Pokémon no me pertenece, si así fuera Soul apareceria en el manga.
Advertencia: El primer capitulo de esta historia es muy parecido al capitulo final de HGSS
Capitulo 1: Encuentro con Arceus, tres Dex Holders y cuatro idiotas.
Podía ser una mañana como cualquier otra en Ciudad Endrino si no fuera porque una chica de pelo castaño suelto, ojos marrones café, con una bandolera, vestida con unos pantalones vaqueros, unas deportivas, una chaqueta violeta y una camiseta negra debajo de ésta, se impacientaba delante del gimnasio de ciudad Endrino pidiendo a gritos un desafío con la líder de gimnasio, y ya llevaba media hora…
-¡Se puede saber dónde está esa maldita líder! –gritó la chica a un joven empleado del gimnasio, que había en la puerta bloqueándole el paso.
-Ya te he dicho que no está aquí, la líder Clair se fue en busca de su primo -le dijo el pobre chico cansado de repetirle lo mismo una y otra vez.
-Pero yo quiero un desafío. –dijo inflando sus mofletes de manera infantil antes de alejarse de allí. –Estos malditos líderes de Johto, primero me dicen que no hay líder en pueblo Caoba por razones que no me incumben y ahora la líder de tipo dragón no está en su gimnasio. Con las ganas que tenía yo de probar al pokémon que me dio esa persona. Supongo que lo tendré que dejar en el PC, qué remedio. –Suspiró la chica.
La chica se dirigió al centro pokémon pero un pitido procedente de su pokegear le llamó la atención. Lo sacó de uno de los bolsillos de su bandolera y lo abrió, había recibido un mensaje en el que se podía leer:
ASUNTO: Misión
REMITENTE: No Registrado
MENSAJE: Le han encontrado, ya sabes que hacer.
Está en el norte de Johto, en las ruinas Sinjoh.
Suerte Soul.
Atentamente SBR
La nombrada Soul rápidamente abrió la función mapa de su pokegear, buscó la localización de esas ruinas y para su sorpresa vio que no le era posible llegar a pie si no atravesaba una enorme cordillera, así que descartó la idea. No tenía más remedio que ir volando.
-Mira, aún puedes serme útil. –dijo mirando a la pokeball que antes iba a dejar en el PC.
La abrió y de su interior se divisó una enorme silueta de un pokémon con forma de ave, que no se pudo identificar bien debido a que gracias a su enorme velocidad cogió a Soul y se dirigió al norte de Johto nada más salir de su pokeball.
Soul llevaba ya una hora volando sobre la gran cordillera, un pokémon normal se hubiera cansado ya hace mucho, y tampoco habría resistido aquel clima helado, pero para suerte de Soul su pokémon volador no era un pokémon normal. Soul divisó a lo lejos una gran columna de humo y decidió acercarse, cuando estuvo lo suficientemente cerca para ver qué ocurría se quedó de piedra: ante ella se encontraba Arceus, y no solo Arceus, también estaban empezándose a formar Dialga, Palkia y Giratina.
Soul devolvió a su pokémon a la pokeball, bajó por unas rocas a la explanada de las ruinas y se ocultó en una grieta que había entre las paredes de la montaña para observar la situación. En aquella explanada aparte de los cuatro enormes pokémon legendarios también había tres hombres y una mujer vistiendo uniformes del Team Rocket diferentes a los que había visto Soul antes, así que dedujo que eran generales, y dos chicos y una chica de su edad. A uno de los chicos le tenía preso un hombre del Team Rocket el cual había sacado a su Golbat de la pokeball dispuesto a atacar al chico, Soul, viéndose venir el ataque que iba a usar, sacó una pokeball y liberó a una Ampharos.
-Amph, Chispazo a aquel Golbat. –le ordenó al pokémon.
Amph atacó al instante al pokémon nada más oír la orden dejándolo debilitado.
-¿Pero qué? ¿De dónde ha salido ese ataque? –gritó el miembro del Team Rocket soltando al chico y yendo a socorrer a su pokémon debilitado.
El chico aprovechó el verse libre para sacar a su Honchkrow y lanzarse de cabeza contra los legendarios. Los otros generales se quedaron estupefactos, ellos nunca se atreverían a ir en contra de cuatro legendarios.
-¡Petrel, idiota, le has dejado escapar! –le gritó la mujer al que tenía preso al chico.
-Lo siento Atenea, Atlas, de inmediato lo arreglo. –imploró Petrel a la mujer y a otro de los hombres que parecían ser los jefes. – ¡Koffing, a por él!
Una estampida de Koffing salidos de la nada se abalanzó sobre él, al chico no le dio tiempo a esquivar a todos los Koffing y quedó atrapado entre ellos.
-¡Silver! –gritó la chica preocupada haciendo ademán de ir a ayudarle.
-Crys, para. –dijo el otro chico deteniéndola con su palo de billar.
-Pero Gold, Silver…
-No te preocupes, está tratando de ganar tiempo. –le contestó sonriendo Gold.
-No entiendo. –dijo confundida Crys.
-¡Wow! Eso es raro chica seria. –dijo sacando una pokeball de su bolsillo y mostrándosela.
-Ese es Feraligatr ¿Por qué lo tienes tú? –le preguntó cogiendo la pokeball.
-Silver me lo dejó. –contesto Gold liberando a su Typhlosion.
-Ya veo, plan ataque final, ¿no? –dijo Crys liberando a su Meganium y al Feraligatr de Silver.
-Explotaro, Megapeon, Feraligatr ¡Anillo Ígneo, Planta Feroz, Hidrocañón! –ordenaron los dos al mismo tiempo.
Los tres ataques finales impactaron en los cuatro pokémon legendarios esparciendo los pedazos de Arceus que iban a ser Dialga, Palkia y Giratina, dejando una gran columna de polvo de las ruinas en las que estaban.
-¡Wow! Son fuertes. –dijo impresionada Soul a su Ampharos.
Cuando la columna de polvo se disolvió los generales no sabían qué hacer, ante ellos se encontraba Arceus mirándolos con furia. Uno de ellos, el que no había hablado hasta ahora, salió corriendo como un loco.
-Amph, Puño Trueno. –ordenó Soul saliendo de su escondite.
La Ampharos le bloqueó el paso al general y le impactó un poderoso Puño Trueno dejándolo paralizado en el suelo.
-¿Quién eres tú? ¿Otro maldito Dex Holder? –preguntó cómo pudo el general.
-¿Dex Holder, yo? Deberías aprender a reconocer a la gente cuando la tienes delante, Protón. –dijo Soul quitándole una bolsa que tenía en la mano.
-¿Cómo sabes su nombre? –le preguntó Atenea.
-Es algo que no te importa, Atenea. –contestó Soul abriendo la bolsa y viendo su contenido. – ¡Vaya! Las tablas de Arceus, por eso esta tan enfadado.
- ¡Oye cría! Dame eso. –le ordenó Petrel.
-¿Esa es forma de pedir las cosas? Pues va a ser que ahora se las doy a Arceus. Amph, Chispazo.
El ataque de Amph dio de lleno a los tres generales y a los Koffing, dejando libre a Silver. Soul pasó entre los generales seguida de cerca por Amph, subió por las escaleras y llegó junto Arceus y Silver.
-¡Hey! Arceus, te devuelvo las tablas si te deshaces de ellos. –le dijo al dios pokémon señalando a los cuatro generales.
Arceus la miró como diciendo "¿Me estás chantajeando?", pero accedió a la petición de Soul haciendo desaparecer a los generales y a sus pokémon en un destello cegador.
-¿Silver, verdad? –Preguntó Soul al chico pelirrojo que tenía al lado - ¿Tienes tú las dos tablas que faltan?
Al chico no le dio tiempo a contestar, pues sus amigos llegaron a su lado.
-Oye, se puede saber quién eres tú –preguntó Gold señalándola con su palo de billar.
-Primero aparta eso de mi cara y luego de darme las tablas te contesto. –dijo Soul sacándole la lengua.
Crys ayudo a Silver a ponerse de pie, ya que después de recibir tantos ataques procedentes de los Koffing difícilmente podía levantarse. Luego saco las dos tablas restantes de su bolsillo y se las entrego a la chica.
-Aquí tienes, ahora dáselas a Arceus. –le dijo a Soul.
-Gracias. –le contesto ella cogiendo las tablas.
Soul se encamino hacia Arceus, le dejo las tablas en el suelo y luego regreso junto a los Dex Holders. Las tablas salieron volando al interior de Arceus, una por una. Después del increíble espectáculo, Arceus desapareció del lugar sin dejar rastro.
-Muy bien, ya le has dado las tablas a Arceus y…–dijo Gold.
-Ahora quieres decirnos quién eres. –dijo Silver interrumpiendo a Gold.
-Lo que Gold y Silver intentan decirte es que nos gustaría saber tu nombre para poder agradecerte correctamente la ayuda que nos has prestado. –intento disculpar Crys a sus amigos.
-¿No creéis que es mejor presentarse antes que pedir a alguien se presente? –evadió la pregunta Soul.
-Crystal, Dex Holder de Johto. –se presento la chica peli azul. –Pero puedes llamarme Crys.
-Silver, Dex Holder. –se presento el chico pelirrojo.
-Gold, y al igual que la chica súper seria y el chico amargado, soy un Dex Holder de Johto. –se presento el chico pelinegro del palo de billar. – Y ahora dinos quién eres.
-Me llamo Soul, Soul Kotone y mi meta es ganar a todos los entrenadores fuertes del mundo.
Espero que os haya gustado el primer capitulo de esta historia :)
Y considerando que hoy es el cumpleaños de Silver, ¡qué mejor día para subir un capitulo de una historia dedicada a él!
Espero poder actualizar pronto, pero con la barbaridad de deberes que tengo... creo que no sera posible T.T
