Prefacio.

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Enero 13 del 2015, 6:45 a.m.

- Sus operativos son destacados – dijo con frialdad el director de brigada – sin embargo, no estoy de acuerdo con que ustedes sean las encargadas de esta misión, por lo tanto no...-

- Permiso para hablar director – se cuadro una de las 4 agentes especiales –

- ¡Denegado Agente, aún no he terminado de hablar! – grito enojado el director Swan –

- Permiso concedido agente – contra-ataco la sub directora de brigada, la señorita Heidi Volter –

- Si nuestros operativos son destacados, ¿Cuál es el problema en el que este lo desarrollemos nosotras? – pregunto la agente rubia escultural –

- ¡Porque los Cullen son gente peligrosa! – El director se apretó el puente de la nariz exasperado – ¡están repletos de artimañas, recuerden que hace 23 años perdimos a una de nuestras mejores agentes a manos de esos barbaros! – Volvió a gritar y golpeo la mesa ovalada con ambas manos – ustedes son…

- ¿Mujeres? – ironizo la sub-directora-

- ¿Mujeres? – Repitió y soltó una risa irónica y seca – Ustedes – las señalo con su dedo – son niñas jugando a ser agentes especiales, esto no es una película o un trabajo sencillo – hizo una mueca –

- Basta ya – sentencio la agente más menuda y bajita, elevando un poco su voz para tener la atención de todos – Ustedes saben que somos las "niñas" – hizo comillas con sus dedos – que mejor se desarrollan en servicio secreto, nuestro prontuario en infiltración siempre ha sido de los mejores –

- ¡No he concedido su permiso para hablar! – grito el director Swan

Su cara estaba cada vez más roja al notar que estaba perdiendo la batalla con sus excusas absurdas, que no tenían fundamento alguno; por otra parte las caras de las cinco mujeres que se encontraban sentadas alrededor de la mesa ovalada demostraban que estaban exhaustas y que solo esperaban que la reunión terminara pronto.

- ¡Basta ya! – Exploto Heidi – tu comportamiento es ridículo Charles Swan – estas a cargo de las agentes encubiertas más capacitadas para este operativo y tú te niegas porque –suspiro pesadamente y puso los ojos en blanco – ¿Por qué son mujeres?

- No sabrán que hacer, echaran a perder todo, desaparecerán igual que Esme – junto ambas manos sobre la mesa – entiéndelo, por esa razón no volvimos a entrenar agentes mujeres, porque son emocionales y pierden sus objetivos – sentenció –

- Nosotras haremos nuestro trabajo en equipo y sin fallas – sentencio la agente castaña – no somos como Esme.

- Esto ya es una decisión Charles, la misión comienza dentro de un mes, lo quieras o no, los líderes ya lo aprobaron- Señalo Heidi –

- Yo no estoy de acuerdo, porque… – protesto Charles Swan-

- ¡Porque dentro de esta brigada esta tu hija! – interrumpió a los gritos Heidi –

Todas las agentes dieron un brinco en sus asientos y miraban en distintas direcciones, la tensión podía cortarse con un cuchillo y la agente castaña se mordía el labio con impaciencia.

-¡Yo no tengo hija! – gritó y golpeo la mesa con más fuerza que las veces anteriores – mi hija murió el día que ingreso a la escuela de especialidades del FBI-

Un intenso silencio se impuso ante las seis personas que se encontraban en la sala de conferencias, Heidi miraba molesta a Charles y este respiraba con dificultad. Sin más preámbulos el director salió dando un fuerte portazo.

-Hale, Brandon, Weber y… Swan – dijo Heidi con voz decidida – esta misión está en sus manos; desbaratar a la organización más peligrosa de este país recae en ustedes, desde ahora su propósito es hacer lo necesario para destruir al clan Cullen – Heidi se puso de pie, entrego una carpeta a cada una de las cuatro agentes- Alicia Brescop, Anabella Swenger, Angelina Watson y Rosmery Halbent.

Las chicas comenzaron a hojear sus respectivos informes y se miraron entre sí, dando un leve asentimiento con sus cabezas a la sub directora, luego esta salió de la oficina.

-Vaya cambios de nombre – ironizo Rosalie, todas se miraron cómplices y sonrieron con ironía-

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Inteligentes, ágiles, intuitivas, peligrosas y asertivas, casi perfectas…

¿Su única debilidad?... El amor.