disclaimer: naruto no me pertenece y no saco dinero
dedicado ha: todos los que han publicado historias madazetsu
nota: me di cuenta de que no paraba de hacer madazetsu últimamente que eran solo con un madara salido y romance, nada triste, asi que... TATATA! llegó la Anne deprimente de nuevo.
PROYECTO Madazetsu-FTW:
Es un proyecto para los fans del Madazetsu que trata de llenar fan fiction .net con historias Madazetsu.
Para unirte al proyecto solo tienes que escribir una historia de esta pareja un fic que contenga esta pareja.
(pega esto en tu perfil si te unes al proyecto para más publicidad)
POR FAVOR NECESITO GENTE UNIROS!
Una herramienta rota
Un experimento. Eso es todo lo que él era. Una aberración. Una estúpida planta. Tenía que alimentarse de cuerpos humanos. Tenía dos colores. Dos personalidades.
Zetsu blanco apoyó su espalda contra la pared escondiendo su rostro entre sus encogidas piernas. Aun podía recordar a la perfección las palabras de la chica que había capturado a uno de sus clones.
Zetsu suspiró, el no era definitivamente humano.
Y sin serlo había cometido fallos de cualquiera de ellos. Como tener hambre sed, sentirse solo, molesto, enamorarse.
Zetsu se puso rojo ante eso último. ¡Tenía que dejar de pensar tonterías!
Además su amor nunca sería correspondido, no solo por su horrible aspecto, por sus dos personalidad, sino porque era Uchiha Madara del que estábamos hablando. Un hombre sin corazón ni piedad, que había matado a su hermano a sangre fría, solo por su propio bien. Que había destruido su tan querido clan, junto a Itachi, y que dirigía una organización de asesinos. Solo le importaba tener ese maldito cuerpo perfecto, ser más poderoso, y proyectar esa ilusión sin sentido en la luna.
Zetsu miró triste al suelo, de hecho a él también le afectaría esa ilusión.
Tratar de conquistar al Uchiha era imposible, al menos si fuera Deidara… estaba seguro de que ese rubio sí que había llegado a su corazón… siempre estaba con él, saltándole encima y persiguiéndole.
Pero Deidara había muerto y aun que sonara horrible, él se había alegrado de la muerte del rubio. Como si eso le fuera a acercar más a Madara, pero no lo hizo. De hecho lo distanció más porque antes de la muerte de Deidara podía estar con Madara como Tobi, pero después dejó de fingir, y adoptó su verdadera personalidad.
Su lado negro de repente apareció a su lado.
—¿Te preocupa algo?—le preguntó.
Zetsu blanco negó con la cabeza.
—¿Otra vez con el tema de Madara?
Las manos de Zetsu blanco comenzaron a temblar.
—¿Por qué? ¿Por qué no somos más que un simple experimento para él? ¿Por qué tenemos que tener dos colores? ¿Por qué tenemos el pelo verde? ¿Por… por qué somos tan horribles?—preguntó Zetsu blanco rompiendo a llorar.
Zetsu negro agachó la cabeza triste sin saber que decirle.
Lo cierto es que ambos solo se habían necesitado mutuamente para sobrevivir pero luego llegó Madara y su indiferente actitud que los atrajo en un primer momento y su profunda voz que les hacía suspirar y su perfecto cuerpo.
Pero esa estaba mal, su amor nunca sería correspondido, y esta vez también concernía a Zetsu negro, que generalmente trataba de ignorar el tema, porque el también estaba enamorado del Uchiha.
—Lo siento…—dijo el lado negro.
El lado más claro sonrió tristemente.
—¿Sentirlo? No hay nada que sentir, tú no tienes la culpa tu siempre…—dijo notando como lagrimas se acumulaban en su ojo—tu siempre has estado a mi lado…—dijo mirando al suelo—soy un idiota por enamorarme de alguien como él… ¿no?
Zetsu negro miró al suelo pensativo.
—yo también.—dijo secamente.
Entonces su otra mitad se giró para mirarle confuso y sorprendido.
—¿qué?
—Yo también le quiero…—masculló.
Zetsu blanco sonrió entre lágrimas.
—somos un par de idiotas… y somos uno solo así que somos un doble idiota.
Zetsu negro se recostó en la pared como su otra mitad.
—deberíamos unirnos…
Su otra mitad asintió aun sumido en sus compartidos pensamientos y se unió de nuevo con su lado opuesto, formando así un solo cuerpo.
De pronto Kabuto que estaba colaborando por Madara apareció por el pasillo, delante de ellos.
—¡Ah! ¡Zetsu!—dijo en un falso tono amigable—bueno, pronto pasaras a ser mío, espero que no te incomode, solo hare unas cuantas pruebas para mejorarte—sonrió antes de desaparecer.
"Ser mío" "Mejorarte" como si de un arma o un objeto cualquiera se tratara.
Zetsu negro comenzó a temblar.
—Tranquilo, no nos pueden separar…—dijo el lado blanco.
Pero ambos sabían que si podían, solo era una marioneta en manos de un dueño diabólico.
Pero Zetsu siempre había obedecido a su jefe, claro, a su manera, a base de muchas discusiones, y contestaciones.
—No podemos seguir aquí.
—¿eh?—preguntó confuso.
—tenemos que irnos de Akatsuki, a cualquier otro sitio, donde no nos encuentren.
—Pero Madara—sama…
—No es nuestro problema lo que le pase. Además nunca nos querrá.
Zetsu se levantó del suelo, con tristeza.
No podía parar a pensarlo, tenía que salir de esa base, huir muy lejos.
El bicolor caminaba por los pasillo mirando cada puerta, cada pared, mientras sentía una nostalgia invadirle, un recuerdo en cada lado de la casa.
—Así que este será nuestro subordinado…—dijo Zetsu negro, cruzándose de brazos. ¿Qué hacia Pein poniendo a ese niño con mascara en su equipo?
Él y solo él se bastaba, llevaba ya años solo, con el mismo como compañía, sin ningún contacto físico ni mental con el exterior.
—Eso Pein…—comentó su lado blanco—no crees que no debería ni si quería unirse a la organización o hacerlo cuando este más…
Zetsu quedó interrumpido cuando sintió que el chico de la máscara le abrazaba.
—no se preocupe Zetsu—san seré bueno.
Zetsu se puso absolutamente rojo, hacía ya siglos que no sentía el tacto de otra persona, y de repente ese chico le abrazaba y podía sentir como ambos cuerpos encajaban a la perfección y el chico emitía un calor muy confortable que le hacía querer acercarse más a él.
—su…suéltame
Sonrió vagamente mirando a la sala donde había ocurrido dicho encentro, la primera vez que vio a Madara, que sintió su tacto, daría cualquier cosa por volver a ese momento y disfrutar de ese abrazo un poco más.
Siguió andando por el pasillo hasta llegar a otra sala que se le hacía realmente familiar.
—U… Uchiha… Madara—dijo temblando.
—así es…—dijo calmado Madara.
—Ma… ¿Madara—sama?—preguntó poniéndose rojo Zetsu aun temblando.
Quizás temblaba de miedo al estar delante de un fantasma o a lo mejor era porque Madara realmente intimidaba con esa actitud seria suya, o quizás era por el hecho de estar a solas con la persona que le gustaba.
Madara asintió, no llevaba puerta la bata de Akatsuki, sino la ajustaba ropa negra de debajo.
Zetsu se puso aun más rojo sorprendido por sus pensamientos sobre la ropa del Uchiha.
—¿pasa algo Zetsu?—preguntó Madara elevando una ceja tras la máscara.
—n… no, s… si me disculpa…—dijo dándose la vuelta para marcharse.
Madara le fue a parar ya que no habían terminado de hablar y extendió su mano.
—oye, Zetsu…—dijo haciendo que el chico se girara.
Con la inesperada vuelta de Zetsu la mano de Madara quedó posada sobre su mejilla como si de una caricia se tratase. Y encima, no llevaba guantes, y podía sentir la piel del Uchiha contra la suya, era algo tan perfecto tan suave…
—a… e… y…!¿Qué estás haciendo?—preguntó ruborizándose hasta extremos insospechados., Sentía como su cuerpo entero ardía en vergüenza.
Madara apartó la mano con la misma tranquilidad de antes.
—has sido tú el que te has girado.
—¡Encima tengo yo la culpa! ¿No?
Zetsu se tocó la mejilla y sonrió vagamente antes de retomar su camino. Ya podía ver la luz de fuera de la base y nada lo pararía, ni si quiera el mismo, si pasaba un solo minuto más recordando no podría irse nunca.
Así que corrió hasta la salida y cuando estaba a punto de desaparecer una mano le cogió la muñeca apretándola hasta el punto de doler. ¡Mierda! ¡Le habían cazado!
—¿a dónde crees que vas?—dijo haciendo una peligrosa pausa—¿no te dije que te encargaras de la Mizukage? ¿Y a ti no te dije…?
Madara quedó interrumpido al tirar del brazo de Zetsu y ver las lágrimas en los ojos de este.
—¿Te ibas a ir de Akatsuki?—preguntó apretando más su agarré en las muñecas de Zetsu como un acto reflejo—¿por qué estas llorando?
—aa… ¡Au! A… mierda me haces dañó.
Madara inmediatamente le soltó la muñeca y Zetsu la movió con cuidado tratando de recuperar su circulación normal.
—contesta…—dijo Madara tratando de calmarse.
—yo…—dijo Zetsu mientras otra lagrima caía por su rostro.
Madara de repente cogió a Zetsu y le subió a su hombro.
—¡O… oye! ¡Suéltame!
CONTINUAra...
lo dividí en dos por que era laaaargo XD
