Miedo

Se había terminado.

Estaba sorprendida de como Rick había llegado con Hershel sujetando a dos caminantes, era de esperarse que esto no terminaría nada bien.

Pero no podía imaginar lo que sucedería a continuación.
Solo observaba que caían al suelo, lo tenían controlado y entre tantos cuerpos que iban apareciendo sólo buscaba a mi pequeña, me alegré entonces cuando el último caminante salió del granero.

Aún está viva.

Mi vista se nubló, no podía creerlo mis pies no me respondían no pude hablar no podía correr para verificar que fuera mi pequeña hasta que vi que se acercaba más y más, empecé a correr gritando su nombre.

Recuerdo que unos brazos me impedían avanzar y caí al suelo, era ella era Sofía, todo ese tiempo estuvo encerrada ahí, mi niña no estaba en el bosque, no tenía hambre, no tenía frío ni sed.

Recuerdo como Rick le apuntaba con el arma una parte de mi quería gritar que no la matara pero sabía que eso tenía que ocurrir, no era mi bebé, era una de esas "cosas"...

Llore y llore no recuerdo cuanto tiempo estuve en el suelo y él no me soltaba.
De repente sentí un estruendo en mi cuerpo, él trataba de levantarme.

-no mires- dijo mientras me ponía de pie.

El oír su voz me recordó lo que me había dicho tiempo atrás.

-"la encontrare, porque aun siento que esta allá afuera"-

Qué ganas tenía de gritarle y culparlo por no haberla encontrado, pero lo único que hice fue separarme de él enojada he irme de ese lugar, todos me miraban lo sé, tenían lastima de mí, los odio por eso. Odio a todo el mundo ahora.

Como pude entre en la caravana y llore otra vez.

Tiempo después levanto la cabeza y sobre la mesa aprecio esa pequeña rosa dentro de la botella de cerveza.

- ahora descansaras en paz Sophia, dejaras de sufrir en este mundo, perdón mi bebé, pude defenderte de tu padre pero fui tan cobarde para ir corriendo detrás de ti mientras te perseguía ese monstruo- dije en voz alta, tenía que decirlo de alguna forma tenía que despedirme de ella y no de lo que estaba allá afuera- tengo tanto miedo So...-empecé a llorar- ahora estoy sola, no tengo idea de que hacer, tengo tanto miedo- esto último lo dije casi para mis adentros ya que mi voz se quebraba más y más.

Pasaron las horas y ni una lagrima brotaba de mis ojos, me canse de lamentarme de lo que sería de mi ahora que ya no tenía nada, solo miraba por la ventana sin pensar, más bien tratando de no pensar en nada que no fuera Sophia.

Escuche como la puerta se abría, no voltee, quería que me dejaran sola, solamente eso. Recuerdo como se escuchaban sus pasos y sin más lo vi a la cara, fue un instante, pero el suficiente para que millones de recuerdos volvieran a mi cabeza, no dijo nada solamente se sentó enfrente de mí. Quería culparlo, reprocharle todas las cosas que yo no hice por mi hija, pero mi cabeza ya estaba más lucida y comprendí que él no tenía la culpa, Daryl solo intentaba encontrarla, desde el primer instante no dudo en buscarla y tranquilizarme cuando perdía la cordura, ah él no tiene la culpa solo yo, siempre fui yo.

El momento llego Lori me dijo que estaban listos.

-no iré- dije.

-¿por qué no?- oí la voz.

-¿por qué tendría que?- respondí.

-porque es tu pequeña- dijo Daryl.

-esa cosa no es mi hija, mi bebé murió en bosque, murió hace ya bastante tiempo.- dije mientras luchaba por que mi voz no volviera a quebrarse.

Oí como fue alejándose, estaba enojado lo sé, lo que no entiendo es por la respuesta que di o por no haber podido encontrarla.

Observaba como empezaban a reunirse para el funeral, estaba decidida en no ir no tenía caso, pero sabía que tenía que hablar con Daryl. Ver su reacción ante lo ocurrido, ahora él era la única persona cerca de ser un amigo conmigo.

Salí de la caravana en su búsqueda.