Undertale le pertenece a Toby Fox, yo solo tomo sus personajes y juego un rato con ellos.
…
Prólogo
Ya había pasado 3 años desde que la barrera se rompió y lo monstruos fueron libres, consiguiendo una nueva vida y llenándose de esperanzas. Y también los acompañaba Frisk.
Cuando habían salido del subsuelo ella había decidido quedarse a vivir con Toriel. Aunque en un principio tenía miedo de que su "familia" la encontrara y la obligara a volver con ella, se tranquilizo cuando se enteró que ellos la había dado por muerta y prácticamente ya no tenían ningún vinculo. Luego de eso solo hizo falta unos trámites para que ella fuera oficialmente una Dreemurr, que valga la pena decirlo, Asgore había logrado reconquistar a Toriel después de demasiados inténtenos. Ahora ella tenía una vida feliz con su nueva familia.
Había pasado 3 años ya desde que la barrera fue destruida. Ni creía, Pero que rápido pasaba el tiempo. Y hace tan solo unos días la chica había cumplido 15 años. Si aun recordaba cuando llegó al subsuelo, las aventuras, los amigos, las citas, las peleas, las rutas…. Los resets…. Frisk lo había utilizado muchas veces, y no era algo de lo que se enorgullecía, después de todo había hecho bastantes neutrales, varias pacifistas…. Algunas genocidas…
Cuando decidió acabar la Pacifista y no volver a reiniciar, de verdad le había costado cumplir su propia promesa, después de todo aun faltaba algo, aun faltaba alguien, aun había alguien ahí abajo esperándolos…. Y ella simplemente ya no podía hacer nada…. Se había rendido hace mucho tiempo…. Y a pesar de los años, Frisk aun se culpaba por eso.
-Emmm… ¿niña? ¿Sigues ahí? ¿O ya llegaste a Saturno?- Preguntó un sonriente Sans mientras agitaba la mano al frente de los ojos de la chica.
- ¿ha? ¿Qué?- Dijo Frisk despertando de su trance- Ou, lo siento, no se preocupes- terminó de hablar tratando de disimulas su tristeza al recordar el tema poniendo la sonrisa más real que podía en ese momento.
-ES QUE NOS PREOCUPO QUE DEJARAS DE HABLAR, PARECIAS MUY AUSENTE…
-jejeje, no te preocupes Papyrus, solo me perdí en mis pensamientos. En fin, ¿de qué hablábamos?
La chica había ido a visitar a los esqueletos hermanos, de alguna manera, sin importar la situación, siempre lograban hacerla reír, así que pasar tiempo en esa casa era algo que le encantaba.
No tuvo que esperar prácticamente nada para poder volver a reírse por uno de los malos chistes de Sans, mientras Papyrus se quejaba del mismo. Definitivamente muchas cosas seguían siendo igual.
Después de rato de plática, acompañada de malos chistes del mayor y quejas del menos, se notaba como a Papyrus ya le estaba entrando el sueño. Al checar la hora, Frisk se dio Cuenta de que el tiempo había pasado volando, ya era de noche y seguramente la hora de dormir de Papyrus.
Sans acompañó a su hermano a su habitación, y minutos después, que le parecieron eternos a la chica, Sans volvió a salir, pero esta vez solo. Frisk se había quedado en la cocina esperando al mayor de los esqueletos mientras intentaba acabar el plato de espagueti que le había servido el menor. Sans se acercó silenciosamente a la mesa y se recargó en ella mientras suspiraba
-He- dijo después de un rato- el aun necesita un cuento para dormir…
-A pesar del tiempo algunas cosas siguen siendo iguales- dijo Frisk sonriente
-¿Crees que le haya educado mal…?- pregunto Sans casi en un susurro, sin levantar la cabeza de la mesa
A Frisk le sorprendió la pregunta, pero lo único que pudo hacer es sonreír ante la preocupación del mayor.
-La verdad no lo sé, no tengo experiencia en esa clase de cosas…. Pero el es feliz- Dijo Frisk aun con la sonrisa
La chica tomó los cubiertos que tenia al frente para seguir intentando comer el plato que Papyrus le había preparado, pero antes de que pudiera coger un bocado de comida, la magia azul del esqueleto hiso que el plato volara lejos de ella.
-¡Ey!- Frisk se paro molesta porque le quitaran su comida, como niña que le quitan su caramelo
-He, vamos niña, el plato ya está completamente frio. Y aparte, no sabía que eras fanática de la comida de Paps, si lo hubiera sabido no te hubiera quitado el plato-dijo Sans con un pequeño tono de burla.
Ok, tal vez la comida de Papyrus no era su caramelo favorito.
El plato fue hacia la refrigeradora, que se abrió para que el plato entre y luego se volvió a serrar. Ella se sentó resignada en su puesto, Sans tenía razón.
-cuando te conoció se dedicó a hacer un plato especial solo para ti, estaba muy emocionado-Soltó Sans ya con la cabeza arriba- él no había tenido la oportunidad de conocer a ninguna de las otras 6 almas…
Las 6 almas humanas…. Frisk no había pensado mayormente en eso, siempre se limitó a la poca información que tenia. Pero de la nada la había entrado una curiosidad enorme de saber más de ellas.
¿Donde vivían? ¿Tenían familia? ¿Por qué fueron al monte Ebott? ¿Cómo fue que se cayeron al subsuelo? Si es que se cayeron… ¿Conocieron también a Toriel? ¿O a Flowey? ¿Salieron de las Ruinas? ¿Qué tan lejos llegaron? ¿Qué amigos hicieron? ¿Eran buenos o malos?... ¿Cómo murieron?
Las preguntas llegaban ella como palomitas de maíz, y pronto ella explotaría como una si no las respondía.
Iba a preguntarle a Sans pero antes de que pudiera decir nada su celular comenzó a sonar ¡Vaya suerte la suya! Cuando vio el identificador de llamadas se dio cuenta de que era Toriel quien la llamaba. Haciendo un gesto con la cabeza se paró de la mesa para poder responder. Tuvo una pequeña plática con su mamá en la que básicamente la regañaban por aun no haber llegado a la casa.
-Bueno, supongo que me tengo que ir- dijo Frisk acercándose a la mesa para despedirse del esqueleto
-Te llevo, Tori va a matarme si no llegas pronto. Ven conozco un atajo-dijo el extendiéndole la mano
Frisk suspiro. No le gustaba los atajos de Sans, luego de usarlos siempre terminara mareada, y no importaba cuanto tratara simplemente no podía acostumbrarse. Pero no podía negarse, después de todo si se demoraba más Toriel no iba a matar solo a Sans, si no a ella también
Cogió la mano que el esqueleto le tendía y en un pestañeo estuvo al frente de la puerta de su casa. Se apoyó en la misma para no caerse del obvio mareo que tenia. Simplemente no entendía cómo es que lo hacía.
Se despidió de Sans dándole las gracias y luego entro a la casa preparada para recibir el regaño.
Luego de eso acompaño a su mamá a la cocina para comer una rebanada de torta de caramelo con canela. Estaba algo cansada, así que después de comer se fue a bañar y luego se metió directo en la cama acurrucándose en las cobijas. A pesar del cansancio que sentía aun estaba las preguntas rondando por su mente, por alguna razón ya no podía simplemente ignorarlas.
Después de un tiempo más largo del que la chica hubiera querido, esta pudo serrar los ojos y dejarse llevar por los brazos de Morfeo.
Abrió lentamente los ojos. Estando ahí acostada escuchando solamente los cantos de algunos pájaros…. Por alguna razón le gustaba estar ahí, aunque se sintiera algo extraña le era bastante cómodo, aparte de el fresco olor a flores que le acompañaban. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz se dio cuenta del hermoso celeste que podía ver a lo lejos, sin ninguna nube que lo interrumpiera como era costumbre…. Definitivamente ese era un hermoso cielo azul….
Esperen un segundo…. ¿cielo azul?
-¿¡Donde estoy!?
Frisk se incorporo de golpe en cuanto se dio cuenta de que no era normal ver el cielo en vez de un techo y estar tirada en un lugar del cual desconocía su paradero.
Aunque esa duda le duró poco ya que en cuanto se sentó y vio a su alrededor se fijo que estaba en el mismo lugar en el cual había comenzado su aventura unos años antes, sobre las mismas flores doradas que le habían recibido la primera vez.
Trato de pensar cómo llegó ahí. No había ido al monte Ebott ni se había caído por ese hueco de nuevo, se hubiera dado cuenta. Y tampoco había utilizado el reset, porque aparte de prometer no hacerlo, siempre las cosas habían recomenzado con ella despierta, ni en una ocasión había estado inconsciente cuando todo se reiniciaba. ¿Cómo había llegado ahí entonces?
Antes de que pudiera seguir analizando la situación, una mano extendida hacia ella le hizo dar cuenta de que no estaba sola. Pero lo que le sorprendió no fue eso, si no que esa mano era igual a la suya, era la de un humano.
Cuando vio hacia arriba se dio que se trataba de un niño de pelo castaño que la quería ayudar a pararse.
Sin pensárselo mucho, ella tomo la mano del chico para ponerse de pie en lo se dio cuenta que a diferencia de él, ella seguía teniendo 15 años, lo que solo logro que le llegaran más dudas a la cabeza.
-Que bien que ya despertaste, nos comenzábamos a preocupar
¿Qué? ¿A caso había más gente ahí? Frisk vio por detrás del chico y pudo distinguir a 5 personas más, ninguno mayor a 13 años. En esa pequeña sala estaban el chico que le ayudo a pararse, uno mucho más bajo, uno que parecía tímido, había una chica morena, una rubia y una castaña… todos mirándole…
Aunque no fue mucho el tiempo que a Frisk le tardo reconocerlos, después de todo, cada uno llevaba 2 objetos especiales que ella reconocía perfectamente, ya que ella misma los había utilizado muchas veces.
¡Al frente suyo estaban ni nada más ni nada menos que las 6 almas humanas! No, no se lo podía creer.
Después de darse cuenta de eso, quiso acercarse más a ellas llena de curiosidad, pero antes de que pudiera dar un paso sintió un fuerte mareo que la obligó a caer al piso. Se fijo en que el chico que le había ayudado a parar se acerco a ella preocupado… por alguna razón estaba perdiendo las fuerzas y su vista se estaba volviendo borrosa. Las otras almas también se mostraron preocupados… al frente suyo estaban la 6 almas humanas, las 6 que habían caído antes que ella… no, al frente suyo no estaban 6 almas humanas… justo antes de caer inconsciente logró ver la séptima….
Al día siguiente despertó con un pequeño dolor de cabeza… ¿todo eso había sido solo un sueño? Era lo más probable…
Pero durante todo el día no pudo dejar de pensar en eso, y una pregunta en específico era la que rondaba por su cabeza ¿qué le habían pasado a las otras 6 almas? Incluso le había preguntado a Toriel, pero ella simplemente evadió el tema, y Frisk estaba igual que como comenzó.
Se acabó el día y ella no logro aclarar sus dudas. Cansada de todo eso se fue a su cuarto, y después de tomar una pequeña ducha se acostó directamente en la cama para dormir
-Si pudieran cumplir este pequeño capricho mío… ¿lo harían?- pregunto Frisk casi al aire para después cerrar sus ojos y por fin poder descansar
Pero antes de que pudiera dormirse del todo, en esa humilde habitación donde estaba solo ella, una voz diferente comenzó a contar una historia en medio de toda esa obscuridad…
…
Holap! Soy yo! Y he vuelto de la muerte! Jeje
Pues he decidido publicar una historia de este fandom que me encanta tanto… en fin… la verdad no tengo mucho que decir, solo que espero que les haya gustado, y que si es así que porfa dejen un review. Y si no les gusto que den consejos para mejorar, todo será aceptado si no es con intención de insultar.
Ha! Y que también disculpen cualquier horror ortográfico que se me haya pasado
Bueno, eso es todo y hasta la próxima!
Un golpe y un beso de parte de Nikido.
