Disclaimer:
Dragon ball ni sus sagas me pertenecen, son propiedad exclusiva de su creador, Akira Toriyama
PRÓLOGO
Lentamente abro los ojos. Aún la luna ilumina nuestro cuarto, el cuarto que en infinitas ocasiones ha sido el testigo de nuestra entrega y pasión en numerosas ocasiones. El lugar en el que tú libremente puedes decirme "te amo" y en el que podemos mostrarnos cuán grande es nuestro amor.
Esa misma luz ilumina tu rostro, delicadamente tallado por un dios bondadoso que no se limitó en brindarte los más hermosos detalles para adornarlo; eres la más bella. Tu rubio cabello se desliza suavemente por tu cuello, y se desparrama sobre la almohada, lo que hace que tus delicados hombros queden descubiertos. Lo que queda de tu cuerpo está cubierto por las sábanas, pero tu hermosa silueta queda marcada perfectamente para que pueda deleitarme con ella.
Paso cuidadosamente mis dedos por tu sedosa cabellera, acción con la cual tú te remueves un poco, para después abrazarme fuertemente por la cintura. Involuntariamente me sonrojo y suelto un leve suspiro, creo que después de tantos años me sigo sintiendo como aquel adolescente que te veía como un sueño imposible. Pero en este caso, mi sueño se hizo realidad.
Miro hacia el reloj y me doy cuenta de que no pasan de las 4:00 a.m. Un nuevo suspiro emerge de mi boca y dirigiendo la mirada hacia la ventana, recuerdo aquellos momentos en los que nuestra historia empezaba a escribirse.
Estudiaba en el Orange Star High School y era un chico, nada común por cierto, cuyo único y verdadero sueño era algún día poder casarse y formar una linda familia con la chica de sus sueños. Una fantasía demasiado alejada para mis posibilidades, según algunos, pero aún no perdía las esperanzas.
Por esos días había terminado con mi novia Maron. Era una chica linda, es verdad, y si dijera que no me encantaba su figura, sus ojos o su cabello con aquel exótico color turquesa, estaría diciendo mentiras. El problema fue que ella no me tomaba en serio, y para ser sinceros, su actitud a veces resultaba hiriente e indiferente. Me gustaba demasiado y pasamos buenos momentos, pero no pasaba de una atracción física de mí hacia ella, y la necesidad de un novio fuerte en su caso. Así que sin más, terminamos nuestra relación.
Ella fue mi primera novia y me sentí triste por un buen rato. En esa edad siempre es difícil superar este tipo de eventos, pero gracias al apoyo de mis amigos, poco a poco me fue más fácil seguir adelante. Estúpido, lo sé, pero los amigos siempre saben cómo ayudarte.
Pasaron seis meses y al ser el último año antes de la graduación los estudios absorbían la mayor parte de mi tiempo. Nada de fiestas y distracciones, no porque fuera un estudiante modelo, sino porque necesitaba la mayor concentración posible para subir mis calificaciones. Por este motivo tuve que buscar un asesor y quién mejor que Bulma Briefs.
Ella era una chica hermosa, muy parecida a Maron, solamente que detrás de esa belleza, se escondía una de las mentes más impresionantes que jamás haya conocido. Era también la heredera de la Capsule Corp., una de las empresas más importantes mundialmente. Y además, una de mis mejores amigas.
Junto con Goku, mi mejor amigo, decidimos que ella era nuestra única salvación para el horrible destino que nos esperaba si no acreditábamos todas las asignaturas. Aunque en un principio nos regañó por ser tan descuidados y hasta dijo que tenía compromisos importantísimos con su novio Yamcha, cedió al final.
Horas de arduo estudio, regaños, e insultos, fueron suficientes para ver los frutos de nuestro trabajo reflejados en las casi excelentes calificaciones finales, y como una recompensa, Bulma nos invitó a una fiesta en la Corporación, aunque luego cambió el lugar y nos dijo que sería en un salón en el centro de la ciudad; una fiesta en que las vidas de los tres cambiarían para siempre.
—Goku...— le susurré a mi compañero.
—Dime, Krillin—me respondió él con un tono de voz suave.
— ¿Sabías algo acerca de esto?- le volví a susurrar.
—No— fue su simple respuesta.
Meseros iban y venían, apurados en su tarea. En las mesas, hombres y mujeres vestidos de la manera más elegante hablaban de asuntos relacionados a la economía y la política, asuntos de los que realmente no entendíamos muy bien.
— ¿Estás seguro que es la dirección correcta?— cuestioné.
Goku buscó en su bolsillo por unos momentos, para después sacar un papelito arrugado en el que estaba escrita la dirección del salón en donde sería la fiesta a la que Bulma nos había invitado.
—No comprendo, Krillin, en este sitio no hay nadie más de nuestra edad—dijo de improvisto Goku. Yo sólo asentí con la cabeza. Nos quedamos inspeccionando el lugar un buen rato hasta que una mano se posó en el hombro de Goku, haciendo que los dos volteáramos al tiempo.
— ¡Bulma!—dijimos los dos emocionados. Ella nos abrazó a ambos y nos jaló hasta llevarnos a la esquina del salón. Le preguntamos de la razón por la que se encontraran todas esas elegantes personas allí, y ella avergonzada nos explicó que sus planes de una gran fiesta se arruinaron cuando sus padres le informaron de un evento al que acudirían todos los socios de la Capsule Corp. pero como Yamcha tenía asuntos que atender, supo que nosotros no nos negaríamos en acompañarla en esos momentos. Nos pidió sinceras disculpas, y aunque no era la fiesta que yo esperaba, agradecí internamente el haber llevado un traje formal. Goku estuvo de acuerdo en quedarse también, pero a él sí le incomodaba bastante el traje que su madre le obligó a usar.
Bulma nos sacó del salón para llevarnos a un pequeño jardín que había fuera del mismo. Pasamos un buen rato contando historias y ella no pudo aguantar la risa cuando le conté lo que escuché al pasar por la casa de Goku.
—Fue una verdadera masacre. Su madre le gritaba que saliera de su habitación para abrocharle la corbata y Goku le decía firmemente que jamás volvería a salir. Su mamá lo amenazó con llamar a su padre, pero él no cedió. Luego le gritó que llamaría a un doctor, pero tampoco funcionó, aunque Goku trataba de escapar por la ventana, ya sabes que le aterran las inyecciones. — En ese momento Goku interrumpió mi relato.
—Pero la ventana no se abría y tuve que gritarle a mi mamá que no importaba, aunque realmente no veía la necesidad de llegar a esos extremos sólo por una corbata desatada- comentó Goku con una mano detrás de la nuca. Después de un momento de risas, los dos me pidieron que terminara con el relato, cosa que hice.
—Y entonces, hubo unos momentos de silencio. Creí que su madre se resignó, pero en realidad solamente estaba esperando el momento de usar su arma secreta. "Está bien Goku, pero espero que recuerdes el delicioso sabor de tu comida, porque no volverás a probarlo en una semana". No pasó ni un segundo para que Goku abriera la puerta de golpe y se escucharan las risas de su hermano y su padre. Luego de un rato salió Goku con la cabeza gacha. — terminé de contar con lágrimas en los ojos provocados por la risa. Mis dos amigos también se reían, pero fuimos interrumpidos por el padre de Bulma, quién después de saludarnos, llamó aparte a su hija.
Se apartaron un poco de nosotros para hablar. Bulma de un momento otro, cambió la expresión de su rostro por una molesta. Esto desconcertó a Goku tanto como a mí. Su padre no hizo caso y se dirigió a la puerta que daba hacia el salón. Por ahí entró primero una chica de cabellos negros, ojos del mismo color, delgada, muy guapa, que llevaba puesto un lindo kimono de color rojo con detalles en dorado y su cabello atado en una coleta. Goku estaba impresionado y no tardó ni un momento para que estuviera al lado de la joven. No escuché qué le dijo Goku para que la chica estuviera en un instante sonrojada. Esa actitud me pareció muy extraña en mi amigo, pero creo que le gustó desde el primer momento.
Después de ella, salió otro joven con el ceño fruncido, mirada fría y profunda, el cabello en forma de flama y los brazos cruzados. Él usaba, al igual que Goku, un traje negro. No supe la razón por la cual Bulma volteó el rostro molesta, pero deduje que él era la razón. El chico cruzó el jardín sin mirarnos siquiera, para después ir y recargarse en un árbol.
Pero cuando ella cruzó el umbral de aquella puerta, mi pulso se aceleró, mi respiración se volvió agitada y sentí cómo las mariposas hicieron acto de presencia en mi estómago. De un momento a otro me sentí volar y mi alma se separó de mi cuerpo. Era la chica más linda que jamás hube visto. Su cabellera dorada, sus bellos ojos azules, su figura perfecta cubierta por ese lindo vestido negro.
Ese dulce ensueño en el que me ví por un momento se vio interrumpido cuando la ví del brazo de otro sujeto. Un joven de cabello negro, liso y largo hasta los hombros. No llevaba el saco del traje, solamente la camisa y el pantalón de este. Los ojos azules, del mismo tono que los de ella. De hecho, se parecía a ella. Entonces supe que eran gemelos y mis celos momentáneos se esfumaron, aunque un silencio incómodo invadió el jardín. Entonces Bulma, aún con los brazos cruzados y no sin antes lanzarle una mirada feroz al chico recargado en el árbol, carraspeó llamando nuestra atención.
—A petición de mi padre, estamos aquí porque la plática de los adultos es muy tediosa, así que si vamos a estar aquí por un par de horas es justo que nos conozcamos todos.— hizo una pequeña pausa y señalándonos a Goku y mí, dijo- Ellos son mis mejores amigos Krilin y Goku.
Tímidamente saludé a los demás, Goku saludo a todos como sólo él lo sabe hacer. Después Bulma lanzó una mirada furiosa al joven que se mantenía alejado de nosotros, para después cambiarla por una mirada mucho más burlona.
—El pequeño que está por allá es Vegeta— lo dijo en un tono despectivo y lleno de burla. Vegeta hizo una mueca de fastidio y volteó el rostro. Goku lo analizó minuciosamente, como tratando de recordar, para después darse por vencido y poner su atención en Bulma Luego, nuestra anfitriona dirigió la mirada hacia la chica que vimos primero.
—Ella es Milk, y creo que deben saber que ella es una de las mejores cocineras que he conocido— dijo ella en un tono sincero. La joven solamente agachó su rostro para tratar de ocultar su leve sonrojo. Vegeta gruñó en protesta y Bulma de nuevo le lanzó una mirada mortal, para después señalar a la pareja de hermanos.
—Y ellos— dijo finalmente— son Lapis y Lazuli.
El joven intervino. —Pero a mí pueden llamarme 17 y a ella 18- expresó en un tono calmo. Lazuli, o mejor dicho 18, no dijo nada. Solamente se apartó junto con su hermano.
—18...— dije en un suspiro. Realmente estaba frente a un hermoso ángel.
¡Hola! Espero que si has leído este prólogo, te haya gustado. Te preguntarás por qué el prólogo está escrito en primera persona, pues es sismple: no se me ocurrió otra cosa, jaja. Y sí, es un POV Krilin, creo que he leído pocos fanfics sobre ésta pareja, y como a mí me gusta bastante, quiero hacer este fanfic en homenaje a ellos, pero no todo será Krilin y Dieciocho, ¡no! También habrá bastante de Vegeta y Bulma, y de Goku y Milk/ Chichi, sólo que en los siguientes capítulos les daré un tratamiento especial para cada pareja. Bien, sin más y esperando que haya resuelto algo las dudas que pudieron formarse, me despido.
P.D. También me agradaría saber qué piensas de este fanfic, así que no dudes en dejarme un review con tu crítica (constructiva, la destructiva me destruye D:) Y me cuentes qué te pareció, si quieres que lo siga o no, o cualquier sugerencia que me puedas dar.
¡Gracias por leer!
