Era el septimo cumpleaños de naruto, le quedaban dos dias para que cumplieran los siete añitos.

Como de costumbre, por la mañana fue a la escuela ninja, y por la tarde se iba al parque con Kiba(con akamaru), Shikamaru y Choji.

En el parque

-Ya mismo es tu cumpleaños Naruto. Que alegria, ¿no?- Dice Kiba

Mientras hablaban de ese tema, no se dieron cuenta de que la pequeña Hinata, estaba escuchando.

-Para mi es algo problemático, lo unico que hacen es venir los familiares y darte todo el dia besitos para felicitarte- Dice Shikamaru despreocupado

-Pues a mi me gusta.- Contesta Choji

-A ti te gusta por la tarta, no disimules.- Salta Kiba en tono burlon

-No solo por eso, tambien por los regalos.- Le sigue Choji

Pero Naruto no decia nada, siempre a pasado sus cumpleaños solo, sin nadie que le felicitara ni que le regalara ningun regalo, y eso hacia que estuviera triste.

-Es verdad, a Naruto no le regalan nada para su cumple.- Dice Kiba.

-Que problemático...-

-No pasa nada,¡vamos a jugar al escondite!- Mas contento, Dice Naruto.

Se hacia de noche, y a los chicos, menos a Naruto, le venian a buscar sus padres.

El siguiente dia se le izo un poco largo, pero soportable.

Era el dia, el cumpleaños de Naruto. Los chicos le estaban haciendo una fiesta sorpresa, por eso al profesor Iruka, le habian dicho sus padres que no irian a la clase de hoy.

Como de costumbre, por la tarde Naruto se dirigia al parque a ver si estaban sus amigos cuando de golpe...

-¡¡SORPRESA!!

Naruto se sobresalta al ver que sus amigos estaban todos alli, que habia un pastel y regalos, que le felicitaron aquel dia, y que sobretodo, ese cumpleaños no se encontraba solo.

Estaba todos los de su clase, incluso Sasuke. Pero algo faltaba en esa fiesta... Era la pequeña Hinata. No estaba en aquella fiesta.

Al acabar la fiesta, Naruto se fue a su casa.

Al dia siguiente, cuando llego a clase, era raramente el primero en llegar, pero lo mas raro era que en el pupitre habia un paquete y con el una nota.

"Felicidades Naruto-kun"

En lo unico que pensaba, era quien le habia regalado ese monedero en forma de rana. Estaba tan pendiente en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que la pequeña Hinata le estaba observando, esta vez mas feliz.