Boku no Hero Academia/My Hero Academia no me pertenece.
InaTodo.
Apetito
Últimamente no ha podido dejar de mirarle. Cada vez que tiene la oportunidad su mirada se dirige al rostro marcado del muchacho y simplemente no lo entiende.
Y ahora que los restos de gotas de lluvia caen por su cara le es imposible quitarle la vista de encima. Tocan sus mejillas, su nariz, sus labios y por alguna razón que no comprende se siente inquieto, ansioso, hambriento.
Es extraño que esté tan callado, lo sabe pero como el otro no parece notarlo —o quizá no le importa— tampoco le preocupa.
—¿No tienes frío? —pregunta inesperadamente el joven de cabello bicolor.
Se crispa, el muchacho le ve por el rabillo del ojo, sus labios se quedan entreabiertos y apenas puede pensar en lo que le ha preguntado, ¿se percatará de que hay algo mal con él?
—N-no —farfulla.
El más bajo le mira fijamente y es tan ajeno para él sentirse como en ese momento: nervioso.
—¿No tomarás una ducha?
La mirada contrastante de Todoroki sigue encima suyo sin embargo no le presta atención a eso sino a la forma en que sus labios se han movido mientras le ha hecho aquella pregunta, brillan bajo la luz al centro de su recámara y ocasionalmente se humedecen con las gotas de lluvia que bajan por los mechones de su cabello.
—¡No, lo mejor será que me vaya! —se levanta abruptamente y se obliga a mirar al frente.
—Pero afuera sigue lloviendo —responde el joven haciendo que se detenga de repente.
Ha estado tan concentrado en el muchacho que el ruido de la lluvia ha pasado desapercibido para él.
—Será preferible que te quedes —la sugerencia le produce escalofríos —al menos hasta que pase la lluvia.
Y aunque quiere no puede negarse porque ese apetito no le deja tranquilo.
Shouto se retira para tomar un baño primero y una vez se queda solo en la habitación intenta descubrir lo que sucede con él. No está seguro de cuando empezó a sentirse así y no es que le moleste es sólo que no sabe cómo debe lidiar con esto. Ha pasado tiempo junto al chico por varias semanas y aunque le hubo inquietado esa necesidad de estarle mirando con tanta frecuencia jamás ha tenido el impulso que tiene en ese momento.
Es como si no pudiera tener suficiente de él, no le basta, quiere más.
Cierra los ojos y visualiza a Todoroki, es tan real que casi puede tocarlo y le asusta.
Por primera vez teme y le desconcierta tanto.
Espera en la habitación por el chico para decirle que no se quedará, sin importar que la lluvia continúe cayendo.
La puerta se abre, alza la vista —Yoarashi, el baño está listo —y su convicción se tambalea.
Todoroki lleva el cabello húmedo y su atención vuelve a centrarse en las gotas de agua que caen por su rostro. Pasa saliva y se le seca la garganta.
—Gracias —vuelve a incorporarse —pero me tengo que ir —avanza hacia la puerta corrediza de la recámara y tan pronto la toma el más bajo lo sujeta por la muñeca derecha, sus músculos se tensan y no sabe qué hacer.
—Aún está lloviendo —escucha su voz serena y por un momento le envidia, ¿cómo puede mantenerse así?
Quiere pedirle que le suelte mas sabe que si intenta hablar no saldrá palabra alguna, así que decide girarse, lo hace de manera lenta y cuando ve la cara del joven pierde el control.
Lo agarra por los hombros y lo empuja hacia la pared donde choca su espalda y le hace quejarse por el impacto. Shouto es más pequeño que él, su cuerpo es menudo y necesita controlarse para no lastimar sus hombros, pero le cuesta mucho y lo nota al ver que el de cabello bicolor mantiene el ceño fruncido por la molestia.
—Ngh, Yoarashi —le llama y quiere soltarlo sin embargo no puede.
Aferra sus manos a los hombros del otro y baja la cabeza tratando de calmarse, respira hondo y se sobresalta al advertir una mano sobre su antebrazo. Poco a poco levanta la cabeza y se encuentra el rostro de Todoroki muy cerca del suyo. Su cabello húmedo se pega a su piel, apenas logra ver sus ojos detrás de los opacos mechones y mueve sus labios como si quisiera pedir algo.
Mas no sabe qué quiere porque antes de que se dé cuenta ya le está besando.
No está seguro de quién ha empezado y cuando siente los labios húmedos y fríos de Todoroki moverse contra los agrietados suyos se olvida de intentar descubrirlo.
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