Sin más me retiro y doy las indicaciones de siempre.
Por favor, sean creativos con sus comentarios, que sean largos, que se note que han leído.
Y, se me había olvidado, pero si van a hacer comentarios ofensivos o despectivos, mejor ahórrenselos. Sin comentarios ofensivos ni insultos. Se les ruega encarecidamente, lean las indicaciones y los apartados de autor que no los pongo de adorno. Están al final de cada capítulo, una breve explicación.
Aclaraciones:
Narración.
— Diálogo. —
‹‹Pensamientos.››
(*) Esto es un apartado para alguna palabra o concepto que aclararé al final del capítulo.
Advertencias:
OoC en los personajes.
OC's.
Situaciones sexuales implícitas-explícitas.
Lenguaje inapropiado o soez.
Género: Romance | Drama.
Clasificación: T| M.
Disclaimer: Este fic participa del topic 'Escuela Shinobi: creación de fics del foro de La Aldea Oculta entre Las Hojas.
Nota 1: Por favor, si llegan al final de este escrito, lean las notas para que puedan orientarse. Que disfruten la lectura.
ARENAS EN EL TIEMPO.
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‹‹Se dice que algunas vidas están ligadas a través del tiempo, conectadas por un llamado ancestral que hace eco a través de los años…››
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PREFACIO.
Le dolían las rodillas, le dolía todo el cuerpo…
Pestañeó disipando las lágrimas, miró a su alrededor, no hubo nada que le indicara donde se encontraba, no había nada que la ubicara. Intentó levantarse apoyándose de ambos brazos, pero cayó estrepitosamente al suelo golpeándose la espalda.
— Ugh. — gimió.
Mas temprano que tarde, Hinata se percató que tenía el hombro dislocado y una fractura expuesta en el húmero. No fue hasta en ese momento que notó la abundante sangre que brotaba de la herida, gimió una vez mas viéndose lesionada e imposibilitada temporalmente para levantarse.
Rompió uno de los vendajes que tenía sobre su pierna izquierda sobre el pantalón azul donde portaba sus armas, con esa atadura afianzó el brazo e hizo un torniquete. Le daría el tiempo suficiente para levantarse y buscar ayuda, no sobreviviría sola en ese lugar… Solo esperaba que el lodo no le provocara una infección grave.
Con dificultad, soltando quejidos dolorosos y una que otra lágrima cada tanto, se levantó del suelo en el proceso se percató que también tenía los tobillos lastimados; pero no eran lo suficientemente profundas como para impedirle su huida.
Mientras caminaba, inspeccionó minuciosamente el lugar. No había nada que le indicara remotamente donde se encontraba, ni su visión pura le ayudaba, levantó la mirada. El cielo oscuro, las sombras de los nubarrones cubrían el firmamento en un horroroso y funesto gris, al que cruzó un relámpago repentino.
— ¿Por qué mi familia me hizo esto?
Se preguntó, sosteniendo su brazo ahogando su llanto, por el dolor y la decepción.
Como ráfaga, los recuerdos de horas antes a su despertar en ese bosque iracundo, le llegaron como destellos de un dolor inusitado e implacable. ¿Por qué la ambición de su familia los llevó tan lejos? ¿Por qué no se detuvieron a pensar en ella, en lo que quería? ¿Por qué la obligaron a hacer eso?
Convulsionó reprimiendo un gimoteo, Hinata no sabía que le dolía mas, si las heridas provocadas por la tortura o el que su familia la hubiese vendido por ambición como si se tratara de una mascota domesticada. Neji intentó ayudarla, y en su afán de ampararla, lo sellaron quitándole todas sus habilidades… Su don.
Y ella…
Ella fue víctima de un bélico trato, de una desgracia llamada ambición y avaricia, por la cual el Consejo de su Clan no se detuvo a pensar mas que en su prestigio como familia potencial, como próxima estirpe poderosa con otra de la misma calaña.
Escaparse de aquel calabozo al que la confinaron no fue lo mas fácil del mundo, sin embargo, fue inevitable lo que le pasó.
Hinata se detuvo a medio camino, dejó de sostener su brazo y llevó su mano sana hacia el lado izquierdo de su cuello; donde descansaba un extraño símbolo. Tenía la forma de tres comillas muy juntas formando un círculo. Su delicada piel blanca estaba roja, señalando que fue colocado recientemente.
Los ojos perlados de la chica se llenaron de lágrimas, desafió a su destino pero no pudo contra el. No fue capaz de evitar su hado, ahora portaba ese maldito sello que le quitaba toda voluntad. Ahora sabía cómo se sentía Neji, conocía la rabia e impotencia que le provocaba ver esa esvástica verde grabada en su frente…
‹‹Eres débil.››
Las palabras de su padre mientras entrenaba a Hanabi, su hermana menor, le golpearon de repente. Un lamento floreció desde su pecho y le llegó al corazón como un pinchazo transformado en daga.
Odiaba su suerte, odiaba a su familia, odiaba su desgracia y fragilidad.
Pero su padre tenía razón, era demasiado débil, demasiado buena, demasiado blanda…
Hinata tuvo la intención de cerrar los ojos, su pérdida de sangre debido a las heridas múltiples en su cuerpo era copiosa. Sabía que sí, dejaba caer mínimamente sus párpados se desplomaría y caería en la inconsciencia; entonces ellos la encontrarían. Pero tenía una fuerte voluntad, y no se dejaría atrapar tan fácilmente; no dejaría que la cogieran mientras tuviera consciencia y ganas de sobrevivir. Debía aferrarse a lo poco que le quedaba, a la dignidad y amor propio.
¡Al diablo con la familia! Ella sobreviviría, por Neji, por su hermana que sufriría el mismo destino o tal vez uno mas suave. Y sobre todo, por ella misma. No se dejaría vencer, no así de simple.
Tomó aire para darse ánimos y sacando fuerzas de flaqueza, continúo caminando. Tenía que llegar a algún lugar, debía encontrar a alguien que pudiera ayudarle. Su iris opalino vagaba entre árboles y oscuridad, la luz se hacía cada que una nube despejaba la luna indicándole el sendero.
Tembló vertiginosamente, todo era silencio… El ambiente estaba cargado de intenso aroma a sangre y tierra húmeda, la brisa le agitaba los largos y sucios cabellos de vez en cuando. Una brisa fría, presagio de una muerte anunciada por su desobediencia. Pero no podía parar, ¡no quería hacerlo! ¡Debía vivir, debía ser libre!
No obstante, ¿cómo sería libre si debía huir?
Se detuvo repentinamente, respiraba a bocanadas. Estaba cansada, exhausta. Se recostó en el tronco del árbol a su costado, se tomó el brazo con fuerza y volvió a llorar. Estaba sola, sin su primo, sin su hermana, sin sus amigos… No tenía a nadie y debía sobrevivir, tenía que salir de ahí antes de que la encontraran.
Lamentó haber descuidado sus entrenamientos con Kurenai-sensei, no haber prestado la atención debida a Sakura e Ino cuando le enseñaron la curación básica y las plantas medicinales que podían ayudarle, en casos desfavorables, en los que no tenía ningún fármaco a la mano. Lamentó no haberse empeñado mucho mas cuando Naruto quiso ayudarla a entrenar, o cuando Neji le dio clases acerca del puño suave que no pudo ejecutar. Tal vez si hubiese prestado mas atención, habría salido menos herida y ya estaría a medio camino de su ansiada libertad.
El crujir de unas ramas la sacó de su ensimismamiento, clara señal de que alguien estaba cerca. Tembló, de pánico, de pavor. El miedo, a pesar de ser una emoción desagradable y negativa, también es intensa. Te avisa del peligro y es capaz de disparar tu adrenalina, causando que seas capaz de hacer cosas que jamás creíste poder. Eso fue lo que le pasó a Hinata, se levantó separó del árbol todo lo rápido que su cuerpo magullado le permitió y corrió, corrió tan rápido que ni siquiera sintió dolor en el brazo cuando la venda que lo sostenía se le zafó. Ni como el hueso rompía cada vez mas la piel provocándole un sangrado abundante.
Si bien su adrenalina aumento su frecuencia cardíaca, tiene un poder limitado en el cuerpo humano. Desgraciadamente para Hinata, el haber perdido gran parte de plasma le delimitó mucho mas. Lo que provocó que se tambaleara y tropezara contra una raíz, cayendo al suelo estrepitosamente.
— ¡Ah! — gimió, dolorosamente.
La heredera del Clan intentó ponerse de pie, pero no pudo esta vez, su tobillo estaba fracturado. Se dio la vuelta como pudo, e intentó sanarlo con sus habilidades médicas pero fue inútil, el hueso no volvía a su lugar y el tiempo se le agotaba. El silencio sepulcral y la atmósfera densa, terminaron susurrándole:
‹‹Ya no hay nada que puedas hacer, estás en sus manos… Te encontraron.››
La voz en su mente era bélica y la risa macabra… Ahogó un chillido al vislumbrar una figura, alta, cubierta por una túnica negra de pies a cabeza.
Desesperada, intentó gatear, arrastrarse. Lo único que consiguió fue rasgarse el pantalón y lastimarse la rodilla, dejándola sangrante y en carne viva.
— No, por favor, no me hagan daño… — gimió, todo lo clara que pudo salirle la voz. Aunque su llanto se lo impidiera.
La silueta no emitió palabra, y ella no podía ver sus gestos, la capucha sobre su cabeza generaba una sombra que impedía ver sus facciones. Apenas se dio cuenta que era hombre, por lo cuadrado de sus hombros y su musculatura.
— Por favor. — rogó, al verlo estirar la mano hacia ella.
Ahogó un grito, y lo único que pudo observar antes de caer inconsciente fueron unos ojos rojos con un cincelado extraño.
Nota de Autor:
¡Hola!
He aquí mi primer ItaHina, como bien saben, esto es parte de una actividad del Foro Aldea Oculta entre las Hojas y está hecho especialmente para Blacklady Hyuuga, una seguidora acérrima de esta pareja. Dicho esto, daré una explicación breve acerca de este prefacio.
En la petición habla de un sello y unos sueños, ya que según la historia Noches (que es en la que está basada la petición), habla un poco acerca de ello. Si bien no desea un plagio o una adaptación (que no estaba dispuesta a hacer), he decidido hacer mi versión de la idea que ha dado, NO HABRÁ TRAGEDIA, sí habrá un poco de escenas sangrientas y drama, pero también habrá romance. Tal vez algunas muertes insignificantes, pero explicarán muchas cosas. Y debido a que son sueños de vidas pasadas, fusionar un poco del mundo original con el alternativo me pareció una buena idea. Si se confundieron, si se atreven a seguir leyendo verán como se va desenredando la trama.
Blacklady Hyuuga, espero te guste, sino, te atrevas a leer el primer capítulo. Ya veremos como marcha, cuídense. Nos veremos en la próxima actualización.
