Algo era seguro, lo odiaba, era lo que más odiaba el mundo ¿cómo se atrevía a besarla? y más aún ¡a estar de lo más tranquilo atrás de ella como un perro guardián!
Deja de seguirme -De un giro quedo frente a frente con nada más y nada menos que con el egocéntrico Sasuke Uchiha- sabes que te odio, te odio y que si me sigues siguiendo vas a lamentarlo ¿verdad?
Más iba a lamentar si no te besaba, y suéltate el pelo te queda mucho mejor así Hyuga -Así es, había besado a la ahora muy molesta Hinata Hyuga que ya a sus 17 años era el "blanco" de muchos chicos tanto de su aldea como en las que había estado- ¿vamos a casa?
"¿Vamos a casa?" no me des ordenes, además es mi casano hables en plural -se dio media vuelta y siguió su paso-
Tac, tap, tac, tap el seguía siguiéndola.
¡Deja de seguirme maldita sea! -había explotado, nunca había golpeado a alguien pero esta vez le rompería la nariz, claro si sus labios no estuvieran ocupados con otra cosa- pe... ¡pero cómo te atreves a besarme!... ¡OTRA vez!
Admítelo -Su voz era desquiciante para sus oídos, pero esa sonrisa típica de los Uchiha era lo más molesto-
¿Admitir qué? -Por primera vez se detuvo a escucharlo pero no sin limpiarze la boca con la manga de su chaqueta-
Que me amas -Su sonrisa se volvió cínica, le divertía verla así y más ahora que estaba lloviendo y los mechones negros se adherían a su cara haciéndola ver como una niña berrinchuda-
Egocéntrico, pervertido, idiota, raro, emo, fracasado -su cara estaba empapada al igual que su espalda y hombros, un sonrojo se noto en su cara al recordar el beso robado, fue interrumpida con un toque de la nariz respingada del Uchiha antes de sentir un mano en su hombro-
Ja ne, sera mejor que no te mojes mucho... -el se iba, dejando a una molesta, sonrojada y mojada Hinata-
¡¿A dónde crees que vas?! No te puedes ir así y dejarme aquí y menos después de besarme ¡Uchiha espera!
Tac, tap, tac, tap... Ahora ella le seguía.
