Hermione se encontraba sentada en el alfeizar de la ventana de su habitación (a la cual tenia derecho por ser premio anual), lagrimas resbalaban por sus mejillas, sus ojos hinchados indicaban que no hacia mucho había llorado a mares. Pero ahora, solo esas lágrimas traicioneras y uno que otro suspiro, delataban su estado de ánimo.
Él había terminado con ella, sin previo aviso y de un momento a otro, sin dar más explicación que un simple "Lo siento mione, pero creo que lo nuestro ya no esta funcionando, creí que cuando acabara la guerra todo sería diferente, pero… creo que me adelante a los hechos y lo que siento por ti no es tan fuerte como yo pensaba, así que creo que será mejor volver a ser amigos" y sin más se había marchado.
El solo recordar ese fatídico momento, hacia que las ganas de llorar volvieran con más ansias, sobre todo por que ella lo había seguido para pedirle una explicación y para tratar de arreglar las cosas, sin embargo, solo había obtenido una mirada de hastío y un simple "Entiéndelo Granger, es lo mejor, yo ya no te quiero de la forma en que tu me quieres, deja las cosas como están" y se había marchado sin mirar atrás, dejándola confusa y con un gran dolor en el pecho.
Pero Hermione Granger era una Griffindor que no iba a dejar que un engreído pelirrojo de ojos azules y cuerpo de infarto la derrumbara, si Ronald Weasley creía que ella se la iba a pasar llorando estaba muy equivocado, así que saco un pergamino de su mochila y comenzó a escribir, todo lo que en ese momento sentía, las palabras salían de su corazón directo a su pluma.
"No entiendo que nos paso, después de ser un pareja tan bonita como es que acabamos en esto, simplemente no lo entiendo, creía que yo era todo para el, así como el lo era todo para mi. Lo había notado algo cambiado y sí, teníamos nuestras diferencias, pero nunca pensé que las cosas entre nosotros fueran tan mal, como para que el tomara esa decisión.
Envidio a todas esas parejas que apenas comienzan, por que las muestras de cariño que se hacen no se limitan a los momentos en que se encuentran solos, no, y es una tortura verlas tan inocentes, tan lindas por que saben que se tienen el uno al otro, saben que pueden contar con el otro.
Por otra parte me dan lastima, ellas sobre todo, por que a muchas les pasará lo que a mi me esta pasando. No se van a dar cuenta cuando ocurrió el cambio, lo único que notaran es el FRIO.
Ese frio que solo sientes cuando sus brazos ya no te cubren tan seguido como antes lo hacían, ese frio que se cuela por tus labios cuando ya no te besa de la forma en que solía hacerlo, donde con un solo beso te entregaba TODO y sentías que podías volar, y sonreías estúpidamente por que te creías la mujer más afortunada del mundo, pero ya no más, esos besos se acabaron y en su lugar sólo queda el frio.
Lo peor será cuando busques una explicación, él no te la querrá dar, por que sabe que quedara expuesto. Aunque sabes que son pocas las razones por las que el cambio:
1.- Puede que encontró a otra persona a la cual darle las muestras de cariño de las cuales ahora te priva.
2.- Puede ser que simplemente ya se harto de ti y sólo busca una excusa para volver a ser libre.
3.- Puede ser que se halla olvidado por completo de que estabas ahí junto a él y por consiguiente olvido que sus besos, caricias y abrazos te hacían sentir bien.
4.- O puede ser que estaba tan seguro de lo que sentías por el que creyó que ya no era necesario besarte y abrazarte, por que aunque no lo hiciera seguirías a su lado.
Lo mas irónico de esta ultima posibilidad es que no se daba cuenta de lo que te estaba haciendo, estaba tan seguro de tu amor, que pensaba que aunque te dejara volverías a él en cuanto te lo pidiera, craso error, solo te estaba orillando a buscar otra persona, alguien que te diera lo que él no quería darte.
Y no es que lo hubieras dejado de querer, sino porque necesitas esos besos y abrazos, esas palabras al oído que tanto te gustaban. Por que se equivocaba si creía que con sexo te demostraba cuanto te quería o cuanto le importabas. NO. El sexo es bonito, pero todas las mujeres sabemos que son más importantes los pequeños detalles, esas lechuzas a media noche (que aunque te daban un susto de muerte no importaba por que te traía un mensaje de él), los abrazos sin previo aviso, los besos robados, las cartas, los regalos sin que fuese una fecha importante, todos esos pequeños detalles valen más que chutarse el kamasutra completo en una sola noche.
Pero eso él no lo sabe, por que ya no gastas tus energías tratando de hacerlo entender (sobre todo cuando tu novio tiene la capacidad sentimental de una cuchara), por que sientes como el cansancio y la frustración le gana terreno a tu cariño y a tus ganas de arreglar las cosas, y te duele.
Te duele por que aún lo quieres, por que no esperabas que las cosas terminaran así, por que no querías que acabaran así, por que al menos por tu parte sabes que no sólo pierdes una pareja, sino pierdes un amigo, un compañero, un confidente, por que sabes que las cosas entre ustedes no volverán a ser las mismas.
Pero una parte de ti esta feliz, por que regresas a tu libertad regresas a ese estado donde sólo te preocupas por ti, y recuerdas tu vida antes de él, recuerdas lo que eras antes de dejarlo entrar en tu vida. Pero, aunque no quieras aceptarlo y jamás lo digas en voz alta, una parte de ti se da cuenta que esa era una vida frívola y vacía hasta que él llego, y te das cuenta de la falta que te hará. Sin embargo, lo callas y te muerdes los labios para no gritarlo, por que sabes que hiciste todo lo que estaba en tus manos, intentaste de todo con tal de estar con él, aguantaste todo lo que te podías permitir… y nada funcionó, aún así te abandono.
Y ahora te duele su rechazo, su indiferencia, duele, por que sabes que lo tenías, sabes que antes eran ustedes esa pareja inocente y linda que recién empezaba a conocerse y sobre todo, duele por que lo perdiste y por mucho que lo intentes sabes que tienes que alejarte de él, por que es lo mejor para ti, por que hasta que no lo hagas, no podrás sanar…"
Un punto final dio término a su tarea y a su sufrimiento. Sentía que se había quitado un peso de encima, decidió llevar el pergamino consigo, por si en algún momento la melancolía quisiera ganar terreno nuevamente, ese pedazo de papel fuese su escudo y esas palabras escritas en el fuesen sus espadas para mantenerla a raya.
Se permitió sonreír nuevamente y se reprimió a si misma por haber dejado que su tristeza durara tanto (una semana para ser exactos ¬¬'), tomo su mochila, sus libros y se dirigió a clases con nuevas esperanzas e ilusiones renovadas. Todos los que se encontraban en la sala común se sorprendieron de verla tan repuesta y en tan poco tiempo, sobre todo cierto pelirrojo el cual no podía esconder su desconcierto, ella saludo a todos brindándoles un buenos días y una esplendida sonrisa, mostrando que era una digna representante de la casa de los leones y salió hacia el gran comedor.
Se sorprendió al comprobar que no solo los Griffindor habían notado lo triste que había estado la ultima semana, conforme avanzaba muchas caras le sonreían y algunos chicos se acercaban y le decían palabras de animo, o bien la felicitaban por haber pasado el mal trago. Pero hubo un comentario que capto por completo su atención.
-Vaya!!, parece que la gatita salió de su letargo, ya dejaste de llorar por culpa del zanahorio Granger, porque sinceramente, te hacía ver más patética de lo normal.
Un chico alto y rubio se dirigía hacía ella, ni siquiera se molesto en voltear esa voz la reconocería hasta dormida, una voz hiriente que arrastraba las palabras.
-Piérdete Malfoy, sólo porque hoy estoy de muy buen humor te perdono la vida y haré de cuenta que no te oí… ups, jejeje, pero creo que eso lo hago todo el tiempo, así que supongo que ya estarás acostumbrado o no hurón?
Hermione se estaba felicitando mentalmente por la forma y la rapidez en que le había contestado al Slytherin que no se dio cuenta que el chico se había acercado a ella, hasta que dio un respingo al sentir una respiración cerca de su oído derecho.
-Me da gusto que hayas vuelto leona, ya extrañaba nuestros duelos de palabras, ninguna chica es lo suficientemente rápida o dura para responder como tú lo haces.
Un escalofrío, que nada tenía que ver con el miedo, le recorrió la columna, sobre todo cuando el rubio volteo y le guiño un ojo.
Y así fue como Hermione Granger volvió a sentir frio, pero ella sabía que este era un frio completamente distinto al anterior…
