La vida está llena de decisiones que debemos tomar. Pero, ¿qué pasaría si nuestra propia decisión acabara con la vida que conocemos?
La vicepresidenta del consejo estudiantil, Sugiura Ayano, se encontraba tranquilamente organizando papeles en la sala del mismo, mientras esperaba a que su amiga Chitose volviera de recoger los informes de las chicas de primer curso. Ayano, por su parte, se estaba encargando de los de segundo curso cuando se percató de que faltaba uno en concreto.
—Toshino Kyoko... —pensaba para sí la vicepresidenta, molesta—. Otra vez lo ha vuelto a olvidar…
Chitose entró en el consejo justo en ese momento con todos sus informes recogidos.
Ya estoy de vuelta, Ayano-chan —Chitose se dio cuenta del malestar de su amiga—. ¿Ocurre algo?
—Toshino Kyoko ha vuelto a olvidar su informe...
—¿Quieres que vaya contigo a pedírselo?
Ayano negó con la cabeza.
—Le pediré a Furutani-san que vaya a recogerlo —dijo la vicepresidenta.
Chitose no pudo evitar sorprenderse por aquella respuesta.
—¿Qué? —pensaba la chica de las gafas—. ¿Desde cuándo Ayano-chan no quiere ir en busca de Toshino-san? ¿Habrá pasado algo entre ellas dos..? Quizás... ¡¿se hayan peleado?!
—Deja de pensar que estamos enfadadas —Ayano parecía haber leído sus pensamientos—. Es solo que no la quiero molestar.
—A Toshino-san no parece haberle molestado nunca que vayas a pedirle informes...
—Últimamente parece muy ocupada con otras cosas —dijo Ayano, con semblante serio.
—¿A qué te refieres, Ayano-chan?
—N-no es nada.
Chitose pudo ver un leve sonrojo en las mejillas de su amiga, señal de que seguía interesada en Kyoko. Pero, ¿qué había hecho la chica rubia para que Ayano estuviera así?
—¿Estás segura de que no estáis enfadadas, Ayano-chan? —se aseguró Chitose.
—Segura. Ayer, de hecho, vino con Yoshikawa-san al consejo solo para saludarme.
—Ahora que lo pienso, Toshino-san está pasando mucho tiempo con Yoshikawa-san estos días... Parece que se llevan algo mejor.
—S-sí, es genial—dijo Ayano, volviendo a mostrarse seria y desviando la mirada —. Quizás deba pedirle a ella que me traiga sus informes.
Fue en ese momento cuando Chitose se dio cuenta de lo que molestaba a Ayano.
—¿Estás celosa porque Toshino-san pasa mucho tiempo con Yoshikawa-san? —dijo con una sonrisa.
—¡N-no es eso!
—Deberías decirle que también pasara más tiempo contigo~.. Eso sería estupendo... —decía quitándose las gafas y con un hilo rojo bajando de su nariz—. ¡O decirle lo mucho que la aprecias..!
—¡Y-yo no quiero pasar más tiempo con Toshino Kyoko!
—Deberías ser más honesta, Ayano-chan~.. Te gusta Toshino-san —dijo Chitose, intentando que su amiga respondiera con la verdad.
Ayano pasó de molesta a preocupada. Miró a su amiga y le habló con total sinceridad.
—En realidad... no me gusta Toshino Kyoko. Ya deberías saberlo, Chitose.
Chitose guardó silencio y fue hasta la silla contigua a la que ocupaba Ayano para sentarse a su lado y ponerle una mano en su hombro.
—¿Qué te pasa, Ayano-chan?
—Lo sabes tan bien como yo, Chitose. Lo que siento ya no tiene solución. No me gusta Toshino Kyoko... —dijo tapándose los ojos con sus manos—. Estoy enamorada de ella..
—Ayano-chan..
—Da igual lo que haga, nunca conseguiré quitármela de la cabeza. Y que ahora pase más tiempo con Yoshikawa-san sin razón alguna... ¿Y si...?
—¿''Y si ellas están juntas''? ¿A eso te refieres?
Ayano asintió. Chitose se mostró amable para tranquilizarla y le dio la única salida posible.
—Me temo que eso tendrás que averiguarlo tú, Ayano-chan... Debes decirle lo que sientes, y ella te responderá con la verdad.
—N-no puedo hacer eso... Solo con verla me pongo nerviosa. Imagínate si, además, le muestro mis sentimientos.
—Sí que puedes, confío en ti.
—Chitose...
—Siempre tienes la opción de besarla por sorpresa... jeje.
—¡¿Pero qué dices?! ¡Eso sería una falta de respeto!
—Quizás para ella no lo sea... jeje.
—Deja ya esa risita pervertida... I-intentaré hablar con ella... pero no te prometo nada —dijo finalmente Ayano.
—Mucha suerte, Ayano-chan~
Llamaron entonces a la puerta del consejo estudiantil. Ayano dio permiso para pasar y apareció Chinatsu con un papel en su mano.
—Buenas. Venía a entregar el informe de Kyoko-senpai. Se le olvidó dárselo a Sugiura-senpai y me ha pedido que lo traiga por ella —dijo la chica de primer año, provocando una sorpresa enorme en las dos chicas de segundo.
—¿T-Toshino Kyoko... te pidió que lo trajeras por ella..? —preguntó Ayano.
—Sí.
Chitose se temió lo peor cuando vio cómo su mejor amiga se levantaba de su silla de golpe, pero lo que hizo fue salir de la sala del consejo sin decir nada y con la cabeza baja.
—Gracias, Yoshikawa-san. Y no te preocupes, Ayano-chan no se encuentra bien hoy —dijo Chitose al ver la cara de asombro de su kouhai.
Ayano corría a través del pasillo buscando el baño. Sentía que iba a romper a llorar en cualquier momento y no quería que la vieran en ese estado. Pero, para su desgracia, justo delante de la puerta se encontraba Kyoko, que acababa de salir de él. Ayano se detuvo en seco nada más verla.
—T-Toshino Kyoko... —alcanzó a decir la vicepresidenta.
—Ah, Ayano... —respondió la nombrada, al verla.
''¿Por qué está aquí? Si estaba solo paseándose por la escuela como siempre, podría haber llevado ella su informe y no haber mandado a Yoshikawa-san...'', pensaba Ayano. Bajó la mirada en cuanto notó que sus ojos empezaban a humedecerse.
—¿Hm? ¿Estás bien, Ayano? —preguntó la chica rubia.
—S-sí. S-solo necesito ir un momento al baño —dijo haciéndose paso y entrando sin mirar a Kyoko.
Ya dentro, Ayano pudo relajarse un poco y reprimir sus ganas de llorar. Mientras tanto, Kyoko dudaba si entrar o no para ver cómo estaba su compañera. Había visto cómo los ojos de la vicepresidenta empezaban a brillar a causa de las lágrimas y estaba preocupada. Después de unos segundos de meditación, decidió entrar también.
—¿Ayano? —decía mientras se asomaba detrás de la puerta—. Soy Kyoko, ¿todo bien?
Vio cómo Ayano se lavaba la cara y se la secaba con una toalla. Kyoko entró y empezó a caminar para acercarse a ella, pero algo se lo impidió.
—Toshino Kyoko, no te muevas —dijo Ayano, en tono serio.
—¿Eh?
—H-hay algo que q-quiero decirte.
Ayano se giró hacia Kyoko y puso ambas manos en los hombros de la chica rubia. ''Es ahora o nunca'', pensó.
—C-creo que tú me-me... No, tú m-me g-gustas... m-mucho, T-Toshino Kyoko —dijo Ayano intentando mantener su mirada fija en los ojos azules de Kyoko.
Kyoko abrió los ojos de repente y dio un paso atrás, alejándose de Ayano. Ésta bajó sus brazos en cuanto dejaron de alcanzar sus hombros sin saber qué decir. Parecía que su corazón se detenía por unos segundos esperando una respuesta de la chica rubia, segundos que estaban siendo eternos para ella.
—L-lo siento... —dijo Kyoko antes de darse la vuelta y salir del baño.
Ayano vio cómo la chica rubia abandonaba el lugar mientras notaba las lágrimas bajar por sus mejillas. Su día no había hecho más que empeorar a cada momento y esta última había sido, con diferencia, la peor de las heridas.
Chitose seguía en el consejo estudiantil después de que Chinatsu se marchara. Llevaba más de una hora esperando a que Ayano volviera, pero ésta no daba señales de vida, ni siquiera desde su teléfono móvil. La chica de las gafas salió entonces en su búsqueda. Sabiendo que su amiga estaba bastante decaída, no le resultó muy difícil decidir dónde buscar. Entró en todos los baños de la escuela con la esperanza de encontrarla en uno de ellos pero, finalmente, pudo ver desde una ventana que Ayano se encontraba sentada en uno de los bancos del patio inferior. Bajó rápidamente las escaleras hasta llegar a la planta baja y salió al patio para llegar hasta su amiga.
—Ayano-chan, ¿qué haces aquí? ¿Qué ha pasado?
Ayano solo levantó la mirada con sus ojos aún humedecidos. Al ver esto, Chitose se sentó a su lado.
—Vamos, cuéntame —insistió Chitose—. ¿Se trata de Toshino-san?
La vicepresidenta asintió sin decir nada, pero intentó acto seguido articular las palabras.
—M-me... ha rechazado...
—¿Qué..? ¿Por qué?
—N-no lo sé... S-solo dijo ''lo siento'' y se fue...
—Me parece un poco extraño que Toshino-san te rechace sin darte una razón al menos, no es su forma de actuar..
—Da igual...
—No da igual, Ayano-chan. Tenemos que averiguar por qué te ha rechazado.
—¡Está muy claro, Chitose! ¡A ella le gusta Yoshikawa-san!
—No lo creo, y sé que hay algo raro en todo esto...
Chitose intentaba animarla, pero Ayano estaba completamente destrozada, a tal punto que se marchó a casa sin terminar su trabajo en el consejo estudiantil ese día. Realmente le preocupaba el estado de su amiga, pero tenía que dejarla sola un tiempo para que asimilara todo lo que había ocurrido. Ayano solo llegó a su casa y volvió a romper a llorar sobre su cama. Es cierto que había algo que le extrañaba del comportamiento de Kyoko, pero no podía evitar sentir un enorme dolor en su pecho.
A la mañana siguiente, Ayano llegó la primera al consejo después de una noche difícil, colmada de lágrimas e insomnio. Su rostro podía reflejar a la perfección lo poco que había dormido. Se sentó en una de las sillas que había allí y agachó su cabeza hasta apoyarla sobre sus brazos en la mesa. ''¿Qué voy a hacer ahora? No quiero verla después de lo que pasó ayer..'', pensaba.
Chitose, que llegó media hora más tarde, sabía que su amiga ya estaría allí, puesto que iban juntas a la escuela todas las mañanas y al pasar por su casa, ella ya no se encontraba allí. Hecho más que suficiente para pensar que Ayano seguía angustiada por el rechazo de Kyoko.
—Buenos días, Ayano-chan —dijo Chitose entrando al consejo y cerrando la puerta—. ¿Qué tal te encuentras?
Ayano permaneció en silencio unos segundos, para después levantar la cabeza y mirar a Chitose con decisión.
—Chitose, lo siento... pero voy a dejar el consejo estudiantil.
