Nate Junketsu

Quizás la mayoría de los chicos de mi edad quieren ser héroes, usualmente se debe a que alguien en su familia es un héroe otro se vuelven fans de héroes que aparecen en los medios, tal como dijo Stain, lo héroes ya no son lo que deberían ser, y me da un poco de repulsión tener algo de acuerdo con ese sujeto, mató a muchos héroes, civiles, quizás algunos no eran lo que su definición de héroes dictaba, pero eso no le daba derecho a asesinar a quien le plazca... No se que hago pensando en estas idioteces tan temprano, él ya está en cárcel gracias a Endeavor y yo debería levantarme para ir a la escuela. En un movimiento de pura voluntad me levanté con un salto de la cama, mi cabello me cayó en la cara así que lo acomodé a un costado, aun en ropa interior empecé a buscar el uniforme de la escuela y mientras me vestía cepillaba mis dientes a la par, no estaba perfectamente arreglado, pero algo es algo supongo, tome el bolso y baje las escaleras para ver a mi mamá cocinando, usando su típico delante azul sobre el camisón blanco mientras su cabellera rojiza caía por su espalda.

—Buenos días mamá.

—Buenos, siéntate a esperar el desayuno.

—Compraré algo en el camino, voy un poco apresurado.

—No estés negándome la comida Nate.

—No es eso, en serio estoy apurado.

—Como quieras, llévale esto a tu hermano, creo que esta por la ruta—Ordenó entregándome una bolsa de papel.

—Bien, nos vemos luego.

—Acomódate la corbata primero, y procura no buscar problemas.

Asentí y ajuste mi corbata, salí por la puerta hacia la bicicleta carmesí que estaba a un costado del garaje, coloque la bolsa en la cesta y aflojé la corbata antes de subirme y empezar mi ruta, todo por aquí era calmado, era una zona apartada de la ciudad, por lo que era muy poco usual conseguir tráfico o alguna aglomeración de personas, aunque hoy parece que la calma se apartó un poco, escuché como se rompió un vidrio al cruzar la calle y por instinto ya seguía el rastro de la causa, pasé junto a una tienda que tenia una ventana rota y rápidamente vi a los costados para ver si había alguien cerca, corriendo a través de la calle había alguien corriendo con una bolsa en mano, si no era el causante aun se ve muy sospechoso, así que empecé a pedalear a toda velocidad hasta sobrepasarló y frenarme en frente de él. Tenia el pulso acelerado, pero aun me mantenía seguro de mi mismo.

—Tu, devuelve lo que robaste.

El sujeto se veía muy desarreglado, rozando entre lo horripilante y lo drogadicto, era algo muy desagradable de ver. Sacó una pistola y me apunto directamente.

—Has silencio y apártate niño insolente... No dudaría en jalar el gatillo idiota.

—E-Eso no lo dudo—Respondí de manera torpe.

No pude evitar titubear, pero me baje lentamente de la bicicleta, dejándola en el piso.

—¡Quítate de en medio!—Ordenó desesperado.

Tense mis brazos para activar mi primer kosei, la sangre empezó a circular con mayor velocidad por mis brazos lo que iba aumentando un poco la masa muscular de estos, cuando me iba a decidir por moverme una silueta llego golpeando con un puñetazo directo a la cabeza enviando al criminal de cara contra el piso... Camiseta negra, bermudas de igual color, zapatillas deportivas blancas, cabello castaño oscuro al igual que su leve vello facial, ojos negros y una sonrisa tediosa.

—¿Cuantas veces voy a decirte que tu otro kosei es mas rápido y efectivo para estas situaciones?

—No me importa, el Turbo Sangre es mas fuerte.

—La bala es mas rápida que tu, con la Oxigenación Muscular es mas fácil esquivarla, ¿No quieres usarla porque compartimos ese kosei?—Dijo señalando los orificios en sus brazos.

Me atrapó por un momento—No es eso, estoy usando el uniforme y las mangas largas cubren los orificios, habría perdido mucho tiempo quitándome la ropa.

—Cierto, bueno de cualquier manera no deberías estar enfrentando criminales, no tienes licencia, así solo te causarias problemas.

—Como digas, mamá te mandó esto—Mencioné entregándole la bolsa a mi hermano.

—Que bien, hace mucho que no como de sus galletas.

—Quizás es porque nunca la visitas—Mencioné desviando la mirada.

—Es cierto, el trabajo ha estado muy ocupado estos días.

—Pero hoy no estás usando el uniforme, asumo que tienes un día libre.

—Si, uso estos días para patrullar estas zonas que no tienen agencias cercanas, casi todas las agencias están en el centro.

—Deberías considerar pasar por la casa.

—Si, la verdad quiero descansar de cocinar por un día, no se me da demasiado bien.

No pude evitar soltar una pequeña risa—Entonces te hará bien.

—Oye, es temprano para que vayas a la escuela, ¿Vas a otra parte?

—La verdad no, solo quería vigilar la zona un rato, presentía que iba a suceder un incidente así.

—Para ser un adolescente pasas mucho tiempo en esto—Bufó y el criminal que estaba en el suelo empezó a moverse tratando de levantarse cuando él le piso la cabeza contra el suelo dejándolo inconsciente otra vez—Bueno, creo que esta vez me puedes ayudar, toma la bolsa y devuélvela a la tienda, yo llevaré a esta basura de la sociedad a la comisaría que queda por aquí—Ordenó.

—Pero este es tu trabajo, no mio—Bufé.

—A ver, si quieres ser un héroe tienes que aprender a interactuar mas con la gente idiota—Dijo antes de alejarse de un brinco con el criminal sobre su espalda.

Me quedé de pie viéndolo por un minuto, luego liberé un gran suspiro, recogí la bolsa y la puse en la cesta de la bicicleta, no podía dejarlo ahí, así que de una manera u otra terminé obedeciendo lo que me dijo mi hermano, llegue a la tienda donde estaba un señor barriendo los cristales que quedaron en la entrada. Deje mi bicicleta en la acera y me acerqué hacia el señor de avanzada edad.

—Eh... Señor, aquí está lo que robaron, alguien detuvo al criminal antes de que pudiese escapar.

Al escuchar eso el señor se giró hacia mi acariciando su barba blanca y ajustando sus lentes por encima de sus pobladas cejas.

—Ya veo, muchas gracias, había visto al joven Junketsu corriendo en la misma dirección, así que no me preocupé—Mencionó sonriendo y luego fijando su mirada en mi—Tu debes ser su hermano menor.

Asentí serio, a la vez eché una mirada de reojo a la tienda, era de dulces y se me ocurrió comprar algo para desayunar—Señor, ¿Vende algo que pueda desayunar?

—Claro, por favor pasa y trae la bolsa, estoy muy viejo para cargar peso.

Obedecí y dejé la bolsa junto a la caja, él pasó por una puerta y luego de unos minutos volvió con una bolsa.

—Aquí tienes joven, por cierto, tu padre trabaja con la policía, ¿Cierto?

—¿Ah? Si, ¿Cuanto le debo?

—No pagues nada, no siempre veo a uno de la familia Junketsu, por lo visto ustedes se dedican a salvar vidas, es algo inspirador—Dijo para luego reír.

Su alegría se me contagio un poco y liberé una leve sonrisa, aproveche para sacar algo de dinero de m bolsillo y ponerlo disimuladamente sobre el mostrador, inmediatamente el señor saco un cuchillo lo clavo junto a mi mano.

—Te dije que no pagaras—Dijo serio—Es solo un sándwich—Agregó mas calmo.

Yo solo asentí de la impresión, y me retire de la tienda, cuando me subía a mi bicicleta escuche que el señor me llamaba.

—Oye chico, chico Junketsu—Volteé a ver y él se acercó a la puerta—Dejaré que me pagues el sándwich solo cuando te conviertas en héroe—Esas palabras por alguna razón me llenaron de motivación.

—Prometo que será así—Afirmé antes de continuar con mi ruta.

Manejaba mi bicicleta con una sola mano, la otra la ocupaba comiendo. Llegando a la escuela lancé la bolsa hacia un bote de basura y avancé hasta llegar a patio del frente donde podía dejar mi bicicleta aparcada mientras estaba en clases, coloque la bicicleta en su lugar y me agaché para asegurarla con la cadena, al momento escuche unos pasos detrás de mi, quizás era un pequeño grupo.

—No es necesario que le pongas la cadena, me la llevaré ya mismo—Dijo alguien con una voz muy irritante.

—Oye, las zapatillas que tienes son de mi estilo, también quitátelas—Esta vez no era la misma voz así que efectivamente eran mas de dos, esto se confirmó al escuchar una risa desde otro ángulo. Mientras terminaba de enganchar la cadena, un autobús que estaba en frente de la escuela se movió dejando pasar la luz de sol golpeándome de una manera irritante.

—Chicos... Zapatillas blancas, bicicleta y cabello rojos... ¿Creen que sea...

—¿Puedo saber a quien buscan?—Cuestioné parándome de frente a ellos, eran tres, dos flacuchos y un obeso, los uniformes no eran el de nuestra escuela así que me sorprende que me conozcan.

—Junketsu Nate...

—Lo confundimos con alguien más, disculpe, nos vamos—Explicó el gordo del centro antes de que los tres se dieran la vuelta alejándose.

—Oigan—Dije llamando su atención, inmediatamente se detuvieron—Los vuelvo a ver cerca de esta escuela o intentando robar a alguien más y les romperé los brazos—Aclaré—Que tengan un buen día.

—Claro señor Junketsu, no nos volverá a ver nunca.

Señor... No soy un anciano, como sea, eso debe ser suficiente para que no se acerquen mas, por lo menos hasta que consigan a un aliado con un kosei que crean que puede hacerme frente, solo he conseguido a una persona capaz de hacerme frente hasta ahora y cuando me giré hacia la puerta de entrada estaba ahí, de brazos cruzados, la camiseta por fuera, cabello castaño claro amarrado con una coleta, los ojos café y un tono de piel un tanto mas claro que el mio, el idiota se empezó a reír indiscriminadamente.

—Demonios Nate, ¿Cuando sera el día que no busques pelea?

—Kabuto, eso sucederá el mismo día que dejes de ser tan ruidoso.

Ambos pasamos al pasillo y seguimos caminando hasta entrar a nuestro salón, usualmente ocupábamos los asientos de atrás. Hoy el día transcurrió de una manera muy común, aburrida en general, eso hasta que Kabuto me sacó de mi trance de copiar la clase con un golpe al hombro.

—Deja de joder tanto.

—Oye, es que necesito hablar algo contigo.

—¿Sobre que?

—Nuestro futuro, como héroes.

Cuando dijo eso me distraje y la punta de mi lápiz se partió.

—Allá atrás, joven Yomi y joven Junketsu, ¿De qué que tanto hablan?—Interrumpió el profesor.

Kabuto se colocó de pie golpeando su mesa—De que seremos héroes—Declaró con entusiasmo y el salón se hundió en el silencio, por mi parte me limité a liberar un suspiro.

—Ya veo, no imaginé su futuro de otra forma, ¿Ya saben a que academia irán?—Preguntó el profesor, quien al parecer se olvido de la clase por completo.

—A la mejor de todas, ¡Iremos a la U.A.!—Exclamó tomándome por sorpresa y dirigí mi mirada de sorpresa al animado Kabuto. El salón susurraba cosas, muy pocas eran las que llegaba a entender, esto no era lo que esperaba de este día.

—Es bueno que apunten alto, estoy seguro de que lograran pasar el examen de admisión, ¿Ya llenaron la solicitud?

—Ya entregué la mía y la de Nate, solo que él no sabía hasta ahora.

—¿Que? Habría preferido que me lo hubieras planteado antes idiota—Reclamé.

—Es que pensé que no aceptarías a la primera.

—Desgraciado... Ya no tengo opción alguna.

—Tranquilo joven Junketsu, tu familia es heroica de por si, pasará el examen, si alguien mas quiere ir tome una planilla, aquí tengo suficientes—Dijo el profesor.

—Habría que estar loco para hacer la prueba sabiendo que hay que competir contra los grandes Junketsu y Yomi—Aclaró una de mis compañeras de clases, el resto solo reía y asentía a la idea.

—¿Por que se refiere a nosotros como "Los Grandes"?—Pregunté a Kabuto.

—Es algo similar a nuestra fan desde que la salvamos aquel día.

—Es incomodo—Mencioné acostándome en la mesa—Como sea... ¿Cuanto falta para la prueba?

—Sobre eso... Es dentro de un mes—Respondió sonriendo.

—Eso es muy poco tiempo... ¿Que haremos con nuestros trabajos?

—Ya cancelé todos.

—¿Que? Pero tu bicicleta, los clientes, no puedes dejar todo a la ligera.

—Ya tengo suficiente para reparar mi bicicleta, además le expliqué la situación a los que nos contrataron y aceptaron sin problemas.

—Ya veo, entonces ocuparé este mes en entrenamiento.

—No me engañes, también hablé con tus clientes personales y les dije que no estarías disponible, así que nada de trabajos ocultos.

—Hombre necesito el dinero.

—Ambos sabemos que no es así—Declaró sonriendo.

—Como sea—Bufé.

—Incluso la escuela nos va a prestar el patio y el gimnasio para entrenar para la prueba, estaremos a tope.

—Por lo visto no se te escapo ni un detalle esta vez.

—No, si ambos queremos ser héroes no voy a perder la oportunidad de que vayamos juntos a la mejor academia.

—Admito que suena divertido—El resto del día continuo con Kabuto emocionado por la prueba, del resto todo fue normal.

A salir de clases me monté en mi bicicleta y comencé mi camino a casa, había un silencio total por las calles, solo yo pedaleando en medio de una calle vacía, bajo el sol ocultándose y las hojas de los árboles cayendo alrededor. Si soy honesto había una duda que me carcomía el cerebro y no conseguía como sacármela de encima, en una cruce derrapé sin medir consecuencias y me bajé de la bicicleta que se fue deslizando hasta quedar a un costado de la calle. Yo me dirigí hacia un árbol con un sensación de impotencia que ya me tenia abrumado. ¿Que me hacia pensar que seria capaz de pasar el examen? ¿Que me hace pensar que puedo ser un héroe? A donde quiera que voy la gente cree que puedo serlo, pero al parecer el único que no cree en mi, soy yo, él único que sabe que también puedo fracasar, soy yo, nadie me ve como un perdedor, creen que lograré todo lo que quiero, y aun así me siento débil. Tenia mi mano izquierda sobre mi cara y el puño derecho contra el árbol, no pude resistirme a golpearlo liberando mi ira en un grito... Realmente no me di de cuenta que mi brazo tenia activo el kosei por lo que el árbol se partió a la mitad cayendo completamente al costado de la calle. Por algún motivo ese árbol significó algo para mi, ese golpe me enseño algo, este momento me hizo sentir mejor... Mejor de lo que me he sentido en un largo tiempo, nadie espera que árbol firme caiga, lo animales viven de ellos, las personas aprecian sus frutos y flores, por eso que un árbol caiga significa algo pesado, es como un pilar que sostiene la esperanza de muchos, ese árbol no se puede dejar caer... Y yo tampoco, me he esforzado mucho tiempo para ayudar a quienes no pueden defenderse, y se que tengo muchas limitaciones aún, pero si me vuelvo un héroe... Podría eliminar esos límites, ayudar a más personas, pelear por ellas, hacer que puedan estar seguras porque saben que si algo malo sucede yo pelearé por ellos, este es el paso que necesitaba dar por mucho tiempo, definir que clase de héroe quiero ser, darme un motivo para no caer, seré un héroe en el que todos puedan confiar, en el que todos puedan poner sus esperanzas.

Rodeé el árbol para alejarlo mas de la calle, así evitar incidentes, fui a levantar mi bicicleta, la pintura se rayó por un costado, con mi mano toqué la parte rayada y suspiré antes de retomar mi camino a casa, estos minutos pasaron mas rápido, sentía que debía llegar a casa para poder pensar con claridad, aunque ya decidí lo mas importante, creo que debo ver como decírselo a mi familia, si soy honesto mi mamá no se siente tan cómoda con que yo quiera ser un héroe, todo porque tengo el Turbo Sangre, af... Aun no ha superado aquello, con mi hermano se sintió mas segura debido a que el solo heredó el kosei de mi padre e incluso es algo diferente en cierto aspecto, no es ningún peligro para su salud, así que en resumen a mi me tienen un poco mas de sobre protección en el tema.

Al fin llegué a la casa y realmente todo se veía tranquilo, estaba el auto de mi papá así que asumo que ya llego, y así es mejor, mientras pueda dar la noticia de cara asumo que debe ser menos problemático. Dejé la bicicleta en el garaje y pase a la casa, ya mi madre estaba terminando de cocinar.

—Hola, por lo visto estamos todos hoy—Mencioné saludando a mi madre.

—Si, incluso tenemos un plato más, también vino Chris.

—Lo se, me lo dijo cuando le entregué las galletas que le enviaste.

—Es bueno tener a todos en casa de vez en cuando.

Su comentario me causó una leve risa de complacencia. Antes de subir a mi habitación saludé a mi padre quien aún cargaba puesto el uniforme del trabajo y estaba hablando con mi hermano, ya en mi habitación me cambie de ropa a una más cómoda para bajar a comer.

Ya en la mesa todo fue con normalidad, mi padre llegó muy cansado así que comía tanto que tuvo que desabrochar su camisa dejando a aire su gran barriga, mamá trataba de no reírse diciéndole que tenia muy malos modales, por un momento la conversación entre mi padre y Chris sobre el trabajo se detuvo creando un silencio que no era incomodo en absoluto.

—Nate, ¿Y tu que hiciste hoy?—Preguntó mamá

—Aparte de detener un robo claro—Bufó Chris.

—¿Qué hiciste que?—Cuestionó mi madre histérica mientras mi papá reía.

—Yo no hice nada, fue Chris que lo detuvo.

—Es cierto, yo di el golpe, pero Nate se paró en frente de él y no se asustó ni cuando le apuntaron con un arma.

—¿Tenia un arma?—A pesar de la preocupación de mi madre, mi papá solo se limitaba a reír.

—Bueno, siempre supimos que tenia bolas, no es de sorprenderse tanto—Declaró papá—Asumo que fue el que llevaste en la mañana, ¿Cierto Chris?—Mi hermano asintió a la pregunta mientras comía.

—No lo apoyes, después va a querer arriesgarse cada vez más.

—Tranquila amor, la valentía es uno de los rasgos mas importantes de un héroe.

Que mi padre dijera eso me hizo recordar lo de la U.A., creo que ya es momento de decirlo...

—Hablando de héroes... Ya decidí que seré uno.

Mi padre libero una sonrisa, mi hermano posó su mano en mi hombro, mi mamá mostró una expresión de preocupación antes de caerse de la silla.

—Querida, ¿Estás bien?—Pregunto papá ayudando a mi mamá a levantarse.

—La verdad si... Es algo que ya imaginaba.

—¿Ya sabes a cual iras?—Cuestionó mi hermano antes de dar un sorbo de su bebida.

—Si, eso si lo decidí hoy y bueno es dentro de un mes... Haré la prueba de admisión p-para la U.A.—Expliqué soltando una bomba de silencio en la mesa.

—¿P-Por q-que la U.A.? El ultimo año se ha visto involucrada en muchos problemas, como el asesino de héroes, la liga de villanos, el incidente en el campamento.

—Quizás tengas razón mamá, pero eso solo demuestra que es la mejor.

—La segunda mejor querrás decir—Alegó mi hermano.

—En mi opinión, es una buena decisión y me alegra hijo, además cariño, cuantos padres tienen la dicha de decir que uno de sus hijos de graduó en la mejor del oeste y el otro en la mejor del este, son las mejores academias de héroes, eso significa que hicimos algo bien.

—Ni siquiera he entrado para decir algo así papá—Dije incomodo.

—Pues tendrás que hacerlo, porque les diré a todos que mi hijo mayor es el numero uno del oeste y tu el numero uno del mejor del este.

—Asumo que heredaron el heroísmo de su abuelo, él también estaría orgulloso de ambos—Suspiró mamá.

—Bien creo que eso es todo, ah... Cierto, también llegaré tarde todos estos días, estaré entrenando en la escuela, nos prestaron las zonas de gimnasia a Kabuto y a mi.

—Entiendo hijo—Dijo mama en un tono melancólico.

Me retiré de la mesa subiendo las escaleras para ir a arreglar algunas cosas en mi cuarto, ver algunas cosas sobre la U.A. realmente. Aunque realmente solo me tocaba descansar, lo iba a desear, en este mes el entrenamiento que haré me odie a mi mismo.