-Chicos, chicos, ¿podéis dejar de hacer el gamberro y escucharme un momento? – una vez los jóvenes se hubieron callado la profesora Rosmerta habló –bien, gracias. Tenemos un nuevo compañero de clase, Richard Rogers, quiero que lo tratéis bien y que consigáis integrarlo en la clase. Haced el favor porque es vuestro último año. –Todos asintieron con la cabeza y volvieron a hablar. –Richard, el único sitio libre es aquel del fondo junto a Katherine Beckett, es esa chica alta y delgada qué está en la segunda mesa hablando con sus amigas.

El chico, un muchacho alto, de pelo castaño despeinado y ojos azules, que vestía una sudadera gris con unos vaqueros y unas vans, se encamino un poco retraído hacia la mesa que la profesora le había indicado. Cuando sonó el timbre de comienzo de clases su compañera de pupitre se sentó a su lado.

-Hola, soy Kate.

-Hola, ya sabes mi nombre. –ambos cruzaron sus miradas y sintieron un magnetismo que nunca habían sentido con nadie.

-Y bueno, ¿por qué apareces en un insti nuevo en el último año de curso? ¿Acaso te han expulsado?

-Ahí le has dado, unos amigos y yo tiramos una vaca de una azotea y nos expulsaron o bueno, solo a dos de los cuatro. De todas formas era una mierda de instituto y la gente era un asco.

-Ah, este no es tan mierda, la gente está bien, es sociable pero claro yo llevo aquí toda la vida. Mis padres trabajan cerca de aquí y decidieron matricularme.

-ah, ¿en qué trabajan tus padres? –y por acto reflejo el chico se apartó el pelo de la cara lo que hizo que Kate se volviese a perder en sus ojos.

-Eh, esto… son abogados, los dos. ¿Y los tuyos?

-Ummm, mi padre no lo sé puesto que tampoco sé quién es y mi madre se supone que es actriz.

-¿Sí? ¿Y como se…

-¡Señorita Beckett puede dejar de interrumpir mi clase y atender un poco!

La conversación de Kate y Rick quedó interrumpida hasta la siguiente hora, educación física, una de las asignaturas favoritas de Kate pero no tanto de Rick.

-De verdad ¿ no nos podemos quedar sentados repasando francés? No sé una mierda de esta asignatura y seguro que una chica tan guapa como tu sabe mucho.

-A ver, yo si se francés pero ¡Venga Rick! Hoy toca volleyball y así te puedo presentar a mis amigas. Te prometo que te enseñaré un día de estos.

-Bueno –la agarró de la cintura como por impulso y dijo- pero si yo juego hoy a volley tu tendrás que venir a enseñarme francés a casa.

A Kate se le había cortado la respiración cuando le cogió de la cintura y tenía como la mente en blanco, lo único que le salió fue un: va-vale.

Rick se metió al vestuario masculino y se reunió con varios de su clase, un chico rubio que se llamaba Mason se acercó a él. –Eh, Ricki, ¿te apetece venir a jugar al futbol esta tarde a Central Park?

Su madre le había dicho que tenía que ser sociable, hacer amigos y no tirarse todo el día escribiendo en el ordenador así que decidió quedar con los chicos esa tarde. Al entrar al gimnasio Kate lo esperaba junto a la pista de volley y Mason le dijo: "lanzate, a ver si tu al menos tienes suerte porque Kate es muy rebelde pero luego no quiere nada con nadie. Y ten cuidado porque es mi mejor amiga y como le hagas algo te mato Ricki".

Haciendo caso omiso de lo que Mason le había dicho decidió jugar con las chicas al volley y gracias a Dios Kate iba en su equipo y ella siempre quería ponerse delante de Rick y éste solo podía mirar sus piernas y lo que no eran sus piernas: "porque te has tenido que poner mayas Kate, porque"

-¡VEINTE A DIEZ! ¿HAS VISTO QUE PALIZA LES HEMOS METIDO RICK? Aunque…tu has jugado poco ¿qué te pasaba?

-Eh..no sé, me daba vergüenza cagarla. Por cierto, ¿me das tu número? –ante la acusadora mirada de su compañera Rick rápidamente buscó una excusa- es para lo de francés, es que me interesa mucho subir la nota en esa asignatura y me harías un gran favor.

-Ah, entonces claro que te lo doy. –Se intercambiaron los teléfonos y después de ducharse fueron juntos a inglés y a matemáticas y en esas clases descubrieron que tenían bastantes cosas en común: a Rick le encantaba la poesía al igual que a Kate, le encantaba el cine y la fotografía, a Kate le encantaba el deporte pero a Rick no tanto peor lo mejor de todo es que a ambos les encantaba leer, podían pasarse horas y horas leyendo al igual que se pasaron horas y horas hablando de libros.

-Muy bien chicos, para mañana quiero que me traigáis veinte matrices hechas y que salgais voluntarios a hacerlas. Ya podéis marcharos a casa.

-Te acompaño hasta la puerta pero mi madre viene hoy a recogerme que es su cumpleaños y nos vamos a Remy's.

-Vale, me encanta ese lugar, un día deberíamos ir.

Una vez en la puerta Kate divisó a su madre pero no sabía cómo despedirse de Rick, le había caído tan bien y el se había portado tan bien con ella que estaba deseando verlo al día siguiente. Pero no le dio tiempo a pensar una manera de despedirse porque Rick se acercó a ella mientras su madre iba en su dirección y le plantó un beso en la mejilla para después salir corriendo. Al pasar junto a la madre de Beckett, una completa replica de ella, soltó un felicidades señora Beckett y se perdió de vista.

CONTINUARÁ