrista por lo que le había hecho a su hermana Juleka.

La misma que los estaba viendo discutir como siempre, su hermano acorralando en la pared, Chloé entrecerrando sus ojos. Más gritos, insultos. Hasta que Luka rió.

—¿Y te gustó? —Ella lo miró con una ceja levantada— ¿La canción?

—¿Gustarme? ¡Me fascino! Eres todo un amor —con dulzura fingida— Dedicándome una canción... no me lo esperaba.

—Me alegro, en cualquier momento te la puedo cantar... y si quieres a solas —sus ojos azules claros mirándola fijo.

—Está bien, no quiero que se me rompan los tímpanos —altivamente.

Sus diente apretados, recordando esa pegadiza y estúpida canción. La letra seguía impregnada en la memoria de la rubia como su melodía...

"C-H-L-O-É"

"Es la niña rica que nos hace llorar, ¡ah!...,

Hey Chloé, tu eres tan Chloé

El solo estar contigo me provoca gastritis.

Hey, Chloé me podrías decir ¿Porque tú gozas haciéndonos sufrir?

¡Oh, oh, oh!

Que chica tan maligna, adolescente amarga.

Dragón escupe fuego vestida de blancos jeans.

¡uuu!

Hey Chloé dinos la razón… ¿Por qué hay que quererte si no hay razón?

Oh Chloé te queremos decir

Con tu súper asquerosidad queremos cantar

¡Chloé, Chloé!

¡U, U!

¡Chloé, Chloé!

¡U, U!

¡Chloé, Chloé!

—Me llena de orgullo que yo soy tu inspiracion —siguió con ese tono ridículo de voz, pero impregnado de veneno— ¿Cuándo te enamoraste de mí?

—Te odio —rebatió enseguida.

—El sentimiento es mutuo —expresó— Ahora ya deja de acorralarme contra la pared, que quiero ver a Adrinkis.

Luka bufó, sin todavía liberarla.

—Ese apodo es horrible.

—¿Celoso? —sugirió, mientras sus narices se rozan. Ninguno se aparta ante la pelea silenciosa.

—¿Por qué? ¿Quién querría que lo llamen de esa manera?

—No, hablo de Adrinkis —Luka se molestó con la mención de ese apodo— Ya que él es más increíble que tú —sus labios realizando una sonrisa— En todo, él nun...

Y nunca llegó a terminar la frase, los labios de Luka estaban pegando los de ella, quitándole el aliento en esa acción completamente inspirada. Había cruzado esa línea eléctrica que imponían los dos individuos, ya que cuando se encontraban chispas revoloteaban a su alrededor.


Ellos eran como el agua y el aceite. No se mezclan, se repelan.


Chloé lo empujó.

Juleka lo vio.

Luka la miró.

Chloé se sonrojó.

—T-tú tú... —señalándolo con el dedo índice. Sus manos tomaron el cuello de su ropa, encarándolo.

Nunca terminó la frase. Ella lo beso.

Y Juleka ya ni sabía lo que estaba viendo.