Hola chicas y chicos, este es mi primer fic en estos lados hetalianos, espero no sea el último. La historia que desarrollo es algo triste, es algo de lo común y corriente, creo que hay muchas como esta pero me encanta darle mi toque personal a ello, tengo una cierta manía por este tipo de fics y espero no me asesinen por ello. Deseo que lo disfruten.

Disclaimer: Los personajes Hetalianos NO son míos, si así fuera habría más países femeninos y principales (Yey; soy chico) Solo los tomo prestados un rato del señor Himaruya Hidekazu, a quién le agradezco de todo corazón haber creado esta serie tan maravillosa.

++++Lets+++Get+++Crazy+++

Respira, cuenta hasta diez, la vida no es tan mala, eso es lo que se repite cada noche, cuando al terminar un arduo día de trabajo llega a su habitación y se encierra, lo repite para sí; respira, cuenta hasta diez, pero no funciona, lo presiente, se da cuenta de que nunca se ha equivocado en ello. Lágrimas saladas empiezan a resbalar por sus mejillas, cayendo en su regazo, aprieta sus manos contra la fría tela de su pantalón y respira, pero esta vez lo hace bruscamente, recogiendo aire para alimentar sus sollozos.

Hoy ha sido un día más de todo, de ser ignorado y no visto, de ser la sombra de su hermano, de su padre y de Arthur, de ser la sombra de Gilbert y de Iván, está harto, está cansado, pero no puede hacer nada, no importa cuando grite, no importa cuando lo intente, su voz siempre será un susurro, y no habrá nada más que pueda hacer para evitarlo, siempre será así; porque él es un fantasma.

Su cuerpo se sacude por el llanto y se deja caer de rodillas, a un costado de la cama, apoyando su rostro en la mullida superficie, su cuerpo delgado y pálido está cubierto por su pantalón de trabajo, el cual no se ha cambiado y su camisa blanca a medio desabotonar, su saco está tirado en el suelo, junto a su corbata, su cinturón y sus zapatos, sus lentes reposan rotos en el suelo también, junto a un osezno blanco que no sabe lo que pasa, que no lo entiende, que no le gusta lo que sucede. Sus ojos violetas están anegados en lágrimas y penas, estas resbalan por sus sonrosadas mejillas hasta caer contra las sabanas y morir allí, dando paso a unas nuevas.

-¿Por qué?- Su voz como un susurro no es capaz de romper el silencio, su sufrir, generalmente encerrado se deja ver a esa hora siempre- ¿Por qué a nadie le importo?

No lo entendía, si alguien ocupaba algo de él, el lo daba, si podía lo daba y si no lo buscaba para darlo, el siempre estaba allí cuando lo necesitaban, su oído siempre dispuesto a escuchar sus problemas, sus manos siempre tendidas a ayudar, entonces, ¿Por qué? Cuando el necesitaba a alguien, ¿Quién estaba? Cuando lloraba en las noches, ¿Quién lo escuchaba? Cuando todos estaban bien y el estaba mal, ¿Quién lo notaba? Nadie, porque él estaba maldito, y nadie podía verlo sufrir.

Sufrir como lo hacía ahora, cuando su sonrisa había sido lavada de su rostro, porque desde buena mañana se despertó sintiéndose sin importancia y nadie, en todo el día, ni una ocasión, fue capaz de apartarlo de esa idea. Respira, se dijo a sí mismo una vez más, cuenta hasta diez, no dolerá. Sacó debajo de su colchón un arma, estaba cansado.

1, respiró hondo.

Su mano introdujo una bala en el cartucho, solo una, no ocupaba más. Tomó un papel y una pluma, se sentó en el escritorio.

2, Susurró sus nombres.

Mientras los anotaba, densas lágrimas caían de su rostro mientras los recordaba.

3, Alfred, su querido hermano.

Quién lo había dejado solo e ignorado, quién había ignorado todo lo hecho por él, quién esa tarde no se había tomado la molestia de mirarlo siquiera.

4, Arthur, su cortés Tutor.

Quién había siempre tenido un apoyo en él, pero aún así había preferido a su hermano, quién lo había arrebatado de la única persona que le ponía atención en el mundo.

5, Gilbert, su amado.

Quién decía amarlo pero lo había olvidado, hoy como todos los días, no se había presentado a la reunión ni lo había llamado, tenía dos días sin saber de él y por lo visto no le importaba, a fin de cuentas era suficientemente "Awesome" para cuidarse solo.

6, Iván, su mejor amigo.

Quién solía bromear oscuramente con él y tratar de hacerse uno consigo, pero fuera del hockey no prestaba mayor atención a él, quién lo olvidaba constantemente y ni siquiera podía decir bien su nombre.

7, Francis, su Adorado Padre.

A quién amaba más que a sí mismo, quién más le dolía que lo olvidara, quién más le hería que lo ignorara y quién más disfrutaba de cuidar, de escuchar, de ayudar…de quién sin duda, dolía más despedirse.

8, Se puso en pie y quitó el seguro.

Dejó la carta abierta en su escritorio, se preguntó cuánto durarían en darse cuenta de lo que había hecho, eso, si algún día caían en aquel suceso, suspiró.

9, Respira, no dolerá.

Se repitió a sí mismo al tiempo que llevaba el arma a su sien, inhaló hondo, exhaló profundo y sonrió, al fin tendría la paz que merecía. Cerró los ojos y dijo a la despojada habitación un adiós.

10, No respires más, no funcionará.

Apretó el gatillo y todo se convirtió en oscuridad, su último pensamiento quedó inscrito en el aire, al tiempo que su cuerpo inerte caía contra el piso.

"Descansa en Paz; Mathew Williams, o debería decir; ¿Quién?"

+++OMG+++ The End+++ (¿?)+++

Chicos, igual que con mi otro Fic de esta rama (solo que de -man) ¿Quieren saber si alguien se enteró de que Matt murió? ¿Quieren saber como lo tomaron los demás? ¿Quienes llorarán por él? ¿O lo dejamos aquí? Ustedes mandan, solo digan y yo haré. Sinceramente me gustaría hacerle continuación pero no se, a veces pienso que podría arruinar un poco las cosas, ¿O no? ¡AYUDA! jjj

X Ahora, un saludo y unas gracias por leer, de su cordial servidor: Kar!