Hola¡ aquí les dejo otra de mis locas ideas… contiene lemmons asi que… ¡cuidado¡ es bajo su propia responsabilidad que quede claro jajaja… bueno, creo que el titulo lo dice todo… mucho mas¡, asi que den rienda suelta a la imaginación y disfruten el primer capitulo, por favor espero sus comentarios, gracias.

-Preludio.-
POV Bella:

Vivía en Forks, con mi padre Charlie, tenia 17 años cuando todo sucedió… yo era una chica muy reservada, tímida y callada.

No tenía novio, ni pretendientes, lo cual dificultaba, mi situación. Yo simplemente no podía ni sabia relacionarme con las demás personas en especial las del sexo opuesto.

Todas mis amigas, o al menos la mayoría, ya habían tenido relaciones sexuales, excepto yo.

Aun era virgen, y quería quitarme esa etiqueta, también quería comentar, cuando hablaran de esos temas… tener mi propia experiencia.

No quería quedarme callada y avergonzada, cuando hablaran de sexo, quería saber que era eso… el orgasmo, el deseo, ¡todo¡ quería saberlo todo y sobre todo… quería dejar de ser virgen.

El problema era ¿con quien?, no tenia novio, ni pretendiente, lo cual dificultaba mi situación… ¿Quién quisiera hacerme ese favor? Pfff… no era muy atractiva físicamente.

Dudaba que alguien realmente, quisiera tener sexo conmigo, solo eso pedía, sexo… sin compromisos, solo quería un favor sexual.

Tenia un amigo… o algo así, nos llevábamos bien, se llamaba Edward Cullen, el era algo social… y un tanto mujeriego, quería a un profesional, el sabia lo que hacia… quizás el podría ayudarme con mi problema, solo sexo como lo haría con cualquier otra chica.

Así que un día en receso, me acerque a el, estaba parloteando con sus amigos, Edward era muy amable y caballeroso, siempre me trato bien, y conociendo su fama… esperaba que me ayudara.

-¿Edward?.- Le llame titubeando, increíblemente nerviosa, quería arrepentirme y correr hacia un arbusto cercano y ocultarme tras el, pero ya era tarde, él había posado su mirada en mi.

-¿ Si Bella?.- Se acerco a mi.

-¿Puedo hablar contigo?.- Le dije apenada, había atraído la atención de sus amigos… y nos miraban curiosos.

-Claro…- Me dijo con una sonrisa, suspire, un poco mas tranquila, en cuanto nos alejamos del escrutinio de sus amigos.

Edward era el novio que toda chica desearía tener, buen amigo, amable, educado, atractivo, y sexy.

O al menos lo era conmigo. Sabia que su único defecto era el ser mujeriego, pero ahora su defecto se convirtió convenientemente en una virtud.

-¿Bien Bella de que quieres hablar?.- Pregunto confundido.

-Mmmm te quería pedir un favor.- Dije nerviosa.-Es algo muy delicado… te parecerá ridículo y raro… y quizás no quieras y no entiendas mis razones… si no quieres buscare a otro que…-

-Bella… tranquila, seguro que puedo ayudarte ¿Qué pasa?.- Me dijo con otra esplendida sonrisa. Totalmente ajeno, a la perversión de mis pensamientos.

-No se… si deba decírtelo aquí quizás, quieras acompañarme a un café cuando salgamos.- No quería que la gente se enterara, de mi supuesta "tregua".

-¿Tan delicado es?.- Pregunto frunciendo el seño, yo asentí nerviosa.

-Bueno.-suspiro.- Si quieres que te acompañe, a un café… te acompaño, no te preocupes.- Me mordí los labios nerviosamente, y asentí.

-Si… gracias.- Le dije a Edward.

-No hay de que.- Me aleje de el, nerviosamente, seguro pensaría, que estaba loca, lo mas seguro era que me rechazara.

¿Por qué quisiera acostarse conmigo si podría hacerlo con quien el quisiera? Pero tenia que intentarlo, si me rechazaba, buscaría a otro.

A la salida, lo espere en el estacionamiento, cerca de su coche, el regresaba riendo con sus amigos, después poso su mirada en mi, y se puso serio, algo preocupado.

¿Cómo me vería? Estaba mucho, muy nerviosa, se acerco a mi, con el seño fruncido, me mordí los labios nerviosamente.

-¿Nos vamos Bella?.- Me dijo con una sonrisa.

-¿Aun quieres ir conmigo?.- Pregunte nerviosamente, el frunció el seño.

-Claro… ¿por que no habría de querer?.- Pregunto confundido.

-Bueno te veo en el café, que hay la vuelta a una cuadra de aquí.-

-¿No te quieres ir en mi carro?.- Pregunto aun mas desconcentrado.

-Mmm… no prefiero irme en el mío no quiero regresar por el.- No quería pasar por la vergüenza, si es que me rechazaba, de que el mismo, me llevara de vuelta a casa, no quería.

-Bueno te veo ahí Bella.- Se despidió con la mano, yo hice lo mismo.

-Si… adiós.- Me subí nerviosamente en mi vieja camioneta, y conduje hasta ese café.

Cuando llegue, Edward ya estaba ahí, recargado en su coche, esperándome, se veía como todo un modelo. Me baje nerviosa y torpemente de la pick up.

-¿Entramos?.- Le pregunte cuando me acerque a el, asintió con la cabeza.
Entramos al lugar en silencio, y nos sentamos en la mesa mas lejana del café, realmente no había mucha gente.

-¿Y bien Bella de que quieres hablar?.- Inquirió impaciente, respire profundamente.

-Bueno… no se por donde empezar Edward me da mucha vergüenza, pero quizás tu me puedas ayudar, muy probablemente no quieras y si no quieres lo comprenderé pero tengo que intentarlo. Mis amigas… todas ya…- Me agarre nerviosamente el cabello, el frunció mas el seño.

- Dios… todas ya…- No me dejo terminar

-Habla Bella.- Dijo con impaciencia.

-Todas mis amigas…- Continúe.- o la gran mayoría ya no son vírgenes.- Dije en un susurro.

-¿Qué ya no son que?.- ¡no podía ser¡ lo acababa de decir. Ya era lo suficientemente vergonzoso, como para decirlo nuevamente.

-Ya son vírgenes ese es el problema y yo sigo siendo virgen, yo ya no quiero serlo, no quiero que el sexo siga siendo un tabú para mi. Pero no tengo con quien, tu eres un experto en el tema eres mi amigo y quería saber si… tu ¿podrías tener sexo conmigo?.-

Dije realmente apenada, levante la vista para ver su expresión, todo aquello, se lo había dicho sin siquiera mirarle, se le abrieron los ojos desmesuradamente.

-¿Quieres que yo… te quite la virginidad?.- Balbuceo, sorprendido y algo divertido.

-Si no quieres no, yo entiendo, si te niegas.- Dije con las mejillas encendidas.

-No he dicho que no Bella, solo tengo una duda.

-¿Si?.- Pregunte dubitativa.

-Si querías pedirle ese "favor" a un amigo ¿Por qué no se lo pediste a Jacob? Según sé… son muy buenos amigos ¿no?.- ¿Eso era un no? ¿Me estaba rechazando? ¿Qué tenia que ver Jacob en todo esto?.

Ohh… quizás también podría pedírselo a él, no había pensado en esa opción, Jacob siempre estaba tratando de flirtear conmigo.

-Tienes razón. No lo había pensado, si no quieres… yo le puedo decir a Jacob que me ayude.- Dije levantándome de mi silla, el me sostuvo por la muñeca.

-Siéntate Bella.- Dijo serio, se veía un poco mas molesto, no debí preguntárselo. Me soltó de la muñeca. Y yo me senté de nuevo.

-No he dicho que no. Pero tu propuesta me ha dejado sorprendido, no tienes que pedírselo a Jacob el es un depravado, yo te ayudare.- Dijo con una sonrisa.

-¿Enserio?.- Dije sorprendida.

-Si, después de todo somos amigos no… ¿y para que están los amigos?.- Dijo con una sonrisa, un tanto sardónica, detectaba cierto sarcasmo en su voz.

-Sin compromisos ni nada, solo quiero que me enseñes… solo sexo.- Le advertí.

-Claro, solo sexo ¿Cuándo?.- Pregunto repentinamente.

-¿Cuándo que?.- Dije confundida, el rodó los ojos.

-¿Cuándo quieres perder tu virginidad Bella.?.- Enrojecí, yo no podía verlo como el… con tanta naturalidad, aun tenia algo de pudor. El sonrío de lado, y movió la cabeza desaprobativamente.

-Va a ser un trabajo duro, quitarte la inocencia.- Me miro lascivamente, ese no era el Edward de siempre.

-Ya Edward…me pones nerviosa, el viernes por la noche.- Le dije apenada, con la cabeza gacha.

-¿En tu casa?.- Inquirió el.

-¡No¡ mi padre esta en casa por la noche.-

-¿En un hotel?.-

-¡No¡ un hotel no, mi padre se enteraría.- Además que no quería, que mi primera vez fuese, en el cuarto de un sucio motel, como una prostituta.

-¿En mi casa? Esta sola, los viernes por la noche.- Asentí con la cabeza.

-¿A que hora?.-

-¿A las 9?.-

-No, no puedo salir tan tarde no tendría una excusa a las 7 ¿puedes?.- Pregunte esperanzada.

-Si… ¿sabes donde vivo?.- Negué con la cabeza, saco una servilleta y anoto la dirección en ella, me la dio.

-Te espero ahí, el viernes a las 7:00.- Me advirtió.

-Si, no te preocupes.- El me sonrío de lado.

-Bueno Bella solo una cosa mas, ¿yo que voy a ganar, que me darás a cambio de que te quite la inocencia, de que te enseñe a ser mujer?.- Pregunto con el seño fruncido.

¡Oh, oh¡ no había pensado en eso. ¿De verdad fui tan incauta como para creer que lo haría gratis? ¡Por supuesto que no¡.

-Oh… yo no se, ¿Qué quieres Edward? ¿Dinero?.- Esa idea me dio aun mas asco, que la de pedirle el favor, el río sardónicamente.

-Claro que no, el dinero no me importa.- Dijo despreocupadamente.

-Ahh… ¿entonces?.- Pregunte confundida.

-Mmm… creo saber lo que quiero, pero no estoy seguro.- Dijo mirándome, con sus penetrantes orbes color esmeralda.

-Solo dilo.- Dije segura, sin pensarlo dos veces, fuese lo que fuese, lo haría.

-Lo mismo que tu Bella… placer.- Eso me tomo por sorpresa, fruncí el seño, aun sin entender que quería decir con eso, aquí la única que ganaba placer, con ese trato era yo. ¿El que placer podría sentir?

-No te entiendo Edward.- Pregunte confundida.

-Es sencillo así los dos ganamos, placer por placer, voy a tratar de explicártelo. Solo te propongo que tengas mas practica y experiencia en esto del sexo, ya sabes un trabajo completo porque eso es lo que quieres supongo. Practica, solo eso… experiencia, que tu cuerpo se acostumbre a esa sensación, que se haga mas… "elástico.-"

Era un hecho, no entendía a Edward hablaba con demasiados eufemismos o mas bien no quería entenderlo pero este, no era el Edward que conocía y me comenzaba a asustar.

-Edward, habla claro, comienzas a asustarme.- Le dije sinceramente, el sonrío de lado.
Y suspiro.

-Lo siento Bella, no era mi intención asustarte había olvidado lo inocente que eres, lamento haber sonado un poco pervertido.- Dijo con una sonrisa, yo fruncía el seño cada vez mas, ¿inocente? Eso era tan… ¿obvio?, ¡dios no¡.

-No es que me asustes… no en ese sentido, es que no te entiendo Edward habla claro.- Dije un poco desesperada.

-Ok… mira es sencillo si tu recibes placer con mi "trabajo" yo quiero lo mismo. ¿Si entiendes? Quiero mas de un encuentro contigo, un encuentro sexual claro… esa será tu paga.- Dijo claramente, seguro de si, sin metáforas, sin eufemismos.

Yo me quede pasmada, simplemente no lo podía creer no era que la idea se me hiciera repulsiva a fin de cuantas eso era lo que quería.

¡Pero Edward¡ quería mas… conmigo, eso me tomo por sorpresa, no me lo esperaba, me costo asimilarlo y dure unos minutos sin habla.

-¿Bella estas bien?.- Pregunto Edward, preocupado, al no mostrar signos de vida.

-Si es solo que… ¡Woo¡ no me esperaba eso, no de ti creo que es justo si eso es lo que tu quieres de mi. No veo por que no pueda regresarte el favor aunque no creo que quieras repetir el acto, con alguien como yo, teniendo a tantas chicas es solo que no lo entiendo tu me haces un favor. ¡Un favor¡ y quieres… ¿Qué te pague con la misma moneda Edward?.- Pregunte incrédula.

-Bella es solo sexo y tu te subestimas eres bastante bonita.- Dijo mirándome fijamente a los ojos, enrojecí no pensé que Edward pensara así de mi.

-Tal vez… pero aun así no te entiendo. Creo que te vas arrepentir de pedirme que te regrese al favor pero si tu quieres que te pague de esa forma, por mi no hay problema.-

-Es solo sexo Bella, solo eso tranquila.- Dijo restándole importancia.

-Claro, solo sexo sin compromisos. ¿Pero… cuantas veces quieres que te regrese el favor?.- Pregunte un tanto aterrorizada y confundida. El rió armoniosamente.

-Eso dependerá de ti y de mi tampoco te voy a obligar Bella, despreocúpate no soy un pervertido.- Me sonroje violentamente.

-Claro, lo siento aquí la de la propuesta indecorosa soy yo, no tu.- Dije apenada.

-No, claro que no. No te preocupes.- Dijo con una sonrisa despreocupada, ¿Cómo podía hacer eso? Que lo vergonzoso de volviera fácil y hasta divertido.

-Bueno Bella… a sido todo un placer hacer negocios contigo.- Dijo a modo de despido.

-No es negocio Edward, no te voy a pagar.- Dije seria, el rió estruendosamente.

-Ya se que no es un negocio perdóname, esa no es la palabra que quise usar fue mas bien…-

-¿Trato?.-

-Si, eso un trato me voy nos vemos el viernes.- Dijo estirando su mano, yo la estreche con la de el, masajeo levemente sus dedos entre los míos, le mire confundida.

-Hasta el viernes Edward.- Solté su mano un poco incomoda por el contacto, mientras me paraba del asiento.

-Hasta el viernes Bella.-

-Edward...-

-¿Si?.-

-¿Debo de llevar algo?.- Dije ya parada.

-No… solo tu presencia, yo me encargo de lo demás, no te preocupes.- asentí con la cabeza, no muy segura de lo que querían decir sus palabras.

Salí de la cafetería y me dirigí a mi pick up, aun estaba nerviosa y apenada, sentía mis mejillas hervir, sin duda ese día había sido el mas vergonzoso de toda mi vida, lo bueno que Edward había aceptado, y esto no había quedado en una tortuosa humillación, ahora tenia una cita con Edward… un favor sexual.

Xd¡ que les parecio?... espero sus comentarios y dudas¡, denle clic en el botoncito verde¡.