Bueno, espero que os guste. Hace tiempo que querí hacer un Sirius/Hermione, así que aquí lo teneis. Jeje. Pasa en el 6 curso, aunque Sirius no se ha muerto.
LOS PERSONAJES Y LOS ESPACIOS NO ME PERTENECEN A MI, SINO A LA MARAVILLOSA AUTORA: J.K.ROWLING
- Remus, pásame el jugo de calabaza, por favor.- le pidió Hermione.
Remus alargó el brazo, cogió el jugo y se lo pasó a Hermione.
-Toma, Mione.- dijo él sonriendo.
-Gracias.- dijo ella con una bella sonrisa al rostro.
Y no era lo único bello que tenía Hermione. Hermione se había convertido en una bella chica de dieciséis años. Pelo suave y sedoso, hasta casi media espalda. Ya no se pasaba horas delante del espejo para poderlo dominar, sino que con un simple cepillado le quedaba perfecto. Tenía una sonrisa sincera y cariñosa. Había crecido, no media tanto como Ron, pero no se quejaba. Unas piernas largas y bonitas, que todo el verano permanecían morenas. Vientre liso y unos pechos bonitos, que no tenía porque quejarse de su aspecto. Unos ojos brillantes y de color café.
Y era feliz, pese todo lo que había pasado. Sus padres habían muerto hace casi dos meses en un accidente de avión, para ser más concretos, murieron cuando volvían de Mónaco para pasar el verano con su hija. Sufrió una gran depresión, yendo de psicólogo en psicólogo. Sentía que su vida era un drama sin sentido, y pensaba que nunca podría volver a sonreír. Hasta que Rupert, un viejo amigo de la familia, le contó la verdad. Su bisabuelo era hijo de Héctor Dagworth-Granger, es decir, que Hermione Granger ya no era Hermione Granger, sino Hermione Dagworth-Granger, una intachable "sangre limpia". Cuando le dijeron eso, se pasó tres días encerrada en la habitación. No es que le molestara ser una intachable "sangre limpia", sino que sus padres no hayan confiado en ella para decírselo, se habría ahorrado muchas humillaciones por parte de Slytherin, más concretamente por parte de Draco Malfoy.
Sus amigos querían ayudarla, apoyarla en todo momento. Pero cuando iban a dársela, ella siempre contestaba que estaba bien, que no necesitaba la ayuda de ellos, claro que todo lo decía educadamente. Además, no podían ir a verla, porque no les dejaban, así que todo se lo tenían que decir en carta.
Después de eso, se leyó el testamento de los padres de Hermione, y lo que decía, hizo que Hermione se olvidara un poco de la depresión de caballo que llevaba encima. Se quedaría bajo la tutela de Remus Lupin. Resulta que Héctor Dagworth-Granger, osease su tatarabuelo, era el mejor amigo del abuelo de Remus, por lo cual sus padres conocían a la familia Lupin, y confiaban plenamente en ella.
Remus vivía con Sirius en Grimmauld Place número 12, así que Hermione se fue a vivir con ellos.
Remus y Hermione tuvieron una charla antes de mudarse en Grimmauld Place. Y los dos acordaron que Hermione pasaría a llamarse Hermione Dagworth-Granger.
La relación con los dos chicos iba de mejor a perfecto. Los tres se llevaban de maravilla. Casi siempre. Porque Hermione era una chica estudiosa, madura, limpia y tranquila; y Sirius era un chico poco estudioso, algo guarro, inmaduro y deportista. Por lo cual, algunas veces las dos personalidades chocaban, y llevaban consigo alguna que otra riña.
La relación de Hermione respecto a la Orden estaba equilibrada. No podía asistir a las reuniones, y ella lo aceptaba, pero podía disfrutar de la compañía de los miembros de la Orden. Cada vez que Tonks venía, las dos se encerraban a la habitación de Mione, y no salían hasta pasadas, por lo mínimo, cinco horas hablando.
Y para que negarlo, era la niña de los ojos de toda la Orden, pero más concretamente de Remus y de Sirius. Los demás miembros, disfrutaban de su compañía siempre que podían permitírselo. Después de Remus y Sirius, las siguientes personas que le tenían más aprecio eran Tonks, porque era la única chica de la Orden con la que se veía a menudo, con Murri y con Charlie Weasley. Y Viktor Krum entraría en esa lista, si no fuera porque casi nunca venía a Inglaterra, aunque era miembro de la Orden, trabajaba en Bulgaria.
- Bue… Buenos días.- dijo Sirius medio adormido.
- Buenos días.- dijo Hermione pausando mientras bebía jugo de calabaza.
- Buenos días, Sirius. Y bien… ¿Cuál es tu nueva conquista?- le preguntó Remus.
Hermione ya se habría acostumbrado a las conversaciones de ese tipo entre Remus y Sirius, incluso formaba parte de ellas. A veces y todo, conocía personalmente a la conquistada, la examinaba físicamente y psicológicamente, y les decía los resultados a los chicos. Y los chicos se lo agradecían, pero, normalmente, Sirius hacía lo que le daba la gana. Pero los chicos, cada vez que una conquista llegaba a casa, le pedían a Herms que la avaluara, porque, con las palabras textuales de Sirius "las chicas tenéis ese sexto sentido, que os da la capacidad de hacer sentir culpable a la gente y entender el idioma de los ojos."
- Se llama Mandy, y tiene veinte tres años. Es pelirroja con los ojos grises. Es muy buena besando. Creo que esta relación va para largo.- dijo Sirius sentándose al lado de Herms.
Osease, que duraría tres días.
- ¿Aún no te la has llevado a la cama?- preguntó sorprendida Hermione mientras untaba una tostada con mermelada de fresa.
-No, tenía que entrar a trabajar a las dos de la madrugada, resulta que trabaja en el turno de noche en San Mungo.- dijo Sirius cogiendo una tostada.- Mione¿me pasas la mermelada de manzana?
Hermione cogió un pequeño bote.
-Toma.- dijo dándole la mermelada.
- Hermione…- llamó Remus.
-¿Si?- preguntó ella mirando a Remus.
- Hoy vendrán los chicos.-dijo Remus removiendo el café.
-¿Y?- preguntó Hermione dejando la mermelada en el plato y cogiendo el café.
- Que no se si te acuerdas, pero los chicos insistían en poner una piscina en el gimnasio (N/A: no se si os lo he comentado, pero representa que el cuartel se amplió a base de conjuros, por lo cual se izo inmensa y tiene de todo) y…- dijo Remus pero Sirius le interrumpió.
- …Y como mi querido ahijado está en el grupo de "chicos", hemos hecho una piscina. Además, ya empieza a hacer calor, y es muy cómodo.- dijo Sirius.
- Pues me alegro mucho.- dijo ella sonriendo.- A ver si por fin dejan de molestarme cada vez que intento leer o estudiar, es realmente imposible enterarte de que va el libro mientras ves a los gemelos Weasley sin camiseta i correteando por la casa, completamente imposible.
- Remus… yo si fuera tú, controlaría a Hermione, haber si un día de estos la ves besándose con alguien en los rincones.- dijo Sirius con picardía.
-Eso, tu dale ideas.- le reprimió Remus a Sirius.
- ¡Vamos, Remus! No estoy diciendo nada que Hermione no sepa. Seguro que ha visto a millones de personas haciendo eso.- dijo Sirius.
Hermione miraba la discusión como si mirara un partido de tenis. Y no podía negarlo, Sirius tenía razón. Había visto millones de veces como Ron y Lavander besándose pasionalmente o a Ginny y a Harry besándose con ternura.
- Empezando por ti.- dijo Remus.
- Remus, nada ha cambiado. Cuando íbamos a Howgarts, nosotros veíamos a las parejas en situaciones románticas, y Hermione seguro que también las ve.- dijo Sirius.- ¿O no?
- Pues si, para que negarlo.- dijo Hermione poniendo leche al café.
- ¿Y a quién has visto?- preguntó Sirius intrigado.
- Maruja.- dejó salir Remus.
Sirius no izo caso del comentario.
- No voy a decir nada.- dijo simplemente Hermione. Sirius la miró con cara de cordero degollado mientras que Remus negaba con la cabeza con una sonrisa.- No.
-Volviendo al tema principal. ¿Te bañarás a la piscina?- le preguntó Remus, que ya había acabado de desayunar.
- No.- dijo ella rotundamente.
-¿Por qué?- preguntó Sirius desilusionado.
- Pues porque aún me faltan solamente cinco páginas para acabar el libro que Remus me dejó.- dijo Hermione.- Como mucho voy a tomar el sol.
-Amargada.- susurró Sirius.
-No soy ninguna amargada, Sirius Black. Sólo tengo otros pasatiempos.- dijo divertida Hermione.
Remus sonrió. "Ya vuelven a empezar."
Sirius bufó.
- Me voy a la piscina.- dijo negando con la cabeza y levantándose de la mesa.
- Ahora vengo yo.- agregó Remus.
Sirius se detuvo de golpe y se giró.
- Y espero verte cuando acabes de desayunar, Hermione Dagworth-Granger.- dijo, o más bien ordenó, Sirius.
Hermione negó con la cabeza mientras se bebía su café.
Cuando acabó de desayunar subió a su habitación.
Miró por la ventana.
"Al fin y al cabo, tampoco es tan mala idea eso de tomar el sol"
Se quitó la ropa y se puso el biquini.
Un biquini de cortina que se cogía al cuello de color negro y una braga brasileña, también de color negro.
Se sentó en la cama y abrió el primer cajón.
Sacó unas gafas de sol negras (N/A: aquellas gafas tan fashion, vamos.)
Se deshizo la cola que llevaba hecha y se puso la coleta en la mano, por si las moscas.
Cogió el libro que estaba leyendo, que hasta ahora había estado encima de la mesita de noche.
Salió de la habitación y se fue a la piscina.
Sirius ya estaba bajo el agua, nadando.
Se tumbó en una tumbona, se tumbó de espaldas al sol y se puso a leer.
-Al final has venido, Dagworth-Granger.- dijo Sirius detrás de ella.
Hermione sonrió.
A Sirius le encantaba llamar a Hermione por el apellido, para molestarle, le encantaba.
- Así es, Black. Casi me pides de rodillas que vaya a la piscina¿Cómo no iba a venir?- le preguntó Hermione mirando a Sirius.
Sonó el timbre.
Hermione y Sirius giraron la vista hacia la puerta.
-Ya han venido.- susurró Hermione.
Sirius miró a Hermione.
Se sentó a la tumbona que estaba al lado de la de Herms.
- Eres fuerte, Dagworth-Granger. Podrás enfrontarte a la verdad, como lo hiciste el día que viniste aquí. Sólo que son tus mejores amigos. Además, ya no estás tan depresiva como aquel día que Remus me contó que tus padres habían muerto.- dijo él sonriéndole.
Hermione sonrió.
-Gracias, Black.- dijo ella.
Sirius se levantó y entro a casa, chorreando.
Hermione suspiró y se enfrascó otra vez en la lectura, pidiéndole a Merlín, a Dios o a quien sea que esté allí arriba que no le dijeran nada.
Sirius encontró a Remus con toda la tropa Weasley y Harry en el hall.
- ¿Nadie me va a saludar?- preguntó él.
Toda la tropa Weasley, incluyendo a Harry, giraron la vista hacia Sirius.
Harry sonrió y fue a abrazar a su padrino.
-¿Cómo está Hermione?- le susurró al oído mientras le abrazaba.
-Perfectamente.- le susurró él también.
Los dos se separaron, pero harry permaneció al lado de Sirius.
- Pues lo que estaba diciendo, ya tenemos piscina. Sirius la acaba de estrenar.- dijo Remus, pero añadiendo la última frase.
Los gemelos se pusieron a saltar y a gritar.
El señor y la señora Weasley se acercaron a Remus.
-¿Cómo está Hermione?- le preguntó preocupada la señora Weasley.
-Tranquilos, Hermione está muy bien. – dijo Remus sonriendo intentando tranquilizar a los padres Weasley.
Ginny y Ron se acercaron a Harry y a Sirius.
- Sirius… ¿cómo está ella?- le preguntó Ginny delicadamente a Sirius.
- Muy bien.- le dijo Sirius sonriendo.
- Chicos, id a cambiaros para ir a la piscina.- les dijo Remus sonriendo.
- Si.- dijeron los cinco a coro.
La sección infantil Weasley, más Harry, subieron a las habitaciones para ponerse los bañadores.
Los cuatro se acercaron.
- ¿Les habéis contado todo?- preguntó Sirius preocupado.
- No, solo que sus padres han muerto y que ahora vive aquí, nada más.- dijo el señor Weasley.
-Pues lo que queda, lo tendrá que hacer Hermione, o yo mismo, si no está preparada.- dijo Remus.
- Está pre…- empezó diciendo Sirius, pero unos pasos lo detuvieron.
- Remus, ese libro es muy bueno, de verdad.- dijo Hermione sonriendo mientras entrando en el Hall.- Oh… Hola, señores Weasley.
- Hola, Hermione. ¿Cómo estás?- le preguntó Molly corriendo a abrazarla.
- Muy bien, señora Weasley.- dijo Hermione con una voz ahogada, ya que la señora Weasley le estaba abrazando con tanta fuerza que dificultaba la respiración.
-Molly, deja de abrazar a Hermione antes de que se ahogue.- le dijo Sirius en broma.
- Bueno… toma Remus, es muy bueno, gracias.- dijo Hermione entregándole un libro a Remus.- Yo me voy a tomar el sol.
-La que decía "como mucho voy a tomar el sol".- dijo Sirius imitando su voz.
- Cállate, Black.- le dijo Hermione divertida.
Sirius sonrió.
Hermione se fue a la piscina.
- Está… crecida.- comentó la señora Weasley.
-Si, se ha puesto muy guapa durante el verano. Ya le dije a Remus que tendría que tener cuidado.- dijo Sirius sonriendo.
- Sirius, cuidado con lo que dices. Que de un modo u otro, soy su padre.- le dijo Remus en un tono amenazador.
- Ya veis, le ha salido el instinto maternal.- dijo Sirius señalando a Remus.
Los señores Weasley rieron.
Se oyeron pasos que venían desde arriba.
- ¿Dónde está Hermione y la piscina?- preguntaron los chicos a coro.
- A fuera.- dijo Remus sonriendo.
Los chicos bajaron corriendo las escaleras, pero el brazo de Sirius los izo parar bruscamente.
- Espero que seáis delicados.- dijo, más bien amenazó, Sirius.
Los cinco asintieron.
Sirius apartó el brazo y los chicos se fueron corriendo hacia fuera.
¿Os a gustado? Eso espero, porque estoy muy orgullosa de ese capitulo. Por fi, decidem si os a gustado, porque, sinceramente, no quiero hacer un oneshoot.
Gracias
Abrazos
ECDP
