Hola a todos!... bueno, primero que nada debo decirles que este es mi primer aporte a esta sección de fics de Pandora Hearts. Me gusta mucho la historia pero lastimosamente yo solo he visto el anime así que mil disculpas si hay algo fuera de onda por aquí… por lo demás puedo decir que esta historia no tiene un espacio ni tiempo especial por lo que lo dejo en imaginación. Aclarado eso los dejo para que lean pero les debo aclarar que…
Pandora Hearts no me pertenece solo tomo los personajes para crear la historia sin ningún fin de lucro.
El arte de la seducción
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Prologo
Aquella mañana en particular no debería tener nada de nuevo e interesante para ella pero de igual forma había encontrado algo que de verdad le interesó quizás un poco más que la carne que tanto añoraba. ¿Cómo había llegado a eso? Simple... por culpa de Sharon Rainsworth.
Esa mañana pensaba dormir un poco y comer algo de carne debido al hecho que Oz ni siquiera estaba a su lado. Muchas veces compensaba su ausencia comiendo y luego regañándolo por dejarla sola durante determinadas horas de tiempo. Justo cuando estaba por ir a la cocina se encontró con la joven heredera del ducado Rainsworth quien al verla la saludó gentilmente, como siempre hacia, y al preguntarle que tenía pensado hacer contestó con la mayor simpleza y obviedad del mundo.
- Pero no puedes pasarte solo comiendo carne y durmiendo hermanita – le riñó con cariño haciendo que la castaña le viera entre confundida y bastante amilanada
- Pero si Oz no esta no se me ocurre que mas hacer – respondió con la mayor franqueza
- Hay muchas cosas que podrías hacer como por ejemplo: leer un libro – sugirió al tiempo que le sonreía con felicidad al imaginarse leyendo junto con su "hermanita" alguna novela de heroísmo y amor
- ¿Leer? – ya lo había intentado una vez, pero eso no era siquiera comestible por lo que había desechado la afición de Sharon casi desde que se lo había mencionado, además... leer no era lo suyo, ver un montón de letras en un libro d quizás 8 centímetros de grosor no era algo que le agradara, una página se le hacía eterna salvo cuando era otro quien la leía y en fin, los libros no le enseñaban nada salvo "las biblias del amor" que Sharon le había mostrado una vez para enseñarle sobre las relaciones y los sentimientos
- Anda hermanita, ven. Veras que será divertido – aseguró con una sonrisa un tanto tétrica que no le dio a Alice muchas opciones para negarse
Así que ahí estaba, entre los estantes de la biblioteca de la mansión. Sharon estaba al otro lado de la habitación buscando algo nuevo que leer y ella estaba solo merodeando con aburrimiento y viendo las interminables hileras de libros en los estantes.
- Ya has encontrado alguno que llame tu atención hermanita Alice – inquirió la pequeña dama a unos cuantos metros de distancia
- No, y ya te dije que no me interesa – contestó con cierto fastidio, si estaba ahí era porque prácticamente la había arrastrado hasta el lugar y le había ordenado que buscara alguna lectura que llamara su atención
- Sigue buscando, la biblioteca es amplia y puede que haya algo que te guste a pesar de todo – fue lo que dijo la joven Rainsworth justo antes de continuar con su asidua busca de lectura para ese día
Alice bufó con molestia, debería irse pero era seguro que aquella chica extraña la riñera tras buscarla en la habitación y darse cuenta que no estaba. Le tenía cierto pavor, a veces de ella emanaba un aura tan sombría que hasta entendía de cierta forma al payaso de Break.
Siguió caminando entre las estanterías hasta llegar a las del fondo de la habitación. La mayoría de libros parecían de filosofía, arte, historia y otro sin fin de cosas que ni le iban ni le venían. Cansada, decidió que tal vez fingir ante la chica extraña le ayudara a salir más rápido de aquella situación y así poder disfrutar de la carne y una siesta antes que Oz volviera de Pandora junto al payaso y el cabeza de alga.
Oz... al recordar a esa persona recordó lo sucedido días atrás. Se había molestado mucho con él porque la chiquilla rubia que tanto se parecía a su sirviente había llegado de visita y había acaparado su atención hasta la saciedad. Mientras Oz y Ada, como le dijeron que se llamaba, se fueron de compras ella pasó relegada en su habitación con la chica extraña que no paraba de pegar brinquitos y chillidos emocionados cuando por fin le sonsacó el porqué de su humor. Y qué decir del payaso, se burlaba a su costa en todo momento y aunque Sharon lo castigó aun así no fue suficiente para ella.
Ahora que lo pensaba mejor no solo era la rubia la única que le molestaba. Cada chica, quien quiera que fuera, que veía a Oz y se acercaba a él de manera demasiado confianzuda le molestaba en exceso y por lo visto Oz parecía muy interesado en andar tras una que otra y eso hacía que la sangre le hirviera. Más de una vez había terminado pateado y al menos eso le había hecho dejar de andarse con miramientos si ella estaba cerca pero... ¿y qué cuando esta solo? Solo pensar a alguna chica pegada a Oz le hacía crecer el termómetro de enojo en su interior.
Pensando en eso llegó hasta el final del último estante y tras pasar los dedos sobre los lomos de los libros algo captó su atención. Tirado al final del estante, en una esquina, estaba un libro de color rojo y dorado. Se acerco para verlo mejor y al tenerlo frente a ella lo miró con extrañeza. Lo tomó del suelo y le dio la vuelta para ver la cubierta de dicho libro y lo que vio pareció interesarle.
Una chica de cabellos castaños claros miraba como asueñada y con una mano cerca de la boca a un chico rubio que la rodeaba con los brazos y se inclinaba un poco hacia ella. La imagen le extraño un poco no solo por cómo estaban sino porque el chico tenía la camisa desabotonada y el pelo revuelto y la chica llevaba una tela algo transparente.
- El arte de la seducción – leyó en voz alta y sin comprender a que se refería ese título
Estuvo observándolo sin saber si abrirlo o no y mirando fijamente la imagen de la portada de pronto vio que la chica no era la misma sino ella y que el chico no era el mismo sino otro rubio muy conocido para ella. ¡Oz y ella en la portada!
Interesada ante esa visión abrió el libro y pasando las primeras páginas de la reseña, agradecimientos y datos del libro y autor encontró el primer capítulo. No supo siquiera porque pero empezó a leerlo con afán y por cada palabra que leía se quedaba un tanto perpleja. No era que algo la asombrara al punto de escándalo sino que habían cosas que no comprendía del todo aunque si captaba medianamente lo que quería decir.
Si tu deseo es que el hombre que te gusta te mire solamente a ti entonces te daremos una serie de consejos. El arte de seducir es libre de quien lo practique, ya sea el hombre o la mujer quien lo haga. Algunas veces suele pasar que deseamos fervientemente que esa persona nos vea y muchas veces los hombres son los que dan el primer paso para conquistar a quien desean pero en casos contrarios sucede que ellos no son muy diestros para emplear una manera de atraer a su amada por lo que es la mujer quien debe encender la llama de la pasión para derribar todo y ser uno solo.
Si eres una de estas mujeres con este tipo de problema, que se sienten inseguras del hombre al que aman, que piensan que ellos jamás las ven o las toman en serio, si eres una mujer que desea que ese hombre sea tuyo y de nadie más entonces los siguientes consejos pueden serte útiles para demostrarle a él que lo deseas y que también deseas que él te mire solo a ti y a nadie más que a ti.
Alice dibujo una perfecta "o" con su boca al leer aquello. No comprendía algunas palabras pero ese libro le decía cómo hacer para que Oz se quedara con ella. Sin pensarlo demasiado cerró el libro y camino hasta salir de las filas de estantes. La chica extraña estaba aun buscando sus libros por lo que decidió irse de la habitación y leer el libro en su habitación. De antemano sabia que algunas palabras no las comprendía pero no quería oír los chillidos de emoción o lo que fuera que hiciera si le empezaba a preguntar lo que significaba esto y aquello en las palabras del libro así que creyó conveniente alejarse de ella y tratar de entender todas esas frases extrañas por su cuenta.
- Has encontrado algo Alice – preguntó Sharon justo cuando la aludida tomaba el pomo de la puerta para salir al pasillo e irse a su habitación
- Eh, si... pero lo leeré en mi habitación – y sin esperar a que ella pudiera decirle otra cosa se fue rápidamente del lugar dejando confusa, aunque feliz, a la chica de ojos rosa
Caminó, sino es que corrió, por el pasillo y justo cuando estaba por subir la escalera la puerta principal se abrió y por ella entraron Oz, Gil y Break.
- Hola Alice – le dijo el rubio al verla, siempre era una alegría verla más cuando recién llegaba de una reunión agobiante en Pandora
- Ah hola Oz – respondió con ligereza y simpleza – nos vemos luego – y sin esperar más palabras subió la escalera mientras hacia un gesto de despedida con la mano en la que tenía el libro que había encontrado en la biblioteca
- Eh?... lo que llevaba esa coneja era... ¿un libro? – inquirió Gilbert creyendo que había visto mal
- Pues eso parece – le dijo Oz igual de extrañado, que supiera Alice no gustaba de la lectura y a menos que quisiera usarlo como arma en su contra para castigarlo por haberla dejado en la mansión no veía motivo para que ella tuviese uno en la mano
- Vaya vaya – mencionó divertido Break – parece ser que la señorita ha conseguido despertarle un poco de interés – comentó pues la única persona que podría haberla arrastrado a leer era Sharon
- Y acaso sabe leer ese estúpido conejo – inquirió medio extrañado el de cabello negro
- Hasta donde sé si puede pero creía que no le gustaba leer – volvió a decir el rubio sin dejar de lado su desconcierto
- Buenas días Oz, Gil, Break – saludó la chica de ojos rosa quien llevaba consigo unos 6 libros en los brazos
- Buenos días Sharon – saludó Gil tranquilamente
- Buenas días Sharon – dijo el rubio aun con extrañeza
- Buenas días señorita – le dijo Break con una sonrisa en los labios – veo que al fin ha hecho que la coneja haga algo más que comer carne – comentó en tono divertido hacia la chica
- La han visto – inquirió y vio como asentían los presentes – estuvo muy reticente pero al final algo capto su atención, supongo que a final de cuentas si puede llegar a agradarle la lectura – sonrió con orgullo al ver que había logrado que la chica hiciese algo nuevo
- Al menos con eso estamos seguros de no gastar de mas en carnes para sus excesivas meriendas – comentó en broma Break mientras mordía una paleta
- La coneja ya no pasará de harta todo el día – se burló Emily y Break se rió ante el comentario pero pararon al ver como Sharon les dirigía una mirada amenazante ante sus palabras
- Supongo que no está de más que Alice se entretenga con algo diferente – mencionó el rubio sonriendo tranquilamente ante el pensamiento después de todo no podría hacerle mal a nadie que ella leyera algo
Pero Oz ni siquiera sabía la magnitud del problema que se desataría para él debido a la nueva afición de su cadena... porque nadie podría imaginar lo que Alice era capaz de hacer para que Oz fuera suyo y de nadie más. Porque Alice estaba dispuesta a que Oz no la dejara en la soledad nunca más.
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Notas de Autora:
Bien, espero les haya gustado el primer capitulo ^_^
Esta prologo es solo como una reseña de como inicia la cosa y aclaro desde este punto que esta historia contendrá cierto material no apto para menores o personas sensibles. Quise ser atrevida con los personajes y con gusto acepto criticas de cualquier tipo. ^_^ no limiten sus criticas que yo estoy dispuesta a cualquier cosa ok.
Bueno, los dejo por ahora y espero saber que les ha parecido, esto ira a paso lento pero procuraré hacerlo lo mejor posible para obtener algo decente ^_^
Nos vemos en la próxima!
¿Me dejarían un review?... sería estupendo conocer sus opiniones ^_^
Luna Love
