Disclaimer: Hunger Games no me pertenece, tampoco sus personajes.
Esta historia participa en el reto del susto, del foro "Hasta el final de la pradera".
Sonríe para mí.
Dicen que la sonrisa es lo más hermoso que se puede entregar. ¿Por qué tú no lo haces para mí?
Veo tus largas pestañas y tú cabello revuelto sobre la cama donde yaces. Y no puedo evitar pensar que eres lo más hermoso que jamás he visto, que las huellas de los años no han hecho mella en ti.
Un privilegiado porque puedo tenerte. Porque puedo vanagloriarme de que tú dulce cuerpo se encuentre aquí, conmigo y no con otro.
Pero sigues sin sonreír para mí
Tus manos juntas que contrastan con ese dulce vestido blanco, el que siempre soñé que llevarías para mí.
En nuestro día, dónde tú y yo nos volvamos uno. Y podamos tener esa vida libre de ataduras que siempre soñamos, cazando y corriendo por el bosque que marcó y cuidó nuestra niñez.
Katniss, dulce Katniss
¿Por qué no sonríes para mí?
Estando cerca de ti puedo sentir tú dulce aroma y en un solo suspiro llenarme de él. Verte así, tranquila y dormida me llena de optimismo en nuestro propio futuro.
Tus pómulos suaves, tú nariz perfecta y esas pequeñas manchas que se asoman por tus mejillas cuales imitan coquetas pecas. Tus labios carnosos, que he besado hasta cansarme. Y tus ojos…
Daría lo que me queda por volver a ver tus ojos.
Porque sé que los celos me han segado, que sin siquiera pensarlo he puesto esas bayas mortales dentro de tú alimento favorito: el estofado de cordero y ciruelas. Y aun así sonreíste, diciendo que estaba delicioso como siempre.
Pero deberías estar orgullosa, porque siempre dijiste que había que luchar por lo que uno más amaba. Y yo luché por ti, porque nadie más podía tenerte si no era yo.
Sé que eres feliz en este momento, ¡deberías estarlo! Nunca tú vida ha sido más tranquila, conmigo cuidándote día y noche, sólo por ti.
Y vuelvo a preguntarme ¿por qué no sonríes para mí? ¡Por qué mierda no sonríes!
El cuchillo se siente pesado, pero la adrenalina que recorre mis venas, quema como el fuego. Puedo sentir el pito en mis oídos y la sonrisa que se forma en mi rostro no duele, libera.
Mi corazón palpita con fuerza lleno de adrenalina, un sonido que marca el compás de nuestra primera danza. Todo lo hago por ti, por verte sonreír una vez más.
El cuchillo corta con facilidad, el filo brilla ante la luz, y tú piel se desgarra como si fuera un pétalo blanco.
La sangre brota y se desliza por tú delineada mandíbula, manchando el cuello de tú hermoso vestido y las sábanas de nuestra cama.
Y por más peros que le pueda encontrar a esta situación, nunca te habías visto más hermosa.
Con esa sonrisa delicada y nueva, que sólo puedes regalarme a mí. Con ese pinta labios color rojo sangre, que hace resaltar más la hermosura de tu bello rostro.
Eres la novia más hermosa, el pájaro más bello de toda la bandada.
—Sonríe para mí, sólo para mí.
