Hours.-

La noche se esparcía apacible entre los recovecos del bosque. Era tarde, o lo sería para un humano. Para mí, sólo era más de lo mismo.

Espire profundo, entregándome a la caza. Cerré los ojos, dando rienda suelta a mis instintos, dejándome arrastrar por ellos una fracción de segundo más tarde..

Por un segundo fui plenamente consiente de todo cuanto me rodeaba, podía oír y olerlo todo en perfecto detalle.

El palpitar de un par de gruesos corazones capto mi atención –el aroma y el fluir punzante de su sangre provenía de la montaña- no lo pensé, me deje llevar hasta ellos sediento.

La caza fue simple, el oso fue incapaz de resistirse a la fuerza de mis manos o al filo de mis dientes. Sentí la sangre fluir por mi garganta, embriagándome con su calor. Pero aquello no supuso el placer esperado, ni mucho menos aplaco la sed que quemaba en la base misma de mi garganta.

Acabe en el mismo instante en que su corazón se detuvo. Me erguí con elegancia, buscando a mis hermanos. No dí con ellos a simple vista, pero oía con claridad el susurro de sus pasos y el roce de sus labios sobre la piel de sus presas.

Concentre de nuevo mis instintos –en busca de una nueva presa- pero era inútil, no existía presa en la tierra que pudiese aplacar por completo la sed que me quemaba.

Me aleje –antes de delatarme- consiente de que dejaba a mis hermanos atrás. Pero no podía permitir que Edward leyese mis pensamientos. No ahora que su futura esposa divagaba de forma impropia en ellos.

Era una locura –y lo sabía de sobra- pero Bella despertaba en mí un ansia que no parecía tener fin. Tan fuerte, desenfrenada y enfermiza que no hallaba cavidad en mi mente, a pesar del amplio espacio.

Si pudiese que entablar comparación, seguro lo haría con la sed que sentía en aquel momento. Siempre ardiente, punzante y por sobretodo desquiciadamente dominante.

La anhelaba mil veces más de lo que podía permitirme. Y dolía, de una forma que nunca había sentido.

Pero mi "sed" de ella, no era similar a lo que había ocurrido con Edward. No era la sangre de Bella lo que cantaba para mí. Era la armonía que la componía en su totalidad.

La ansiaba a ella por completo. A esa torpeza que solía dominar sus movimientos, la manera en que se mordía el labio inferior –cuando la situación la sobrepasaba- la tierna manera en que sus pómulos se ruborizaban, ese dulce chispazo que iluminaba sus ojos chocolatosos llenos de intuición.

Era ella y su todo lo que me llamaba –más fuerte que el aroma sabroso de su sangre- lo que clamaba, despertando hasta la más onda de mis terminaciones nerviosas. Superando a todo cuanto había experimentado, sentido o llegado siquiera a imaginar.

Superaba sin lugar a dudas, hasta la más fuerte atracción o deseo que Rose hubiese despertado en mi en casi un siglo.

Pero a mi pesar, ella amaba a mi hermano –y por mucho que deseaba lo contrario- sería suya en tan solo un par de horas.

Y eso era algo con lo que tendría que vivir por la eternidad, desconociendo plenamente como se lleva eso a cabo.

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Fin!

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Holap!

Bueno, esta es una nueva locura que nació de mi loca mente, como causa del trauma que genera una horrible prueba de fisiología cardiovascular. ^^

Es la primera vez que me animo a escribir algo sobre twilight, desde que leí y releí los bellos libros que escribió Meyer. Y que mejor que hacerlo de Emmett, que es un personaje que me ha hecho reír en cada uno de los cuatro libros.

Espero les agrade y se animen a darme a conocer su parecer (de la manera más constructiva que puedan xD!) en un review.

Se cuidan!

Besotes!

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AdioZ