Titulo: Buenos días
Pareja:
Kouya Sakagami & Yamato Nakano
Anime:
Loveless
Universo alternativo:
Si
Palabras:
370
Disclaimer: ninguno de los siguientes personajes me pertenece

Amm... es la primera historia que subo aqui XD espero les guste y me dejen algun review


Me desperté antes que tu y te vi ahí, a un lado de mi dormida, te veías tan apacible, tan tierna, tan llena de ilusiones y retos que no quería despertarte, me derretí cuando te moviste solo un poco, fue algo tan natural, sentía las ganas de abrazarte, como la primera vez que te ví; recuerdo que yo estaba en el parque iba casi corriendo por que se me hacia tarde para llegar a la escuela, apareciste de la nada y me tropecé contigo, me dolió cuando caímos; iba a reclamarte por aparecer así pero te ví de frente, esos ojos color gris, eran tan pacíficos, que no recordaba que seguía en el piso, aun tengo en mente las palabras que mencionaste "¿Disculpa, puedes quitarte de encima?" tu voz era suave, algo grave, tan relajante, no obstante fui una tonta al creer que dirías otra cosa, pero era lógico, yo fui la que tropecé contigo, me levante rápidamente, me disculpé y seguí mi camino hacia la estación del subterráneo, no podía dejar que me vieras sonrojada y culpándome por no haber dicho nada más.

En esa misma semana pasé a la misma hora por el mismo lugar aunque llegara tarde a clases, solo para poder verte… pero nunca apareciste, la siguiente semana pase a la hora que siempre debí haber pasado, llegue a la estación del subterráneo y aborde un tren, recuerdo que te ví de nuevo, ibas leyendo un libro con una portada roja, me acerque a ti y te salude, me miraste de una manera extraña, te pregunte como te llamabas y me respondiste con un cortante "Kouya" te dije mi nombre con mucha alegría, "Me llamo Yamato, dime, que lees?" no me respondiste al momento, dudaste por unos segundos, y después empezaste a hablar conmigo, así paso el tiempo, decidimos vernos también a otras horas, recuerdo que fui yo la que se sorprendió cuando me propusiste la idea de vivir en tu departamento.

Regrese a la realidad, te mire, estabas tan bella que no podía quitarte la mirada de encima, te moviste otra vez y despertaste, sonreí complacida al encontrar esos brillantes y melancólicos ojos, mirándome fijamente.

- Buenos días – susurre

Tu solo sonreíste y me abrazaste